Pedro Echeverría V.
1. Cientos de jóvenes obreros del campo y la ciudad –empleados y desempleados- de la Otra Campaña han lanzado una convocatoria para realizar una gran Asamblea Nacional el sábado 19 y domingo 20 de noviembre en la Ciudad de México. Firman el llamado decenas de organizaciones de trabajadores en toda la República y se espera una amplia asistencia con el objetivo de analizar y discutir a fondo la situación económica y política del país y extraer del análisis las estrategias, las demandas y las tareas que permitan hacer avanzar las batallas de los trabajadores. Se preguntan: a) ¿Qué hacer como trabajadores de la ciudad y el campo ante la crisis orgánica del capitalismo?, b) ¿Cómo debemos organizarnos los trabajadores para enfrentar al capitalismo?, c) ¿Cómo pensamos que debiera desarrollarse nuestro Programa de Lucha Revolucionario, anticapitalista y socialista?, y d) ¿Debe elaborarse un plan de acción para enfrentar las contrarreformas a la Ley Federal del Trabajo y la Ley de Seguridad?
2. La juventud zapatista –que se ha expandido en todo el país- no ha dejado de trabajar entre los campesinos, los obreros, los colonos, los estudiantes, más pobres. Los vemos apoyando desde abajo muchas luchas sociales, sobre todo, en poblaciones campesinas donde la gente sufre más opresión. Entre tanto los zapatistas del EZLN festejarán el próximo primero de enero, 18 años de su histórico levantamiento rebelde en Chiapas. Que ha recibido muchas críticas la dirección del movimiento zapatista, es una realidad; pero, ¿acaso hay algún movimiento, frente, organización política o social que no haya sido criticada por desatinos, incoherencias, errores o ideología? Sobre todo entre los organismos de izquierda porque todo se analiza y critica por estar siempre en busca de la limpieza y la honestidad de los participantes. De la derecha ni preocuparse porque sus objetivos han sido siempre destruir cualquier movimiento rebelde de los de abajo.
3. La convocatoria plantea en su análisis que en México y todo el mundo, la clase obrera y los trabajadores de la ciudad y el campo, enfrentan la más destructiva crisis sistémica del capitalismo en sus principales centros impulsores; los empresarios y sus respectivos gobiernos tienen serios problemas en la producción, se registra un crecimiento negativo, acumulación de mercancías sin compradores, productos sin salida en la industria automotriz, electrónica, tecnológica, de aviación o de maquinaria pesada, entre otros. Déficit de servicios con carácter social y público (vivienda, salud, educación). Esta crisis se encuentra en el soporte filosófico, ideológico, político, moral, legal de su dominación reflejándose en las instituciones del Estado como la iglesia, las leyes, los gobiernos, sus fuerzas represivas, la oferta de que el capitalismo es el último peldaño del desarrollo de la humanidad y el fin de la historia se van desvaneciendo uno tras otro.
4. En México no olvidamos que los empresarios nacionales o extranjeros han cometido crímenes industriales, despido de miles de obreros, desaparición los logros obtenidos durante más de 100 años de lucha de los trabajadores, como es el caso del despido en 2009 de los más de 40 mil trabajadores pertenecientes al Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), la extinción de Mexicana de Aviación (2010), el crimen industrial contra los 36 mineros sepultados en Pasta de Conchos en 2005, las tres huelgas mineras que estallaron en 2006 en Cananea, Sonora. Sombrerete, Zacatecas y Taxco, Guerrero, agredidos todos por los gobiernos federales, estatales y municipales, las policías y ejércitos. Tampoco olvidamos como se rompió la huelga en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en 1999, atacando a los Trabajadores y a sus hijos quienes fueron encarcelados mediante la acusación ridícula de criminales.
5. Trabajadores indígenas y campesinos han sido masacrados en todo el país por defender su derecho constitucional a la autonomía, tales como los compañeros de las bases de apoyo zapatista, los del ejido de Tila, de San Sebastián Bachajón o de Acteal (1997), en Chiapas, que enfrentan a los paramilitares de la Orcao, del Ejército de Dios, entre otros; los compañeros del Municipio Autónomo de San Juan Copala, Oaxaca por paramilitares de la UBISORT-PRI y del MULT-PUP; los compañeros de Ostula y Cherán en Michoacán, los compas de la Tribu Yaqui en Sonora, los Cucapás en Coahuila, los Wixaricas en Wirikuta, San Luis Potosí, los indígenas Cocas en Mezcala, Jalisco, los campesinos del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra, de San Salvador Atenco en el Estado de México; los compañeros de la policía comunitaria en Guerrero o los campesinos de Tláhuac que pelean contra la línea 12 del metro; los campesinos de Amomolulco que en el Estado de México han sido despojados durante 40 años o el caso de la Magdalena Contreras.
6. ¿Alguien podría negar –que no fuera parte del poder- que los problemas apuntados por los zapatistas, y muchos más que harían larguísima la lista, son reales en este país de gobiernos incapaces e irresponsables? ¿Puede olvidarse que esa multitud de problemas que enfrentan los trabajadores son fruto de una sociedad capitalista que sólo beneficia a una minoría en perjuicio del 70 por ciento de la población pobre? Por eso los zapatistas son anticapitalistas y luchan por una sociedad igualitaria en lo económico, político y social. Pero, si todas las organizaciones de la izquierda radical mexicana es también anticapitalista, ¿qué impide la unidad? La revisión de los métodos de organización y lucha, la importancia de revisar las posiciones políticas respecto al oportunismo y el sectarismo, acerca de lo que son reales diferencias ideológicas o simplemente personales. Todo eso tendrá que ser analizado con la mayor responsabilidad.
7. Con el fin de entender los graves y enormes problemas del país, ubicar correctamente a los verdaderos culpables de la extensión de la miseria y opresión que se ha profundizado en los últimos 30 años, así como construir nuestras estrategias de lucha, muchas organizaciones zapatistas han convocado una gran Asamblea Nacional –la tercera- los días 19 y 20 de noviembre de 2011, en las instalaciones del Sindicato de Uniroyal en el DF, fuera del metro panteones, calle Lago Plava 95, Colonia Ignacio Manuel Altamirano antigua Huichapan a partir de las 10:00 de la mañana. Plantean los convocantes que la Asamblea no resolverá todos los problemas, pero que seguramente contribuirá para que los asuntos se hagan más claros y permitan avanzar algunos pasos más hacia la liberación de los pueblos, sobre todo en estos momentos en que en EEUU, Chile, España, Grecia e Italia se están movilizando contra el poder capitalista.
http://pedroecheverriav.wordpress.com
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