INVESTIGACIONES
Angélica del Rosario Araujo Lara nació hace 47 años en Tixkokob, Yucatán, palabra que en lengua maya significa “lugar de víboras ponzoñosas”. La ahora alcaldesa de Mérida conoció a la gobernadora Ivonne Ortega Pacheco, cuando ésta era presidenta municipal de Dzemul. Desde entonces, cuentan sus allegados y también sus detractores, ya no se volvieron a separar. La mandataria priísta ha sido, además, la principal promotora de la arquitecta, quien ahora se perfila como la más fuerte candidata del PRI para el gobierno de esa entidad en 2012. Sin embargo, esa amistad está siendo señalada desde el Congreso local por supuesto contubernio en el uso ilegal de recursos públicos. Si algo distingue a ambas políticas es su gusto por el buen vivir, los viajes, los convivios con el show business mexicano y por ofrecer espectaculares conciertos, con cargo al erario
Es ahijada política de la gobernadora de Yucatán.
Angélica del Rosario Araujo Lara le debe toda su carrera política a Ivonne Aracelly Ortega Pacheco, quien en los últimos tres años la designó directora general en el gobierno del estado, la promovió para ser diputada federal y enseguida para alcaldesa de Mérida.
Y van por más. Ahora, la gobernadora yucateca Ivonne Ortega ejerce todo su poder para hacer de la alcaldesa de Mérida, Angélica Araujo, la futura candidata del PRI y gobernadora de ese estado.
Ambas comparten la misma marca de ropa –Ibonica–, el gimnasio, la asesora de medios, los conciertos y sobre todo el gusto por el poder.
Según la propia Angélica Araujo, conoció a Ivonne Ortega cuando esta última era alcaldesa de Dzemul, un municipio henequenero del norte de la península que desde 1941 ha sido gobernado por las familias Ortega y Pacheco; casi la mitad de los 25 alcaldes llevan dichos apellidos.
Angélica Araujo cuenta que llegó al municipio gobernado por Ivonne Ortega como empresaria y dueña de una constructora de casas de interés social, específicamente del tipo Infonavit; y desde entonces ya no se volvieron a separar.
Según la alcaldesa de Mérida, la amistad con la gobernadora estuvo basada en la “sensibilidad”, el “trabajo” y el “deseo de ayudar al mayor número posible de gente”. Sin embargo, sus detractores consideran que entre ellas más que amistad existe una relación de complicidad.
Y los cuestionamientos de políticos de la oposición, empresarios locales y organizaciones no gubernamentales van desde el dispendio de los recursos públicos hasta la represión.
Incluso existen demandas judiciales en contra de Angélica Araujo por desvío de recursos públicos federales, uso indebido de atribuciones y peculado; además, de una demanda de juicio político en el Congreso Local de Yucatán.
El origen
Angélica Araujo nació hace 47 años en Tixkokob, palabra que en lengua maya significa “lugar de víboras ponzoñosas”. Se trata de un municipio que se encuentra a escasos 24 kilómetros del centro-norte del estado donde, según el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), el año pasado había poco más de 17 mil habitantes para los cuales se contaba con 20 médicos; es decir, casi un doctor por cada mil ciudadanos.
Ahí, rodeada de la pobreza, Angélica Araujo creció y estudió hasta la secundaria. Y tuvo que salir hacia la ciudad de Mérida para cursar la preparatoria y la carrera de Arquitectura, en la Universidad Autónoma de Yucatán.
Angélica Araujo proviene de una familia católica de pocos recursos económicos. Es la hermana mayor de cuatro hermanos. Madre soltera con dos hijas y, según sus amistades cercanas, se trata de “una mujer luchona e incansable”.
En el cabildo, donde está rodeada de colaboradores recomendados por la gobernadora y otros políticos influyentes, tiene una agenda “muy saturada”. Inicia actividades regularmente desde las siete de la mañana y termina después de las 10 de la noche, porque además de atender los asuntos del centro de la ciudad, recorre las comisarías.
Como consecuencia de su excesiva carga de trabajo, cuenta una de sus amistades consultadas, hace tres meses la alcaldesa tuvo serios problemas de presión alta que se reflejaron en el rompimiento de algunos vasos sanguíneos de los ojos.
Angélica Araujo gusta mucho de ver cine y de viajar. Los pocos fines de semana que puede se traslada con su familia a Cancún y si tiene oportunidad se va más lejos, como recientemente que viajó a Estados Unidos para disfrutar con sus hijas de uno de los centros de diversiones de Disneylandia.
Esta mujer, entrada ya en las cinco décadas, es más fotogénica que bella. Un amigo próximo la califica como agradable e inteligente y, sobre todo, muy esmerada por su apariencia física. Tiene a la mano una maquillista y una peinadora particulares, que todos los días están muy al pendiente de ella; además, de que casi madruga para hacer aerobics.
La alcaldesa de Mérida cuenta también de manera permanente con su asesora de medios, Gabriela López, socia directora de Local Consultores, a quien cariñosamente los funcionarios priista le apodan “la niña de los logotipos”, debido al volumen de diseños gráficos que su empresa ha producido para el gobierno de Ivonne Ortega.
Angélica Araujo suele acudir todos los días, desde la 6 de la mañana, al GYM ubicado en Paseo Montejo donde practica aerobics y con cierta frecuencia se reúne ahí con la gobernadora Ivonne Ortega, con quien comparte eventualmente el gusto de practicar el basquetbol en las instalaciones del Polyfuncional.
La empresaria
En 1988, la actual alcaldesa terminó la carrera de Arquitectura en la Universidad Autónoma de Yucatán y poco después ingresó a la Comisión Ordenadora del Uso del Suelo del Estado de Yucatán, para laborar como dibujante, donde luego ascendió a jefa de Departamento y más tarde a coordinadora de la Reserva Territorial.
En 1995 dejó la burocracia yucateca para emprender el sueño de formar una empresa constructora propia, con la que años después construyó casas para el Infonavit y, además, tuvo la oportunidad de conocer a Ivonne Ortega, entonces presidenta municipal de Dzemul.
De ese encuentro, recordó con precisión en un video cómo es que se hicieron amigas: con ella, cuenta Angélica Araujo, inicié una amistad con base en la “sensibilidad”, en el “trabajo” y en el “compartir siempre el deseo de ayudar al mayor número posible de gente.
La empresa constructora de Angélica Araujo progresó gracias a su visión y conocimientos, destacando sus propuestas innovadoras, que le permitieron obtener dos premios nacionales de vivienda económica durante 2005 y 2007.
Sin embargo, su éxito en los negocios no ha estado libre de sospechas y conjeturas ya que medios de comunicación locales afirman que la alcaldesa de Mérida es socia propietaria de la Constructora Imperial, empresa supuestamente beneficiada con un proyecto inmobiliario impulsado por la propia Angélica Araujo cuando era funcionaria del gobierno del estado.
Legisladores de la oposición afirman que en 2007, cuando se desempeñaba como directora del Instituto de Vivienda en el Estado de Yucatán (IVEY), Angélica Araujo ejecutó desde sus oficinas un desarrollo inmobiliario conocido como el “Gran Proyecto de Ucú”, que dispuso indebidamente de millonarios recursos públicos.
Y según el senador panista Hugo Laviada Molina, la empresa de Angélica Araujo y su pareja Pedro Espadas, es una de las principales constructoras beneficiadas con este desarrollo inmobiliario que dispuso indebidamente de un crédito de 343 millones de pesos.
Por ello, senadores, diputados federales y locales denunciaron formalmente a la gobernadora Ivonne Ortega y a aquellos que resulten responsables, entre los que se presume a Angélica Araujo Lara, por actos de prestación indebida, abandono de un servicio público y peculado, al utilizar indebidamente fondos públicos.
El Gran Proyecto de Ucú
Según el periodista Luis Jorge Montalvo Duarte, del periódico digital Artículo 7, publicó el 24 de abril de 2010, que en 2007, Felipe Enríquez Hernández, ahora diputado federal por Nuevo León, fue el encargado de recaudar fondos para la campaña de Ivonne Ortega Pacheco a la gubernatura del estado.
Y para conseguir los recursos económicos necesarios, el político regiomontano diseñó para los inversionistas inmobiliarios de Quintana Roo y Yucatán, un mecanismo de inversión mediante el cual apoyarían a la candidata y recuperarían con ganancias su dinero investido, una vez que Ivonne Ortega fuera la gobernadora.
El modelo se materializó en el Gran Proyecto de Vivienda de Ucú y según los detractores de Angélica Araujo su empresa constructora ha sido una de las principales beneficiadas.
La política
Al igual que su “madrina”, la gobernadora Ivonne Ortega, Angélica Araujo tiene una carrera política meteórica ya que de 2007 a la fecha, en tan solo tres años ha logrado ser funcionaria estatal, diputada federal y alcaldesa.
Y por si no sorprendiera a algunos este rápido ascenso de la política yucateca, la madrina y su ahijada trabajan ya desde hace meses en un plan estratégico que podría llevar a hoy alcaldesa a la gubernatura del estado y a Ivonne Ortega a la tranquilidad de heredar el poder a alguien de su plena confianza.
En 2007, la ya gobernadora Ivonne Ortega designó a Angélica Araujo directora general del Instituto de Vivienda del Estado de Yucatán, cargo al que renunció en 2009 para ser postulada a diputada federal.
El 5 de julio de 2009 fue electa diputada federal por el III Distrito, y el 1 de septiembre de 2009 asumió la diputación federal, cargo durante el cual presume Angélica Araujo presentó una iniciativa de Ley que fue aprobada por unanimidad, para erradicar y sancionar la violencia contra las mujeres.
El 16 de diciembre de 2009, a menos de tres meses de asumir la diputación federal, el PRI de Yucatán anunció su postulación como precandidata de unidad a la presidencia municipal de Mérida en las elecciones de 2010.
Por eso, el 6 de enero de 2010 solicitó y obtuvo licencia al cargo de diputada federal, para contender y ganar la presidencia municipal de Mérida, después de 19 años de gobiernos de extracción panista.
El 21 de mayo de 2010 recibió la constancia de mayoría como alcaldesa de Mérida, y desde el 1 de julio de ese año asumió la alcaldía para convertirse en la primera mujer priista en ocupar la alcaldía de Mérida.
Ahora a poco más de un año de asumir la presidencia municipal de Mérida, Angélica Araujo ha iniciado el camino de la mano de Ortega, para ser la candidata del PRI a la gubernatura de Yucatán en los comicios del próximo 1 de julio del 2012.
En la carrera por la candidatura gubernamental no va sola, aunque sí con todo el apoyo de la gobernadora. La alcaldesa de Mérida es seguida en sus aspiraciones por el diputado federal Rolando Zapata Bello, quien fuera el coordinador de campaña de la entonces candidata a gobernadora Ivonne Ortega.
El pasado 6 de octubre, la alcaldesa reconoció públicamente sus aspiraciones políticas para competir por la gubernatura, nada más, precisó: “esperaré los tiempos que marque el PRI para solicitar licencia, separarme del cargo y tener la posibilidad de contender en el proceso interno”.
De hecho mantiene informalmente reuniones con priístas a quienes está solicitando su apoyo, entre ellos al ex gobernador Federico Granja Ricalde, entre otros ex dirigentes estatales del PRI y ex presidente municipales de Mérida.
Sin embargo, Angélica Araujo no se confía y con la contratación de la nueva consultora de medios pretende relanzar su candidatura y, sobre todo, buscar una identidad propia y distinta a la que hasta ahora tiene y la vincula inevitablemente con la gobernadora Ivonne Ortega.
Lo que fue una fortaleza política para hacer crecer Angélica Araujo hoy empieza a ser una debilidad, y se llama precisamente Ivonne Ortega Pacheco ya que en estos momentos se cuestiona a la alcaldesa su actitud servil ante la gobernadora, dijo un cercano colaborador.
El Cabildo
Y la conformación de su equipo de trabajo es un reflejo de las imposiciones de la gobernadora y otros influyentes políticos del estado:
La jefatura de la Presidencia Municipal y la Secretaría Municipal están en manos de los primos hermanos de la gobernadora Ivonne Ortega, Alberto Francisco Lezama Pacheco y Álvaro Omar Lara Pacheco, respectivamente.
Los regidores Daniel Jesús Granja Peniche y Jorge Augusto Sobrino Argáez son también imposiciones de otros influyentes grupos políticos en el cabildo de Mérida. El primero es hijo del ex gobernador yucateco Federico Granja Ricalde y el segundo es hijo del ex senador y diputado federal Carlos Sobrino Sierra.
La alcaldesa dentro de su comuna realmente cuenta con muy pocos colaboradores propios, entre ellos el director de Comunicación Social y Relaciones Públicas, Julián Andrés Colonia Várguez, y el tesorero Carlos Ariel Bastarrachea Lara.
El “Shakirazo”
El sábado 16 de julio hizo su aparición en los terrenos de la ex estación de ferrocarriles, la cantante colombiana Shakira. Un proyecto que en marzo pasado la alcaldesa dijo sería autofinanciable, recordó el diputado federal panista, Daniel Ávila Ruíz.
Sin embargo, agregó el legislador, la alcaldesa utilizó recursos públicos etiquetados por la Federación, a través del Fondo de Fortalecimiento Municipal, para pagar 1.5 millones de dólares a la empresa Entretenimiento, Promoción y Eventos de México SA de CV, encargada de organizar el concierto de Shakira.
Por ello, dijo el también secretario de la Comisión de Vigilancia de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), la denuncia contra la alcaldesa fue presentada por posible desvío de recursos públicos, uso indebido de atribuciones y facultades y peculado ante la PGR.
Al problema judicial lo antecedió el mediático, generado por la propia hija de la alcaldesa quien en su cuenta de Twitter presumió que dicho concierto era para festejar su cumpleaños, al que también había invitado a los futbolistas mexicanos campeones del mundo de la categoría Sub 17.
Como consecuencia de este escándalo, Angélica Araujo ordenó a su hija el cierre de su cuenta en Twitter y ella personalmente aplicó, sin grandes logros, los consejos mediáticos de difundir que dicho concierto había sido financiado por el empresariado de Mérida.
Ahora el concierto obra en contra de la aspirante a la gubernatura y sin duda se complica expresar la erogación en el estado de las finanzas públicas del municipio.
La alcaldesa represora
Hasta antes del lunes 4 de julio, Angélica Araujo contaba con una imagen negociadora, pero un acto de represión contra un grupo de sus gobernados, cambió negativamente la perspectiva que se tenía de ella; no obstante, que mediáticamente quiso detener las consecuencias.
Días antes del concierto de Shakira, en la Glorieta de la Paz ubicada en la emblemática avenida Paseo de Montejo, un grupo de golpeadores arribó y agredió violentamente a las personas que ahí se encontraban protestando contra la construcción de un subterráneo conocido como paso deprimido.
Este proyecto encabezado por la alcaldesa Angélica Araujo y que, según especialistas en la materia como el Colegio de Arquitectos y el Consejo Internacional de Monumentos y Sitios de la Unesco, atenta contra el patrimonio municipal, tuvo como resultado dicho enfrentamiento donde 20 de sus tiñeron de rojo la blanca Mérida debido a la golpiza que recibieron por un grupo de choque que ligaron con Angélica Araujo.
Por ello, el 3 de agosto pasado, la Comisión de Puntos Constitucionales y Gobernación del Congreso Local recibió formalmente la denuncia de juicio político promovida por las víctimas en contra de la alcaldesa de Mérida, Angélica Araujo Lara.
Las consecuencias jurídicas contra la alcaldesa seguramente no tendrán mayores efectos debido al apoyo de su madrina la gobernadora, y de la mayoría priísta en el Congreso Local. Sin embargo, de resultar la candidata del PRI a la gubernatura, los yucatecos tendrán una oportunidad importante para cobrarse esta factura política, el 1 de julio de 2012.
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