Hay quejas por tiempos de espera y falta de asesoría
Por Anaiz Zamora Márquez
México, DF, 27 feb 12 (CIMAC).- A casi cinco años de que el aborto es legal en el Distrito Federal, los servicios de salud que ofrecen la interrupción legal del embarazo (ILE) aún presentan deficiencias: los tiempos de espera son largos, la atención no es integral y falta mejorar la consejería a las usuarias.
Así lo dio a conocer el Instituto Alan Guttmacher –especializado en salud sexual y reproductiva– en su estudio “Percepciones sobre la calidad de los servicios de los programas de aborto legal del sector público en la Ciudad de México”, en el que se precisa que en 2009 se realizaron más de16 mil ILE en instituciones de salud pública.
Lo anterior se traduce en que 61 por ciento de los abortos totales fueron costeados por el gobierno capitalino y de éstos, 43 por ciento fueron realizados en una clínica de primera atención.
La investigación, destinada a evaluar la percepción de las usuarias sobre este servicio, tomó como base la información proporcionada por 402 mujeres que recibieron el servicio durante septiembre y diciembre de 2009, a las cuales se les aplicó un cuestionario sobre la atención recibida.
Los datos obtenidos revelaron que 50 por ciento de las mujeres que accedieron a una ILE en 2009 no recibió opciones sobre la forma de llevarlo a cabo, mientras que 13 por ciento no tuvo información de cuidados post-aborto.
En tanto, 45 por ciento de las mujeres que se practicaron un aborto consideró que el tiempo de espera para recibir el procedimiento es largo y no existen suficientes lugares para la demanda del servicio, por lo que el procedimiento se retarda aún más.
AVANCES EN SALUD REPRODUCTIVA
El estudio del Instituto Alan Guttmacher demostró también las percepciones positivas de los servicios de ILE en el DF, pues casi el total de las mujeres encuestadas coincidieron en que los cuidados y atención brindados por el personal son de calidad, y las hacen sentir seguras y confiadas durante el procedimiento.
El Instituto destacó que si bien ha habido un avance en la salud reproductiva de las mexicanas “estos progresos no han resultado suficientes para asegurar a las mujeres el acceso a servicios confidenciales y de alta calidad en materia de interrupción legal del embarazo”.
Consideró que debido a que los programas de salud pública que garantizan un aborto seguro son recientes, éstos deben ser evaluados y monitoreados constantemente a fin de detectar sus deficiencias y en poco tiempo eliminarlas.
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