Utopía
Eduardo Ibarra Aguirre
En plena luna de miel se encuentra la relación entre el grupo gobernante que encabeza Enrique Peña y buena parte de los gobernados, como lo subrayó en el mensaje en cadena nacional –de tres minutos y 30 segundos, brevedad agradecible–, del 7 de enero: En el país “hay un gran animo de cambio y transformación (…) los meses que vienen serán de optimismo, ánimo renovado y mucho trabajo”.
Para que el ánimo que observa el mexiquense hasta el día número 38 de su gobierno, tenga el reciclamiento indispensable, resultan insuficientes los discursos e incluso el afortunado cambio en la propaganda oficial: de los guerreristas anuncios de Felipe Calderón al excelente de la niña y el abuelo que van a vacunarse, sin omitir el desafortunado eslogan, por simplón, “Mover a México”. Como si fuera posible por decisión de un hombre y el país estuviera paralizado. La nación es más grande que sus gobernantes, como lo registra la historia contemporánea y remota.
Coadyuva al impulso del nuevo clima político el Pacto por México y la instalación del Consejo Rector, pero allí mismo se advierten los límites del proyecto de 91 puntos programáticos, cuando Jesús Zambrano dio a conocer a los representantes de la dirigencia de su partido, mismos que no reflejan la diversidad perredista, y cuando su discurso lo dedicó a aclarar lo que no buscan con la suscripción del acuerdo de aparente largo aliento entre Peña Nieto (“testigo de honor”) y los presidentes de los tres partidos más votados; pero también para desmentir a Martí Batres, quien recordó la política del tricolor en los años 60-80 del siglo pasado hacia los partidos paraestatales y la ausencia, ahora, de una oposición auténtica y con registro legal.
Clima que difícilmente se mantendrá cuando las conversaciones partidistas y legislativas arriben a los temas en los que será imposible sortear o negociar –por muchos negociadores que tenga Nueva Izquierda– las reformas energética y fiscal. Y entonces las expectativas sembradas en la ciudadanía no corresponderán con los resultados, salvo que Zambrano apueste a que al ya histórico PRIAN se sumen las iniciales del PRD, lo cual sería suicida ante un Movimiento Renovación Nacional que le competirá palmo a palmo. Así lo anunció Batres al notificar al Instituto Federal Electoral su intención de convertirse en partido político, ceremonia a la que no asistió Leonardo Valdés “por problemas de agenda” y que se llevó a cabo en lo que Marco Antonio Baños denominó “la casa de la democracia”, provocando carcajadas.
Cinco son las metas en las que se propone avanzar Peña Nieto durante 2013. Construir un México en paz, combate a la pobreza y la desigualdad, educación con calidad, lograr un México próspero y reposicionar al país como actor con responsabilidad global.
Sabedor de que los resultados de diciembre registran incrementos en los homicidios dolosos, Peña matizó que “el orden (sic) y la tranquilidad poco a poco volverán a ser una realidad en todas las regiones del país”. La misma actitud prudente era esperable cuando juró que quiere un país “donde cada persona tenga las oportunidades para escribir su propia historia de éxito”. Pero su primera aportación fue apoyar la reforma laboral de Calderón para legalizar la subcontratación y el trabajo sin prestaciones ni seguridad social, para competir con países emergentes con mano de obra más barata, desechable.
Finalmente: “¿Mañanas o mañas?”, pregunta la lectora yucateca María Teresa Menéndez Monforte sobre el título de la anterior Utopía, Viejas mañanas del nuevo PRI. El error es inocultable, pero el giro involuntario me gusta y procedo a disculparme.
Acuse de recibo
“En algún momento de mi carrera militar mantuve correspondencia con Arnoldo Martínez Verdugo, comunista de buena fe y sincero, que desde luego los hubo en México y otros países. Con seguridad nunca pensaron que comunismo y capitalismo tienen las mismas raíces y que toda la terrible lucha, entre comillas, que mantuvieron en el siglo XX y en lo que va del presente fue una auténtica farsa, hoy perfectamente descubierta. Felicidades. Por cierto, el crimen en sus cifras debe empezar a disminuir, por el simple hecho del cambio de actitud presidencial que pasó de un reto permanente y pendenciero, que exacerbaba los ánimos de los delincuentes, que era la actitud de Calderón, a una situación de profesionalidad responsable del actual presidente, y eso se verá en unos meses. Eso sería el primer éxito pequeño pero muy importante de la actual administración. Respecto al resto de la estrategia, salvo el fortalecimiento de la Secretaría de Gobernación y la desaparición de la Secretaría de Seguridad Pública, no hay muchos cambios (…)”. El testimonio y comentario a “Sin novedad” en el crimen organizado (4-I-13), es del general Roberto Badillo Martínez… La Embajada de Cuba invita a la conmemoración del aniversario 84 del asesinato del líder comunista Julio Antonio Mella. 10 de enero, a las 11:30, en el Jardín San Carlos, colonia Tabacalera, delegación Cuauhtémoc.
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