1/27/2014

Los periodistas pal café . . .



El director teatral Juan Francisco Kuykendall Leal (Kuy) lo mataron agentes del gobierno. Era uno de los miles que el 1º de diciembre de 2012 protestaban con energía en las inmediaciones del blindado Palacio Legislativo de San Lázaro contra la instalación de Enrique Peña Nieto en la silla nacional de mando. Ese día, desde las barreras policiacas que con esfuerzo contenían el amago ciudadano, balas de goma y granadas de gases lacrimógenos fueron disparadas con intencional irresponsabilidad criminal, enderezadas hacia los grupos de manifestantes con ánimos de lesionarlos, de hacerles sentir el grave riesgo físico al que se enfrentaban.
Kuy, como llamaban sus amigos a quien participó en múltiples actividades de protesta política y social, fue alcanzado por uno de esos proyectiles, cayó y quedó tirado con exposición de masa encefálica, en un cuadro tan delicado que algunos de los presentes lo dieron por muerto y así lo difundieron, al grado de que el diputado de izquierda Ricardo Monreal habló en la tribuna de San Lázaro de ese primer crimen político del sexenio que en realidad no se materializó ese día inaugural, sino un año y casi 14 meses después.
No fue Kuykendall el único de los ciudadanos lesionados en ese #1DMX. Hubo otros participantes heridos, uno de ellos Uriel Sandoval Díaz, estudiante de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México, a quien una bala de goma reventó el ojo derecho y le causó daños en nariz y pómulos. Lesiones menores de otros manifestantes fueron atendidas por ambulantes de la Cruz Roja o quedaron en el registro doméstico de quienes ya no quisieron embrollos oficiales.
De esa muerte, de la pérdida de un ojo y de decenas de lesiones menores no hubo ni un asomo del espíritu indagatorio y justiciero al que las autoridades están obligadas. Fue como una sentencia sumaria que condenó a todo activista y opositor al régimen peñanietista a la pérdida de sus derechos ciudadanos y a una especie de limbo jurídico poblado de exoneraciones automáticas a los policías (federales y capitalinos, en el caso) y a sus jefes instructores (Osorio Chong, Mondragón y Kalb, y Mancera) y de ejemplar desatención oficial a los ciudadanos que hubiesen caído en esa batalla desigual.
Lo sucedido ese #1DMX fue inequívocamente augural. A partir de ese día se desarrollaron las estrategias de contención de la protesta social que hasta ahora han sido aplicadas, sobre todo en la capital del país. Ese uno de diciembre se vivieron episodios de violencia hasta ahora no explicada ni institucionalmente castigada, con infiltrados que aprovecharon las cargas de enojo social auténtico para generar escenas de vandalismo que ayudaran a desacreditar la protesta legítima y a justificar la mano dura policiaca, y también con técnicas de encapsulamiento (violatorio de derechos y libertades) que ahora se ejecutan ya abiertamente, como rutina descarada.
¿Quién mató, pues, a Kuykendall (y quién fue culpable de las demás lesiones, como la de Sandoval)? Hasta ahora eso no parece importarle a ninguna autoridad, ni federal ni de la ciudad de México. Hubo en los primeros días posteriores al #1DMX algunos fraseos burocráticos con los que se pretendía eximir de responsabilidad a los policías, asegurando que nadie había disparado balas de goma ese día y que los botes de gases provocadores de lágrimas siempre son tirados de tal manera que no haya riesgo de que impacten directamente a ningún manifestante (declaraciones que cualquiera de los opositores podría contradecir a partir de su experiencia personal).
No hay ni puede haber intención de investigar y castigar a nadie por esa muerte porque a fin de cuentas las autoridades asumen esos daños sociales como colaterales en una guerra contra la oposición política. Así como Calderón condenó a la inexistencia cívica y judicial a los caídos en su guerra contra el narcotráfico, privándolos del derecho mínimo a que se indagaran los hechos que motivaron esas muertes, etiquetados negativamente para enviarlos a una especie de burocrática fosa común, ahora los ejecutores de la guerra contra los opositores se han negado a investigar y a castigar a quienes ya han ido provocando muertes, heridos, detenciones arbitrarias y un calculado clima de amedrentamiento civil.
En la cúpula gubernamental aceleran los trámites para llegar a entendimientos firmes con gobiernos y corporaciones trasnacionales que tienen interés en participar en el gran negocio de la apertura mexicana en materia de energéticos. Ni siquiera se han aprobado las leyes secundarias (¿leyes? ¡secundarias!, dirían en esas alturas), en cuya letra chiquita estará concentrada toda la malignidad de los expertos en saqueos de este tipo, y diversos segmentos de la oposición de izquierda aún barajan hipotéticas fórmulas de confrontación legalista de esos apetitos político-empresariales nativos y foráneos, pero Los Pinos y en especial el director de Pemex mantienen ya una agenda de compromisos con el extranjero que generarán obligaciones jurídicas irreversibles o, en el mejor de los casos, reversibles mediante el pago de altísimas indemnizaciones. Un ejemplo de ese cabalgante cierre temprano de negocios (madruguete foráneos) lo han dado Los Pinos y Pemex al anunciar convenios de intercambio tecnológico, pero también de operación directa con una empresa rusa. Entre más compromisos jurídicos con trasnacionales haya, más difícil será la posibilidad de echar abajo la reforma energética.
Y, mientras el policía colombiano experto en paramilitarismo, el general Óscar Naranjo, ha sido llevado de regreso a su tierra por el presidente Juan Manuel Santos, a quien según eso ayudará a buscar un segundo periodo de poder, dejando tras de sí la multiplicación de grupos de autodefensa en Michoacán luego de su estancia como asesor especial de Peña Nieto, ¡hasta mañana, con la lamentable noticia de la muerte del poeta José Emilio Pacheco, una voz lúcida y respetada, de las que México tanto necesita en estos momentos oscuros!
Twitter: @julioastillero
Facebook: Julio Hernández


E
l pasado viernes, el peso registró una sensible devaluación, lo que nos hizo recordar los peores tiempos del PRI. Más bien, reflexionar en que ese partido está otra vez en el gobierno. En 13 meses y días, con la administración de Peña Nieto, se han acumulado tres fenómenos propios de los tiempos priístas: caída de la economía, inflación superior a la registrada en los pasados 14 años y depreciación de la moneda. En algunos bancos el dólar se llegó a vender a 13.75 pesos, su nivel más alto desde julio de 2012. Los motivos son varios, algunos de ellos externos, como la devaluación del peso argentino. Entre las causas internas está que el índice manufacturero mexicano se contrajo, pasó de 50.5 en diciembre a 49.6 en enero; la barrera de las 50 unidades es el límite entre una expansión y una contracción. En otras palabras, continúa la desacelaración económica. ¿Seguiremos siendo los mexicanos una generación, o sucesión de generaciones, en crisis?
La lección de Davos
Como todo profesional del mercado sabe, no es un buen argumento de ventas mencionar que el porcentaje de asesinatos bajó 30 por ciento. El simple hecho de mencionar ‘‘asesinatos’’ espanta al cliente. ¿O tú comprarías una casa en un vecindario donde el promotor te quiera convencer de que adquieras una con el gancho de que el índice de homicidios es de 70 por ciento de asesinatos, pero la buena noticia es que ya bajó 30 por ciento? El presidente Peña Nieto tuvo que hacerlo cuando fue cuestionado por el presidente del Foro Económico Mundial, Klaus Schwab, sobre las noticias de sangre y ‘‘vigilantes’’ que corren por el mundo desde hace tiempo. Esta sección publicó el top 10 de los mejores países para hacer negocios en 2014, según Bloomberg. No aparece México; tampoco en los 20 siguientes. ¿Cómo competir con Canadá, de reconocida alta calificación en probidad gubernamental? ¿O con la formidable infraestructura de Alemania? ¿El bajo índice de criminalidad de Suecia? ¿O las facilidades de inversión de Australia? Las tres naciones pertenecen al top 10. Peña Nieto lamentó la mala imagen que tiene nuestro país. La lección de Davos es que primero tienen una tarea en México, antes de intentar competir en el exterior.
C’est fini
El presidente socialista François Hollande comunicó a la agencia de noticias francesa Afp que ‘‘su vida en común’’ con la periodista Valérie Trierweiler ha terminado. Hollande pone así punto final al vodevil que ha captado la atención de los medios en las últimas semanas, luego de que una revista descubriera su relación amorosa con la actriz Julie Gayet, al publicar unas fotos en las que se ve al presidente llegando en motocicleta al departamento de ella. De acuerdo con el diario Le J ournal du Dimanche, el presidente galo se reunió el jueves con la infortunada Trierweiler para pactar ‘‘los detalles de su separación’’. Sostenían una relación desde 2007. Oficialmente, Hollande sigue siendo soltero. Tiene cuatro hijos con la ex candidata socialista a la presidencia de Francia Ségolène Royal, quien fue su pareja 25 años, pero con quien nunca casó. Hollande había prometido aclarar su situación personal antes de un viaje oficial que tiene planeado a Estados Unidos el 11 de febrero, al que estaba planeado que acudiera Trierweiler. La periodista de 49 años sufrió una crisis nerviosa y pasó ocho días internada en el hospital a raíz de la publicación del romance. De acuerdo con el diario francés, Trierweiler se quedará con el departamento que compartía la pareja en París, y dejará de desempeñar funciones de primera dama, como viajar acompañando al mandatario o tener una oficina en el Palacio del Elíseo. En Televisa dan cursos de cómo pescar y conservar a un presidente. Le faltó tomar uno.



Mis amigos están preocupados. Dicen: no es saludable caminar siempre al filo de la navaja ni correr riesgos innecesarios. ¿Te vas a meter con Margarita Zavala, que es de lo poco salvable del pasado sexenio? ¿No te das cuenta que ella es la única que sale airosa de ese mundo de tinieblas, y que aun personas del círculo rojísimo le reconocen su moderación y low profile durante el sexenio de las estridencias? Perdón, ese fue el anterior. Corrijo: el de los traspiés y las nebulosidades. Agradezco el amistoso susidio que por mi causa experimentan, pero, aclaro: primero, sería incapaz de hacer referencia alguna a la señora Zavala, sin más motivo que ser la esposa de quien detentó la Presidencia de nuestro país. Ella, diría alguna de mis abuelas reciclables, en el pecado llevó la penitencia. Segundo: si hay razones, no hay intocables, a menos, claro, que se trate de Robert Stack, o séase, al mismísimo Eliot Ness. Yo me concreto a recronicar lo que les aconteció a los cándidos funcionarios de la CFE que, como ilusos quinceañeros, llegaron hasta la Secretaría de la Función Pública convencidos de que don Germán –Alonso Quijada-Martínez– saldría lanza en ristre a desfacer entuertos y regresar a la Comisión Federal de Electricidad su blasón de empresa de calidad mundial. Pues simple y sencillamente no pasó nada. Muy probablemente don Germán de las calzas albiazules ni siquiera los recibió. Se enteró de su absurda pretensión para que enfrentara a unos molinos de viento que se querían disfrazar de empresas trasnacionales y hasta su renuncia adelantó. 



Una mujer joven está sentada en la banqueta con un bebé en brazos y otra hija de unos cuatro o cinco años, con coletas y la cara triste mirando hacia abajo; la madre sostiene una cartulina en la que pide ayuda, por favor. Detrás de ella, en el muro, está un cartel de las fuerzas de seguridad pública con el lema oficial antiterrorista inaugurado después del 11-S y que se repite por todas partes: si ve algo, diga algo. Ese dibujo en blanco y negro publicado por el New Yorker casi captura el momento.
Sin embargo, no es que nadie los vea, ni que nadie diga nada. El punto es justo que lo ven, lo dicen, pero no hacen nada.
De hecho, este martes, el tema de la desigualdad económica, eso de los cada vez más pobres y los cada vez más ricos, será eje del informe anual del presidente Barack Obama. Ya había dicho que la desigualdad es el desafío definitorio de nuestros tiempos y se espera que hablará de ampliar la oportunidad para que todos los que trabajan duro puedan “participar en el sueño americano” o algo así. Pero nadie espera que proponga un reajuste económico a fondo para generar empleo, anular la deuda aplastante (incluida la de las hipotecas, que obligó a millones a perder sus viviendas) o elevar los ingresos que, para la gran mayoría, han quedado estancados durante décadas.
O sea, nada que por ahora logre cambiar el hecho de que este país registra el peor nivel de desigualdad económica desde la gran depresión. Algunos cálculos sugieren que solo 400 familias captan lo mismo que el 50 por ciento de la población de ingresos más bajos; entre 80 a casi 90 por ciento de la riqueza en Estados Unidos pertenece a 20 por ciento de la población.



El monto aprobado por la Asamblea Legislativa para el Presupuesto del Distrito Federal en 2014 asciende a 156 mil 837 millones 576 mil 548 pesos, cifra 8.8% mayor en términos nominales a la aprobada para 2013. En términos reales, el monto es 4.8% mayor si se deflacta restando la inflación del Indice Nacional de Precios al Consumidor (3.97%), o de 4.0% si se usa el Indice de Precios al Consumidor de la Cd. de México/Zona Metropolitana (4.76%).
Los ingresos
La participación porcentual de los diferentes rubros de ingreso tiene pocas variaciones respecto a 2013 (Gráfico 1).
Los ingresos directos (propios) del GDF representan en 2014 el 46.8% del total, e incluyen los ingresos por: Impuestos 21.7%, Derechos 7.1, Productos 6.2, Aprovechamientos 2.6, los generados por los organismos y empresas del DF 8.8, y los productos financieros 0.3%.
Los ingresos indirectos representan el 53.2%, e incluyen las transferencias federales por: Participaciones de la recaudación 35.4%, Aportaciones y programas específicos 12.3, y pagos por Colaboración Administrativa 2.6; más los ingresos por endeudamiento 2.9%



En el cuento de nunca acabar, Argentina paga el costosísimo precio económico y social del devastador programa modernizador y capitalizador de las empresas otrora del Estado (léase la descarada privatización) implementado dos décadas atrás por Carlos Saúl Menem en beneficio de los grandes corporativos autóctonos y foráneos. Una vez más, las trasnacionales favorecidas con tal privatización intentan desestabilizar por la vía de la especulación cambiaria, con el fin de sacar raja y dejar los elevados costos a los habitantes de la nación receptora.
En esta ocasión, que no es la primera y difícilmente será la última, aparece en marquesina una trasnacional (la misma que está más que apuntada para hincar el diente al crudo mexicano, y que lo hizo antes de la expropiación de 1938): el ministro de Economía, Axel Kicillof, aseguró hoy que Argentina estuvo el jueves bajo un ataque especulativo muy fuerte y acusó al titular de la petrolera angloholandesa Shell, Juan José Aranguren, de llevar a cabo la maniobra para elevar el precio del dólar y desestabilizar al gobierno. Esto llevó hoy a la decisión de permitir la compra de dólares para el ahorro privado, buscando dar certidumbre y generar más equidad en este asunto cambiario (La Jornada, Stella Calloni, corresponsal).
El ministro advirtió que “hay intereses muy fuertes atentando contra el proyecto económico, como es el caso de la petrolera Shell. Kicillof relató que ayer (jueves pasado), cuando el dólar se estaba vendiendo a 7.20 pesos, la compañía pidió acceder a 3 millones de dólares a un precio de 8.40 pesos. La maniobra fue tan clarita que no hace falta explicarla demasiado –dijo–, estaban armando una escalerita que fue rápidamente desbaratada ayer; querían tener un dólar a 13 pesos. Señaló también a los exportadores de cereales, que estuvieron reteniendo los pagos por exportaciones, con la idea de que iba a darse una megadevaluación” (ídem).
En este onerosísimo juego han participado, participan, bancos trasnacionales, gaseras, empresas eléctricas, petroleras, de telecomunicaciones, las administradoras del agua, los barones agrícolas, los zares de la minería, los grandes comercios y demás beneficiarios internos y foráneos de la modernización menemista, que de tiempo atrás han puesto en jaque al gobierno argentino y en la lona a los obligados pagadores (los habitantes de ese país). De mucho tiempo atrás el modernizante gobierno mexicano debió verse en ese espejo, abstenerse de recorrer la misma senda, pero en lugar de ello metió el acelerador a fondo para obtener los mismos resultados.
La versión menemista es que la política privatizadora en Argentina permitió al gobierno obtener miles de millones de dólares y mucha modernidad, pero en los hechos dicho personaje heredó un endeudamiento brutal y un elevadísimo déficit fiscal, cuyas consecuencias se siguen pagando: devaluaciones, corralitos, sacudidas económicas, pobreza, desempleo y conexos. Pero la voracidad del gran capital va por más.
Allá por marzo de 2005, con el marido de Cristina en la Casa Rosada, la trasnacional Shell hizo de las suyas. Al comienzo del nuevo siglo fueron los corporativos financieros; poco después los consorcios eléctricos, pero en la fecha indicada la Royal Dutch Shell quiso despejar dudas, por si las hubiera, de quién es quién y utilizó la técnica por ella aplicada en los países en los que opera –que non pocos–, es decir, exprimir a los consumidores para incrementar su margen de utilidad. Unilateralmente decretó un aumento de precio a gasolinas y demás productos por ella comercializados, y sin más notificación que el hecho mismo, pasó a cuchillo a los consumidores.
El entonces presidente Néstor Kirchner hizo un llamado a los argentinos para que (a la trasnacional) no le compren ni una lata de aceite, luego de que Shell incrementó 4.2 por ciento los precios de los combustibles en las 930 gasolineras que opera en aquella nación. “Que se den cuenta que los argentinos ya no soportamos más este tipo de acciones. No hay mejor acción que ese entre comillas boicot nacional; siempre en la Argentina ha habido un sector que se ha quedado con la renta de todos los argentinos… Y los argentinos no le tienen que comprar. Tenemos que decir: a Shell, no”.
Y lo hicieron, sí, pero no se deshicieron de la trasnacional. Tras la convocatoria presidencial, los jilgueros del gran capital comenzaron a cantar en contra del mandatario argentino, calificándolo de populista. A estas alturas, todo lo que afecte a las trasnacionales de inmediato es considerado populista y anti moderno, pero lo que en aquel entonces hizo Néstor Kirchner no fue más que un acto desesperado ante la voracidad y la capacidad desestabilizadora de los corporativos. Pero la dejaron viva, intocada, la siguieron alimentando y allí está el resultado: especulación y más especulación, atentados económicos y golpe a la estabilidad nacional.
La Cepal ha documentado que “lejos de fomentar una estructura más abierta, transparente, equitativa y competitiva, la privatización petrolera argentina fortaleció el poder de concentración de grupos extranjeros y la inestabilidad financiera de un modelo estructural insospechado antes de las reformas. Las reformas favorecieron más en términos absolutos y relativos al sector privado que al Estado. Los productores de petróleo se vieron especialmente favorecidos por la posibilidad de aumentar significativamente la explotación de crudo a costos muy bajos, sobre la base de reservas descubiertas previamente (con recursos de la nación), con costos marginales inferiores a los medios, (…) recibiendo a cambio precios internacionales tanto para el crudo vendido en el mercado interno como el exportado”.
En ningún caso, advierte la Cepal, “las inversiones privadas fueron significativas con relación a la magnitud de la rentabilidad y los ingresos obtenidos. Por su parte, el Estado argentino percibió ingresos que, en términos de su aplicación a gastos fuertemente influenciados por el alto costo nacional –derivado de la misma apreciación monetaria– fueron insuficientes para contribuir a un mayor equilibrio presupuestario. Así, la privatización petrolera lejos de resolver el problema fiscal y financiero nacional, contribuyó a la acumulación estructural de desequilibrios”.
Cualquier parecido con el caso mexicano, no es casualidad.
Las rebanadas del pastel
Dice el director general de Petróleos Mexicanos, Emilio Lozoya, que en Davos no hubo una sola empresa de la industria que no haya mostrado interés en Pemex. Cómo no, si la paraestatal registra uno de los menores costos de extracción y una de las mayores tasas de ganancia en el mundo. Entonces, vienen por eso, nada menos.
Twitter: cafevega



A la par de la escalada de violencia que tiene a la Federación volcada en Michoacán, el primer día del año se empezó a mover el tablero político en este estado con miras al proceso electoral de 2015, que renovará los Poderes Legislativo y Ejecutivo (la gubernatura ahora sí será de seis años, lo que hace más atractivo el proceso), así como los gobiernos municipales. Donde se ven más movimientos de contienda prelectoral es en los partidos Acción Nacional (PAN) y de la Revolución Democrática (PRD).
En el Partido Acción Nacional (PAN), la senadora Luisa María Calderón se muestra motivada por las encuestas que la colocan en posición competitiva, aunque también hay cierta ansiedad porque su postulación como candidata a la gubernatura parece depender de la elección interna para renovar la dirigencia nacional panista.



Hace unos días recibí un emilio enviado por el hijo de Fayo Cabrera, en el que se me comunicaba el fallecimiento de su progenitor, cosa que deploro sensiblemente y le envío mi sentido pésame a sus familiares, pues, a pesar de no tener un trato cercano en los años recientes fuimos buenos amigos.
Lo conocí antes de mis inicios en el son cubano cuando los fines de semana salía a escuchar cuanto grupo me alcanzaba el tiempo, empezando por el Victoria, cabaret que estaba ubicado muy cerca del Cine Cosmos, cuando Fayo formaba parte del conjunto Kaunabo, de Pablo Roa, y con él cantaba Panchito Morales, los dos ya desaparecidos. Los bongóes los ejecutaba Efrén Malpica, apodado El policía. Enfrente estaba otro lugar con el nombre de Beny. Más tarde me encaminaba a otros sitios para terminar en el Waikikí y escuchar al Son Clave de Oro.



 

De acuerdo con el diario O Globo, la Cámara de Comercio Exterior (Camex) de Brasil se apresta a imponer a Estados Unidos represalias comerciales por 800 millones de dólares debido al incumplimiento de Washington con un acuerdo bilateral que obligaba al gobierno estadunidense a pagar compensaciones por el subsidio que otorga a sus exportadores de algodón.

José Emilio Pacheco, intelectual sin pedantería
La poesía es la sombra de la memoria/ pero será materia de olvido. Escrito con tinta roja. JEP

“Y alza el vuelo sin fin...”

Foto
Fernando Benítez y José Emilio Pacheco Foto Rogelio Cuéllar
“Y alza el vuelo sin fin...”

En el prefacio al libro de poemas de José Emilio Pacheco, City of the memory ( Ciudad de la memoria) que publicó en 1997 la editorial del poeta Lawrence Ferlinghetti, City Lights, su traductora Cynthia Steele hacía notar que las principales obsesiones literarias de José Emilio Pacheco son: los efectos destructivos del tiempo; el egoísmo esencial y la crueldad del mundo natural, con la humanidad en su violento centro, y la capacidad del espíritu humano de lograr una trascendencia, así sea momentánea, y de mantener firme la esperanza a pesar de todo. Hoy, con más fuerza que nunca, resuenan muchos versos de José Emilio Pacheco donde se hacen patentes estos rasgos. Baste recordar su poema Blockbuster, donde los efectos destructivos del tiempo se manifiestan como la inmensa vida que no perdona y se va muy pronto./ Y el polvo en que terminan todas las cosas. O su poema Demolición, donde, como su título indica: “Están echando abajo la casa en ruinas… ruinas de lo impensable inmemorable”.

Cuando se trata de definir la línea que separa a la actividad pública de la privada, Estados Unidos es un país de paradojas.

Cómo alienta expresarse bien y con toda la boca de una persona. En tiempos de estas bárbaras naciones en que la degradación es el signo del momento, en que los sustentos morales nada valen y surge voraz el apetito por el poder, el dinero y la impunidad.

Casi es un lugar común decir que en México resulta obvia la debilidad de la izquierda o de las izquierdas. Y tal cosa se proyecta a la elección presidencial de 2018. El argumento esencial radica en la división de la izquierda partidaria: PRD, PT, Movimiento Ciudadano, Morena, Movimiento Progresista (y ¿cuáles más?). Es verdad y, por tanto, es un argumento fuerte.

Sólo a una autoridad extremadamente irresponsable e ignorante se le ocurre construir un mercado municipal en un terreno minado por residuos de sustancias tóxicas y peligrosas. Y eso es la de Córdoba, Veracruz, con su proyecto de ocupar el predio donde se almacenaron y formularon diversas plaguicidas de una empresa, Agricultura Nacional de Veracruz SA (Anaversa). De bien ganada mala fama por contaminar durante más de un cuarto de siglo el área circundante y en la que funcionaban varias escuelas públicas, una guardería y un mercado, a ciencia y paciencia de las autoridades federales de ambiente y de salud, quienes les renovaban las licencias sin mayor problema.

Muchos mexicanos, algunos muy distinguidos, como los premios nacionales de ciencias y artes, intelectuales conocidos y otros no tanto, partidos políticos, agrupaciones de abogados, juristas destacados, universitarios, líderes religiosos, maestros, trabajadores organizados, estudiantes, campesinos y muchos más, de diferentes maneras, a veces de acuerdo y otras cada quien por su lado, tratamos de convencer a quienes controlan a los poderes federales, Ejecutivo y Legislativo, de que no segregaran a la electricidad y a los hidrocarburos de la lista de áreas estratégicas de la economía.

El reciente Foro Económico Mundial de Davos fue un verdadero suq con muchos intercambios de análisis de funcionarios nacionales e internacionales, opiniones de expertos y ofrecimientos de gobernantes que compiten para atraer negocios e inversiones.

Como un celaje apareció el sombrero de don Juan Amado Soto por las calles de la ciudad de México hace unos 107 días. Don Amado, como le dicen en Angahuan, su pueblo del bosque, llegó al Museo Nacional de Antropología desde la meseta michoacana para restaurar el solar purépecha que allí se exhibe desde hace casi medio siglo. Como todo lo que se hace en los parajes de su pueblo, para realizar esta tarea se hizo acompañar de la gente de su comunidad, pues ella es su eje: palabra y universo, emblema de la pervivencia de la vida que permite transmitir la memoria de las mujeres y los hombres que comparten los signos de su vida en común.

Esa noche. Salí a caminar con las estrellas, ya que tuve la oportunidad. Aunque a pocas las conozco de nombre y no las conté, puedo asegurar que no faltó ninguna. Se aglomeraban las grandes y las pequeñas, las que caen, las que parpadean como los loros, lentamente, las que cintilan inquietas, las que cambian de color. Las de constelación reconocida mostraban un orden casi marcial, condecoradas por su propio brillo, formadas según caen y han caído por milenios sobre los ojos humanos en figuración geométrica. Alguna algarabía traerían esa noche para lucir tan despejadas. Quise escucharlas, pero su música era el silencio.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario