Las obligan a casarse si tienen relaciones sexuales
Por Citlalli López, corresponsal
Oaxaca, 7 nov 11 (CIMAC).- En San Jorge Nuchita, municipio de la mixteca oaxaqueña, a las mujeres se les intercambia por ganado y se les obliga a casarse con los varones de la comunidad que “ofrezcan más” por ellas.
Nuchita es tan sólo una de tantas localidades indígenas en el estado de Oaxaca en el que es común esa práctica de violencia contra las mujeres, denunció la directora del Instituto de la Mujer Oaxaqueña (IMO), Anabel López Sánchez.
“Todos estos fenómenos siguen siendo vigentes; en algunas regiones es todavía común que si una jovencita tiene relaciones sexuales con un hombre y éste no quiere casarse, se pone precio al hecho de haber tenido relaciones sexuales consentidas o no consentidas”, abundó la funcionaria.
Advirtió que incluso muchas de las violaciones sexuales terminan en matrimonio, y el delito nunca se castiga.
Además, explicó López Sánchez, a las mujeres que ejercen sus derechos sexuales se les obliga a casarse en contra de su voluntad como en una especie de sanción, ya que si no contraen matrimonio son estigmatizadas y vistas como personas sin valor.
AL MEJOR POSTOR
La directora del IMO lamentó que en el estado las mujeres sean intercambiadas por ganado, recursos o algún otro bien, sin que esto sea sancionado.
“Son aspectos culturales que no son necesariamente condición de un pueblo indígena en específico; es resultado de esta violencia estructural en contra de las mujeres derivada de una cultura patriarcal que atraviesa por comunidades indígenas y no indígenas, rurales y urbanas”, aclaró.
Anabel López criticó que en comunidades indígenas se obligue a las jóvenes a casarse con la persona que pueda pagar lo que los padres establezcan. “Esta es una de las formas más graves en la que se manifiesta la violencia: la obligatoriedad que recae en las mujeres jóvenes para casarse”, subrayó.
“En un lugar donde ellas no tienen información, en un lugar donde no saben que tienen derecho a decidir sobre su cuerpo y su vida, estas circunstancias pueden ser más recurrentes”, agregó.
Lo que hay que hacer, dijo la funcionaria, es dar educación sexual y que las personas adultas “se quiten el chip de que las relaciones sexuales implican forzosamente el matrimonio”.
ATENTADO A SUS DERECHOS
López Sánchez observó que la venta de mujeres con fines de casamiento es una práctica que no ha sido erradicada de los usos y costumbres de los pueblos indígenas de Oaxaca, y vulnera los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres.
Afirmó que es un hecho que en algunas comunidades indígenas los padres continúan vendiendo a sus hijas menores de edad, con un acuerdo de matrimonio involuntario para las mujeres.
La directora del IMO precisó que hay que diferenciar esa práctica de violencia con tradiciones de las comunidades indígenas y no indígenas como la dote, saludamiento o presentes, que se traducen en una especie de regalos que la familia del novio da a los parientes de la novia en el ritual de casamiento.
“Ésta es una tradición o costumbre que no necesariamente implica que se obligue a las mujeres a casarse”, acotó.
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