1/04/2011

México: 2010, suma cero


Palabra de Antígona

“A pesar de todo, 2011 es la renovación energética y otra vez la esperanza”

Sara Lovera

México D.F. 02 ene. 11. AmecoPress.- Con los días y noches frías que provoca el cambio climático en todo el país, la muerte evitable de las parturientas, la disminución de los derechos de todas las personas y un latente vacío de acciones y contenidos a favor de las mujeres termina en México el 2010.

Un año tétrico, de miles y miles de ejecuciones e impunidad. En promedio, cinco mujeres fueron asesinadas diariamente en el país, una de ellas en Ciudad Juárez; millones sufren de violencia en su casa y cientos de bocas vuelven a callar. Para rematar continuó la ofensiva de la derecha contra los derechos sexuales y reproductivos.

En 2010 no hubo claridad en las acciones y los recursos, por ejemplo existe la danza de los millones para un presupuesto que no acaba por entenderse y cifras no identificables de pendientes en gastos, tanto en los Institutos nacional y estatales de las Mujeres y las áreas de desarrollo social, en todos los gobiernos.

Mi maestra en feminismo diría que en 2010 se profundizó la simulación en política de género y se nos ha llenado la cabeza no de promesas, como antes, sino de mentiras y ocultamientos.

El asesinato de Marisela Escobedo, el 16 de diciembre, nos conmovió. Hoy sabemos que su familia emigró y como le dijo a Felipe Calderón la ex magistrada y ex fiscal Alicia Elena Pérez Duarte, el remedio no son las palabras y los supuestos de política pública, sino el hecho definitivo de la impunidad y el encubrimiento. Ahora caen por su propio peso las ineficacias y la parálisis frente al feminicidio.

Los avances, de parte de la autoridad nulos

En cambio y a pesar de las pocas mujeres al poder, que hacen lo suyo con gran energía y muchas eficacias, nacemos al nuevo año con nuestros corazones que anidan un chorro de ánimos. En 2010 la movilización de las mujeres organizadas fue infinita, durante todo el año estuvieron en la denuncia y el seguimiento de cada caso.

En cada rincón del país hubo mujeres denunciando y poniendo el dedo en el renglón, para señalar los efectos de las desgracias ambientales, de la violencia que nos circunda, de los dardos de la derecha, de la injusticia contra nuestros cuerpos y a favor de la vida; de esas mujeres que van a diario a la morgue, de las que sufren violencia o muerte anticipada por parir; de las que fueron perseguidas y reprimidas, por las que vieron disminuir sus recursos y derechos laborales, por las que deambulan en las calles sin destino; por aquéllas desoídas en el Congreso, por las que pelean sus derechos en los partidos políticos.

Todas a una, en el Encuentro Feminista de Zacatecas, este año aciago y difícil, por conseguir que los militares sean juzgados por las leyes civiles, como debe ser.

También aquéllas que en 2010 hicieron diagnósticos para los nuevos gobiernos, como el de Puebla y Oaxaca, que estuvieron en pie de lucha y tal vez este halo de luz pueda endulzar nuestros afanes para el 2011, en que se celebrará el segundo encuentro del Pacto Nacional por la Vida, la Libertad y los Derechos de las Mujeres, en febrero venidero, luego de constatar que hay presas por aborto, defensoras de los derechos perseguidas y concitar una renovada energía para atajar los agravios.

De esta forma transcurrimos un año más, el número 40 desde el comienzo del nuevo feminismo.

El número 20 desde que en Pekín, China los gobiernos prometieron avances.

Frente a los 31 años desde que se decretó una Convención Internacional contra todas las Formas de Discriminación para las Mujeres y 16 años desde que se dictó programa, agenda y compromisos para desterrar de América la Violencia contra las Mujeres.

No es poco lo que nos espera y no ha sido poco lo que se ha vivido en un año tan fatídico y violento.

La muerte inútil y bárbara de Marisela Escobedo nos hará una nueva compañía, nos obliga a pedir rendición de cuentas, a condicionar nuestros quehaceres y votos políticos, nuestras complicidades para ir hacia adelante, que ya es tiempo, luego de tres generaciones de feministas.

Es hora de levantar el vuelo para tomar un poco de miel en la florida primavera que llegará de todos modos y dejar enterrada toda la hiel que nos acosa. A pesar de todo, 2011 es la renovación energética y otra vez la esperanza.

Foto: Archivo AmecoPress

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