6/21/2022

Petro colombiano, como AMLO, esperanza, luego desilusión al someterse por miedo a ricos e imperio



Pedro Echeverría V.

1. Ni Gustavo Petro –electo ayer presidente de Colombia- ni AMLO, presidente de México, tienen algún tinte de izquierda; los dos han negado esa ideología. Los izquierdistas en serio no son electoralistas porque siempre pensaron en organizar una gran revolución que destruya al capitalismo para que la población mayoritaria establezca la igualdad entre todos los seres humanos. Sólo nos quedamos en una utopía realizable, esperanzadora. En los hechos sólo hubo ensayos revolucionarios armados como en Rusia desde 1917, China en 1949, Cuba en 1959 y hasta en Nicaragua en 1979. “Ensayos por el socialismo”, porque todos fueron derrotados por la enorme fuerza política asesina de los imperios.

2. Colombia, con poco más de 52 millones de habitantes, es un país mucho más aplastado por los yanquis que México; todos sus gobiernos, como todos los de México, se han dedicado a chuparle los pies a los yanquis. Petro y AMLO pueden tener buena voluntad, grandes deseos, pero en la trampa, dentro de la burbuja capitalista, están maniatados, atados que sólo pueden reformar o cambiar cosas que no dañen el capital. Desde que somos México (o Colombia) al iniciarse el siglo XIX existe una batalla por el poder y la riqueza entre liberales y conservadores que sigue adelante, pero todo dentro de las reglas o normas del capitalismo. La izquierda radical o pueblo que quiera cambiarlas recibirá el castigo imperial.

3. En México existió el izquierdismo en los 60 y 70. Éramos centenares de miles de jóvenes que cada año hacíamos cinco o seis masivas marchas en la ciudad de México para protestar contra la represión a estudiantes, campesinos u obreros, así como para condenar bombardeos e invasiones yanquis o apoyar luchas de los trabajadores en el mundo. Fueron incontables las manifestaciones contra la invasión yanqui en Vietnam y las agresiones contra Cuba revolucionaria. Fueron esas grandes movilizaciones la base del masivo movimiento estudiantil de 1968. Pero a partir de 1977 en México, los partidos y políticos desesperados por dinero y poder, enseñaron el cobre. Se dedicaron a cazar votos, a obtener cargos, dinero y corrupción.

4. Estaba revisando la trayectoria política del colombiano Petro y me parece peor que la de AMLO (quien fue del PRI-gobierno en Tabasco). Petro –más urbano que AMLO- además de guerrillero socialista arrepentido, ha participado como legislador, senador, presidente de Bogotá y confrontaciones de partidos políticos. Pero en última instancia aunque los antecedentes de AMLO-Petro son muy importantes, son los grandes millonarios, los inversionistas, los yanquis, los que deciden qué se hace y qué no. Los yanquis, sean Bush, Obama, Trump o Biden, ven a México y demás países como su patio trasero para depositar su basura. ¿Estará peor Colombia que México dado que los yanquis tienen varias bases militares en territorio colombiano?

5. Cuando AMLO se retire del gobierno en 2024, los pobres serán más miserables y los ricos habrán acumulado más millones de pesos; la llamada corrupción no sólo no se redujo sino que continuará en las relaciones obrero-patronales, en sindicatos y partidos. ¿Cuántas canastas básicas de alimento se podrán comprar con el salario? ¿Cuándo presos comunes de los 250 mil se habrán liberado? ¿Cuántos multimillonarios se habrán sumado a la lista de Forbes, como los más ricos del mundo? Así que Petro, como AMLO, quizá personalmente no roben, no acumulen riquezas; pero si dejan que el país siga como está, todo vale un carajo. La categoría de grandes demagogos jamás la perderán; espero contribuyan a arrojar el sistema electoral a la podredumbre de la historia. (20/VI/22)


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