México
ha sido coto de caza de la pederastia clerical. Con arrogancia e
impunidad, los jefes de la religión estadísticamente mayoritaria del
país han desechado por siempre las fundadas acusaciones de abusos
sexuales practicadas por miembros de su gremio contra niños y
adolescentes.
Un depurado ejemplo clasista de esa altivez protectora de hechos
delictivos la ha dado en años recientes la congregación de los
legionarios de Cristo, a quienes se moteja como
millonariosen virtud del segmento socioeconómico en el que se asentaron. A pesar de las múltiples denuncias contra el fundador y caudillo de esa agrupación, Marcial Maciel, los voceros y directivos se dijeron largamente perseguidos y calumniados, e incluso importantes firmas comerciales impusieron boicot publicitario a medios de comunicación que difundieran los señalamientos contra el hasta entonces casi intocado religioso michoacano siempre incrustado en la élite vaticana y protegido especialmente por Juan Pablo Segundo, quien durante su paso por el papado mantuvo una inflexible complicidad protectora de sus correligionarios dedicados a la depredación sexual.
Ahora, caído en desgracia el difunto Maciel, imposible negar o
pretender la atenuación de los cargos contra quien en vida idolatraban,
los legionarios han salido a la opinión pública ofreciendo disculpas,
aunque la estructura y la operación de esa orden religiosa apenas
parecen ir en vías de ciertas correcciones y sin que haya sometimiento
a procesos judiciales de quienes al amparo del poder de las sotanas
cometieron actos delictivos.
Otro ejemplo evidente es el del máximo jefe formal de la Iglesia
católica mexicana, el cardenal Norberto Rivera, quien ha eludido con
especial apoyo de los gobiernos federales panistas las acusaciones
hechas en Estados Unidos por víctimas sexuales de un sacerdote mexicano
al que, según esos señalamientos, el purpurado nacido en Durango ha
protegido con gran aplicación. En Los Ángeles se tejen acuerdos entre
abogados de esas víctimas y autoridades de la iglesia local para dar a
conocer expedientes de abusos sexuales protegidos por la estructura
clerical, como acaba de suceder en Chicago. De hacerse públicos esos
archivos en la ciudad californiana, el cardenal Rivera volverá a tener
encima los reflectores mediáticos y eventualmente la reanudación de
acciones judiciales en su contra. En Oaxaca también se ha demostrado la
protección del arzobispo José Luis Botello a un sacerdote que abusó
sexualmente de medio centenar de niños y adolescentes indígenas. ¿Podrá
el papa Francisco dar un paso justiciero histórico no sólo ante las
Naciones Unidas, sino en especial en una de ellas, tan agraviada en
esos aspectos, como la mexicana?
Convertido en un eficaz secretario de operaciones legislativas, el
sonorense Manlio Fabio Beltrones ha anunciado que a más tardar a
finales del presente comenzará el procesamiento de las iniciativas de
leyes secundarias, sobre todo en materia de telecomunicaciones,
competencia y energía. El jefe de la cámara de diputados dijo que
Enrique Peña Nieto está muy interesado en que se dé celeridad a esos
temas. Tal normatividad secundaria es particularmente delicada, pues en
ella se establecerán los detalles que permitirán la aplicación de los
grandes conceptos, de por sí muy polémicos, contenidos en las
respectivas reformas constitucionales. Las empresas dominantes en
materia de telecomunicaciones, Televisa y Televisión Azteca, por
ejemplo, tienen multiplicado interés en anular o suavizar clausulados
que les son lesivos. Y el máximo interés nacional está en riesgo en la
letra chiquita, y no tan chiquita, que fuese aprobada en el congreso
federal para dar paso a la firma de peligrosos contratos petroleros con
avasallantes y desestabilizadores consorcios internacionales.
Salvador
Manzur Díaz tuvo que renunciar en mayo del año pasado a la secretaría
de finanzas y planeación del gobierno de Veracruz por su
involucramiento en una red de utilización de recursos públicos (sobre
todo de Sedesol, dirigida por Rosario Robles) para propósitos
electorales. Manzur fue sacrificado luego que el PAN dio a conocer
audios y videos que demostraban mapachería electoral. Ahora Manzur ha
anunciado que en Veracruz será el delegado de Banobras, la institución
encargada por Enrique Peña Nieto a uno de sus primos, Alfredo del Mazo
Maza, como premio de consolación por haber declinado a buscar la
candidatura priísta a gobernador del Estado de México que, por razones
tácticas, EPN hubo de conceder a Eruviel Ávila. El
sacrificiopolítico paga.
Podría llamársele
justicia de conveniencia, para usar el término que en razón de su horario, surtido y ubicación (lo
convenientede estos) suele darse a las tiendas en cadena que se multiplican por el país. Bueno es que se haya aprehendido a los presuntos responsables de ataques incendiarios a establecimientos de la marca Oxxo en Hidalgo y el estado de México (veneros burocráticos de este sexenio), pero parece que esas acciones se hacen por conveniencia política, pues tanta celeridad y contundencia no se observan en la infinidad de casos criminales que afectan a empresas o ciudadanos sin la relevancia de la red de nueve mil tiendas Oxxo, pertenecientes a la poderosa embotelladora (y no sólo de Coca-Cola) Femsa, o a entidades federativas que no tienen paisanos en las alturas del gobierno federal.
Y, mientras continúa la toma federal de Michoacán, con el
nombramiento de comisionados federales por cada uno de los rubros
gubernamentales, ahora en abierto desplazamiento de los secretarios y
directores estatales nombrados por el gobernador formal en vías de
extinción política, Fausto Vallejo (Gabriel O’Shea, actual director del
Seguro Popular, ex secretario de salud del gobierno mexiquense, es el
segundo comisionado que llega a Morelia), ¡feliz fin de semana, con
Lorena Martínez designada como titular de la Profeco, desde donde
seguirá buscando ser candidata priísta al gobierno de Aguascalientes en
2016 (fue presidenta municipal de la capital de su estado y diputada
federal)!
Twitter: @julioastillero
Facebook: Julio Astillero
Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx
L
e
urgía al gobierno priísta una buena noticia de tipo económico y
financiero después de su accidentado y frustrante arranque. Le llegó,
al parecer no del todo espontáneamente, de la agencia de crédito
Moody’s. Subió la calificación a la deuda soberana otorgándole una A
por primera vez en la historia. Tenía la calificación Baa1 y la elevó a
A3. La máxima es triple A, pero para eso le falta un largo, larguísimo
trecho. La firma dijo que la promoción fue motivada porque se espera
que las reformas fortalecerán en el futuro el potencial de crecimiento
del país. Hay que leer bien el mensaje. Se refiere al futuro,
difícilmente podría tener una buena calificación un desempeño con
desaceleración e inflación. Para poner las cosas en su justa
perspectiva, vale decir que son tres los burós de crédito más
reconocidos: S&P, Fitch y Moody’s. Sólo uno de los tres, Moody’s,
le ha dado una A. El pasado diciembre, S&P la movió ligeramente
dentro de la categoría B. ¿Qué tan confiables y acertadas son sus
evaluaciones? S&P, Moody’s y Fitch han enfrentado críticas, durante
largo tiempo, de inversores, políticos y reguladores por asignar
calificaciones infladas a valores de mucho riesgo y otros activos
hipotecarios que rápidamente se vinieron abajo. Su desempeño en la
crisis hipotecaria de Estados Unidos fue nefasta. Incluso hace un año
el gobierno de Washington anunció que emprendería una acción judicial
contra S&P.
La insobornable realidad
Más realistas son los reportes que ha presentado el
Inegi en los días recientes. Uno muestra que el índice de confianza de
los consumidores anda de capa caída. No están entusiasmados con el
futuro que nos aguarda. Otro señala a la inseguridad como el factor que
más preocupa al sector privado actualmente. Si quisiéramos resumir en
pocas palabras el desempeño del PRI en su segundo debut, tendríamos que
decir: ‘‘economía en contracción, violencia en expansión’’. Se suponía
que iba a ser al revés.
Bebedores de cerveza
Cuando los dueños del Grupo Modelo vendieron la última mitad de las
acciones a la firma internacional Anheuser-Busch InBev, no sólo
cedieron la propiedad de la compañía, sino también el mercado cervecero
que ocupa el lugar número seis en el mundo. Eso no tiene precio, porque
el mexicano es chelero y el negocio está en expansión. Al
parecer vendieron muy bien su parte en 20 mil 100 millones de dólares,
pero en realidad hicieron un mal negocio. Para ellos y para nuestro
país. Los Díaz, Aramburuzavala, Fernández, no supieron conservar lo que
heredaron. En la gráfica anexa puede verse el lugar privilegiado de
México y también algo muy intersante: China es el país más cervecero
del mundo.
En
el análisis de los artículos transitorios de la reforma energética (RE)
cubrí, en la entrega anterior (31/1/14) los primeros cuatro artículos
transitorios (t), haciendo énfasis en el 4° que establece el
contratismo discrecional buscado. El 5°t se refiere a que las empresas productivas del estado (nueva figura jurídica sin reglamentar de la RE) y las empresas privadas “podrán reportar para efectos contables y financieros la asignación o contrato correspondiente y sus beneficios esperados, siempre y cuando se afirme en las asignaciones o contratos
que el petróleo y todos los hidrocarburos sólidos, líquidos o gaseosos,
que se encuentren en el subsuelo, son propiedad de la nación”. Lo que
esta estipulación hace es convertir las asignaciones (exclusivas de
Pemex) o contratos (abiertos a empresas del estado o privadas,
nacionales o extranjeras), en activos fijos de las empresas; es decir,
en riqueza, que les permita elevar su valor en bolsa, emitir nuevas
acciones o contratar préstamos. La cláusula sobre la propiedad de la
nación es absurda o redundante, puesto que en el párrafo séptimo
adicionado por la RE al Art. 27 de la Constitución, en el que se
establece la posibilidad de que la exploración y explotación de los
hidrocarburos la realicen empresas públicas o privadas, se añade que,
en todos los casos,
los hidrocarburos en el subsuelo son propiedad de la Nación y así deberá afirmarse en las asignaciones o contratos. Lo que tendría que haberse estipulado en el 5°t es el carácter intransferible e inembargable de los contratos y asignaciones, puesto que la propiedad del petróleo en el subsuelo sigue siendo de la nación. El 5°t termina diciendo que lo anterior será aplicable a Pemex y sus subsidiarias durante el periodo de transición para convertirse en empresa (o empresas) productiva del estado.
¡Felicidades!,
mexicanos incrédulos, que la deuda pública –la que se paga con sus
impuestos– ya cuenta con calificación A3 otorgada por una calificadora
internacional, lo que en castellano simple significa que los habitantes
de este país primero se mueren de hambre antes de que el gobierno
federal siquiera imagine dejar de pagar los intereses de un débito que
crece días tras día (recuerden: saldo histórico de 6.5 billones de
pesos al cierre de 2013, equivalente a 55 mil pesos por cabeza), por
mucho que todos los años se destinen multimillonarias cantidades para
la cobertura de un adeudo que nunca se reduce. La certificación, pues,
es garantía para los acreedores, no reconocimiento a los deudores.
Es una excelente noticia, con el mismo tono de humor negro que la relativa al premio de
ministro del añootorgado a Luis Videgaray, es decir, en 2013 la economía
creció1.3 por ciento (casi tres veces menos de lo estimado por el propio premiado), se generó la mitad de empleo formal que un año antes, la informalidad se mantuvo al alza, el poder adquisitivo de los salarios no dejó de caer, el número de pobres se incrementó, el bienestar social se mantuvo prófugo y la confianza de los mexicanos en la economía nacional está en el suelo, pero ya pueden presumir el premio al secretario de Hacienda (el responsable de las gracias citadas, más el pésimo manejo del gasto público) y que ya tenemos calificación A3 para el débito federal.
En Los Pinos están muy contentos y, raudos, publicitaron la noticia como si fuera sinónimo de la
confianzaque se tiene en el gobierno y en la economía del país, cuando en realidad se trata de una simple certificación de lo que a las propias calificadoras, pero especialmente a los acreedores, les interesa: que el gobierno mexicano les garantice que el pago del servicio de la deuda es prioritario, y que suceda lo que suceda no dejará de cubrir puntualmente los intereses del débito; que ni se le ocurra, pues. El lamentable estado de la economía nacional y la crisis social del país a las calificadoras finalmente les interesa un cacahuate; lo importante es pagas o pagas, sin importar qué te lleves entre las patas.
El primero en hacer declaraciones fue el propio
ministro del año, quien lo celebró así: “con esta acción se refrenda la confianza que existe sobre las perspectivas de la economía mexicana… La mejora en la calificación de la deuda por parte de Moody’s favorece al gobierno federal, a la iniciativa privada y a las familias, al reducir los costos de financiamiento, lo que propiciará una menor erogación por el servicio de la deuda y la liberación de recursos que podrán dedicarse a otros rubros” (léase: les servimos el petróleo en bandeja de oro, les garantizamos el leonino pago de los intereses de la deuda y nos seguiremos endeudando, sin importar el costo social).
En efecto, Moody’s señala que “los motivos detrás de la decisión de
elevar la calificación de la deuda respaldada por el gobierno mexicano
está centrada en gran medida en las reformas que se dieron el año
pasado, especialmente en los sectores de telecomunicaciones y energía…
Esas reformas generaron un mejor marco fiscal, que permitirá al
gobierno lograr ahorros y contar con mayores reservas para afrontar
contingencias” (La Jornada, Roberto González Amador).
Hasta eso, la calificadora, contrario de lo dicho por el
ministro del año, aclara que
no es una calificación a la gestión económica, y reconoce que
no es que a raíz de la mejora en la calificación vayan a venir los inversionistas a México, pero mejorar la calificación es algo que en un momento dado va a fortalecer la impresión que había de México, indica que a diferencia del resto de los países emergentes aquí hay reformas que se están haciendo y eso puede ser un factor de atracción. Lo que en verdad va a contar en el futuro no tiene que ver con la calificación, sino con las cosas que llevaron a mejorar la calificación, tiene que ver con las reformas y con los cambios que esperamos que den lugar a mayor inversión. Eso es lo que al final de cuentas va a sustentar una mejor perspectiva de mediano plazo.
Sin embargo, hasta los aliados naturales del régimen asumen que las
reformasdarían frutos, si bien va, a finales del sexenio peñanietista o a principios del siguiente, de tal suerte que lo importante para Moody’s es que el gobierno mexicano garantiza a los acreedores que seguirá pagando, sin importar lo demás, y tan no les importa que en medio de una corrupción galopante la economía apenas balbucea,
crece1.3 por ciento y carga con 60 millones de pobres, pero paga los intereses de su deuda y contrata más para seguir pagando.
Con lo que México ha pagado por intereses en los últimos 20 años
–para no ir más atrás–, el saldo de la deuda pública tendría que haber
desaparecido, pero en lugar de eso el débito federal cada mes que
transcurre registra un máximo histórico, por mucho que desde el
salinato se aseguró que este era
un problema resuelto, sin olvidar que en cada
reformaaprobada a lo largo de ese periodo la promesa gubernamental fue, es, que
los beneficios se reflejarán en los bolsillo de los mexicanos, habrá mayor competencia, menores precios y desaparecerán los monopolios.
Para 2014 el Congreso autorizó al inquilino de Los Pinos y zonas
aledañas la contratación de 650 mil millones de pesos adicionales en
deuda federal (interna y externa; Pidiregas, Fobaproa-IPAB,
rescatecarretero, estados y municipios y demás
contingenciasse contabilizan aparte), algo así como mil 781 millones de pesos cada 24 horas, de los que la mayor parte se destinarán a pagar intereses… de la deuda. Mientras, la confianza de los mexicanos en sus presuntas autoridades está en la lona.
Las rebanadas del pastel
Si de magia se trata, allí está el caso el cuento de la lechera purépecha, con disfraz de apoyo federal a Michoacán (
más inversión y menos armas, anunció Peña Nieto). Alrededor de 45 mil 500 millones de pesos que se destinarían a economía familiar, empleo, créditos para micro y pequeñas empresas, actividad agropecuaria, educación y cultura, infraestructura y vivienda, carreteras, inversión el puerto de Lázaro Cárdenas, créditos de Infonavit y Fovissste, salud y seguridad social, desarrollo social y sustentabilidad. ¡Ufff!, cuántas cosas, una catarata de idílicos beneficios, pero a la hora del reparto per cápita resulta que a cada michoacano le tocarán 10 pesos con 11 centavos. ¿En serio alcanzan para todo eso? ¡Claro!, y de postre morelianas.
Twitter: @cafevega
D.R.: cfvmexico_sa@hotmail.com
El
gobernador Graco Ramírez era conocido por enfrentar los problemas.
Cuando era activista, a pesar de las críticas de muchos de sus
conocidos o compañeros, siempre tuvo fama de entrón. Todavía se
recuerda cuando enfrentaba al ex mandatario Jorge Carrillo Olea y, de
manera más directa, a Sergio Estrada Cajigal.
Pero con el paso del tiempo (o con el poder) eso pasó a segundo
término. No es que no siga con ese estilo directo de enfrentar la
crítica. No. Eso continúa. Durante sus ruedas de prensa de los lunes,
cuando no anda en India, como esta semana, el mandatario no deja títere
con cabeza y va a todas.
Sin embargo, ante los conflictos políticos y de inseguridad, parece
que la política oficial ya no es enfrentarlos y resolverlos. Más bien
se busca administrarlos. Es más sencillo.
Total, no se corren muchos riesgos. Quizás sólo el del desgaste,
pero éste de por sí ocurre. El problema, mientras tanto, es que a los
morelenses les queda la sensación de que les quedan a deber, y mucho.
Han pasado 15 meses, y aun cuando podrían reconocerse resultados en
algunos rubros, lo cierto es que ante la exigencia de seguridad, la
primera que se le expuso en campaña y la primera que se comprometió a
resolver, sencillamente no se observan resultados.
Buenos muchachos
es catalogada por la crítica y los cinéfilos como una de las mejores
películas de Martin Scorsese. Si no es que la mejor, por encima de
otros clásicos del director nacido en 1942 en el populoso barrio de
Queens: Taxi Driver (en 1976 Palma de Oro en Cannes), Toro Salvaje, El color del dinero, Cabo del Miedo o Pandillas de Nueva York. Los intereses que gobiernan la adjudicación de los Óscar hizo que Buenos muchachos
no lo recibiera. Pero Scorsese demostró su conocimiento y maestría para
abordar con crudeza y humor negro los temas relacionados con el bajo
mundo.
Nuevamente esa película se rememora porque su trama está inspirada
en el del robo realizado en diciembre de 1978 a la terminal de carga de
la aerolínea Lufthansa en Nueva York. Los ladrones se llevaron un
millón de dólares en joyas y 5 millones de dólares en efectivo. Estas
cifras convirtieron dicho hurto en el mayor registrado en la historia
del vecino país y uno de los realizados con mayor limpieza y precisión.
Esto interesó a Scorsese, quien llevó la trama a la gran pantalla 12
años después.
Un
grupo de trabajadores jubilados de la compañía Mexicana de Aviación
sostuvo ayer un enésimo encuentro con integrantes del fideicomiso que
administra la aerolínea, descapitalizada y arruinada por su ex
propietario Gastón Azcárraga, con el propósito de lograr el pago de las
pensiones que se les adeudan desde hace meses.
Carta a Emilio Chuayffet sobre la prueba Enlace
Licenciado Emilio Chuayffet:
¿De quién era la culpa de los malos resultados en educación? Ya usted
lo dijo: no éramos los maestros. Gracias por reconocerlo. El famoso
examen Enlace, al que con tesón, de diversas maneras nos opusimos, y
que con lujo de soberbia ustedes se empeñaron en mantener, finalmente,
cito sus propias palabras:
causó la decadencia de la educación. El tiempo nos dio la razón, y nos la seguirá dando, si insisten en ver la educación como la medición de un resultado, aunque cambien el examen que, mucho nos tememos, podría ser peor, si no existe la filosofía de la educación que se requiere: ¿qué tipo de mexicanos esperamos que salgan de las aulas? ¿Cuáles serían las verdaderas transformaciones que se requerirían para lograrlo? Otro examen no servirá de nada. ¿Vale la pena esperar otros años para acabar reconociendo, entonces, que tampoco ha servido? ¿Eso merecen nuestros niños y jóvenes?
En
un artículo anterior, al hablar del genio solitario de Rubén Darío
decía que un país atrasado y pobre puede dar un solista pero no una
orquesta completa. Alguno de mis lectores reaccionó picado por esta
afirmación que juzgó pesimista, y aun otro, compatriota mío, se fue un
tanto por la tangente al entrometer la autoestima nacional. Pero se
trata de un símil que si utiliza la figura de un poeta capaz de
transformar la lengua desde el traspatio, desborda consideraciones de
fronteras y va al asunto de lo que deberíamos llamar el desarrollo
integral.
El reciente informe de Oxfam Gobernar para las élites muestra
con datos fehacientes lo que venimos sintiendo: que la democracia fue
secuestrada por el uno por ciento para ensanchar y sostener la
desigualdad. Confirma que la tendencia más importante que vive el mundo
en este periodo de creciente caos es hacia la concentración de poder y,
por tanto, de riqueza.
El
13 de mayo de 1968, desde la sierra de Atoyac de Álvarez, Lucio Cabañas
Barrientos le escribió una carta al entonces presidente Gustavo Díaz
Ordaz; en aquella misiva el maestro le decía:
En el estado de Guerrero reina el atraso, ¿y qué han hecho los gobiernos estatales para resolverlo? Ellos se han apoyado en el terror y la violencia armada para que nadie se atreva a protestar y a alzar la cabeza en demanda de un poco de justicia y un poco de democracia.
Hermann
Hesse, escritor alemán, sintió y encarnó al espíritu que hay tras las
manifestaciones concretas del ejercicio artístico en su obra. Espíritu
que vivió intensamente la desolación impulso/cultura. Y determinó, por
ejemplo, que los movimientos hippie y la generación beat lo encumbraron como su guía espiritual,
el padre del ecologismo moderno.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario