Nueva York, 29 feb. 12. AmecoPress/SEMlac.- El derecho a contraceptivos gratuitos se ha convertido en un tema de la campaña electoral en los Estados Unidos, ante la polarización de un debate en el Congreso que rápidamente se desplazó al electorado.
El pasado 17 de febrero, el representante del Partido Republicano por California, Darrell Issa, organizó vistas públicas de una Comisión Ad hoc sobre "libertad de religión", creada hace un año por sus correligionarios. Las audiencias convocadas por los conservadores ahora buscaban mostrar que la libertad de religión estaría siendo violada por la administración de Barack Obama en una propuesta de legislación sobre el tema.
El presidente estadounidense había anunciado en enero que haría obligatoria para todas las empresas de salud -públicas o privadas- una nueva normativa de la reforma de salud de 2010 conocida como Patient Protection and Affordable Care Act (Acta de Protección y Atención Asequible a Pacientes), que incluía contraceptivos en los planes de seguro médico.
Las vistas de los republicanos estuvieron compuestas exclusivamente por hombres, ya que Issa no le permitió a ninguna mujer dar testimonio. La congresista del Partido Demócrata Carolyn B. Maloney, de Nueva York, preguntó dónde estaban las mujeres, aclarando que le parecía "indignante" que los republicanos no permitieran a una sola de las millones de ellas que se pronunciaran sobre el tema y necesitan que sus seguros cubran servicios de salud reproductiva.
El 50 por ciento de los embarazos en los Estados Unidos son no intencionales y "la causa principal es la inconsistencia en el uso de anticonceptivos, por lo cual las mujeres se beneficiarían con la legislación al tener acceso a los mejores y más efectivos contraceptivos, que muchas veces son los más caros, por ejemplo el DUI ("T" de cobre)", explicó Laura MacCleery, directora de relaciones con el gobierno de la organización no gubernamental Centro por los Derechos Reproductivos.
Ejemplificó que una "T" de cobre cuesta entre 175 y 500 dólares en los Estados Unidos. Pero el tema no es solo de dinero, sino de derechos laborales de las mujeres. En la actualidad, 25 estados de la unión tienen requisitos de lo que se conoce como Equidad Contraceptiva. Los que no gozan de este derecho son Alabama, Alaska, Colorado, Delaware, Florida, Hawaii, Idaho, Indiana, Kansas, Kentucky, Louisiana, Minnesota, Mississippi, Nebraska, North Dakota, Ohio, Oklahoma, Pennsylvania, South Carolina, South Dakota, Tennessee, Texas, Utah, Virginia y Wyoming.
La resolución, adoptada desde el 2000 por la Comisión de Igualdad de Oportunidad Laboral, reconoce que no se puede discriminar a las mujeres trabajadoras negándoles contraceptivos en sus planes médicos. La propuesta de Obama se aplicaría a nivel nacional por todas las empresas que brinden servicios de salud.
Inmediatamente se dejaron escuchar las reacciones de los conservadores en el Congreso y en las organizaciones religiosas. La voz de los obispos católicos y evangélicos fue seguida por la de los congresistas conservadores.
En ambos casos, los líderes religiosos apelan a sus creencias para oponerse a la aplicación de la normativa, aludiendo que es un tema de conciencia, no de salud y derechos reproductivos.
Se oponen a que las personas trabajadoras en instituciones católicas reciban acceso a contraceptivos como parte de sus seguros médicos, aludiendo a razones de orden religioso.
El presidente Obama trató de conciliar, presentando una enmienda en la cual serían las compañías de seguro -no los empleadores- las que estarían obligadas a informar a los empleados sobre tales servicios gratuitos de contraceptivos. De esa manera, las instituciones de carácter religioso, que ofrecen servicios de salud a personas aseguradas, no tendrían que recibir contraceptivos.
Pero la enmienda tampoco fue aceptada por los conservadores. Querían que la excepción no solo se refiriera a las instituciones de carácter religioso como las iglesias, sino a sus hospitales, escuelas, etc.
"La medida sería discriminatoria porque ni siquiera todo el personal que labora en las instituciones salud de las iglesias, necesariamente, profesa la fe religiosa", dijo Jon O’Brien, presidente de la organización sin fines de lucro Católicas por el Derecho a Decidir.
Añadió que los obispos saben que no pueden ganar una batalla contra los contraceptivos, pero "esa es solo la punta del iceberg, pues lo que buscan es que sus empresas no se tengan que regir por los mismos criterios que el resto".
"Al activista católico le parece que, como los obispos no convencieron a sus bases de no usar contraceptivos, ahora quieren forzarlos por la vía de la legislación", concluyó O´Brien, y añadió que "de paso, lo que quieren es hacerle daño a Obama en su campaña electoral, diciendo que no es amigable a las religiones." Obama es cristiano, pero entiende que su gobierno rige a todas las mujeres, no solo a las cristianas.
Las organizaciones de mujeres reaccionaron también, manteniendo el tema en la arena de los derechos reproductivos. MacCleery sostiene que muchas organizaciones e instituciones están de acuerdo porque es un tema de salud muy importante.
"Nuestra organización piensa que esa política es necesaria, importante y no infringe la libertad de conciencia", dijo y precisó que la libertad de religión implica que cada persona pueda escoger de acuerdo a su religión, no que se decida a otro nivel.
El tema ha provocado una polémica tan fuerte, tan amplia y aparentemente tan irreconciliable en el Congreso, que muchos opinan que se dirimirá en las elecciones. Los conservadores pensaban que podrían revocar la propuesta de Obama en la Cámara de Representantes controlada por ellos, pero el Senado está en manos de una mayoría demócrata, y la resolución del debate que entra a ese nivel.
Las organizaciones de mujeres han asumido el reto. Una de ellas es la iniciativa La Lista Emily, una organización dedicada a promover a puestos de gobierno a mujeres demócratas que apoyan la libre elección del aborto.
Ese movimiento declaró la pasada semana que 51 por ciento del electorado en el país está compuesto por mujeres y que van a movilizar las bases para que voten por mujeres que apoyen la iniciativa de Obama.
Emma Shapiro, portavoz de la Lista, dijo que la postura actual de los republicanos "solo muestra lo disociados que están de sus propias bases porque cada encuesta que se hace en este país dice que las mujeres independientes, católicas, demócratas, están a favor del control de la natalidad.
" Añadió que el tema de los contraceptivos es un asunto de salud pública y afortunadamente hay una gran cantidad de candidatas del Partido Demócrata que practican esa profesión, por lo cual están muy claras.
La encuesta del National Survey of National Growth de abril de 2011 concluyó que 98 por ciento de las mujeres Católicas que son activas sexualmente usan algún método contraceptivo a los que se oponen los obispos, olvidando quizás que todo ser humano tiene libre albedrío y, por ende, puede decidir lo que entienda que necesita.
Una encuesta del New York Times/CBS Noticias, publicada el mismo día en que se inició el debate en el Congreso, refleja que la mayoría de personas (65%) en los Estados Unidos, incluyendo católicos, apoya que haya cobertura de contraceptivos en sus planes médicos.
Foto: Archivo AmecoPress. La congresista del Partido Demócrata Carolyn B. Maloney
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