Gustavo Gordillo
Cualquier gobierno entrante
tiene el derecho y, más aún, la obligación de revisar programas,
proyectos y contratos ya comenzados que por su naturaleza trascienden un
sexenio. Gracias a ello, y a pesar del cortoplacismo que reina en la
política gubernamental en general, se han podido desarrollar grandes
obras de infraestructura, proyectos de investigación de largo alcance en
materia agropecuaria o de recursos naturales.
Quizás los dos casos notables de continuidad en el ámbito rural por
casi 25 años son el programa original Progresa, hoy Oportunidades, que
continúa aunque haya sufrido cambios de nombre y en aspectos importantes
de su contenido. El otro caso es el original Procampo, hoy Proagro.
Ambos atienden conjuntamente a más de 5 millones de hogares rurales y
aunque transportan problemas técnicos y de precisión de objetivos
cuentan además con un padrón de beneficiarios –aunque yo prefiero
llamarles derechohabientes. También es notorio el esfuerzo que
emprendieron cinco gobiernos para asegurarle a México uno de los mayores
catastros rurales de mundo mediante el Registro Agrario Nacional.
Sorprende, en consecuencia, la desazón que ha ocasionado durante la
campaña, y ahora ya como presidente electo, la intención de Andrés
Manuel López Obrador por revisar el proyecto del Nuevo Aeropuerto
Internacional de la Ciudad de México (NAICM) y poner a discusión otras
opciones. Por lo que he entendido esas otras opciones en realidad no
existen o si se quiere es una elección entre dos malas opciones: la del
aeropuerto de Santa Lucía que comportaría riesgos aéreos enormes
operando en conjunción del actual aeropuerto, y el NAICM que ya ha
excedido sus costos y sus plazos, y que tienen además potenciales
efectos peligrosos en materia social y ambiental. Probablemente las
opciones terminen planteándose entre distintas modalidades respecto al
NAICM, buscando resolver al menos en parte las diferentes objeciones que
se plantean.
Dos temas que no se refieren solamente al nuevo aeropuerto, sino a
definiciones sustanciales del quehacer político y de los rasgos del
nuevo régimen están empero imbricados en la discusión del NAICM.
Primero, el tema de la consulta ciudadana y, segundo, el tema de la
centralización o descentralización de actividades económicas, funciones
gubernamentales y ámbitos de participación, privada, social y ciudadana.
Ambos temas serán el centro de mis reflexiones en mi próxima entrega.
Efemérides 1: El Batallón de San Patricio era una unidad militar
compuesta de varios cientos de inmigrantes europeos que lucharon en el
Ejército Mexicano contra la invasión de Estados Unidos de 1846 a 1848.
Los efectivos del Batallón de San Patricio eran desertores del ejército
de Estados Unidos, formado principalmente por inmigrantes de origen
irlandés y alemán, además de una minoría de canadienses, ingleses,
escoceses, polacos, franceses, italianos y algunos extranjeros
residentes en México, la gran mayoría católicos. Tomaron el nombre del
santo patrono de Irlanda. Estos patriotas mexicanos por adopción
libraron una gran batalla en Churubusco el 20 de agosto de 1847. (Basado
en Wikipedia).
Efemérides 2: El 13 y el 27 de agosto de 1968 se desarrollaron dos de
las mas grandes manifestaciones del movimiento estudiantil. La tercera y
desde el punto de vista de fuerza real y simbólica la mas importante
ocurrió el 13 de septiembre, la llamada marcha del silencio. Pero el
hecho sobre el quisiera llamar la atención es que hace unos días habría
cumplido años el ingeniero Heberto Castillo, personaje clave del
movimiento de 1968 como profesor universitario y luego figura esencial
de la izquierda que emergió en los años 70.
Twitter: gusto47
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