11/08/2011

Madres de migrantes: 11 años de búsqueda desesperada


CONTEXTO

Caravanas tienen más atención mediática, pero injusticia sigue


Por Guadalupe Cruz Jaimes

México, DF, 7 nov 11 (CIMAC).- Las madres de mujeres y hombres migrantes desaparecidos en México llevan más de una década de ingresar al país en busca de sus familiares. La primera caravana se organizó en el año 2000; en ese entonces las centroamericanas sólo llegaban a Tapachula, Chiapas.

“El recorrido era muy precario, venían con sus propios recursos y la búsqueda se limitaba a las ciudades fronterizas”, relató a Cimacnoticias Martha Sánchez Soler, integrante del Movimiento Migrante Mesoamericano (MMM).

En las primeras caravanas “nadie les hacía caso y recorrían sólo la parte del sureste; llegaban a Chiapas y Oaxaca también”. Desde el 2000 las movilizaciones se realizan cada año. La visibilización de las caravanas ha aumentado conforme ha crecido la violencia contra las personas migrantes.

En la caravana que actualmente recorre el país lograron venir 33 mujeres de Honduras, El Salvador, y por primera vez de Nicaragua. Todas tienen hijas o hijos migrantes que desaparecieron y la última comunicación que establecieron con sus familias fue desde México.

Ellas salieron de sus países el 30 de octubre pasado e ingresaron a México ese día por Tenosique, Tabasco, para recorrer la ruta migrante por el Golfo de México.

Luego de visitar el Congreso de Veracruz, el pasado 2 de noviembre llegaron a San Fernando, Tamaulipas, donde realizaron un acto religioso en memoria de las 14 mujeres y 58 hombres migrantes masacrados en ese lugar en 2010.

El recorrido continuará por San Luis Potosí, Querétaro, Estado de México, Distrito Federal, Oaxaca y Chiapas, hasta el próximo 13 de noviembre.

Estas mujeres, apoyadas desde 2006 por el MMM, “gritan a su paso ¡Ni perdón, ni olvido! Ellas, como el movimiento mundial de madres, no van a permitir que las desapariciones o muertes de sus hijas e hijos queden impunes”, dijo Martha Sánchez.

Durante los últimos 11 años, las madres de personas migrantes desaparecidas se han entrevistado con legisladores federales, y con funcionarios del sistema carcelario y del Instituto Nacional de Migración.

Las autoridades han manifestado su solidaridad, pero ésta no se traduce en acciones concretas que les ayuden a encontrar a sus familiares. “No hay bases de datos de los que mueren y menos de quienes desaparecen”, denunció la activista.

Hasta ahora, explicó Sánchez, se ha trabajado para localizar a las mujeres y hombres centroamericanos desaparecidos “juntando datos sueltos, la información que la gente les da a las madres cuando recorren el país mostrando la foto de sus hijos, la que tienen los albergues, el grupo Beta (agentes migratorios)… es una tarea complicada”.

Las 59 personas que han encontrado ha sido por las pistas comunitarias: “Es resultado del mecanismo de búsqueda de las madres: van con fotos, se paran en las plazas, por la ruta migrante, en la cárcel”.

Por ello, las centroamericanas solicitan a las autoridades mexicanas que construyan una base de datos de quienes “caen en su tránsito por México y de quienes permanecen en el país”, ya que “las madres siempre tienen la esperanza de encontrar a sus hijos vivos, pero también quieren saber si murieron para sepultarlos y vivir el duelo”.

En esta ocasión, la caravana fue acompañada por integrantes de organizaciones civiles y de la Comisión Nacional de Derechos Humanos. Las madres se han entrevistado con representantes de la Secretaría de Gobernación, así como con legisladores veracruzanos.

De acuerdo con Sánchez Soler, tras 11 años de labor todavía no se tiene el avance deseado: “La disminución de desapariciones, secuestros y asesinatos de migrantes… (todavía) miles de familias en Centroamérica viven desesperadas por no saber qué pasó con sus familiares”.

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