Julio Hernández López: Astillero
La divisa familiar del haiga sido como haiga sido está en curso en Michoacán, donde los delegados de la administración pública federal han sido convertidos en operadores electorales de Luisa María Calderón Hinojosa, en una abierta y ostentosa campaña de dispendio y manipulación que pretende imponer a la hermana del jefe de Los Pinos en gobernadora al costo que sea, incluso el de eventuales reprimendas jurídicas posteriores que a fin de cuentas de nada servirían si el objetivo central de hacerse del poder estatal fuese cumplido a satisfacción del pragmatismo calderónico.
Escenario regional que es mucho más que un laboratorio de consolidación de las tretas electorales practicadas en 2006 y que ahora se anuncian, mejoradas, para 2012: la instrumentación descarada de los programas federales para beneficio de la candidata de casa, como lo prueba la grabación dada a conocer ayer por el PRI, la posterior denuncia gráfica en cuanto a reuniones de delegados federales con la aspirante fraterna, y el cinismo impulsor de campañas de miedo para beneficiarse de lo mismo que, en este caso, el calderonismo ha generado, como es la violencia desatada a cuenta del narcotráfico electoral y políticamente manejado.
Ayer mismo, por ejemplo, aparecieron en YouTube dos videos no caseros, sino de hechura profesional, en los que presuntos ciudadanos de Michoacán confiesan tener miedo de los candidatos y los partidos contrarios a Cocoa. La idea es la misma y solamente cambian los destinatarios: Silvano Aureoles y el PRD, en el primero, y Fausto Vallejo y el PRI, en el segundo. Tengo miedo, es la muletilla que da paso a la descripción de las presuntas causas de la alarma que acaba convocando a impedir que triunfe lo medroso y más bien lo haga el espíritu cívico votante. Los videograbados confiesan y detallan su miedo al tricolor y al sol azteca pero llaman a votar por alguna opción no especificada que ya corresponderá al valeroso ciudadano descubrir si tiene sabor a cocoa. Los trabajos, con aroma a las malas artes del hispano naturalizado en este sexenio como mexicano, Antonio Solá (ejecutor de la campaña que estigmatizó a López Obrador como presunto peligro para México), pueden verse en bit.ly/vR0zy9 y en bit.ly/tQuHV9 donde fueron colocados por pedroalvarado58, quien abrió ese sitio el pasado 4 y hasta ahora solamente ha puesto los dos videos mencionados.
Frente al despilfarro y la distorsión federales se ha producido un ligero acercamiento de los candidatos afectados (que en todo caso podrán quejarse solamente en términos de gradualismo, pues ellos mismos han recibido apoyos gubernamentales de sus respectivos bandos y han hecho cuanta marrullería les ha sido posible, pero se declaran arrollados por esa suerte de abuso dentro de lo abusivo que ha practicado la hermana de su hermano). Fausto Vallejo tiene todo por defender, pues mucho se insiste en los corrillos michoacanos de los políticamente enterados que la verdadera contienda se ha cerrado entre el PAN y el PRI, a tal grado que también se habla de gestiones subterráneas de los aliados perredistas del calderonismo, que son los Chuchos y sus vertientes aledañas como el grupo al que pertenece Silvano Aureoles, para que abiertamente o de manera disimulada el sol azteca acabe beneficiando a la señora Calderón Hinojosa. Aún así, para efectos gráficos, PRD y PRI están exigiendo que se precise el monto del gasto de campaña de la llamada Cocoa, mismo que aseguran ha sido amplia y evidentemente rebasado, y que los órganos electorales castiguen el aprovechamiento de las delegaciones del gobierno federal para propósitos panistas.
Un ejemplo de la inviabilidad política que se produce cuando un hermano lleva al poder a otro se está viviendo en Coahuila, donde el tema del endeudamiento excesivo que se dio cuando el poder absoluto lo ejercía Humberto Moreira no puede ser procesado en términos de confiabilidad institucional dado que el sucesor del presunto implicado es justamente uno de sus hermanos, Rubén Moreira, quien no sólo tiene encima el peso del apoyo desproporcionado que recibió del aparato estatal de gobierno (como Cocoa hoy respecto a Felipe), sino el lazo familiar directo que hace improbable la aplicación más o menos aceptable de criterios justicieros en ese asunto que, para salirse de la camisa de fuerza de la política dinástica, ha sido llevado a la denuncia periodística y, sobre todo, al aprovechamiento de parte del vengativo calderonismo.
Provisionalmente convertidos en una familia modelo en la que los hermanos bien portados están a la espera de lo que resuelva Santaclós respecto a una cartita denominada Encuesta, los perredistas han sido notificados por la vía de Marcelo Ebrard de que el próximo viernes se conocerán los resultados de ese ejemplar ejercicio de resolución pacífica de los conflictos políticos que es el sometimiento del universo militante y de la capacidad colectiva de raciocinio a las fórmulas de nueva magia que son los sondeos de opinión. Antes de dar agradecimiento a sus seguidores y lanzar una proclama de campaña, el jefe del gobierno capitalino puntualizó los términos del domesticado litigio en curso, con sobriedad digna de mejor partido político: Conforme al proceso acordado, el día viernes conoceremos los resultados de la encuesta y las izquierdas tendrán un solo candidato. Sencillito el asunto.
Cuatro décadas después, la cámara de diputados ha reconocido la dimensión histórica de la lucha por la democracia que en 1968 libraron estudiantes y una parte del pueblo mexicano y que fue aplastada por el gobierno de Gustavo Díaz Ordaz pero, sobre todo, por el conjunto de complicidades y cobardías que desde los medios de comunicación (Prensa vendida, era el grito, que subsiste), los órganos de representación popular y tantas voces alegremente doblegadas que satanizaron a aquel movimiento, encubrieron las fallas del sistema y magnificaron los errores de los manifestantes, creyendo que la victoria del oportunismo, y sus mieles inmediatas, vencerían al juicio de la historia. ¡Hasta mañana!
Twitter: @julioastillero
Facebook: Julio Astillero
Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx
La divisa familiar del haiga sido como haiga sido está en curso en Michoacán, donde los delegados de la administración pública federal han sido convertidos en operadores electorales de Luisa María Calderón Hinojosa, en una abierta y ostentosa campaña de dispendio y manipulación que pretende imponer a la hermana del jefe de Los Pinos en gobernadora al costo que sea, incluso el de eventuales reprimendas jurídicas posteriores que a fin de cuentas de nada servirían si el objetivo central de hacerse del poder estatal fuese cumplido a satisfacción del pragmatismo calderónico.
Escenario regional que es mucho más que un laboratorio de consolidación de las tretas electorales practicadas en 2006 y que ahora se anuncian, mejoradas, para 2012: la instrumentación descarada de los programas federales para beneficio de la candidata de casa, como lo prueba la grabación dada a conocer ayer por el PRI, la posterior denuncia gráfica en cuanto a reuniones de delegados federales con la aspirante fraterna, y el cinismo impulsor de campañas de miedo para beneficiarse de lo mismo que, en este caso, el calderonismo ha generado, como es la violencia desatada a cuenta del narcotráfico electoral y políticamente manejado.
Ayer mismo, por ejemplo, aparecieron en YouTube dos videos no caseros, sino de hechura profesional, en los que presuntos ciudadanos de Michoacán confiesan tener miedo de los candidatos y los partidos contrarios a Cocoa. La idea es la misma y solamente cambian los destinatarios: Silvano Aureoles y el PRD, en el primero, y Fausto Vallejo y el PRI, en el segundo. Tengo miedo, es la muletilla que da paso a la descripción de las presuntas causas de la alarma que acaba convocando a impedir que triunfe lo medroso y más bien lo haga el espíritu cívico votante. Los videograbados confiesan y detallan su miedo al tricolor y al sol azteca pero llaman a votar por alguna opción no especificada que ya corresponderá al valeroso ciudadano descubrir si tiene sabor a cocoa. Los trabajos, con aroma a las malas artes del hispano naturalizado en este sexenio como mexicano, Antonio Solá (ejecutor de la campaña que estigmatizó a López Obrador como presunto peligro para México), pueden verse en bit.ly/vR0zy9 y en bit.ly/tQuHV9 donde fueron colocados por pedroalvarado58, quien abrió ese sitio el pasado 4 y hasta ahora solamente ha puesto los dos videos mencionados.
Frente al despilfarro y la distorsión federales se ha producido un ligero acercamiento de los candidatos afectados (que en todo caso podrán quejarse solamente en términos de gradualismo, pues ellos mismos han recibido apoyos gubernamentales de sus respectivos bandos y han hecho cuanta marrullería les ha sido posible, pero se declaran arrollados por esa suerte de abuso dentro de lo abusivo que ha practicado la hermana de su hermano). Fausto Vallejo tiene todo por defender, pues mucho se insiste en los corrillos michoacanos de los políticamente enterados que la verdadera contienda se ha cerrado entre el PAN y el PRI, a tal grado que también se habla de gestiones subterráneas de los aliados perredistas del calderonismo, que son los Chuchos y sus vertientes aledañas como el grupo al que pertenece Silvano Aureoles, para que abiertamente o de manera disimulada el sol azteca acabe beneficiando a la señora Calderón Hinojosa. Aún así, para efectos gráficos, PRD y PRI están exigiendo que se precise el monto del gasto de campaña de la llamada Cocoa, mismo que aseguran ha sido amplia y evidentemente rebasado, y que los órganos electorales castiguen el aprovechamiento de las delegaciones del gobierno federal para propósitos panistas.
Un ejemplo de la inviabilidad política que se produce cuando un hermano lleva al poder a otro se está viviendo en Coahuila, donde el tema del endeudamiento excesivo que se dio cuando el poder absoluto lo ejercía Humberto Moreira no puede ser procesado en términos de confiabilidad institucional dado que el sucesor del presunto implicado es justamente uno de sus hermanos, Rubén Moreira, quien no sólo tiene encima el peso del apoyo desproporcionado que recibió del aparato estatal de gobierno (como Cocoa hoy respecto a Felipe), sino el lazo familiar directo que hace improbable la aplicación más o menos aceptable de criterios justicieros en ese asunto que, para salirse de la camisa de fuerza de la política dinástica, ha sido llevado a la denuncia periodística y, sobre todo, al aprovechamiento de parte del vengativo calderonismo.
Provisionalmente convertidos en una familia modelo en la que los hermanos bien portados están a la espera de lo que resuelva Santaclós respecto a una cartita denominada Encuesta, los perredistas han sido notificados por la vía de Marcelo Ebrard de que el próximo viernes se conocerán los resultados de ese ejemplar ejercicio de resolución pacífica de los conflictos políticos que es el sometimiento del universo militante y de la capacidad colectiva de raciocinio a las fórmulas de nueva magia que son los sondeos de opinión. Antes de dar agradecimiento a sus seguidores y lanzar una proclama de campaña, el jefe del gobierno capitalino puntualizó los términos del domesticado litigio en curso, con sobriedad digna de mejor partido político: Conforme al proceso acordado, el día viernes conoceremos los resultados de la encuesta y las izquierdas tendrán un solo candidato. Sencillito el asunto.
Cuatro décadas después, la cámara de diputados ha reconocido la dimensión histórica de la lucha por la democracia que en 1968 libraron estudiantes y una parte del pueblo mexicano y que fue aplastada por el gobierno de Gustavo Díaz Ordaz pero, sobre todo, por el conjunto de complicidades y cobardías que desde los medios de comunicación (Prensa vendida, era el grito, que subsiste), los órganos de representación popular y tantas voces alegremente doblegadas que satanizaron a aquel movimiento, encubrieron las fallas del sistema y magnificaron los errores de los manifestantes, creyendo que la victoria del oportunismo, y sus mieles inmediatas, vencerían al juicio de la historia. ¡Hasta mañana!
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Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx
Llegó la hora en que los ciudadanos de Coahuila deberán comenzar a pagar las deudas que recibieron como herencia del presidente nacional del PRI y gobernador con licencia, Humberto Moreira. En primer lugar, los intereses de la misma deuda que representarán un gasto anual de 2 mil 750 millones de pesos, que serán cubiertos con recursos del Fondo general de participaciones federales. Si este gasto se mantiene constante durante los siguientes 20 años –plazo al que se negoció con los bancos privados– la erogación total sumaría 55 mil millones de pesos. Por ahí anda el monto real de la herencia de Moreira, no en los 34 mil millones de que se ha venido hablando. El tesorero del Estado, Jesús Ochoa, presentó ayer al Congreso local el proyecto de presupuesto de ingresos y ley de egresos para 2012. Incluye aumento de impuestos, el más duro es el de nóminas: quieren subirlo de uno a 3 por ciento. Los automovilistas tendrán que pagar tenencia, aunque ésta ya desapareció como gravamen federal. Y toda una cascada de alzas en los servicios que presta el gobierno local a la ciudadanía. Acorralado. Moreira está cercado, acorralado, por las distintas acusaciones y denuncias presentadas en su contra ante diversas instancias. Quizá la más grave es la de la Procuraduría Fiscal de la Federación. Su titular, Javier Laynez, presentó dos denuncias penales ante la Procuraduría General de la República, relacionadas con préstamos por 5 mil 300 millones de pesos –sólo una pequeña parte del total. En este expediente se investigan los documentos falsificados para obtener el financiamiento. Otra denuncia se ventila en la Secretaría de la Función Pública. Salvador Vega Casillas dice que están investigando, revisando, para ver cómo se dieron las autorizaciones y si se dieron (los créditos), qué registros tienen en la Secretaría de Hacienda. Otra acción contra Moreira: la solicitud de juicio político que presentaron en la Cámara de Diputados los miembros de la asociación Claridad y Participación Ciudadana, que preside el empresario minero coahuilense Armando Guadiana, así como contra el gobernador interino Jorge Torres López y la legislatura que autorizó el refinanciamiento. En favor de Moreira se cuenta el apoyo incondicional que ha recibido de Enrique Peña Nieto. Asegura que se trata de una estrategia de los otros partidos para perjudicar al PRI. Manlio Fabio Beltrones había dicho inicialmente que después de las elecciones de Michoacán los priístas deberán reflexionar sobre la situación de la dirigencia de su partido. Una declaración críptica, admite diversas interpretaciones. De todos los expedientes, el de mayor riesgo para Moreira es el que se ventila en la PGR.
Con el boato que ameritaba la ocasión, el inquilino de Los Pinos anunció la consolidación de un jugoso negocio privado a costillas de los bienes nacionales, que pomposamente denominó cambio estructural en el mercado de gas natural en el país, que implicaría una inversión de 10 mil 500 millones de dólares (para el año 2018) para la construcción de ductos y distribución de ese carburante. Sólo al final de su discurso –en ceremonia realizada ayer en Guaymas, Sonora– el susodicho tímidamente reconoció que se trata de una estrategia público-privada (ésta pone el dinero y se queda con las ganancias; aquel cede la riqueza de los mexicanos y pone los plausos), y que uno de los objetivos es cancelar el subsidio federal al gas licuado de petróleo (LP), el de mayor consumo en la República.
¿Cómo se repartirá el pastel en este negocio de inversión privada y ductos privados? ¿Cuánto invertiría el gobierno federal, cuánto los consorcios particulares? Ni una sola palabra dedicó Felipe Calderón para precisar la estrategia financiera en este macro negocio con bienes de la nación. Sólo se animó a decir que en los próximos años el tendido de ductos se incrementaría 40 por ciento, algo así como 4 mil 500 kilómetros (una distancia enorme), lo que consumiría 8 mil millones de dólares, más 2 mil 500 millones en redes de distribución de gas industrial y doméstica en todas las ciudades por donde va a pasar, más la inversión de industrias que va a llegar desde petroquímicas, de acero, industria pesada, automotriz, a todos estos lugares que carecían de ello, sin contar, yo creo que serán varias veces más, la inversión potencial en la industria para México.
El inquilino de Los Pinos hace pública su estrategia a escasos meses de que, felizmente, abandone la residencia oficial. Procede sin importarle que su decisión involucre a las dos siguientes administraciones gubernamentales. Pero eso es lo de menos: él anuncia el negocio, le da cuerpo, cede los bienes nacionales que haya que ceder, firma lo que haya que firmar para otorgar certeza jurídica a la inversión privada (su obsesión desde su efímero paso por la Secretaría foxista de Energía), le cumple a las trasnacionales, lo anota en el calendario y sin más le pasa la pelota a quienes lo sustituyan en el puesto. Y listo, a tintinear la caja registradora del capital privado.
El inicio de este jugosísimo negocio de particulares con recursos de la nación se debe a la gracia de Ernesto Zedillo, quien en 1995 abrió la puerta (la trasera, como siempre) para que el capital privado le metiera el diente al negocio del gas natural. Originalmente los permisos otorgados por la Comisión Reguladora de Energía (una suerte de oficialía de partes de la privatización energética) se asignaron a empresas mexicanas de dudosa creación, para que éstas, prácticamente de inmediato, los cedieran a trasnacionales del sector, especialmente a una firma española denominada Gas Natural de México, en la que el famoso consorcio Repsol (cualquier duda preguntar en Pemex por Juan José Suárez Coppel) tiene una gruesa rebanada accionaria, junto con la Caixa de Barcelona.
Con Vicente Fox en Los Pinos el descaro fue mayor: se trasnacionalizó prácticamente la totalidad del negocio del gas natural mexicano, comenzando por la empresa que más permisos (así les llaman) ha obtenido del gobierno federal y/o traspasos de otros consorcios privados, y la que controla el mayor número de regiones de comercialización del carburante, que no es otra que (¡sorpresa¡) Repsol (a la que no le importa la pérdida de mexicanidad en los sectores eléctrico y petrolero de este país) que a sus obligados clientes mantiene al borde de un ataque de nervios por los elevados precios y cuotas que cobra (favor de consultar a los habitantes de Monterrey).
En materia de gas natural se ha registrado un proceso similar al del sector bancario otrora mexicano: de pertenecer al Estado, las instituciones pasaron al control y explotación de un grupo de especuladores bursátiles amigos del régimen; una vez que las reventaron, el gobierno zedillista promovió la asociación con el capital extranjero, y a estas alturas el 90 por ciento del sistema financiero que opera en el país está trasnacionalizado, al igual que el del citado carburante. Desde 1995, el gobierno federal le dio certeza jurídica al capital financiero foráneo. Y para lograr lo mismo en el sector energético llegó el obsesivo Felipe Calderón. Por ello, miente quien diga que el actual inquilino de Los Pinos no tiene mayor fijación que la guerra; es la más notoria, sin duda, pero el susodicho no olvida sus compromisos de campaña con el capital trasnacional, al que cabalmente le ha cumplido, obvio es que con bienes de la nación.
La reforma energética por él promovida en 2008 no sólo implicó un nuevo impuesto para los mexicanos (el aplicado a la gasolina), sino la privatización de ductos y otras gracias petroleras. Logró avanzar en aquello de la certeza jurídica, pero va por más, y el anuncio de ayer es muestra fehaciente. Aun así, el inquilino de Los Pinos va por más: para explotar a fondo este combustible se requerirán reformas legales que permitan esclarecer las reglas de competencia y lograr una ampliación sin precedentes en los ductos de gas natural.
Cuando Zedillo hizo público que el capital privado entraría al negocio del gas natural, lo primero que garantizó (según dijo) fue precio justo para los consumidores, más reducido que el del gas LP. Fox repitió el eslogan, pero en los hechos la clientela de las trasnacionales dedicadas a la comercialización del carburante está verdaderamente hasta la madre (no otro término científico aplicable a esta situación) de los elevadísimo precios que les cobran por el combustible y todo lo demás (instalación, medidores, reconexión, etcétera, etcétera). Pero como en este país la creatividad es signo de gobierno, ayer Felipe Calderón y su flamante secretario de Energía, Jordy Herrera, qué creen que prometieron: la introducción de nuevas tecnologías para la extracción de gas natural permitirá abatir sustancialmente en el costo de este combustible, favorecerá ahorros en los hogares y potencializará el crecimiento de la industria.
Las rebanadas del pastel
He allí el verdadero cambio estructural. De las catorce gruesas cuan oligopólicas rebanadas (regiones, le llama la CRE) en que está seccionada la República para comercializar el citado carburante, Gas Natural de México controla cinco; el resto del botín se lo reparten la franco-belga Tractebel-Suez, la también gala Gaz de France y las estadunidenses Sempra Energy y KN Energy. ¿Quién, pues, invertirá los 10 mil 500 millones de dólares anunciados por el obsesivo?
cfvmexico_sa@hotmail.com
Ricardo Yáñez: Isocronías
¿Cómo se repartirá el pastel en este negocio de inversión privada y ductos privados? ¿Cuánto invertiría el gobierno federal, cuánto los consorcios particulares? Ni una sola palabra dedicó Felipe Calderón para precisar la estrategia financiera en este macro negocio con bienes de la nación. Sólo se animó a decir que en los próximos años el tendido de ductos se incrementaría 40 por ciento, algo así como 4 mil 500 kilómetros (una distancia enorme), lo que consumiría 8 mil millones de dólares, más 2 mil 500 millones en redes de distribución de gas industrial y doméstica en todas las ciudades por donde va a pasar, más la inversión de industrias que va a llegar desde petroquímicas, de acero, industria pesada, automotriz, a todos estos lugares que carecían de ello, sin contar, yo creo que serán varias veces más, la inversión potencial en la industria para México.
El inquilino de Los Pinos hace pública su estrategia a escasos meses de que, felizmente, abandone la residencia oficial. Procede sin importarle que su decisión involucre a las dos siguientes administraciones gubernamentales. Pero eso es lo de menos: él anuncia el negocio, le da cuerpo, cede los bienes nacionales que haya que ceder, firma lo que haya que firmar para otorgar certeza jurídica a la inversión privada (su obsesión desde su efímero paso por la Secretaría foxista de Energía), le cumple a las trasnacionales, lo anota en el calendario y sin más le pasa la pelota a quienes lo sustituyan en el puesto. Y listo, a tintinear la caja registradora del capital privado.
El inicio de este jugosísimo negocio de particulares con recursos de la nación se debe a la gracia de Ernesto Zedillo, quien en 1995 abrió la puerta (la trasera, como siempre) para que el capital privado le metiera el diente al negocio del gas natural. Originalmente los permisos otorgados por la Comisión Reguladora de Energía (una suerte de oficialía de partes de la privatización energética) se asignaron a empresas mexicanas de dudosa creación, para que éstas, prácticamente de inmediato, los cedieran a trasnacionales del sector, especialmente a una firma española denominada Gas Natural de México, en la que el famoso consorcio Repsol (cualquier duda preguntar en Pemex por Juan José Suárez Coppel) tiene una gruesa rebanada accionaria, junto con la Caixa de Barcelona.
Con Vicente Fox en Los Pinos el descaro fue mayor: se trasnacionalizó prácticamente la totalidad del negocio del gas natural mexicano, comenzando por la empresa que más permisos (así les llaman) ha obtenido del gobierno federal y/o traspasos de otros consorcios privados, y la que controla el mayor número de regiones de comercialización del carburante, que no es otra que (¡sorpresa¡) Repsol (a la que no le importa la pérdida de mexicanidad en los sectores eléctrico y petrolero de este país) que a sus obligados clientes mantiene al borde de un ataque de nervios por los elevados precios y cuotas que cobra (favor de consultar a los habitantes de Monterrey).
En materia de gas natural se ha registrado un proceso similar al del sector bancario otrora mexicano: de pertenecer al Estado, las instituciones pasaron al control y explotación de un grupo de especuladores bursátiles amigos del régimen; una vez que las reventaron, el gobierno zedillista promovió la asociación con el capital extranjero, y a estas alturas el 90 por ciento del sistema financiero que opera en el país está trasnacionalizado, al igual que el del citado carburante. Desde 1995, el gobierno federal le dio certeza jurídica al capital financiero foráneo. Y para lograr lo mismo en el sector energético llegó el obsesivo Felipe Calderón. Por ello, miente quien diga que el actual inquilino de Los Pinos no tiene mayor fijación que la guerra; es la más notoria, sin duda, pero el susodicho no olvida sus compromisos de campaña con el capital trasnacional, al que cabalmente le ha cumplido, obvio es que con bienes de la nación.
La reforma energética por él promovida en 2008 no sólo implicó un nuevo impuesto para los mexicanos (el aplicado a la gasolina), sino la privatización de ductos y otras gracias petroleras. Logró avanzar en aquello de la certeza jurídica, pero va por más, y el anuncio de ayer es muestra fehaciente. Aun así, el inquilino de Los Pinos va por más: para explotar a fondo este combustible se requerirán reformas legales que permitan esclarecer las reglas de competencia y lograr una ampliación sin precedentes en los ductos de gas natural.
Cuando Zedillo hizo público que el capital privado entraría al negocio del gas natural, lo primero que garantizó (según dijo) fue precio justo para los consumidores, más reducido que el del gas LP. Fox repitió el eslogan, pero en los hechos la clientela de las trasnacionales dedicadas a la comercialización del carburante está verdaderamente hasta la madre (no otro término científico aplicable a esta situación) de los elevadísimo precios que les cobran por el combustible y todo lo demás (instalación, medidores, reconexión, etcétera, etcétera). Pero como en este país la creatividad es signo de gobierno, ayer Felipe Calderón y su flamante secretario de Energía, Jordy Herrera, qué creen que prometieron: la introducción de nuevas tecnologías para la extracción de gas natural permitirá abatir sustancialmente en el costo de este combustible, favorecerá ahorros en los hogares y potencializará el crecimiento de la industria.
Las rebanadas del pastel
He allí el verdadero cambio estructural. De las catorce gruesas cuan oligopólicas rebanadas (regiones, le llama la CRE) en que está seccionada la República para comercializar el citado carburante, Gas Natural de México controla cinco; el resto del botín se lo reparten la franco-belga Tractebel-Suez, la también gala Gaz de France y las estadunidenses Sempra Energy y KN Energy. ¿Quién, pues, invertirá los 10 mil 500 millones de dólares anunciados por el obsesivo?
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Ricardo Yáñez: Isocronías
Confieso que alguna vez fui pacifista. Confieso que, pero eso creo haberlo descubierto con el tiempo, lo más probable es que fuese pacifista porque no sabía defenderme. Confieso que confieso que fui pacifista siendo que me gustaría serlo todavía ahora, pero –sin en modo alguno ser guerrero– la verdad no tengo cara. Fui pacifista cuando de moda estaba serlo (no en mi barrio, desde luego, alta, altísimamente pendenciero, barrio al extremo oriente en la Guadalajara de aquel entonces), cuando los hippies y todo eso. Y vaya golpizas –pero definitivamente una, dos, no olvidaré– que me tocaron cuando pacifista fui. En la que mejor recuerdo por poco y dejo de ser pacifista. Por lo menos luego de resistir que tres llamémosle camaradas me hicieran a patadas, lo sabría al día siguiente, al menos doce heridas sólo en la cabeza, algo en mí se reveló, apoyado en películas que había visto, me defendí como pude y, mejor dicho (era pasada la una de la mañana, en una muy ancha calle de tierra, en algunas de las casas empezaron a prender luces) me decidí a huir. Huyeron también mis atacantes. Al centro del arroyo quedaban una quebrada pluma atómica Mac Gregor y un libro: Anagnórisis, de Tomás Segovia. Me hice la ilusión de que me estaba rabiosísimamente preguntando si los perseguiría o no. Estaba furioso, o eso creí, no por los golpes, la alevosía, la ventaja, sino porque habían roto una pluma y habían ensuciado de tierra no a quien esto escribe, sino un libro de poesía por mí muy apreciado.
Berlusconi: ¿fin de la pesadilla?
Tras la pérdida de la mayoría en la Cámara de Diputados, el gobierno que encabeza Silvio Berlusconi parece tener los días contados. Ayer mismo, tras la sesión en la que se puso de manifiesto que el bloque gobernante se quedó con ocho diputados menos de los 316 necesarios, el aún primer ministro de Italia comunicó al presidente, Giorgio Napolitano, que pondrá su cargo a disposición una vez que sean aprobados los presupuestos del año entrante, elaborados conforme a las exigencias de la Unión Europea. Con un atraso deplorable, el multitudinario repudio social al magnate milanés se ha traducido en una votación adversa en el Legislativo, aunque ello no garantiza que Berlusconi se resigne a dejar el poder aunque, si se empecina en mantenerlo –cosa que podría conseguir mediante sobornos o chantajes a una decena de legisladores–, arrastraría a su país a una crisis de dimensiones inéditas.
El Correo Ilustrado
La SCJN también debe sancionar a jueces de distrito
La determinación de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), de consignar penalmente a un ex funcionario por desacatado de una sentencia de amparo nos parece bien, pero tardía y completamente insuficiente, porque existen cientos de casos de incumplimiento de sentencias de amparo, en las cuales ni los jueces, ni la Corte hacen nada para solucionar esta situación, propiciando con esta actitud que las autoridades realicen tácticas evasivas para no dar cumplimiento a la sentencia protectora.
Jorge Carrillo Olea: Fuerzas armadas: redefinición total
Sin que sea tema de esta reflexión, se antoja que como primer paso del próximo gobierno habría que reorganizarlo. Como ese propósito pueden señalarse, pero no únicas: la independencia del Ministerio Público de la Federación; el reforzamiento de la Secretaría de Gobernación, devolviéndole algunas de las facultades que se le han venido desprendiendo; desaparecer la Secretaría de Seguridad Pública, adscribiendo sus patrimonio legal y material a la propia Gobernación, con ese u otro nombre, y redefinir a las fuerzas armadas.
Los vaticanistas Andrea Tornielli y Paolo Rodari publicaron en Roma, en agosto de 2010, el libro Attacco a Ratzinger. Accuse e scandali, profezie e complotti contro Benedetto XVI, que editorial Planeta tradujo con un nuevo título que resume la actitud de los autores: En defensa del Papa. En poco menos de 400 páginas, los vaticanistas abordan los principales episodios críticos del pontificado de Benedicto XVI. Desde su cátedra en la Universidad de Ratisbona, donde lamenta la violencia genética del Islam; el perdón a los obispos lefebvrianos que termina abortando; la crisis diplomática con los países europeos por las declaraciones del Papa sobre el preservativo en su primer viaje a África; el terrible manejo de los abominables casos de pedofilia, el tratamiento del caso Maciel y del cardenal austriaco Groër, abusador de seminaristas, o la reinterpretación de las profecías marianas de Fátima y Civitavecchia. Aunque en la introducción los autores tratan de deslindarse del enfoque del complot internacional por odio contra el papa Ratzinger, ése es el centro de la defensa de un pontífice contestado y golpeado duramente por la opinión pública mundial y por los polos progresistas y ultraconservadores de la propia Iglesia.
Uno de los ejemplos que prueban la ilegalidad de la política exterior de Estados Unidos gira en torno a la rebatiña de la mafia cubanoestadunidense para quedarse con los fondos que la Agencia Internacional para el Desarrollo (USAID, por sus siglas en inglés) destina a la promoción de la democracia en Cuba. Objetivo que prohíben y castigan sus propias leyes nacionales.
Los datos que arrojan estudios recientes, uno del Latinobarómetro y el otro del Banco Mundial (BM) describen realidades que dejan poco espacio para la duda. La vida democrática y el crecimiento económico, aparejado con la justicia distributiva, sufrieron serias modificaciones negativas durante los últimos 16 años: un sexenio priísta y la década panista. Tales efectos se resintieron durante los últimos cinco años del desgobierno precedido por el señor Calderón. Encima, y mucho a consecuencia de ello, la violencia irrumpió con su cauda de muerte y zozobra en la cotidianidad de los ciudadanos. Ahora, el mazacote que se presenta a manera de horizonte para los mexicanos es denso y abruma hasta al más bragado y afectará, con seguridad, en las votaciones venideras.
La semana pasada la crisis económica atravesó un nuevo umbral. Los líderes del G-20 tuvieron que concluir su cónclave en medio de un estrepitoso fracaso. Mostraron que no sólo no pueden comprender la gravedad de la crisis, con niveles de desempleo no vistos en ocho décadas. También revelaron su incapacidad para reconocer que las respuestas basadas en políticas neoliberales han agravado el colapso económico y prolongado la duración de la crisis.
Evacuada en 1993 a causa de las reparaciones que exigía el deterioro del Grand Palais, la Feria Internacional de Arte Contemporáneo (FIAC) tiene de nuevo lugar en este monumento. Diversos actos se habían trasladado al Parque de Exposiciones, conjunto de locales situado en la periferia de París. La amplitud de estos hangares permite recibir a salones como los de la aeronáutica o la agricultura. Para la FIAC o el Salón del Libro, la situación fue discutible: sus participantes aumentaron a costa de la calidad. Mientras en el Salón del Libro se discuten costos, la FIAC no vaciló un instante en volver al hermoso palacio.
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