Detrás de la Noticia
Ricardo Rocha
Tal vez los 45 mil 500 millones de pesos anunciados por el gobierno federal para “rescatar” Michoacán este año no nos digan mucho a la mayoría de nosotros. Pero es un montón de dinero. Casi el doble del presupuesto que el gobierno michoacano tenía asignado para este 2014 y que era de 57 mil 641 millones; con el anuncio presidencial de ayer ascenderá a 103 mil millones.
Pero todavía más. El presidente Enrique Peña Nieto acudió este martes a Morelia, con los hombres y mujeres más representativos de su gabinete, para dejar testimonio de un apoyo sin precedentes para un estado de la República. A fin de que no quedaran dudas, el mandatario manifestó que el propósito es muy claro: “respaldar a Michoacán, a su gobierno y sobre todo a su gente”. Luego instruyó a secretarios y directores a visitar el estado “al menos dos veces al mes” y el mismo se comprometió a estar ahí 12 veces en este año. La propuesta presidencial ya ha sido rebautizada en medios y redes como “Plan Michoacán”, aunque —siempre afectos a las denominaciones cursis e irrecordables— los genios de la imagen le hayan puesto “Por Michoacán, juntos lo vamos a lograr”.
Llámese como se llame, la propuesta gira en cinco ejes de acción: Economía familiar y empleos, en el que se establece que el crecimiento económico es la mejor vía para recuperar el desarrollo y en el que se compromete a la banca pública a otorgar créditos a empresas diversas, incluidas las agrícolas, hasta por 12 mil millones de pesos; Educación y cultura para la prosperidad, que contempla la creación de nuevas escuelas, ampliación de horarios a tiempo completo “para apartar a los jóvenes del crimen organizado” y 350 mil becas entre otros incentivos; Infraestructura moderna y vivienda digna, en el que se anuncian carreteras, libramientos, la actualización del puerto de Lázaro Cárdenas y créditos de Infonavit por un monto de 3 mil 500 millones de pesos; el cuarto eje, denominado Salud y seguridad social, contempla la modernización de toda la infraestructura de salud en la entidad y la construcción de dos nuevos grandes hospitales en Morelia y en Apatzingán; y el quinto, llamado Desarrollo social sustentable, que anticipa la ampliación a 115 mil beneficiarios de programas de adultos mayores, la incorporación de 30 municipios a la Cruzada Nacional contra el Hambre y otros paliativos para la pobreza.
En el mismo acto, en el hiper blindado Centro de Convenciones de la blindada Morelia, se oyeron otras voces como la de Alfredo Castillo, el Comisionado para la Seguridad de Michoacán, quien anunció 334 detenciones de sospechosos de pertenecer al crimen organizado y que más de 500 autodefensas han ingresado a la legalidad al registrarse ellos mismos y sus armas. Ahí también aprovecharía la tribuna el cuestionado gobernador Fausto Vallejo para descifrar que el fenómeno de la violencia se gestó durante varios lustros por la desatención y falta de voluntad política para enfrentar ese reto; por eso halagó a Peña Nieto “usted si cumple su palabra”. Finalmente, el secretario de Gobernación Miguel Angel Osorio Chong habría de puntualizar: “A nadie conviene la situación que vive el estado. No hay espacio para cálculos electorales”. Sobre todo por aquello de los rumores que ya quieren anticipar las elecciones para renovar gubernatura del 2015 a ahora mismo 2014.
La verdad es que todo lo que se dijo ayer suena muy bien. Nadie con un mínimo de cordura podría cuestionarlo. Hay, sin embargo, un gran pendiente que sólo se percibe en el desconcierto corajudo de los michoacanos de buena fe, que siguen preguntándose quiénes fueron los responsables de la violencia y la bancarrota. Cómo ha sido posible que un estado tan fértil y con tan grandes recursos tenga ahora que ser rescatado. Insisto, los gobiernos estatales y municipales de 15 años a la fecha deben ser investigados y los culpables castigados. Los michoacanos quieren paz y desarrollo. Pero también exigen justicia.
ddn_rocha@hotmail.com
Periodista
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