El magistrado presidente José Alejandro Luna Ramos ha hecho del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación su segundo hogar.
Al menos 11 puestos clave en la impartición de justicia en el país, son ocupados por familiares directos del chiapaneco.
Es una enorme red familiar que se ha visto involucrada incluso en temas escandalosos
Lunes 27 de enero de 2014
José Alejandro Luna Ramos, magistrado presidente del TEPJF, fue uno de los
que calificaron la elección del 2006 dando como ganador al panista Felipe
Calderón
La elección como presidente del TEPJF de Alejandro Luna Ramos, el 10 de
agosto del 2011, duró poco menos de 30 minutos. Una elección exprés
Los sobrinos se adhieren al grupo de élite. Hijos de sus hermanos
Carlos Hugo Luna Ramos y María Guadalupe Teresa Luna Ramos, quienes a
su vez también gozan de tan peculiar fortuna.
Y la lista podría crecer ya que información extraoficial localiza a más familiares Luna en la Procuraduría General de la República (PGR) y el Consejo de la Judicatura Federal.
Hermanos, hijos, esposas, exesposas, yernos, nueras y sobrinos pertenecen a este eclipse de favoritismos a favor de los Luna.
El magistrado Luna Ramos fue uno de los que calificaron la elección del 2006 dando como ganador a Felipe Calderón.
A pesar de que hubo miles de inconformidades y de que estuvo plagada de irregularidades él dio su voto a favor para dar por ganador al segundo presidente en México, de origen panista.
Los caprichos cuestan caro y la llegada a la Presidencia de la República de Felipe Calderón lo obligó a pagar la cadena de favores que le permitieron cruzar en su pecho la banda presidencial.
El apoyo de Luna Ramos y su cabildeo a favor de calificar favorablemente la elección del 2006, creó un estrecho lazo entre el Calderonismo y el impartidor de justicia electoral.
Fue también el boleto de entrada al servicio público de algunos de los familiares.
Eso los hizo muy cercanos y con ello creció la red del Magistrado a lo largo del país e incluso logró su más anhelado sueño: presidir el Tribunal Electoral.
El buen juez por su casa empieza
Entre los Luna hay amor filial y amor a la nómina. Y como dicen que el buen juez por su casa empieza, el magistrado José Alejandro Luna Ramos les tiene trabajo a los de su hogar.
Son cuatro hermanos Luna Ramos los que laboran en el Poder Judicial.
Uno de ellos -recién fallecido- Francisco Belisario Luna Ramos, trabajó con el magistrado Pedro Esteban Penagos López, compadre del presidente del Tribunal Electoral.
Carlos Hugo Luna Ramos es magistrado del Séptimo Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer Circuito.
María Guadalupe Teresa Luna Ramos es directora de área en la dirección general de Estadística Judicial del Consejo de la Judicatura Federal.
Y la más notoria de los hermanos es Margarita Luna Ramos, ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) y aspirante a presidir ese que es el máximo órgano de justicia en México.
También en el Poder Judicial cobra Gloria Esther Fandiño Cárdenas, una hija que tuvo Luna con su exesposa.
Gloria Liliana Luna Fandiño es directora general de tecnologías de la información de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Los otros vástagos de este primer matrimonio son José Alejandro, Jorge Belisario y Gloria Esther, quienes conforman el despacho Luna Abogados S.C que le han llevado casos al polémico obispo Onésimo Cepeda.
Jorge Belisario Luna Fandiño fue demandado por la pintora sudafricana Colette Wall por fraude. El caso se publicitó en los medios y el origen tenía que ver con que el abogado se negó a pagar unas pinturas que adquirió luego de una exposición de la artista.
Los sobrinos no se quedan atrás
Familiares sanguíneos y políticos integran la red de personajes que cobran en la nómina del Poder Judicial
Los tres hijos de su hermano Carlos Hugo con María de los Dolores Baraibar Constantino están en la nómina del Presupuesto federal.
Carlos Hugo Luna Baraibar es juez décimo de Distrito en Materia Administrativa del Primer Circuito; Claudia Érika Luna Baraibar es secretaria del Cuarto Tribunal Colegiado de Circuito en Materia Administrativa del Segundo Circuito en el Estado de México.
Además, Mónica Luna Baraibar es secretaria del Quinto Tribunal Colegiado de Circuito en Materia Penal del Primer Circuito.
El cuñado del magistrado presidente se llama José Eduardo Espinosa Bermúdez y trabaja directamente para él en el TEPJF.
Los hijos de Jorge Eduardo y María Guadalupe Teresa Luna Ramos también corrieron con suerte como sus primos. Jorge Eduardo Espinosa Luna es titular del Tercer Juzgado de Distrito del Centro Auxiliar de la Séptima Región; Isela Alejandra Espinosa Luna es directora del Registro Público y Control Inmobiliario del Instituto de Administración y Avalúos de Bienes Nacionales (Indaabin).
La nueva esposa del magistrado José Alejandro Luna Ramos se llama Concepción María del Rocío Balderas Fernández. Ella tiene su función en la SCJN y aparece como Secretaria de Estudio y Cuenta de la ministro Olga Sánchez Cordero.
El 23 de septiembre, fue propuesta al Senado por Enrique Peña Nieto como magistrada del Tribunal Superior Agrario, sin embargo, aún no se confirma el nombramiento.
Los tentáculos del funcionario chiapaneco no son exclusivos de la consanguinidad.
Su beneficio llegó hasta con los parientes de su hermano Carlos Hugo Luna Ramos.
Ellos también son parte de la amplia conexión de allegados.
Se trata del hijo de Manuel Baraibar Constantino, hermano de María de los Dolores Baraibar Constantino, la esposa de Carlos Hugo Luna Ramos.
Carlos Manuel Baraibar Tovar trabaja para el ministro Jorge Mario Pardo Rebolledo en la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
“Fue una necedad de muchos actores políticos que debieron entender que después de pasado más de un año esas boletas eran incontables, que sufrieron muchas inclemencias del tiempo, de la naturaleza en muchas partes de la República”, indicó Luna Ramos.
¿Qué dice la ley?
Durante la gestión del panista Germán Martínez Cázares que la SFP publicó en el Diario Oficial de la Federación el acuerdo. Con tan solo cuatro artículos, el documento deja claro que no se puede tener a familiares por consanguinidad hasta en cuarto grado en línea recta o colateral.
Y la lista podría crecer ya que información extraoficial localiza a más familiares Luna en la Procuraduría General de la República (PGR) y el Consejo de la Judicatura Federal.
Hermanos, hijos, esposas, exesposas, yernos, nueras y sobrinos pertenecen a este eclipse de favoritismos a favor de los Luna.
El magistrado Luna Ramos fue uno de los que calificaron la elección del 2006 dando como ganador a Felipe Calderón.
A pesar de que hubo miles de inconformidades y de que estuvo plagada de irregularidades él dio su voto a favor para dar por ganador al segundo presidente en México, de origen panista.
Los caprichos cuestan caro y la llegada a la Presidencia de la República de Felipe Calderón lo obligó a pagar la cadena de favores que le permitieron cruzar en su pecho la banda presidencial.
El apoyo de Luna Ramos y su cabildeo a favor de calificar favorablemente la elección del 2006, creó un estrecho lazo entre el Calderonismo y el impartidor de justicia electoral.
Fue también el boleto de entrada al servicio público de algunos de los familiares.
Eso los hizo muy cercanos y con ello creció la red del Magistrado a lo largo del país e incluso logró su más anhelado sueño: presidir el Tribunal Electoral.
El buen juez por su casa empieza
Entre los Luna hay amor filial y amor a la nómina. Y como dicen que el buen juez por su casa empieza, el magistrado José Alejandro Luna Ramos les tiene trabajo a los de su hogar.
Son cuatro hermanos Luna Ramos los que laboran en el Poder Judicial.
Uno de ellos -recién fallecido- Francisco Belisario Luna Ramos, trabajó con el magistrado Pedro Esteban Penagos López, compadre del presidente del Tribunal Electoral.
Carlos Hugo Luna Ramos es magistrado del Séptimo Tribunal Colegiado en Materia Penal del Primer Circuito.
María Guadalupe Teresa Luna Ramos es directora de área en la dirección general de Estadística Judicial del Consejo de la Judicatura Federal.
Y la más notoria de los hermanos es Margarita Luna Ramos, ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) y aspirante a presidir ese que es el máximo órgano de justicia en México.
También en el Poder Judicial cobra Gloria Esther Fandiño Cárdenas, una hija que tuvo Luna con su exesposa.
Gloria Liliana Luna Fandiño es directora general de tecnologías de la información de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Los otros vástagos de este primer matrimonio son José Alejandro, Jorge Belisario y Gloria Esther, quienes conforman el despacho Luna Abogados S.C que le han llevado casos al polémico obispo Onésimo Cepeda.
Jorge Belisario Luna Fandiño fue demandado por la pintora sudafricana Colette Wall por fraude. El caso se publicitó en los medios y el origen tenía que ver con que el abogado se negó a pagar unas pinturas que adquirió luego de una exposición de la artista.
Los sobrinos no se quedan atrás
Familiares sanguíneos y políticos integran la red de personajes que cobran en la nómina del Poder Judicial
Los tres hijos de su hermano Carlos Hugo con María de los Dolores Baraibar Constantino están en la nómina del Presupuesto federal.
Carlos Hugo Luna Baraibar es juez décimo de Distrito en Materia Administrativa del Primer Circuito; Claudia Érika Luna Baraibar es secretaria del Cuarto Tribunal Colegiado de Circuito en Materia Administrativa del Segundo Circuito en el Estado de México.
Además, Mónica Luna Baraibar es secretaria del Quinto Tribunal Colegiado de Circuito en Materia Penal del Primer Circuito.
El cuñado del magistrado presidente se llama José Eduardo Espinosa Bermúdez y trabaja directamente para él en el TEPJF.
Los hijos de Jorge Eduardo y María Guadalupe Teresa Luna Ramos también corrieron con suerte como sus primos. Jorge Eduardo Espinosa Luna es titular del Tercer Juzgado de Distrito del Centro Auxiliar de la Séptima Región; Isela Alejandra Espinosa Luna es directora del Registro Público y Control Inmobiliario del Instituto de Administración y Avalúos de Bienes Nacionales (Indaabin).
La nueva esposa del magistrado José Alejandro Luna Ramos se llama Concepción María del Rocío Balderas Fernández. Ella tiene su función en la SCJN y aparece como Secretaria de Estudio y Cuenta de la ministro Olga Sánchez Cordero.
El 23 de septiembre, fue propuesta al Senado por Enrique Peña Nieto como magistrada del Tribunal Superior Agrario, sin embargo, aún no se confirma el nombramiento.
Los tentáculos del funcionario chiapaneco no son exclusivos de la consanguinidad.
Su beneficio llegó hasta con los parientes de su hermano Carlos Hugo Luna Ramos.
Ellos también son parte de la amplia conexión de allegados.
Se trata del hijo de Manuel Baraibar Constantino, hermano de María de los Dolores Baraibar Constantino, la esposa de Carlos Hugo Luna Ramos.
Carlos Manuel Baraibar Tovar trabaja para el ministro Jorge Mario Pardo Rebolledo en la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Es tan larga y variada la lista de familiares vinculados a la
impartición de justicia no es difícil para cualquier ciudadano o
político caer en la red de complicidades del magistrado Alejandro Luna
Ramos.
Estirando la ley a favor de la familia
La Ley Federal de Responsabilidades de los Servidores Públicos contempla restricciones para la contratación de familiares en el servicio público. Pero por si eso fuera poco o quizás por que en la práctica poco vale esta normativa la Secretaría de la Función Pública (SFP) hizo un acuerdo para acotar más estas prohibiciones.
Fue durante la gestión del panista Germán Martínez Cázares que la SFP publicó en el Diario Oficial de la Federación el acuerdo. Con tan solo cuatro artículos, el documento deja claro que no se puede tener a familiares por consanguinidad hasta en cuarto grado en línea recta o colateral.
“Artículo 2.- La restricción legal para contratar a los familiares de los servidores públicos y otorgarles alguna ventaja o beneficio, se refiere a aquellos cuyo parentesco sea por consanguinidad hasta el cuarto grado en línea recta o colateral; por afinidad hasta el cuarto grado en línea recta o colateral y en el caso del parentesco civil solo entre el adoptante y adoptado.
En el supuesto de la adopción plena a que se refiere el artículo 410 A del Código Civil Federal, deberá tomarse en cuenta que ésta se equipara al parentesco por consanguinidad, esto es, entre el adoptado, el adoptante, los parientes de este y los descendientes de aquel, como si el adoptado fuera hijo consanguíneo.
En el artículo 3 le dan más precisión al tema para excluir incluso a los parientes de los cónyuges de los funcionarios.
“Artículo 3.- A fin de contribuir a una correcta aplicación del presente acuerdo, en el caso de parentesco por afinidad deben tomarse en cuenta los siguientes criterios:
I.- El parentesco por afinidad solamente existe entre el varón y los consanguíneos de la esposa y viceversa, por lo que no existe parentesco de afines a afines;
Quedan comprendidos entre otros:
Los parientes consanguíneos del cónyuge del servidor público hasta el cuarto grado en línea recta o colateral.
Los cónyuges de los parientes consanguíneos por línea recta o colateral del servidor público hasta cuarto grado
II.- Si se diere el caso de anulación o disolución por divorcio del vínculo matrimonial, los lazos de parentesco que por afinidad se habían adquirido dejan de surtir efectos en términos de ley.
III.- En los casos de muerte de cualquiera de los cónyuges continuará vigente la relación de parentesco.
El acuerdo es un total galimatías como la propia Ley respecto a este tema. Jamás menciona el conflicto de intereses o los problemas derivados de tener a una decena de familiares en puestos relacionados. Sean consanguíneos o no.
Si bien no todos los familiares del magistrado Alejandro Luna Ramos caerían en los supuestos del acuerdo gubernamental hay quienes sí.
En todo caso tendría que ser una autoridad judicial la que determinara en qué grado la larga lista de parientes de Luna Ramos incumple con el acuerdo de la Secretaría de la Función Pública.
Es decir se tendría que juzgar al juez.
Antecedentes del poder
La elección como presidente del TEPJF de Alejandro Luna Ramos, el 10 de agosto del 2011, duró poco menos de 30 minutos. Una elección exprés. Dos de sus compañeros se apresuraron en darle el apoyo: Salvador Olimpo Gomar y Constancio Carranza Daza.
Al primero se le ubica como uno de los más cercanos confidentes del Senador panista Roberto Gil, exsecretario particular de Felipe Calderón.
Gil ahora preside la Comisión de Justicia del Senado de la República y que es donde se reciben las propuestas presidenciales para los ministros de la Suprema Corte de Justicia del país.
Constancio Carranza es primo de Diodoro Carrasco, exgobernador priista de Oaxaca y hoy converso panista por la bendición de Calderón.
Otro de sus compañeros, Pedro Esteban Penagos –también chiapaneco y su compadre- declinó buscar la presidencia del TDPJF y le dejó libre el camino. José Alejandro Luna Ramos votó por el mismo y con eso logró un voto más de los cuatro que requería para obtener el triunfo.
Su llegada a la presidencia echó por tierra el interés de María del Carmen Alanís de reelegirse. Paradójico como la propia impartición de justicia, su primer discurso fue sobre la transparencia y el escrutinio de la opinión pública sobre todas las acciones de los integrantes del Tribunal Electoral.
“Abriremos las puertas del Tribunal a la supervisión no sólo de los órganos del Estado, sino además de la opinión pública”.
Sin duda el caso de sus múltiples familiares en la nómina del Poder Judicial será una prueba de fuego para saber qué tan ciertas fueron sus palabras.
Y es que su pasado lo persigue. En los primeros días de septiembre del 2013 se decidió que se quemarían las boletas de elección del 2006. Aquellas con las que se exigía el voto por voto, casilla por casilla.
Esas boletas eran parte central para la exigencia de los partidos de izquierda, encabezados por el excandidato presidencial, Andrés Manuel López Obrador, para reclamar su triunfo en los comicios.
De abrirse todas esas boletas aseguró en cientos de ocasiones López Obrador se podría ver la magnitud del fraude electoral.
Pero nunca se aceptó abrir la totalidad de los paquetes electorales y finalmente con Luna Ramos al frente del Tribunal Electoral se tomó la decisión de incinerarlos.
El magistrado se ufanó de la decisión y declaró que era una necedad mantener esos “papeles”.
Estirando la ley a favor de la familia
La Ley Federal de Responsabilidades de los Servidores Públicos contempla restricciones para la contratación de familiares en el servicio público. Pero por si eso fuera poco o quizás por que en la práctica poco vale esta normativa la Secretaría de la Función Pública (SFP) hizo un acuerdo para acotar más estas prohibiciones.
Fue durante la gestión del panista Germán Martínez Cázares que la SFP publicó en el Diario Oficial de la Federación el acuerdo. Con tan solo cuatro artículos, el documento deja claro que no se puede tener a familiares por consanguinidad hasta en cuarto grado en línea recta o colateral.
“Artículo 2.- La restricción legal para contratar a los familiares de los servidores públicos y otorgarles alguna ventaja o beneficio, se refiere a aquellos cuyo parentesco sea por consanguinidad hasta el cuarto grado en línea recta o colateral; por afinidad hasta el cuarto grado en línea recta o colateral y en el caso del parentesco civil solo entre el adoptante y adoptado.
En el supuesto de la adopción plena a que se refiere el artículo 410 A del Código Civil Federal, deberá tomarse en cuenta que ésta se equipara al parentesco por consanguinidad, esto es, entre el adoptado, el adoptante, los parientes de este y los descendientes de aquel, como si el adoptado fuera hijo consanguíneo.
En el artículo 3 le dan más precisión al tema para excluir incluso a los parientes de los cónyuges de los funcionarios.
“Artículo 3.- A fin de contribuir a una correcta aplicación del presente acuerdo, en el caso de parentesco por afinidad deben tomarse en cuenta los siguientes criterios:
I.- El parentesco por afinidad solamente existe entre el varón y los consanguíneos de la esposa y viceversa, por lo que no existe parentesco de afines a afines;
Quedan comprendidos entre otros:
Los parientes consanguíneos del cónyuge del servidor público hasta el cuarto grado en línea recta o colateral.
Los cónyuges de los parientes consanguíneos por línea recta o colateral del servidor público hasta cuarto grado
II.- Si se diere el caso de anulación o disolución por divorcio del vínculo matrimonial, los lazos de parentesco que por afinidad se habían adquirido dejan de surtir efectos en términos de ley.
III.- En los casos de muerte de cualquiera de los cónyuges continuará vigente la relación de parentesco.
El acuerdo es un total galimatías como la propia Ley respecto a este tema. Jamás menciona el conflicto de intereses o los problemas derivados de tener a una decena de familiares en puestos relacionados. Sean consanguíneos o no.
Si bien no todos los familiares del magistrado Alejandro Luna Ramos caerían en los supuestos del acuerdo gubernamental hay quienes sí.
En todo caso tendría que ser una autoridad judicial la que determinara en qué grado la larga lista de parientes de Luna Ramos incumple con el acuerdo de la Secretaría de la Función Pública.
Es decir se tendría que juzgar al juez.
Antecedentes del poder
La elección como presidente del TEPJF de Alejandro Luna Ramos, el 10 de agosto del 2011, duró poco menos de 30 minutos. Una elección exprés. Dos de sus compañeros se apresuraron en darle el apoyo: Salvador Olimpo Gomar y Constancio Carranza Daza.
Al primero se le ubica como uno de los más cercanos confidentes del Senador panista Roberto Gil, exsecretario particular de Felipe Calderón.
Gil ahora preside la Comisión de Justicia del Senado de la República y que es donde se reciben las propuestas presidenciales para los ministros de la Suprema Corte de Justicia del país.
Constancio Carranza es primo de Diodoro Carrasco, exgobernador priista de Oaxaca y hoy converso panista por la bendición de Calderón.
Otro de sus compañeros, Pedro Esteban Penagos –también chiapaneco y su compadre- declinó buscar la presidencia del TDPJF y le dejó libre el camino. José Alejandro Luna Ramos votó por el mismo y con eso logró un voto más de los cuatro que requería para obtener el triunfo.
Su llegada a la presidencia echó por tierra el interés de María del Carmen Alanís de reelegirse. Paradójico como la propia impartición de justicia, su primer discurso fue sobre la transparencia y el escrutinio de la opinión pública sobre todas las acciones de los integrantes del Tribunal Electoral.
“Abriremos las puertas del Tribunal a la supervisión no sólo de los órganos del Estado, sino además de la opinión pública”.
Sin duda el caso de sus múltiples familiares en la nómina del Poder Judicial será una prueba de fuego para saber qué tan ciertas fueron sus palabras.
Y es que su pasado lo persigue. En los primeros días de septiembre del 2013 se decidió que se quemarían las boletas de elección del 2006. Aquellas con las que se exigía el voto por voto, casilla por casilla.
Esas boletas eran parte central para la exigencia de los partidos de izquierda, encabezados por el excandidato presidencial, Andrés Manuel López Obrador, para reclamar su triunfo en los comicios.
De abrirse todas esas boletas aseguró en cientos de ocasiones López Obrador se podría ver la magnitud del fraude electoral.
Pero nunca se aceptó abrir la totalidad de los paquetes electorales y finalmente con Luna Ramos al frente del Tribunal Electoral se tomó la decisión de incinerarlos.
El magistrado se ufanó de la decisión y declaró que era una necedad mantener esos “papeles”.
“Fue una necedad de muchos actores políticos que debieron entender que después de pasado más de un año esas boletas eran incontables, que sufrieron muchas inclemencias del tiempo, de la naturaleza en muchas partes de la República”, indicó Luna Ramos.
¿Qué dice la ley?
Durante la gestión del panista Germán Martínez Cázares que la SFP publicó en el Diario Oficial de la Federación el acuerdo. Con tan solo cuatro artículos, el documento deja claro que no se puede tener a familiares por consanguinidad hasta en cuarto grado en línea recta o colateral.
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