12/06/2010

Los periodistas pal café....


Julio Hernández López: Astillero
Uno de los candidatos a presidir el PAN predicó en el desierto contra lo que a su entender es un vicio deformador de la buena marcha de su partido: los panistas-vino. Ausente de esa clasificación estuvo cualquier referencia a los excesos de consumos líquidos que según versiones hasta ahora muy extendidas, pero no científicamente comprobadas, serían signo característico de las tardes, noches y madrugadas de algunas burbujas de poder: no, los panistas-vino serían, según explicó la senadora Blanca Judith Díaz (la rival más débil en la lucha por suceder a Césarin Navalú), aquellos que fueron empadronados circunstancialmente para apoyar determinada candidatura, militantes con etiqueta del momento de su cosecha, que ingresaron cierto año para impulsar a un aspirante específico y sanseacabó, pero también panistas-vino en cuanto a conjugación verbal, pues sólo vinieron por su chamba o por su contrato en la administración pública, presuntos militantes del partido blanquiazul que cuando son convocados a actividades partidistas te contestan que ellos sólo ingresaron para participar en la campaña de quien fuera su padrino político, y perdemos elecciones, porque no hay ni uno que quiera servir cuidando una casilla. Pero ni quien escuchara y atendiera ese crudo reproche, perdidos como andaban los catadores de la grilla pino-lera en los vértigos de la elección del nuevo gerente nacional.
En ese catálogo de panistas-vino, la Casa Madero presentó un producto de tem-porada a partir de la fermentación, accidentada en su tramo final, de uvas de la variedad Calderonet Sauvignon, alojados esos caldos en agujeradas barricas de pinos blanquiazules. La cosecha Gustavo Madero apareció así ofreciendo a la vista una impresión pálida, tenue, de poca consistencia, y en nariz presentó signos de descomposturas de la materia original, contaminado el proceso de elaboración por los zigzagueos y embozos que mezclaron la idea original con la uva Roberto Gil, de oportunismo impulsado también desde barricas pinoleras, con la que el dueño de la cava pretendió soprender, llevando al mercado un nuevo elemento en cuanto a apariencia, aunque igualmente sometido a los dictados de la casa productora, para desplazar al inicialmente impulsado, el Madero, o rendirlo mediante estos juegos de mercado a un dominio mayor. Finalmente, la Casa Madero produjo un nuevo Maderito, el utilizable Roberto Gil hizo berrinche, la hermana Cocoa se coló al CEN para desde allí afianzar su michoacanazo, y los panistas fueron nuevamente exhibidos en su dependencia extrema de lo que decida la casa Felipe, Los Vinos.
Una especie de embriaguez política hace, a su vez, que Jesús Ortega se muestre adicto a la silla de presidente nacional del PRD de la que, según sus opositores, aglutinados bajo la etiqueta G-8, más sugerente de productos insecticidas que de etílicos, debería estar por despojarse ya, aunque, aferrado a la costumbre convertida en vicio, pretende mantenerse en ella por varios meses más. Los ingredientes constitutivos del aerosol G-8 han anunciado medidas fuertes contra el ensillado, incluso la toma del edificio donde despacha el mencionado Ortega, ante lo cual éste ha responsabilizado de eventuales daños y agresiones a Gerardo Fernández Noroña, Dolores Padier- na, René Bejarano, Mario Di Constanzo, Carlos Sote- lo y... Enrique Peña Nieto. ¡Salud!
Y, mientras otros brindan tranquilamente en sus residencias, nunca tocados ni por mínimas insinuaciones reales de justicia, los padres y familiares de niños muertos el 5 de junio en Hermosillo, en la guardería ABC, marcharon ayer por calles de esa ciudad, bajo el lema Dieciocho meses: ni perdón ni olvido. Año y medio de retorcimientos institucionales para acabar en lo sabido: en la exoneración de los dueños de ese negocio, emparentados política y familiarmente con las elites, tanto la local del priísmo encabezado entonces por Eduardo Bours, como la panista nacional con la familia Zavala Gómez del Campo cuidando a una de los suyos. ¿Brindar? ¿Por quién o por qué se podría brindar?
Astillas
El escáner corporal aplicado por Wikileaks a una parte escrita de la diplomacia estadunidense ha mostrado en el caso mexicano a un gobierno tembeleque, dividido e ineficaz, que suplica la intervención estadunidense para controlar el avispero criminalmente agitado. Una de las vertientes más peligrosas de esa catástrofe oficialmente inconfesa es la relacionada con los pleitos entre los bandos armados que concurren en la guerra contra el narcotráfico: militares, marinos y policías federales que no se ayudan entre sí y, por el contrario, compiten mediante acciones y omisiones... Lo bueno de esas revelaciones es que han sido desnudadas tanto las falsedades calderonistas de que la citada guerra se va ganando, aunque a todo mundo le parezca lo contrario, como las pretensiones de los hombres de verde olivo de que en el naufragio institucional mexicano lo único rescatable sería el poder de las armas, llamado a restablecer por la fuerza cierto orden básico en el país... Hasta ahora, el diagnóstico de los mandos militares habla de que todas las corporaciones policiacas están altamente infiltradas por el narcotráfico, igual que los poderes civiles, y la única salida aceptable sería ir poniendo bajo el mando de los cuarteles a todas las instancias posibles, comenzando por las policías bajo control único y llegando a las instancias de los poderes ejecutivos estatales, ya desde ahora entregadas en sus áreas de seguridad pública y centros de reclusión a los recomendados de la Sedena... Exhibidas sus carencias, lentitud e inoperancia (aversión al riesgo), las fuerzas armadas mexicanas han recibido un golpe que tal vez frene las eventuales tentaciones de dar algo parecido, aunque esa misma situación también abre las puertas a los apetitos extranjeros de intervención directa en los asuntos del vecino fallido... Y, mientras un edificio de Televisa se ha incendiado, y Proceso recibe solidaridad, ¡Hasta mañana, en esta pista de hielo disfrazada de columna!
Fax: 5605-2099 •
juliohdz@jornada.com.mx

Enrique Galván Ochoa: Dinero
Esta semana será fijado el nuevo salario mínimo. Mario Sánchez Ruiz, presidente del Consejo Coordinador Empresarial, sugiere un aumento de 4.5 por ciento, que se materializaría en $2.50 como promedio. El país ha sido dividido caprichosamente en tres regiones y a cada una corresponde un salario distinto. La C es la menos favorecida, con $54.47. Le correspondería un aumento de $2.45. La región A tiene el sueldo alto (es un decir): $57.46. El alza sería de $2.58. Lo que propone Sánchez Ruiz es que la comisión nacional –formada por líderes obreros charros, directivos empresariales y el gobierno federal– continúe la línea de los últimos 30 años: empobrecimiento de las familias mediante un ingreso que viola el que estipula la Constitución. Es evidente el doble lenguaje del presidente del CCE: por un lado su sector se queja de la debilidad del mercado interno, y por otro, plantea que siga constreñido el poder de compra de sus clientes, de los consumidores. Es una situación singular. La opinión del Centro de Estudios del Sector Privado –organismo filial del CCE– es que las renumeraciones deben ser objeto de una revisión al alza a fin de que la gente tenga dinero para comprar mercancías y el mercado interno crezca. Pónganse de acuerdo.
El Cete de 100 pesos
El portal defectuoso que diseñó Hacienda, la desconfianza de la gente y la escasez de dinero, así como la ausencia de promoción, conspiran en contra de los Cetes de 100 pesos que recientemente puso a andar el gobierno federal. La tasa líder aumentó ligeramente y en la subasta de noviembre 30 se ubicó en 4.35 % anual. Un Cete de 100 pesos te generaría $4.35 si lo dejas madurar un año.

Hernán González G.: Aprender a morir
Encontrarse con un hombre de más de 93 años al que lo único que le falla es la vista, quien a los 17 empezó a trabajar de peón en Petróleos Mexicanos con la ficha 6,040, que no tiene una fórmula sobre cómo envejecer con alegría y gusto por la vida, que se jubiló como jefe de departamento y nunca se aburrió ni se hartó, es valioso testimonio que obliga a escucharlo.
Alberto Rodríguez Hernández nació en el DF en 1917, pero muy niño se lo llevaron a Tampico, donde a los 15 años empezó a trabajar. A mí no me ha amargado nada ni nadie. Ni la vida, ni el trabajo, ni las mujeres, ni la religión, confiesa don Alberto, erguido, aún apuesto e impecable en su sencilla vestimenta, mientras apura un trago de tequila en la sala de su casa, donde vive con una de sus hijas y su yerno.
“Durante muchos años jugué básquet y beisbol, quizá eso contribuyó a una longevidad sana. Estudié para tenedor de libros, pero nunca ejercí. Obtuve mi jubilación luego de 50 años de servicio, siempre en el área administrativa. Me divorcié de mi primera esposa porque le gustaba mucho jugar a la baraja por las tardes y yo salía de trabajar precisamente a las cuatro de la tarde. Ante esto, incluso obtuve la patria potestad de mi hija.

Carlos Fernández-Vega: México SA
envuelto en una agujereada bandera de heroicidad, el modesto inquilino de Los Pinos ha dicho, en no pocas ocasiones, que él solo ha tenido la visión y la decisión (elogio en boca propia es vituperio) de arremeter contra el crimen organizado, especialmente narcotráfico, y en el sexenio anterior –también de un panista, Vicente Fox– nada se hizo para erradicar esa lacra de la realidad nacional. De hecho, durante sus recientes diálogos consigo mismo Felipe Calderón aseguró que si el problema del narcotráfico se hubiera tocado cuatro o cinco años antes, (hoy) estaríamos en una situación mucho mejor.
Los logros y éxitos contundentes en la materia: sólo durante su administración; las omisiones e irresponsabilidades: en los sexenios previos, especialmente en el de Fox. Durante el calderonato, según su propio balance, los golpes han sido contundentes y se ha golpeado a los grupos criminales en todas sus estructuras: operadores financieros, sicarios, vendedores y líderes. En los gobiernos anteriores, nada de nada, puras vergüenzas.
A lo largo de su estancia en Los Pinos, Calderón ha dicho una y otra vez que la culpa del desbarajuste imperante en el aparato de seguridad del Estado y los nulos resultados en el combate al crimen organizado, con el narcotráfico a la cabeza, es de sexenios anteriores, en especial el de Fox, desde que a éste se le ocurrió criticar pública y ácidamente la estrategia fallida de su relevo en la residencia oficial.
Y el actual inquilino de Los Pinos insiste: yo soy el efectivo; por más que los hechos lo desmientan. Más allá de sus reiteradas muestras de modestia, el problema comienza con las propias decisiones de Calderón: las principales instituciones civiles de la seguridad del Estado las puso en manos de dos fracasados del sexenio foxista; es decir, el par de funcionarios que no dieron una, que dejaron pasar y crecer al crimen organizado, en especial al narcotráfico, que no son otros que Genaro García Luna y Eduardo Medina Mora, quienes en la administración foxista ocuparon, el primero, la oficina principal de la Agencia Federal de Investigaciones (AFI) y, el segundo, del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen) y, a la muerte de Ramón Martín Huerta, de la Secretaría de Seguridad Pública Federal.
Ambos personajes cerraron el sexenio 2000-2006 como director general de la AFI y titular de la SSPF, respectivamente. Calderón sabía perfectamente (según lo ha reiterado en sus discursos) que dichas instituciones fracasaron rotundamente en el gobierno de Fox (ideas cortas, lengua larga); que sus responsables no dieran una en materia de combate al crimen organizado y desde entonces el narcotráfico creció vertiginosamente y por la libre.
Entonces llegó la luz. Para resolver el problema, corregir los descuidos foxistas y dar cuerpo a su estrategia contra el crimen organizado y el narcotráfico, el iluminado Felipe Calderón tomó la decisión correcta (según él): quienes con Fox encabezaron la AFI, el Cisen y la SSPF, fueron designados secretario de Seguridad Pública Federal y procurador General de la República; esto es, Genaro García Luna y Eduardo Medina Mora, respectivamente, o lo que es lo mismo al par de funcionarios que el propio Calderón evaluó negativamente, los mismos que según su lectura no dieron una en la administración del señor de las botas.
Antes de que Fox lo designara director del Cisen, Medina Mora (hoy en funciones de embajador calderonista en la embajada de México en Londres) fungía como director de planeación estratégica del corporativo privado Desc. De allí brincó al Cisen y, a la muerte de Ramón Martín Huerta, a la SSPF. Calderón ha dicho que con Fox este personaje no dio resultados y para demostrarlo lo nombró procurador general de la República al inicio de su gobierno, el 1º de diciembre de 2006 (Arturo Chávez lo sucedió en la PGR, otra joya del pasado ineficiente, con el caso de las muertas de Juárez sin resolver).
El caso de García Luna es todavía más atractivo. El actual inquilino de Los Pinos dijo: si no sirve para nada, yo lo nombro secretario de Seguridad Pública federal, y se convirtió en su predilecto: todo puede caer, todo puede fallar, todo puede desmoronarse, pero al ingeniero mecánico no se le toca un pelo, por instrucciones de Los Pinos. De acuerdo con el currículum oficial, este personaje pasó por el Cisen (en la Subdirección de Asuntos Extranjeros y en la Dirección de Protección); por la Policía Federal Preventiva (coordinador general de Inteligencia para la Prevención); por la Policía Judicial Federal (director general de Planeación y Operación); por la AFI (director general) y la SSPF (secretario). Y allí lo mantienen.
Sirva lo anterior para dar contexto a lo publicado ayer por La Jornada (Armando G. Tejeda, corresponsal en Madrid) sobre los despachos de la embajada estadunidense en México divulgados por Wikileaks: “la lucha de poder que mantuvieron el ex procurador Eduardo Medina Mora, y el actual secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, es una de las razones por las que México no ha podido desarrollar un aparato de inteligencia efectivo para hacer frente al narcotráfico. Esa es una de las conclusiones que expone un informe en el que el embajador Carlos Pascual, expresa su preocupación por la rivalidad que mantuvieron estos dos miembros del gabinete presidencial por controlar la información y la estrategia de seguridad en México, al menos hasta la renuncia del entonces procurador general en septiembre del año pasado. Debido a sus conflictos personales, los funcionarios de la PGR y la SSP limitaron drásticamente el intercambio de información. Además de exponer los problemas estructurales de las diversas agencias de espionaje mexicanas –las secretarías de la Defensa y de Marina, el Centro de Investigación y Seguridad Nacional y la SSP–, subraya que una de las razones de que no haya más intercambio de datos es la corrupción y el miedo a que ceder información a otra institución se convierta en un éxito para ese organismo y, por lo tanto, en un fracaso para ellos, pues están sometidas a una enorme presión para obtener resultados. La burocracia mexicana en general tiene aversión al riesgo, y esto también ocurre con las instituciones de inteligencia, que a veces prefieren no hacer nada a hacerlo mal.
Las rebanadas del pastel
Entonces, dos inútiles, según sus propios calificativos, ratificados como los meros meros de la estrategia contra el crimen organizado y el narcotráfico. Y allí están los resultados. ¿Quién es el culpable de todo esto? ¿Los ineficientes designados o el eficiente que los designó?
cfvmexico_sa@hotmail.com, mexicosa@infinitum.com.mx y http://twitter.com/cafevega

David Márquez Ayala: Reporte Económico
En los tres primeros trimestres del año, la Balanza de Pagos del país registró los siguientes resultados acumulados: un déficit sumamente moderado en la Cuenta Corriente de -2 mil 935 millones de dólares, y un superávit desmesurado de 25 mil 237 millones en la Cuenta de Capital (Gráfico 1); del diferencial entre ambas cuentas, 17 mil 475 millones (-53 de ajustes) fueron como gran adición a la Reserva Internacional, y el resto (-4 mil 880 millones) quedaron como el saldo de la cuenta de ajuste Errores y Omisiones.
La Cuenta Corriente
De las cuatro subcuentas que la integran, la Balanza Comercial registró el déficit más bajo en muchos años para el periodo enero-septiembre -1 mil 983 millones de dólares, al igual que la Balanza de Servicios Factoriales, cuyo déficit disminuyó a -10 mil 391 millones; la Balanza de Servicios no Factoriales, por el contrario, continuó incrementando su déficit, que llegó a -6 mil 883 millones, y la Balanza de Transferencias (básicamente remesas de migrantes) totalizó en los nueve meses un superávit de 16 mil 322 millones, que si bien en acumulado es el menor en varios años, en el segundo y el tercer trimestres ya fue ligeramente superior a sus equivalentes de 2009 (Gráfico 1).

Salarios, en la sima
Podría parecer paradójico y hasta contradictorio que una entidad de análisis del empresariado demande alzas salariales significativas, como lo hizo ayer el Centro de Estudios del Sector Privado (CEESP), el cual señaló la necesidad de impulsar el mercado interno mediante la creación de empleos formales, suficientes y bien remunerados. Advirtió que, ante la incertidumbre financiera internacional, se debe fortalecer la economía para reducir el riesgo de un contagio crítico.
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El Correo Ilustrado
Exigen cumplir acuerdo para impartir materias filosóficas
La Federación Mundial de Sociedades de Filosofía, la Sociedad Interamericana de Filosofía, la Asociación Filosófica de México, el presidente del Congreso interamericano de filosofía Diálogo de lenguas y culturas; el Observatorio Filosófico de México y el Círculo Mexicano de Profesores de Filosofía solicitamos enérgicamente que se cumpla el acuerdo 488, publicado en el Diario Oficial de la Federación el 23 de junio de 2009, y en el que se enmienda la supresión de las disciplinas filosóficas: ética, estética, lógica e introducción a la filosofía, como materias obligatorias de la educación media superior.
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Arturo Balderas Rodríguez: Culpar al mensajero
La página electrónica Wikileaks puso de cabeza al mundo en el transcurso de la semana que terminó, al dar a conocer miles de cables confidenciales de la diplomacia estadunidense. En esta época en la que medio mundo puede enterarse de las cuestiones más privadas del otro medio mundo, gracias a las ya incontables páginas de comunicación social, como Facebook, YouTube, MySpace, Twitter, etcétera, y la infiltración de ciberpiratas, nada de lo ocurrido debería causar gran sorpresa. Wikileaks sólo publicó lo que un tercero le entregó, tal como cualquier otro medio lo hubiera hecho.
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Gustavo Esteva: Recuento de los daños
Hay ambiente de fiesta en Oaxaca. No es para menos. La pesadilla terminó. Pero la celebración es confusa, tensa y contradictoria. Oaxaca es zona de desastre. No podrá emprenderse la regeneración sin el recuento de los daños.
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Iván Restrepo: Oaxaca: biodiversidad y problemas ambientales
En su toma de posesión, el nuevo gobernador de Oaxaca prometió que durante su mandato no habrá impunidad; que quienes hayan violentado los derechos humanos o ignorado a la justicia serán sancionados conforme marca la ley. Será ésta la que señale y castigue a los culpables, ajena a intereses políticos o personales. Dijo que nunca más habrá un gobernador que abuse del poder público en beneficio personal o de un grupo a costa de los intereses de la población oaxaqueña. Gabino Cué deberá sortear innumerables obstáculos antes de hacer realidad las anteriores y otras promesas, pues son conocidos los intereses de los partidos que formaron la alianza que lo llevó al triunfo. Y también, los del que por ocho décadas gobernó la entidad.
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Gonzalo Martínez Corbalá: ¿Se acabarán los secretos de Estado?
La definición de Wikileaks más amplia que hemos encontrado, hasta ahora, nos dice que es una organización de medios, no lucrativa, dedicada a presentar noticias importantes e información al público, y proporciona una nueva, y segura, así como también anónima, manera de que las fuentes independientes alrededor del mundo puedan filtrar información a nuestros reporteros. Publicamos material de importancia ética, política e histórica, protegiendo la identidad de nuestras fuentes, manteniéndolas anónimas, sosteniendo así un camino abierto para la revelación de las injusticias ocultas y censuradas.
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Berrnardo Bátiz V.: Lamentable sentencia
La Suprema Corte de Justicia de la Nación, por unanimidad, resolvió la controversia constitucional que el Congreso interpuso contra un reglamento del Poder Ejecutivo que permite a Petróleos Mexicanos (Pemex) firmar con la iniciativa privada los llamados contratos incentivados. La resolución en mi opinión es lamentable por varios conceptos.
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Fidel Castro Ruz: El deber y la epidemia en Haití
El pasado viernes 3 de diciembre la ONU decidió dedicar una sesión de la Asamblea General al análisis de la epidemia de cólera en ese hermano país. La noticia de esa decisión era esperanzadora. Seguramente serviría para advertir a la opinión internacional de la gravedad del hecho, y movilizar su apoyo al pueblo haitiano. Al fin y al cabo, su razón de existir es enfrentar problemas y promover la paz.
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Hermann Bellinghausen: México de sus recuerdos
En días pasados la eximia roquera y poeta mayor del punk, Patti Smith, declaró en Madrid que escribe actualmente un libro sobre México, al presentar la edición española de su premiada y atractiva memoria juvenil Just Kids (Ecco Press, 2010). Con el rostro radiante y pleno que le ha dado la edad, una sabiduría que nunca la dejó y una generosidad casi ingenua hacia nuestro país, reveló que fue aquí donde tuvo las experiencias más importantes de su vida (algo que su amplia obra poética y musical jamás había sugerido). Que su gratitud con nuestras tierras y gentes es infinita. Admitió saber que estamos en problemas, pero qué país no lo está, agregó en un alarde de buena voluntad. Se nota que no ha venido últimamente.
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