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Por: Lillian Zepeda
Hace un mes, la Dra. Ann-Marie Slaughter, ex directora de planificación política del Departamento de Estado de EE.UU., ofreció una explicación y un plan de cambio. Puso de relieve el conflicto entre los valores familiares y el tener una carrera exitosa como la razón por la cual “la mujer aún no puede tenerlo todo.”
Me gustaría tratar de esclarecer por qué las latinas todavía no pueden tenerlo todo – puesto que las razones son muy distintas.
En el ámbito profesional, los primeros en llegar a la oficina y los últimos en irse, que pasan sus fines de semana trabajando, son las personas más valoradas y considerados líderes exitosos. Se supone que las personas con una familia no tienen ese tipo de flexibilidad en su horario, mas sin embargo hay personas que lo hacen, y por “personas” me refiero a hombres.
La mayoría de veces, los líderes son hombres porque aún teniendo una familia a) no son considerados los cuidadores primarios de sus hijos, por lo que es más fácil para ellos escapar al trabajo, y b) cuando eligen su carrera sobre sus hijos, es considerado un sacrificio desinteresado. Vale la pena mantenerse alejado de su familia si uno es hombre.
La Dra. Slaughter pide que dejemos de engañarnos a nosotros mismos y miremos la realidad. Las mujeres no están superándose porque carezcan de ambición como la primera generación de feministas insiste. Es porque la persona que valora la crianza de los hijos y la familia sobre el trabajo es percibida como menos comprometida, productiva y profesional que los que pasan la noche y fines de semana en la oficina. Los empleados deben alcanzar un equilibrio entre trabajo y vida que los empleadores deben respetar. Tanto hombres como mujeres se beneficiarán si se logra esto.
Machismo latino
La Dra. Slaughter habla desde un lugar en la cultura norteamericana donde el machismo persiste, pero no es tan predominante como en la cultura latina. Cuando los anglosajones hablan de marianismo (the virgen/whore dichotomy) la imagen de la Virgen sosteniendo al niño Jesús no aparece en sus mentes automáticamente como pasa con los latinos. Cuando una latina intenta alcanzar su interés feminista, va en contra de su religión, su familia y la estructura social que ha sostenido nuestra cultura. Ser latina significa vivir para sus hijos, y no en el buen sentido.No puedo numerar la cantidad de miradas confusas que he recibido cuando he dicho que mis hijos pasan dos semanas conmigo y dos semanas con su padre cada mes. No puedo explicar lo importante que esas dos semanas son para mí cuando tengo exceso de trabajo y no quiero ser percibida como egoísta, anti-madre.
Mi propia madre, aunque ha visto mi esfuerzo y siempre me ha ayudado, insiste en que tome custodia total de mis hijos. Ella lo hizo y la mayoría lo hace. Pero los hijos son del padre y de la madre y mis hijos estarán mejor con ambos.
Pero como he dicho, yo soy una excepción, como lo es la Dra. Slaughter. Ella está hablando desde el punto de vista de una población donde el número de papás que se quedan en casa para criar hijos ha aumentado drásticamente de 11.000 en 1990 a 154.000 en 2010. Además, tiene sentido financiero que el papá se quede en casa cuando la mamá gana más y los gastos de guardería y transporte van subiendo.
Latinas amas de casa
Pero es una historia muy diferente para las mujeres hispanas que ganan poco sueldo, menos que los hombres hispanos, y menos que hombres y mujeres de cualquier otra raza en conjunto.De los 213 papás que se quedaban en casa que fueron encuestados por la Universidad de Texas en Austin en 2007, el 93% eran de raza blanca. Y en el 2010, de 84 hombres que participaron en la investigación de amos de casa por la Universidad Estatal de Indiana, sólo 6 no eran blancos.
Además, en el año 2007 las amas de casa eran más propensas a ser jóvenes e hispanas. Las mujeres hispanas eran el 27% de las amas de casa en comparación con sólo el 16% de las mujeres que trabajaban. Y el 44% de ellas eran menores de 35 años.
Considerando el tiempo que se necesita para terminar los estudios y establecerse en su profesión, estas mujeres probablemente nunca llegaran a ejercerse como profesionales.
En otras palabras, no existe una carrera para usted, Sra. Ama de casa latina.
Las mujeres blancas todavía no pueden tenerlo todo porque tienen que elegir entre la crianza de sus hijos y tener éxito en sus carreras. Las latinas no pueden tenerlo todo porque pocas tienen la posibilidad de elegir entre el uno y el otro.
Mi esperanza es que más hombres, latinos, como el padre de mis hijos, dejen de lado esa mentalidad machista que es regresiva y apoyen y participen más en la crianza de sus hijos. Dejen de decir, “Yo pago las cuentas y no voy además a cuidar niños”. Compartiendo el tiempo con sus hijos por igual, las mujeres latinas tendrán la oportunidad de terminar sus estudios más rápido, avanzar en sus carreras, tomar cargos de influencia y añadir al capital de sus familias. Sus hijos podrán alcanzar el sueño americano. Las mujeres deben desprenderse de esos estereotipos que impiden su crecimiento.
*Estudia medios, cultura y comunicación en NYU y trabaja en La Guardia Community College.
Nota: El artículo fue editado para su publicación en Palabra de Mujer
Fuente: http://www.queenslatino.com
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