Escrito por Teresa C. Ulloa Ziáurriz
CIMACFoto: César Martínez López
Realmente qué tenemos que festejar en este 10 de mayo, cuando en México se celebra el día de las madres. Y a qué me refiero, a que en la Alcaldía Cuauhtémoc, la trata y la explotación sexual de mujeres y niñas se ha incrementado en 280 por ciento durante el primer trimestre de 2022.
Como ya había mencionado en mi columna anterior, la proporción de desaparición de mujeres y niñas pasó de uno de cada cinco casos en 2010, lo que equivale a un 20 por ciento, a dos de cada tres, o sea un incremento del 66 por ciento, en 2017. Proporción que ha incrementado en los mismos periodos, los cuerpos femeninos exhumados en fosas clandestinas pasaron, de entre 11 y 16, a entre 37 y 54, respectivamente, lo que representa en ambos casos un incremento superior al 300 por ciento. Estos datos revelan que puede considerarse que la desaparición de mujeres en México llega a ser el preámbulo para un feminicidio.
Pero todavía peor, según “Expansión”, en México se registraron 80 mil reportes de mujeres desaparecidas desde 2006. Casi 20 mil mujeres siguen sin ser localizadas desde la llamada “guerra contra el narco”. 10 entidades, lideradas por el Estado de México, concentran 65 por ciento de las ausencias denunciadas ante autoridades.
De acuerdo con el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas (RNPDNO) de la Secretaría de Gobernación, una de cada cuatro de ellas sigue sin ser localizada, es decir, todavía se desconoce el paradero de 19 mil 805 mujeres. El número asciende a 24 mil 664 cuando se incorporan las mujeres desaparecidas entre el 15 de marzo de 1964 y noviembre de 2006.
Según “Milenio”, en México, actualmente hay más de 20 mil mujeres reportadas como desaparecidas o no localizadas. La mitad de esos casos ocurrieron en cinco entidades –entre las que se encuentra Nuevo León– y el rango de edad más frecuente es de 15 a 19 años. De acuerdo con la Comisión Nacional de Búsqueda, actualmente hay 20 mil 148 mujeres con el estatus de desaparecidas.
En números absolutos, el Estado de México encabeza la lista con dos mil 687 desapariciones, seguido de Tamaulipas con dos mil 452, Jalisco con mil 968, Nuevo León con mil https://www.milenio.com/policia/hay-mas-de-20-mil-desaparecidas-en-mexico
México tiene el primer lugar mundial en agresiones sexuales contra las mujeres, según un estudio realizado por la Organización de Naciones Unidas en 2010. De acuerdo con la Secretaría de Salud, en nuestro país se comenten 120 mil violaciones contra mujeres al año, según estadísticas de 2010. Esto significa que cada 4 minutos, alguna mujer sufre una violación sexual. Lo que nos deja claro que para este año estas cifras se incrementaron en un 200 por ciento, o sea más de 300 mil violaciones al año.
Esto confirma algo que veníamos diciendo hace muchos años, aunque nunca nos prestaron atención: existe un vínculo entre la desaparición de mujeres, niñas y adolescentes con la trata, la explotación sexual y el feminicidio, agravado por las más de trecientas mil violaciones sexuales que se registran cada año y que lamentablemente son perpetradas, en su mayoría, por hombres de sus propias familias.
Pero aunque las cifras sean muy alarmantes y preocupantes no dejan de ser frías ante el dolor que estos delitos entrañan. Tenemos que pensar que detrás de cada caso hay una madre, una abuela, una hermana o una hija que las buscan o que sufren por su ausencia. Que hay amigas que buscan a las desaparecidas o exigen justicia para sus compañeras víctimas de feminicidio.
¿Cuántas madres no pueden dormir tranquilas por la preocupación de los niveles de violencia que hoy sufren las mujeres, las niñas y adolescentes en nuestro México?
¿Cuántos hijos, hermanos, esposos o compañeros no tendrán a nadie que celebrar, porque está desaparecida y cuántos irán al panteón a llevar una flor este 10 de mayo?
Como dice Doña Celia, la mamá de Jessica Cerón desaparecida en Morelos hace 10 años con un embarazo a término. “todos los días, vivo con la incertidumbre de no saber dónde está mi hija y mi nieto”; o la mamá de Yamilé, que se la llevaron cuando tenía 12 años, frente a su hermana, también en Morelos y de la que no se ha vuelto a saber nada, o la mamá de María José, que fue arrebatada de su óptica, en Tecámac, Estado de México, hace 12 años, cuando era una bebé de 11 meses y que se sospecha fue víctima de adopción ilegal internacional; y tantas otras mamás o hijas que no se dan por vencidas y buscan a sus desaparecidas, con la esperanza de encontrarlas vivas y que esperan que hoy, o mañana, o pasado, o algún día, llegue a su casa y toque la puerta y les diga que ya están ahí.
Qué tenemos que celebrar este día de las madres en México, una cultura de la misoginia, de la violación y del machismo que ha arrancado de sus hogares y sus redes familiares a tantas mujeres y niñas, que ninguna autoridad está buscando, las buscan sus madres y familiares.
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