2/08/2014

El Tren de la Libertad


OPINIÓN
   CRISTAL DE ROCA

CIMACFoto: César Martínez López
Por: Cecilia Lavalle*
Cimacnoticias | México, DF.-

Un puñado de mujeres decidió viajar en tren. Viajar para entregar formalmente una protesta. Ese puñado se convirtió en una marea. La marea violeta le llaman (color asociado con el feminismo o, lo que es lo mismo, con la lucha por defender los derechos de las mujeres). Y ese tren pasará a la historia como el “Tren de la Libertad”.

En España decenas de miles de mujeres y hombres se volcaron el sábado pasado a las calles para exigir se dé marcha atrás a un proyecto que modifica la Ley de Aborto vigente desde 2010.

Esta propuesta legal es la más restrictiva desde la época del franquismo. De hecho, es más restrictiva que la mexicana, que ya es decir.

La propuesta elimina el derecho de las mujeres a decidir libremente sobre el aborto antes de las 14 semanas de gestación (como se permite desde 2010), así como la posibilidad de interrumpir el embarazo en caso de malformación fetal. Y deja sólo dos causales: por violación y que esté en grave riesgo la salud física o psicológica de la madre.

Pero incluso ante estas dos causales, las trabas burocráticas hacen que, en los hechos, sea muy complicado interrumpir un embarazo no deseado.

Impulsada por el ministro de Justicia español, Alberto Ruiz Gallardón, la propuesta fue aprobada durante el periodo vacacional de diciembre.

Pero cuando se terminaron las vacaciones muchas mujeres pasaron del estupor a la acción para echar abajo esta iniciativa.

El grupo Tertulia Feminista de les Comadres y Mujeres por la Igualdad de Barredos en Pola de Laviana, ambas en Asturias, comenzaron a organizarse para ir a Madrid a entregar un documento de rechazo absoluto a esta reforma. Y de eso a la unión de otros grupos de mujeres, de hombres, de partidos políticos, de sindicatos, sólo hubo un paso.

Y así, el sábado 1 de febrero, varios grupos de mujeres llegaron a Madrid en el “Tren de la Libertad”. Ahí les esperaban decenas de miles de mujeres y un número inusualmente alto de hombres, que marcharon al Congreso de los Diputados para entregar el documento “Yo decido”, expresar su total rechazo a la ley y exigir la dimisión de Gallardón.

Mujeres de otros países de la Unión Europea, en solidaridad con las españolas, organizaron marchas en distintas ciudades. Actualmente en Bélgica, Italia, Alemania, Portugal y Francia las mujeres pueden abortar libremente durante las primeras semanas de gestación.

Son varios los argumentos contra la ley, además de la evidente violación a los derechos de las mujeres de decidir libremente lo que debe o no suceder en su cuerpo.

Uno de ellos tiene que ver con la profunda injusticia social que implicará esta reforma. Porque mujeres con recursos económicos podrán viajar a cualquiera de los países donde el aborto es libre. Las otras pondrán en riesgo su vida con abortos inseguros.

En algunas mantas exhibidas en la manifestación se leía: “Nosotras parimos, nosotras decidimos”, “Madres y padres libres”, “Mi cuerpo es mío”, “La mujer decide, la sociedad respeta, el Estado garantiza, las iglesias no intervienen”.

No se ha dicho la última palabra. Pero tres cosas me quedan claras: 1) Tratándose de los derechos de las mujeres, tenemos que defender cada paso. O, como diría la filósofa española Amelia Valcárcel, tenemos que desyerbar el camino continuamente. 2) Los sectores más conservadores van por colocarnos de nuevo en la Edad Media. 3) Si la física no se equivoca, a fuerza igual hay que oponer otra igual o superior.

Y más vale tomar aliento, unir esfuerzos entre las mujeres y los hombres con convicciones de justicia y democracia. Porque todo indica que el camino que viene es largo y cuesta arriba.

Apreciará sus comentarios: cecilialavalle@hotmail.com.

*Periodista y feminista en Quintana Roo, México, e integrante de la Red Internacional de Periodistas con Visión de Género.

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