VIOLENCIA
Ante ola de violencia, ya no confían en autoridades
CIMACFoto | César Martínez López
Por: Gladis Torres Ruiz
Cimacnoticias | México, DF.- Especialistas
en violencia de género presentaron en el Senado la situación que guarda
en México la violencia contra las niñas, adolescentes, mujeres y
periodistas, la cual llega incluso hasta el asesinato.Con motivo de los 16 días de activismo que iniciaron el pasado 25 de noviembre, Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, la Comisión de Derechos Humanos del Senado, encabezada por la perredista Angélica de la Peña, presentó investigaciones de organizaciones civiles en las que se demuestra la violación a las garantías fundamentales de la población femenina.
Durante el foro “Vulnerabilidad jurídica de niñas y adolescentes frente a la violencia social en México”, María Josefina Menéndez, directora en México de la organización internacional Save the Children, señaló que ante la violencia de la que son víctimas, niñas, niños y adolescentes no creen en las autoridades y perciben pocas esperanzas de cambio.
Consideró que el impacto en la infancia del aumento de la violencia social ha sido alto y no es atendido de manera específica.
Según los primeros resultados de la investigación “Identificación y reconocimiento jurídico de la vulnerabilidad de las niñas y mujeres adolescentes ante la violencia social en México”, de 7 mil 938 niñas y niños de entre 7 y 18 años, 84 por ciento cree que puede salir lastimado por la violencia; 72 por ciento ha visto una pistola; 70 por ciento a alguien consumir droga, y 32 por ciento ha sido testigo de un secuestro.
Al presentarse el informe “Feminicidio en México. Aproximación, tendencias y cambios 1985-2009”, se informó que el número de defunciones femeninas con presunción de homicidio en ese lapso fue de 34 mil 176, de las cuales 7 mil ocurrieron entre 2005 y 2009.
En el documento editado de manera conjunta por ONU Mujeres, el Instituto Nacional de las Mujeres y El Colegio de México, se asegura que el número de asesinatos de mujeres durante el periodo analizado ha ido en aumento constante.
El estudio fue presentado por la ex diputada federal Teresa Incháustegui, el investigador Carlos Echarri y María de la Paz López Barajas, asesora técnica de ONU Mujeres.
En casi 6 por ciento de los casos de feminicidio las víctimas tienen menos de 5 años y 45 por ciento de las niñas asesinadas pierden la vida en su propia casa, según el informe.
A diferencia de los homicidios de varones, los asesinatos de mujeres son “más crueles”, ya que van desde el envenenamiento, hasta el estrangulamiento, ahorcamiento, sofocación en agua y uso de objetos punzocortantes.
Integrantes de Comunicación e Información de la Mujer (CIMAC) presentaron el diagnóstico “Violencia contra las mujeres periodistas en México 2010-2011”, y destacaron que es el primer informe sobre libertad de expresión en el mundo realizado desde un enfoque de género, reconociendo que mujeres y hombres enfrentan distintas formas de violencia en un país donde los ataques a la prensa se han vuelto cosa común.
Se documentan 94 agresiones contra mujeres periodistas de 2005 al 2012, y se señala que aunque a la escena pública siempre resaltan los nombres de periodistas varones agredidos, desaparecidos y asesinados, también hay comunicadoras violentadas, insultadas, vejadas, difamadas, desacreditadas, exiliadas, desaparecidas y ultimadas.
El informe da cuenta de que 82 de los casos, equivalente al 96 por ciento, se dieron entre 2009 y 2011, explicaron Lucía Lagunes, directora de CIMAC; Yunuhen Rangel, coordinadora del Programa de Libertad de Expresión y Género de CIMAC, y las periodistas San Juana Martínez y Elia Baltazar.
Las entidades con mayor número de casos son Oaxaca (12); DF (10); Chihuahua (8); Quintana Roo (7); Jalisco (6), y Veracruz (5). Les siguen Tamaulipas, Puebla, Michoacán, Morelos, Estado de México, Durango y Guerrero, con tres casos cada uno; Nuevo León, Chiapas, Sonora y Nayarit con dos casos cada uno.
El 76 por ciento de las agresiones fueron contra reporteras que laboran formalmente en un medio de comunicación, mientras que el 10 por ciento de las violentadas son periodistas independientes.
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