11/07/2011

Los periodistas pal café.....



Julio Hernández López: Astillero
Como una muestra más de poderío y manipulación, Televisa ha sido el eje de otra estrategia de embobamiento colectivo que pretende mostrar de manera acrítica las grandes posibilidades que el pueblo mexicano tiene de hacer por su propia iniciativa lo que los gobiernos no realizan, tanto por sus características particulares de corrupción, ineficacia y miopía, como, en múltiples casos, porque parte de los presupuestos que deberían ser dirigidos a obras y servicios públicos son desviados al pago de onerosas campañas de propaganda política para ensalzar a gobernantes que luego acaban concurriendo a las mismas pantallas chantajistas para celebrar que migajas de las ganancias de esas empresas electrónicas sean destinadas a una caridad elegida mediante concursos voluntariosos (hasta el siempre afanoso rector de la UNAM, José Narro, se presta casi por rutina para la convalidación alegre. En Twitter, el columnista Enrique Galván Ochoa escribió: ¡Por mi raza hablará el Canal de las Estrellas!).
La edición de Iniciativa México correspondiente a este año ha tenido, sin embargo, un episodio que reitera lo ampliamente sabido respecto a intolerancia y rasgos de control laboral cuasi feudalista que imperan en la empresa que dirige Emilio Azcárraga Jean. El actor Héctor Suárez ha denunciado censura y castigos relacionados con su participación en pequeños segmentos cómicos basados en un programa que le dio fama muchos años atrás, titulado ¿Qué nos pasa?, en el que el comediante ha hecho una limitada crítica normalmente circunscrita a los rasgos más fácilmente caricaturizables del comportamiento de los políticos, sin entrar nunca a terrenos más profundos ni tocar al sistema dominante en sí, más que a sus especímenes más evidentes.
No es que al actor Suárez le faltaran conocimiento, contexto o ganas de ir más a fondo, pero en Televisa la regla es la superficialidad o, cuando mucho, el buceo controlado, como puede verse en el programa de análisis político en familia denominado Tercer grado o en las diversas emisiones de periodismo bajo contención que diariamente modelan la percepción nacional conforme a intereses de los patrocinadores políticos y económicos que acaban siendo los mismos.
Convocado a una segunda época de ¿Qué nos pasa?, según explica en carta pública, Suárez se topó con que los subordinados de Azcárraga Jean coartaron toda la libertad y crítica de la que yo gozaba, al grado de querer reducir todo a uno más de los inanes programas cómicos que se hacían a puñados, motivo por el cual el actor prefirió abandonar dicha emisión.
Aun así, Suárez fue llamado para intervenir en Iniciativa México, pero asegura que los productores Rubén y Santiago Galindo buscaron reducir la crítica y la burla en los nuevos segmentos, con una actitud moralista, temerosa y prejuiciosa, con el “temor de ‘molestar a alguien’”. Pregunta Suárez: ¿A qué le temían los señores Galindo? ¿A quién le cuidaban las espaldas? ¿Temían ofender a los que han depredado este país? ¿O simplemente estaban cumpliendo órdenes superiores?
Y, a consecuencia de esos desencuentros, afirma el comediante que ahora pretenden obligarlo a cobrar menos dinero de lo acordado y quitarme mi trabajo, y que lo han hecho pasar la humillación y la vergüenza de no dejarlo pasar a instalaciones de Televisa a recoger sus pertenencias, vestuario, maquillaje y pelucas.
Por ello pregunta a Azcárraga Jean: ¿sabe que sus subordinados ejercen una política de terror laboral en contra de mis compañeros actores y actrices al amenazarlos abierta o veladamente con vetarlos si trabajan en otra parte? O sea que no se les permite trabajar, pero tampoco se les da la seguridad de un trabajo en su empresa. ¿Y de qué se supone que van a vivir mis compañeros? ¿Qué clase de iniciativa es ésta? Lo comprendo si gozan de una exclusividad, pero los que no gozamos de eso, ¿por qué también? Señor Azcárraga, estamos en el siglo 21. Esta imagen de señores de horca y cuchillo es denigrante para cualquier trabajador, que debe tener la libertad de buscar otras fuentes de ingreso, y más en estas épocas difíciles.
Vetado durante 12 años de Televisa, Héctor Suárez ha escrito: “Señor Azcárraga, en su empresa están acostumbrados a someter a sus trabajadores y, en muchas ocasiones, a pisotear sus derechos, como en esta ocasión lo están haciendo una vez más conmigo, pero más acostumbrados están a que nadie les reclame ni les diga nada por terror a perder su trabajo y su seguridad económica, razón que no juzgo y respeto. Pero habemos personas como yo que por ningún motivo lo permitimos y nos arriesgamos a sufrir las consecuencias antes que perder la dignidad. Y eso, señor Azcárraga, no me hace ni rebelde ni mucho menos conflictivo. Me hace un hombre valiente, honorable, confiable y respetable ante mis hijos, mi familia, el mundo que habito y ante Dios. Le pregunto ahora, señor Azcárraga, por estas palabras que hoy le externo: ¿me esperan otros 12 años de veto? ¿Extenderán sus medidas a mi familia, como lo hicieron injustamente con mi hijo Héctor Suárez Gomís, quien, sin deberla ni temerla, también fue ‘castigado’ y vetado? ¿Tiene usted el valor… o le vale?”
Astillas
Las elecciones de Michoacán están envenenadas por el uso político de la guerra contra el narcotráfico y por el empecinamiento de Los Pinos en imponer a la hermana del suministrador de recursos públicos y controlador de las fuerzas federales. En los cierres de campaña, Cocoa mostró dinero de sobra e intolerancia creciente, el PRI puso en juego a su principal carta decorativa (Peña Nieto) y el PRD está listo para dejar el poder...
Y, mientras el tribunal federal electoral decide las sanciones aplicables al sol azteca por incumplir parcialmente la orden de renovar sus consejos plenamente, pues faltaron dos entidades y hubo problemas en ciertas delegaciones del DF, ¡hasta mañana, con las famosas encuestas en vías de ser procesadas (¿políticamente?) para dar a conocer al candidato presidencial de la izquierda súbitamente acompasada!
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Aocho semanas de que termine el año se ve difícil que la cotización del dólar baje de 13 pesos. Si tomamos en cuenta que osciló alrededor de $11.50 y hoy de $13.50 –promedios–, tenemos una devaluación de 17%. Para las empresas y las familias de la frontera norte es una tragedia. El problema está relacionado con la fuga de capitales. Los golondrinos temen que la situación de violencia en México todavía se agudice más al acercarse la elección presidencial. Ernesto Cordero ya embarró al puntero priísta, Enrique Peña Nieto, al ligarlo con el destino que tuvo alguno de los fondos del moreirazo. En este entorno, el Banco de México anuncia que sus reservas internacionales alcanzaron la cifra histórica de 140 mil 487 millones de dólares, con datos al 28 de octubre. Hasta hoy no ha intervenido en el mercado cambiario para contrarrestar la devaluación; tal vez esté aguardando a que la cotización se dispare a 18 o 20 pesos por dólar. ¿Qué es necesario que ocurra para que eso suceda? Una fuga de capitales más cuantiosa. ¿Puede ocurrir? Sí. Todo es cuestión de que la política y la violencia se mezclen en una margarita explosiva.
Fumadores
El incremento al impuesto a los cigarros que fue decretado a principios de año está dando buenos resultados. De acuerdo con un reporte de Hacienda, la recaudación entre enero y septiembre aumentó de 19 mil 934 millones de pesos (el año anterior) a 22 mil 463 millones. Sin embargo, las ventas del duopolio Cigatam-BAT no han disminuido, lo que se atribuye a que ahora han enfocado sus campañas a adolescentes y mujeres. Organizaciones civiles están promoviendo que el próximo año se vede fumar en lugares cerrados en toda la República –no sólo en el Distrito Federal–, que se prohíba totalmente la publicidad en cualquier medio, y otro aumento de impuestos.
Supercontrato en Colombia
El debut en el mercado latinoamericano de telecomunicaciones de la nueva compañía formada por Televisa y Tv Azteca –su nombre es TotalPlay– ha sido muy comentado, tanto por su cuantía como por la circunstancia de que dejó atrás a las dos empresas que hasta ahora habían venido ganando algunos de los contratos más importantes: Telefónica y Telmex. Se trata del Proyecto Nacional de Fibra Óptica de Colombia, en el que se invertirán 1.2 billones de pesos (moneda local), de los cuales 415 mil millones los aportará el gobierno. De acuerdo con la información publicada por el diario El Tiempo, de Bogotá, las participantes fueron: Unión Temporal Fibra Óptica Colombiana (Total Play y TV Azteca), Telmex Colombia SA, Unión Temporal Conectividad para Todos (Media Commerce Partners, ZTE Corporation Sucursal Colombia, Exicom Inc., Anditel, SA) y Unión Temporal Telefónica (Colombia Telecomunicaciones SA y Telefónica Móviles). Las autoridades anuncian que el proyecto se implementará en etapas: para 2012 se tiene programado que al menos 120 municipios cuenten con el servicio de fibra óptica; a comienzos de 2013 se agregarán otros 120 municipios. Después de ese periodo continuará la construcción de los tramos restantes. Tanto Telmex como Telefónica se inconformaron con el resultado de la licitación, pero a la fecha no ha prosperado el recurso.


Cuando parecía que las protestas contra la avaricia de los barones de Wall Street entraban en un impasse, la imprudente decisión de las autoridades de la ciudad de Oakland, California, de desalojar con lujo de fuerza a quienes acampaban en una céntrica plaza de esa ciudad, dio nuevos bríos al movimiento. El martes 25 de octubre fueron barridas las 165 tiendas de campaña en las que se alojaban cientos de personas de las más diversas actividades, etnias, estratos sociales y edades. La agresión policiaca produjo una reacción unánime de apoyo a los agraviados, entre quienes había varios veteranos de la guerra de Irak que sobrevivieron a las adversidades de esa lucha, pero no a las granadas de la policía de su propio país. Uno de ellos fue herido de gravedad y permanece hospitalizado.
El llamado para realizar un paro general en apoyo al movimiento y como protesta por la agresión policiaca congregó a más de 10 mil personas, que el pasado miércoles caminaron del centro de la ciudad al puerto de Oakland. Durante las siguientes 24 horas las actividades de uno de los tres puertos más importantes de EU se paralizaron, al igual que las de buena parte de la ciudad. La subrepticia ausencia de los estibadores en su centro de trabajo fue una de las claves del paro, pero como lo declarara uno de los trabajadores, no podemos solidarizarnos con el paro como sindicato, pero nada nos impide hacerlo como individuos. Vale agregar que desde 1946 no se realizaba un paro general en esa ciudad. La respuesta en otras sedes del movimiento no se hizo esperar: lo mismo en Los Ángeles, Chicago o Nueva York hubo marchas y mítines de protesta. Incluso en esta última ciudad varias docenas de veteranos de la guerra de Irak marcharon en solidaridad con su compañero herido en la refriega de Oakland.


Cinco gobiernos neoliberales al hilo han repetido hasta la ignominia que México va por el rumbo correcto, y que gracias a su política económica los habitantes de este país cada día reportan mayores índices de bienestar. Eso han coreado, pero, como siempre, los dichos contrastan brutalmente con los hechos. Suficiente sería que los dirigentes salieran a las calles y recorrieran el México real que abominan para constatar que nada tiene que ver con el México de sus discursos.
Que México va por el rumbo correcto lo confirma la siguiente información, publicada ayer por La Jornada: el ritmo de crecimiento del ingreso por habitante en México se desplomó 80 por ciento en las pasadas tres décadas, en comparación con el registrado antes de la crisis de la deuda en los 80, indica una investigación de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal). El producto interno bruto (PIB) per cápita, considerado el indicador más general sobre la distribución de la riqueza de un país entre su población, apenas ha crecido en promedio 0.6 por ciento por año de 1980 a 2008, en contraste con el aumento de 3 por ciento reportado antes de dicho periodo. Incluso refiere que tal indicador ha perdido tanto terreno en México que es más bajo que el que existía en el siglo antepasado, en cuanto a la proporción que representaba del correspondiente a Estados Unidos. El crecimiento del PIB por habitante no sólo ha caído por debajo de la experiencia histórica del periodo previo a la crisis de la deuda. También ha resultado inferior al crecimiento de la mayoría de las regiones del mundo, países ricos y pobres, exportadores o importadores de petróleo, reformadores o no. Para 2008 el PIB per cápita ya había caído a una cuarta parte del nivel de Estados Unidos, menor aún que el porcentaje alcanzado en 1870 (Susana González).
Todo ello en sólo 30 años, es decir, a lo largo de los cinco maravillosos gobiernos neoliberales durante los cuales México (según la versión oficial) ha transitado por el rumbo correcto y colmado de bienestar a sus habitantes. La Cepal lo reseña así: el ingreso por habitante en México llegó a ser equivalente a 60 por ciento del existente en Estados Unidos en el siglo XIX, mientras el mayor nivel alcanzado en el siglo pasado correspondió a la década de los setenta, cuando equivalió a 70 por ciento del PIB per cápita estadunidense. A partir de entonces comenzó su descenso: en 1981 todavía representó 35.6 por ciento de su similar estadunidense, pero en 2008 fue equivalente a sólo 25.6 por ciento, según los comparativos del organismo. Para 2010, de acuerdo con el Banco Mundial, tal equivalencia se redujo a 18.9 por ciento.
He allí el resultado del rumbo correcto presumido por la quinteta infernal. El organismo especializado detalla: a partir de los noventa el crecimiento del PIB per cápita se expandió a una tasa anual de 1.6 por ciento, pero no bastó para remontar tanto la caída que dejó la crisis de la deuda como las posteriores consecuencias en la economía por el desmantelamiento industrial y la apertura comercial, entre otros factores, propiciados por el giro radical en la relación Estado-mercado registrado en estas décadas, que la Cepal califica como el tercer y largo periodo de estancamiento económico en la historia del México independiente y que llega hasta el presente. Con los cambios neoliberales que implicaron un adelgazamiento del Estado la principal víctima fue la inversión pública en infraestructura, además de que el actual modelo de desarrollo exacerba las disparidades sociales. La política de desarrollo que ha seguido el gobierno mexicano en las últimas tres décadas no parece haber captado adecuadamente cuál es el origen de los problemas de ajuste. El diagnóstico en que se inspira la estrategia actual deja qué desear. Por mucho que no se defiendan estrategias de desarrollo del pasado no habría que dar por sentado que la crisis se debió al agotamiento de las mismas y para superar los nuevos obstáculos es posible que se requiera una participación mayor y mejor del Estado, y no lo contrario.
El balance es aterrador, pero que pierdan muchísimos no quiere decir que todos pierdan, que nadie gane. Allí está el caso de los magnates mexicanos marca Forbes, quienes en el mismo periodo neoliberal han incrementado sus fortunas (la mayoría de ellas ligadas a la política neoliberal privatizadora) como si se tratara de un cuento de hadas (de terror para la mayoría de los mexicanos). Sólo hay que recordar que en 2010 la decena de empresarios autóctonos que aparecieron relacionados en el inventario de los más ricos entre los ricos conjuntamente acapararon alrededor de 15 por ciento del producto interno bruto. De hecho, sólo uno de ellos se quedó con la mitad de esa proporción.
Salvo en el caso de Carlos Slim (mil 600 millones de dólares en 1991, tras la privatización de Telmex), no hay información disponible sobre sus fortunas antes de 1994, pero de ese año al cierre de 2010 los tres magnates más ricos entre los ricos muy lejos estuvieron de reportar el mismo resultado que los millones de mexicanos que vieron crecer –por llamarle de alguna forma– el PIB per cápita en apenas 0.6 por ciento como promedio anual. En el juego de la perinola, los empresarios Forbes siempre ganan todo, en especial a partir del desmantelamiento del aparato productivo del Estado, o lo que es lo mismo, la política privatizadora de los cinco gobiernos neoliberales.
Las rebanadas del pastel
Algunos ejemplos del rumbo correcto: de 1991 a 2010 la fortuna de Carlos Slim –de acuerdo con Forbes– se incrementó 4 mil 525 por ciento, al pasar de mil 600 a 74 mil millones de dólares; la de la familia Larrea (primero con Jorge, conocido como El Azote, y ahora con su hijo Germán, el de Pasta de Conchos) aumentó mil 400 por ciento entre 1994 y 2010, es decir, de mil 100 a 16 mil millones de billetes verdes; en ese mismo periodo el empresario totalmente palacio Alberto Bailleres (el único con pedigrí entre los ricos más ricos del país, con negocios en la minería, el comercio, los seguros) vio crecer sus haberes en 530 por ciento, de mil 900 a 12 mil millones de dólares; también está Ricardo Salinas Pliego (el oscuro personaje de los abonos chiquitos y los intereses de agio, sólo apareció entre los multimillonarios a raíz de la privatización del Instituto Mexicano de la Televisión, Imevisión, hoy Tv Azteca), quien de 1994 a 2010 mágicamente vio crecer su fortuna de mil 200 a 8 mil 200 millones de dólares, igual a 583 por ciento.
cfvmexico_sa@hotmail.com


La superficie sembrada en el país con los 10 principales cultivos fue en 2010 de 13.2 millones de hectáreas: 10.5 millones con los cuatro básicos (maíz, trigo, frijol y arroz), 470 mil hectáreas con cuatro oleaginosas (ajonjolí, cártamo, algodón hueso y soya) y 2.2 millones con sorgo y cebada.
Esta frontera agrícola ha venido disminuyendo en los pasados 25 años. En 1985 México sembró 15.5 millones de hectáreas (15.3% más) de estos 10 cultivos: 12.0 millones de granos básicos, 1.2 millones de oleaginosas y 2.3 millones de sorgo y cebada.
Agroalimentos básicos
Vista quinquenalmente, la superficie sembrada de maíz registró su máximo en 1995 con 9.1 millones de hectáreas, disminuyendo de ahí consistentemente hasta las 7.8 millones (13.6% menos) sembradas en 2010 (Gráfico 1).
El frijol también alcanzó su máximo en 1995, con 2.4 millones de hectáreas sembradas, superficie que en 2010 fue de sólo 1.9 millones.


Nuestros políticos son poco más que lavadores de dinero en el tráfico de poder y político; poco menos de seis grados de separación del espíritu y tácticas de Tony Soprano, afirma el gran periodista veterano Bill Moyers. Agrega que “no hay misterio en el porqué el Parque Zuccotti (Plaza Libertad) está lleno de gente. Los reporteros siguen rascándose la cabeza y preguntando ‘¿por qué están aquí?’ Pero está claro que están ocupando Wall Street porque Wall Street ha ocupado el país”.
Moyers, en un discurso sobre el tema, comenta que muchos se preguntan por qué los manifestantes no canalizan su energía al ámbito partidista electoral y señala que la democracia no está funcionando en este país, con líderes de ambos partidos a la defensa de los más ricos, o como el presidente Barack Obama, que acepta sus donaciones mientras sólo en retórica denuncia a Wall Street y la cúpula económica.


País de invenciones y de pensamiento mágico inservibles para mejorar la vida y disminuir calamidades, el nuestro, sus habitantes, instituciones y monopolios disfrazados de empresas competitivas, hemos perdido el espíritu de servicio, al grado de identificar expectativas con desencanto y frustración. Dos ejemplos:
Luego de 14 años de ser paciente usuario de la empresa Iusacell, a la que acudía cada dos años a cambiar el celular por otro gratuito, pasaban siempre dos cosas: una, perdía mi tiempo, como el resto de los clientes a la espera de ser atendido, y otra, cuando por fin me sentaba frente a un empleado y escogía el equipo de mi interés, invariablemente escuchaba que ese equipo ya no lo tenían o que les llegaba dentro de dos meses.
Con tal de no volver en mucho tiempo a aquellas oficinas diseñadas para poner a prueba la fortaleza física y la paciencia de los usuarios más que para dar servicio, salía frustrado y con el equipo que Iusacell me imponía. El acabose fue cuando hace un mes acudí a cambiar el celular. Se me dijo que allí no lo tenían, pero que lo solicitara por teléfono y lo llevarían a mi domicilio. Hice cita y me dejaron plantado dos veces. Para colmo, mi celular se averió, solicité de nuevo el equipo, transcurrieron otros ocho días para decirme que ese equipo ya no lo tenían. Fue entonces cuando, perjudicándome, cancelé el contrato, no sin antes pagar 800 pesos por tres semanas sin teléfono. Prerrogativas de Iusacell, sin idea de servicio, pero con clientes de sobra. ¿Ante quién demandar por daños y perjuicios?


Guatemala: retorno de los genocidas
Acosada por la injusticia social inveterada, por una corrupción imparable y por una ola de violencia delictiva en la que confluyen factores internos y externos, como el combate al narcotráfico impuesto por el gobierno de Washington en México, Centroamérica y Colombia, la ciudadanía guatemalteca entregó ayer el mando del país al general Otto Pérez Molina, del Partido Patriota (PP), en una segunda vuelta electoral caracterizada por la desesperanza y la ausencia de propuestas alternativas al modelo de subdesarrollo que impera en el vecino país desde hace décadas.


El Correo Ilustrado
Los rasgos del neoliberalismo mexicano
Dos rasgos distinguen al neoliberalismo global: el abuso irracional del capitalismo, aunado a las mentiras del libre mercado y la competitividad donde sólo ganan los monopolios. Pero los neoliberales locales agregan otros dos: la ilegalidad y la corrupción. Porque aquí actúan en contra de la Constitución y la propiedad pública.

Iván Restrepo: Luege: descubridor de altos vuelos

El lunes pasado, el ingeniero José Luis Luege aseguró que será el candidato de su partido, el PAN, a la jefatura de Gobierno del Distrito Federal. Y está seguro de ello porque la capital del país requiere cambios de fondo, requiere una participación ciudadana y me identifico con acciones que lleven a soluciones de visión de largo plazo y de visión metropolitana. Además, que su interés en ser elegido es para realizar obras de infraestructura, resolver los graves problemas de la ciudad generando empleos bien remunerados que es donde se centrará el trabajo y no quedarán trabajos inconclusos, ya que se cuenta con el presupuesto adecuado para ello. Mientras los expertos tratan de descifrar éste, su programa de gobierno, el también titular de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) intensificó su campaña en busca de lo que más anhela en términos burocráticos.


Dice el viejo refrán que de buenas intenciones está cubierto el camino al infierno, pero hay otro, que es como complementario, más de pueblo: de lengua me como un taco. Y esto me viene ahora a la memoria, tecleando para La Jornada, porque en estas fechas, en las que se está decidiendo, más que el destino del país, el de los aspirantes a ser candidatos de uno u otro partido político, para cualquiera de los cargos para someterse a la votación que corresponda: desde el presidente de la República hasta un enjundioso senador o un representante de la nación, como dice la Constitución General de la República que son los diputados, representantes populares, que pueden ser federales o del Congreso del estado de donde provenga el candidato, para integrar así el Poder Legislativo federal o de una entidad federativa.


De acuerdo con la organización Transparencia Internacional (TI), México, China y Rusia se encuentran entre los países cuyas empresas entregan sobornos en el extranjero para obtener en su favor contratos, pedidos u obras de otros estados o de otras empresas. TI no precisa, cuando menos en los reportes de prensa, si los sobornados son sólo los gobiernos o también lo son otras empresas privadas; seguramente ejemplos de ambas posibilidades habrá a montones.


En conjunto, el mejor es el de la izquierda. Sí, ambos, o los tres, en verdad son excepcionales y de izquierda. En ese sentido debemos sentir un particular orgullo de que, en un medio tan raquítico políticamente, México cuente para las fundamentales elecciones del año próximo con candidaturas de tal calidad, y con una tendencia y sensibilidad evidentemente progresista. Probados ya, además, sobradamente en tareas de gobierno y de dirección política y administrativa. En tal sentido, en el del valor de sus candidatos principales, parece que México llega al primer año electoral del nuevo sexenio con toda la fuerza que otorgan a la sociedad candidatos de tal magnitud y clase.


Es un error, y grande, pensar que las malas condiciones económicas y financieras que prevalecen hoy en Estados Unidos y Europa son un asunto de ellos y sobre el que podemos desentendernos. Es erróneo, por lo tanto, creer que los demás países que aun muestran signos de alguna fortaleza en sus economías, quedarán inmunes. El contagio es cada vez más difícil de evitar. México, por supuesto, no es una excepción en este escenario.


Perdido en las ciudades de la memoria, todas aquellas donde alguna vez se extravió y no supo dónde estaba, dio con el recodo que guarda una noche ambulante a la intemperie en la inhóspita zona industrial de Milán, que aunque capital mundial del chic, a ojo de buen turista es una de las menos populares ciudades italianas por demasiado europea, y por fea.


Enrique Ponce moldeó dos esculturas increíbles a los novillos de San Isidro que debutaban en la México en la primera corrida de la temporada. Modelados realizados con el correr del trapo rojo dejando impresas las huellas de la maestría que ha adquirido en 20 años o más de lidiar reses bravas. El torero nacido en Chiva, Valencia, ha llegado a una sabiduría en la ejecución de sus faenas que parece quitarle emoción a la labor realizada. El grado de relajación con el que esculpe sus creaciones habla de una torería que sólo los grandes del toreo han conseguido. Agregado a la técnica que lo ha llevado a conocer todos los secretos de la lidia, se encontró ayer con unos novillines de San Isidro; débiles, rodando por el suelo, sin transmisión, ni emoción en los desplazamientos. Emoción que tenía que poner el torero sin salirse nunca de su estilo.

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