Por Anayeli García Martínez
México, DF, 17 sep 12 (CIMAC).-
La Secretaría de Salud y la Procuraduría de Justicia de Guerrero (PJG)
se niegan a brindar información sobre la interrupción legal del
embarazo (ILE) a las mujeres víctimas de violación sexual, acusó el
Instituto Guerrerense de Derechos Humanos.
Cuatro meses después
de que esta agrupación y un grupo de organizaciones civiles de esta
entidad crearan un observatorio para vigilar el acceso al aborto por
violación, han constatado que las autoridades no garantizan que las
mujeres ejerzan este derecho.
Silvia Castillo, directora del
Instituto Guerrerense, precisó en entrevista que desde 2010 la entidad
cuenta con lineamientos para garantizar el aborto por las causales
permitidas, sin embargo hasta ahora no se sabe cómo funcionan estos
servicios.
Paradójicamente, Guerrero no forma parte de las 17
entidades federativas que desde 2008 reformaron sus constituciones
locales para “proteger la vida desde la concepción fecundación”, lo que
ha dado pie a que las mujeres sean criminalizadas por interrumpir sus
embarazos.
La defensora de los derechos femeninos explicó que
desde mayo pasado cuando se creó el observatorio para dar seguimiento a
estas reglas de operación, las autoridades judiciales y los servicios
de salud se niegan a dar información al respecto.
Hay que
señalar que el observatorio nació con el objetivo de vigilar que se
garantizara la interrupción del embarazo, identificar a los y las
médicos objetores de conciencia, y capacitar al personal médico para
realizar este procedimiento.
Sin embargo hasta ahora las
organizaciones promotoras de esta iniciativa –el Colectivo Nosotras, la
Coordinadora Guerrerense de Mujeres Indígenas, Ddser Guerrero y
Comunidad Raíz Zubia, entre otros– se han topado con varios obstáculos.
El
primer obstáculo, destacó Silvia Castillo, es la indiferencia y
negligencia del secretario de Salud estatal, Lázaro Masón Alonso, quien
se niega a escuchar las propuestas y preocupaciones de las
organizaciones civiles porque teme que después “le pidan trabajo”.
Además
esta dependencia les ha informado que no tiene datos sobre abortos por
violación, pese a que las organizaciones consideran que cada año
podrían ingresar a urgencias decenas de mujeres por procedimientos mal
practicados.
Guerrero no es la única entidad que se niega a
garantizar el aborto por violación, toda vez que según un estudio del
Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio (OCNF) en el país no
hay coordinación entre las autoridades de justicia y los servicios de
salud para atender estos casos.
En el estudio “Atención de las
mujeres víctimas de violación en las secretarías de Salud de 10
estados” se explica que a excepción del Estado de México, las
dependencias desconocen cuántas mujeres embarazadas por violación
atendieron, cuántas solicitaron un aborto legal y cuántas fueron
autorizadas.
Castillo además acusó que la PJG, encabezada por la
procuradora estatal Martha Elba Garzón Bernal, tampoco les ha brindado
información sobre las denuncias iniciadas por el delito de violación ni
el número de peticiones para interrumpir el embarazo.
Silvia
Castillo señaló que de acuerdo con información extraoficial, aunque al
Ministerio Público lleguen mujeres a denunciar que fueron víctimas de
violación sexual no se les informa que en caso de embarazo pueden pedir
que se garantice su derecho al aborto.
El artículo 121 del
Código Penal estatal establece que el aborto no se penaliza por
imprudencia de la mujer embarazada, sea resultado de una violación o de
una inseminación artificial indebida, y cuando el producto padezca
alteraciones genéticas o congénitas.
Ante esta situación las
organizaciones se reunirán esta semana con la procuradora estatal para
pedirle que establezca compromisos claros, para capacitar a los
operadores de justicia y garantizar el aborto a las víctimas que
quieran acceder a ese derecho.
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