1/23/2010


Infancia y Sociedad

Pobres políticos

Andrea Bárcena

En México prácticamente no existe ningún político pobre. Desde mediados del siglo XX este país ha producido una generación de nuevos millonarios cada seis años.

Conozco personas que aún disfrutan la herencia de abuelos que se dedicaron a la política. Eso no estaría tan mal si, a cambio, el país se hubiera beneficiado del esfuerzo de esas generaciones de políticos y fuéramos un país realmente fuerte, civilizado, educado y desarrollado, y si nuestra clase política hubiera ido adquiriendo la sabiduría y las virtudes necesarias para gobernar.

Pero al contrario, a mayor enriquecimiento de políticos ha correspondido un empobrecimiento creciente de su calidad y cada vez son peores quienes llegan al poder; casi la totalidad de los políticos mexicanos son actualmente unos pobres políticos: sin ideario, sin principios éticos, con una cultura muy básica, sin solidez ideológica, rapaces y sin más compromisos que el de su bolsillo y su conveniencia personal; cobardes y rastreros. Pobre México, tan lejos de Dios y en manos de tanto gandalla (incluidos los dizque representantes de Dios).

Tal vez Platón tenía razón: deben gobernar sólo los sabios.Tal vez debería exigirse a todo aspirante a funcionario o candidato que haya cursado algunas ramas básicas de filosofía, porque no tenemos pensadores y hemos olvidado cómo son los estadistas. Tal vez se deberían reducir al máximo posible los ingresos de todo político, para que sólo aspiren a serlo aquellos con verdadero espíritu de servicio al país y a la gente. (Sí, ya sé que es utópico, pero si soltamos las utopías nos hundimos.)

Los únicos que deben gozar de privilegios son los niños, decía Lombardo Toledano. Son justamente los niños quienes no tienen ningún privilegio hoy día. No conozco ningún líder político, académico o cultural que tenga en sus prioridades a la infancia. ¿Será porque los menores no votan, que ni en el DF hay programas especiales para ellos?

Son muy graves los datos que días atrás entregaron periodistas de La Jornada: 7 millones de jóvenes que ni estudian, ni trabajan, ni sabemos adónde van. Sólo uno de cada 10 menores de 17 años cuenta con posibilidades de cubrir sus necesidades. De los 40 millones de menores que hay en el país, la mitad vive en pobreza extrema y moderada. Son datos que pintan el futuro muy negro y a ningún gobernante parece preocuparle.

Invito a los lectores a enviar a este espacio ideas propias o de pensadores sobre la infancia, para tener presente la importancia de cuidar a los niños. Va la primera: Protegedme de la sabiduría que no llora, de la filosofía que no ríe y de la grandeza que no se inclina ante los niños. Khalil Gibran.

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