Trastorna su salud psicológica: Elena Azaola
Por Narce Santibáñez Alejandre
México, DF, 5 ene 11 (CIMAC).- La lucha contra el crimen organizado que encabeza Felipe Calderón violenta de manera sistemática los derechos de la infancia y la adolescencia, acusó la investigadora del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS) Elena Azaola.
En entrevista con Cimacnoticias, la experta afirmó que niñas, niños y jóvenes son estigmatizados cuando son “usados” por la delincuencia, además de que son víctimas de orfandad y asesinatos debido a la ola de enfrentamientos y ejecuciones. Azaola abundó que de acuerdo con la Convención sobre los Derechos de la Niñez (CDN) algunos de los derechos que son violentados en esta “lucha contra el crimen organizado” son el acceso a la educación, la salud psicológica y el interés superior de la infancia.
“Debería ser primordial la construcción de políticas públicas dirigidas la infancia” pues es el grupo social más afectado en la guerra contra el narcotráfico, añadió la investigadora. Según un estudio de la Comisión de Atención a Grupos Vulnerables de la Cámara de Diputados, de diciembre de 2006 a octubre de 2010 han muerto alrededor de mil 600 personas menores de edad y alrededor de 40 mil niñas y niños quedaron en orfandad como consecuencia de la violencia criminal. La antropóloga social y psicoanalista comentó que cualquier acontecimiento violento que sucede en la infancia tiene mayor impacto, toda vez que la niñez no sabe cómo digerir la pérdida de familiares. Además, acotó, la violencia se puede volver algo “natural” para las y los menores si el círculo social en el que se desenvuelven es violento.
CRIMINALIZACIÓN DE LA ADOLESCENCIA
Por separado, Lourdes Almada, de la Red por la Infancia en Juárez, señaló en entrevista que después de las múltiples ejecuciones de jóvenes en Ciudad Juárez y del “uso” de la adolescencia por las bandas de crimen organizado, es común que niños, niñas y adolescentes sean visibilizados como agentes de violencia al estigmatizarlos como “pandilleros”, “narcotraficantes” y “sicarios”.
Ante ello, la también especialista en infancia explicó que dicha forma de criminalizar a la adolescencia es una mirada “simple” en la que los medios de comunicación y la sociedad deben contemplar el contexto social en que se desarrolla la juventud, un sistema que no brinda oportunidades de empleo, ni de educación, y en el que muchas veces el crimen organizado es la única opción, lamentó. Dos de cada 10 habitantes de Ciudad Juárez son niñas y niños menores de ocho años cuya primera infancia transcurre "en un contexto que atemoriza" a los propios adultos.
En ese entorno de "catástrofe humana y humanitaria" tienen que crecer y desarrollarse, según datos de la campaña Hazlo por Juárez. “Se ha detectado que en Juárez ser joven es sinónimo de sospechoso y peligroso”, puntualizó Almada. El estudio de la Comisión de Atención a Grupos Vulnerables de la Cámara de Diputados reportó que entre 2009 y 2010 se incrementó en 34 por ciento el número de adolescentes detenidos por participar en la delincuencia organizada, portación de armas y delitos contra la salud.
De acuerdo con la Agencia Mexicana de Noticias por los Derechos de la Infancia (AMNDI), entre agosto de 2009 y febrero de 2010 916 personas menores de edad presenciaron algún tipo de violencia, 258 fueron víctimas de violencia y sólo 11 fueron agentes de violencia.
México, DF, 5 ene 11 (CIMAC).- La lucha contra el crimen organizado que encabeza Felipe Calderón violenta de manera sistemática los derechos de la infancia y la adolescencia, acusó la investigadora del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS) Elena Azaola.
En entrevista con Cimacnoticias, la experta afirmó que niñas, niños y jóvenes son estigmatizados cuando son “usados” por la delincuencia, además de que son víctimas de orfandad y asesinatos debido a la ola de enfrentamientos y ejecuciones. Azaola abundó que de acuerdo con la Convención sobre los Derechos de la Niñez (CDN) algunos de los derechos que son violentados en esta “lucha contra el crimen organizado” son el acceso a la educación, la salud psicológica y el interés superior de la infancia.
“Debería ser primordial la construcción de políticas públicas dirigidas la infancia” pues es el grupo social más afectado en la guerra contra el narcotráfico, añadió la investigadora. Según un estudio de la Comisión de Atención a Grupos Vulnerables de la Cámara de Diputados, de diciembre de 2006 a octubre de 2010 han muerto alrededor de mil 600 personas menores de edad y alrededor de 40 mil niñas y niños quedaron en orfandad como consecuencia de la violencia criminal. La antropóloga social y psicoanalista comentó que cualquier acontecimiento violento que sucede en la infancia tiene mayor impacto, toda vez que la niñez no sabe cómo digerir la pérdida de familiares. Además, acotó, la violencia se puede volver algo “natural” para las y los menores si el círculo social en el que se desenvuelven es violento.
CRIMINALIZACIÓN DE LA ADOLESCENCIA
Por separado, Lourdes Almada, de la Red por la Infancia en Juárez, señaló en entrevista que después de las múltiples ejecuciones de jóvenes en Ciudad Juárez y del “uso” de la adolescencia por las bandas de crimen organizado, es común que niños, niñas y adolescentes sean visibilizados como agentes de violencia al estigmatizarlos como “pandilleros”, “narcotraficantes” y “sicarios”.
Ante ello, la también especialista en infancia explicó que dicha forma de criminalizar a la adolescencia es una mirada “simple” en la que los medios de comunicación y la sociedad deben contemplar el contexto social en que se desarrolla la juventud, un sistema que no brinda oportunidades de empleo, ni de educación, y en el que muchas veces el crimen organizado es la única opción, lamentó. Dos de cada 10 habitantes de Ciudad Juárez son niñas y niños menores de ocho años cuya primera infancia transcurre "en un contexto que atemoriza" a los propios adultos.
En ese entorno de "catástrofe humana y humanitaria" tienen que crecer y desarrollarse, según datos de la campaña Hazlo por Juárez. “Se ha detectado que en Juárez ser joven es sinónimo de sospechoso y peligroso”, puntualizó Almada. El estudio de la Comisión de Atención a Grupos Vulnerables de la Cámara de Diputados reportó que entre 2009 y 2010 se incrementó en 34 por ciento el número de adolescentes detenidos por participar en la delincuencia organizada, portación de armas y delitos contra la salud.
De acuerdo con la Agencia Mexicana de Noticias por los Derechos de la Infancia (AMNDI), entre agosto de 2009 y febrero de 2010 916 personas menores de edad presenciaron algún tipo de violencia, 258 fueron víctimas de violencia y sólo 11 fueron agentes de violencia.
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