“Le pedí ayuda al gobernador Eruviel Ávila y a Enrique Peña Nieto” y nadie me hizo caso. “He sido humillada, pisoteada”, cuenta Amparo Vargas, mamá de una de las víctimas de César Armando Librado Legorreta, “El Coqueto”.
Vargas lamenta la actuación de la Procuraduría del Estado de México en la “fuga” por un “descuido” del feminicida y dice que el procurador Alfredo Castillo ha demostrado que “no puede” con el cargo.
Amparo contó que llevaba más de un mes buscando a su hija de 16 años cuando finalmente se enteró que había sido asesinada en el microbús de “El Coqueto”.
Amparo describió el mal trato que recibió en el proceso de “investigación”.
Primero al acudir al ministerio público para levantar el acta sobre la desaparición de la joven, resulta que “no había sistema”. Incluso un agente del ministerio le comentó que para darle avances de la investigación “a ver si se podía robar el internet” porque “no tenía”.
Los agentes del ministerio público fueron más lejos y le exigieron que ella solventara los gastos de la búsqueda de su hija:
“Quiere encontrar a su hija, búsquela usted porque nosotros no tenemos ni carro, nada”, le dijeron.
“Les tuve que poner carro, con gasolina, el celular con crédito, les tuve que invitar los tacos y los refrescos para que me ayudarán”, explicó.
Ahora exige la recaptura de El Coqueto y dice sentir miedo por todo lo que está pasando, pero que no dejará de alzar la voz por sus hijos
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