La Jornada
Bajo la lupa
Bajo la lupa
Alfredo Jalife-Rahme
▲ Desacoplamiento de la economía real y comportamiento de Wall Street y, sobre todo, en bolsas de Asia, podría causar una catástrofe del sistema financiero.Foto Ap
Sputnik advierte el derrumbe del sistema financiero global y cita a Dimitri Speck (DS), experto alemán del oro, quien aconseja que en el largo plazo la plata será
una alternativa aún mejorque el oro, ya que las reservas argentarias terrestres son más pequeñas que las del oro (https://bit.ly/38RZAVC).
¿De qué sirve que México sea el primer productor de plata en el mundo, si práctica y metafóricamente no se queda casi nada aquí?
El endeudamiento de la economía global y la aplicación de la
técnica Bernanke–el lanzamiento alegórico de dólares desde los helicópteros durante la grave crisis de 2008, como receta de Ben Shalom Bernanke, ex gobernador de la Reserva Federal–, así como las medidas monetaristas de precaria salvación por el Banco Central de la Unión Europea, pese a las reticencias de disciplina monetarista/fiscal del Banco Central Alemán (en medio de la pandemia del Covid-19), están llevando a un exceso de liquidez susceptible de causar
una catástrofe del sistema financiero, según DS.
Precisamente el desacoplamiento entre la alicaída economía real y la explosión del alza bursátil en Wall Street y, más que nada y nadie, en las bolsas de China, son producto de
exceso de liquidezcuando en EU, con la mano en la cintura, sopesan un resca-te colosal que puede alcanzar hasta 8 millones de millones de dólares ( trillions en anglosajón), que equivalen a más de 40 por ciento del PIB de EU y a 6.6 veces al PIB nominal de México.
En lo que va del año, banqueros, inversionistas y especuladores se han ido a refugiar al oro y la plata que han obtenido ganancias de 25.15 y 27.12 por ciento, respectivamente.
Hoy la onza de oro se cotiza en mil 802 dólares y en momentos ha alcanzado su máximo de mil 831 de hace nueve años, mientras que la de plata se cotiza en 19.08 dólares y en cualquier momento rompe la barrera de 20 dólares.
Según The Wall Street Journal, las mineras, en su mayoría canadienses, han hecho su agosto en lo que va del año: Kinross Gold, con un azorante rendimiento de casi 60 por ciento y Barrick Gold (con vínculos macabros con el nepotismo dinástico de los Bush), 48 por ciento; la estadunidense Newmont, con casi 45 por ciento, y la alemana/australiana VanEck, casi 32 por ciento (https://on.wsj.com/2CnhkMo).
Ahora bien, ¿en qué beneficia ello a México, donde los gobiernos neoliberales, en particular, el del apátrida entreguista Felipe Calderón, regalaron las pletóricas minas de México a las mineras anglosajonas, sobre todo de Canadá?
La producción de plata en México se disparó en forma exponencial desde 2008 –justo el año de la crisis financiera global propiciada por Obama– y ha llegado al récord de 6.3 millones de toneladas métricas de extracción en diciembre de 2019 (https://bit.ly/3fkgSwL).
No creo que las mineras argentíferas hayan incrementado su producción sin tener algún objetivo de mediano y largo plazos.
Hace un mes, el presidente Andrés Manuel López Obrador exhortó en forma insólita a pagar sus elusivos impuestos a las mineras de Canadá (https://reut.rs/2Ohcq60). ¡No, bueno!
Cabe señalar que no constituye ninguna hazaña tecnológica la extracción minera en los primeros 20 años del siglo 21. En una sociedad democrática y transparente, es conveniente señalar los ingresos de México en sus minerías, así como las exorbitantes ganancias de las firmas trasnacionales del sector.
Es el momento oportuno para que el gobierno nacionalista de López Obrador restituya la soberanía de la posesión catastral y de la extracción de nuestros metales preciosos, en particular, la plata.
Para no provocar problemas insolubles y legales con nuestros socios geoeconómicos del T-MEC, tan de moda, es necesario sentarse a renegociar con los beneficiados foráneos (y locales) la orgía metálica entregada por los gobiernos neoliberales, en una nueva modalidad más justa y equitativa cuando se avecinan los mejores tiempos bimetálicos del oro y, principalmente, de la plata, cuando –al menos, públicamente– se desconoce la proporción del destino de sus ganancias.
Facebook: AlfredoJalife
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