El compromiso fue abrogarla totalmente
Lucharán en defensa del derecho de la infancia a un sistema que le permita desarrollar el pensamiento crítico
Dirigentes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) calificaron de madruguete y una imposición el acuerdo para la discusión y posible aprobación, en la Cámara de Diputados, del dictamen de reforma a los artículos 3, 31 y 73 constitucionales, pues los legisladores lo hacen sin el aval ni el apoyo del magisterio disidente. Nuestro posicionamiento fue muy claro: no vamos a aceptar una reforma a medias o maquillada.
Agregaron que aprobar la reforma educativa sin un consenso que incluya al magisterio es caer en una nueva contradicción, porque el compromiso que se hizo fue abrogar totalmente la reforma peñista y hoy vuelven a pactar con los partidos políticos perdedores de la pasada contienda electoral, sin generar verdaderas bases para consolidar un proyecto educativo común con los maestros y todos los actores sociales.
Wilber Santiago, vocero de la sección 22, indicó que se va aprobar una reforma que “sigue siendo laboral y sin alcanzar ningún acuerdo con la CNTE, por lo cual consideramos que estamos ante una administración autoritaria que no permite una verdadera abrogación de la reforma educativa.
Si una ley se aprueba sin consenso, con prisas, entonces es imposición, autoritarismo al estilo Peña. Resistimos a la embestidfa peñista y de ser necesario seguiremos en pie de lucha otro sexenio más.
Por su parte, Enrique Enríquez Ibarra, secretario general de la sección 9 e integrante de la Comisión Nacional Única de Negociación, destacó que el camino que ha seguido la CNTE es por la defensa de nuestros derechos laborales, pero también del derecho de los niños a tener una educación que realmente les permita un pensamiento crítico, y lo que estamos constatando, dijo, es que con esta aprobación se deja intacta una reforma educativa que ya demostró su fracaso pedagógico y político.
Indicó que con la decisión asumida por la Junta de Coordinación Política de San Lázaro, avalada por el Poder Ejecutivo, constatamos que los acuerdos se suscriben entre partidos y no entre actores sociales. Parece que sólo se buscó ver quién se ponía la estrellita de lograr un acuerdo.
Sin embargo, enfatizó que no habrá una ruptura de la mesa de diálogo, porque no vamos a dejar de insistir hasta alcanzar una verdadera abrogación de la reforma educativa, y será la CNTE la que mantenga hasta el final esta defensa.
Laura Poy Solano
Periódico La Jornada
Miércoles 24 de abril de 2019, p. 4
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