Personal e indocumentados “corren peligro”
Por Sofía Noriega, corresponsal
Saltillo, Coah, 10 dic 10 (CIMAC).- Amnistía Internacional (AI) denunció que continúan las amenazas y agresiones en contra de Belén, Posada del Migrante, con sede en esta ciudad. Esta es la segunda ocasión en los tres meses recientes en la que el organismo defensor de los derechos humanos hace un llamado de acción urgente a las asociaciones ciudadanas en todo el mundo para que exijan a las autoridades del estado y la Federación que frenen el clima de animadversión contra los migrantes indocumentados y los operadores del albergue.
En un comunicado, AI alertó que el pasado 7 de diciembre el albergue Belén, Posada del Migrante, fue asaltado, por lo que calificó el hecho como uno más de los actos de intimidación que han ido en aumento en los últimos meses en contra de ese espacio. “Los migrantes que se alojan en el albergue y el personal que trabaja en él corren peligro”, recalcó. Desconocidos robaron sólo la computadora portátil del director del albergue, el sacerdote Pedro Pantoja Arreola, la cual contenía información relevante sobre el trabajo del albergue. El pasado 26 de noviembre, durante la madrugada, un jeep y una motocicleta —ambas a exceso de velocidad— llegaron al albergue. El conductor de la motocicleta bajó de la moto y sacó un arma mientras inspeccionaba el edificio desde el exterior.
Desde principios de octubre pasado, el personal de la Posada ha visto una camioneta negra que pasa repetidamente frente al albergue. Por lo general, la camioneta reduce la velocidad cuando se acerca al albergue, sus ocupantes bajan las ventanillas y hablan por radio mientras observan el lugar. El pasado 12 de noviembre, un sujeto, que el personal del albergue cree que se dedica al tráfico de personas, dijo a un voluntario que labora en la Posada que "el equipo de trabajo tuviera cuidado cuando saliera a la calle porque algo les podía pasar”.
El personal y los migrantes del albergue corren tal peligro que la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) han pedido a las autoridades que los protejan. Sin embargo, no se han puesto en práctica medidas contundentes de seguridad y las personas del albergue siguen desprotegidas. Las amenazas y los ataques contra los migrantes en Saltillo y contra el personal del albergue pueden intensificarse aún más, recalcó AI.
El organismo convocó a los activistas a que exijan a las autoridades que pongan en práctica las medidas de protección ordenadas por la CNDH y la CIDH, acordadas con anterioridad con el director del albergue, así como para que garanticen la seguridad del personal para que pueda seguir con su trabajo. Centenares de miles de migrantes indocumentados tratan cada año de atravesar México desde América Central y del Sur para llegar a Estados Unidos. Muchos son detenidos por las autoridades de inmigración mexicanas y devueltos a sus países de origen.
AI visitó recientemente México para investigar los informes sobre violaciones de derechos humanos contra este sector. El organismo descubrió que muchas personas migrantes fueron secuestradas por bandas, en ocasiones con la complicidad de funcionarios locales. La impunidad en los abusos contra los migrantes, que se encuentran en una situación extremadamente vulnerable, ha provocado que los casos de violación a los derechos humanos aumenten desde 2003, a pesar de los compromisos del gobierno de garantizar el respeto a las garantías de esas personas.
Saltillo, Coah, 10 dic 10 (CIMAC).- Amnistía Internacional (AI) denunció que continúan las amenazas y agresiones en contra de Belén, Posada del Migrante, con sede en esta ciudad. Esta es la segunda ocasión en los tres meses recientes en la que el organismo defensor de los derechos humanos hace un llamado de acción urgente a las asociaciones ciudadanas en todo el mundo para que exijan a las autoridades del estado y la Federación que frenen el clima de animadversión contra los migrantes indocumentados y los operadores del albergue.
En un comunicado, AI alertó que el pasado 7 de diciembre el albergue Belén, Posada del Migrante, fue asaltado, por lo que calificó el hecho como uno más de los actos de intimidación que han ido en aumento en los últimos meses en contra de ese espacio. “Los migrantes que se alojan en el albergue y el personal que trabaja en él corren peligro”, recalcó. Desconocidos robaron sólo la computadora portátil del director del albergue, el sacerdote Pedro Pantoja Arreola, la cual contenía información relevante sobre el trabajo del albergue. El pasado 26 de noviembre, durante la madrugada, un jeep y una motocicleta —ambas a exceso de velocidad— llegaron al albergue. El conductor de la motocicleta bajó de la moto y sacó un arma mientras inspeccionaba el edificio desde el exterior.
Desde principios de octubre pasado, el personal de la Posada ha visto una camioneta negra que pasa repetidamente frente al albergue. Por lo general, la camioneta reduce la velocidad cuando se acerca al albergue, sus ocupantes bajan las ventanillas y hablan por radio mientras observan el lugar. El pasado 12 de noviembre, un sujeto, que el personal del albergue cree que se dedica al tráfico de personas, dijo a un voluntario que labora en la Posada que "el equipo de trabajo tuviera cuidado cuando saliera a la calle porque algo les podía pasar”.
El personal y los migrantes del albergue corren tal peligro que la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) han pedido a las autoridades que los protejan. Sin embargo, no se han puesto en práctica medidas contundentes de seguridad y las personas del albergue siguen desprotegidas. Las amenazas y los ataques contra los migrantes en Saltillo y contra el personal del albergue pueden intensificarse aún más, recalcó AI.
El organismo convocó a los activistas a que exijan a las autoridades que pongan en práctica las medidas de protección ordenadas por la CNDH y la CIDH, acordadas con anterioridad con el director del albergue, así como para que garanticen la seguridad del personal para que pueda seguir con su trabajo. Centenares de miles de migrantes indocumentados tratan cada año de atravesar México desde América Central y del Sur para llegar a Estados Unidos. Muchos son detenidos por las autoridades de inmigración mexicanas y devueltos a sus países de origen.
AI visitó recientemente México para investigar los informes sobre violaciones de derechos humanos contra este sector. El organismo descubrió que muchas personas migrantes fueron secuestradas por bandas, en ocasiones con la complicidad de funcionarios locales. La impunidad en los abusos contra los migrantes, que se encuentran en una situación extremadamente vulnerable, ha provocado que los casos de violación a los derechos humanos aumenten desde 2003, a pesar de los compromisos del gobierno de garantizar el respeto a las garantías de esas personas.
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