12/15/2023

Cuál es el origen de las posadas navideñas en México


¿Sabes qué significan las posadas navideñas en México? ¿Cuándo empiezan y cuántas son? Pues resolvemos esas y otras dudas de esta tradición decembrina.

15 de diciembre, 2023
Por: Abigail Camarillo@aabi_cm

Una de las costumbres más representativas de la temporada son las posadas navideñas en México. Son populares entre chicos y grandes al ser fiestas con villancicos, comida deliciosa, ponche caliente, piñatas, pastorelas y otros elementos.


Aunque seguro has participado en ellas desde siempre, ¿sabes cuál es su origen o qué simbolizan? Ahondemos un poco en la historia detrás de esta tradición.

¿Qué son y cuál es el significado de las posadas?

Esta es una tradición cien por ciento religiosa y el semanario católico Desde la Fe describe que este novenario (rito de 9 días) se usa como “representación del peregrinar de José y María (embarazada), de Nazareth a Belén”.

Es por eso que durante nueve días se simboliza cómo pedían posada (o asilo) durante ese viaje en el que nacería Jesús.

¿Cuándo empiezan las posadas? ¿Cuántos días duran?

Esto no es como semana santa, cuyas fechas varían año con año. Las posadas siempre empiezan nueve días antes de Navidad. Eso quiere decir que arrancan el 16 de diciembre y el gran cierre es el 24.

Imagen: Diego Rivera. La piñata, 1953. Secretaría de Cultura.

El origen de las posadas navideñas en México

Como muchas otras tradiciones relacionadas con la religión, las posadas navideñas en México tienen su origen en el período de la Conquista y la evangelización.

La UNAM explica que los mexicas tenían un festejo importante aproximadamente en las mismas fechas en el que conmemoraban el nacimiento de Huitzilopochtli, o el dios Sol, y que también se relacionaban con el solsticio de invierno, llamada “Panquetzaliztli o fiesta de las 100 banderas”.

El semanario Desde la Fe menciona que fueron específicamente los agustinos quienes originaron las posadas navideñas en México en San Agustín Acolman, en el Estado de México, a finales del siglo XVI.

La UNAM menciona que fue fray Diego de Soria, superior del convento de San Agustín de Acolman, quien obtuvo en 1587 un permiso del Papa Sixto V que autorizaba la celebración en la Nueva España de una de las Misas llamadas de “aguinaldo”. Estas se realizaban del 16 al 24 de diciembre en los atrios de las iglesias y donde se se intercalaban pasajes y escenas de la Navidad.

El antropólogo Fernando Híjar comenta a NatGeo que a lo largo del tiempo fue el mismo poblado de San Agustín Acolman quien le fue agregando elementos más atractivos como velas, luces de bengala y piñatas.

Igual se repartían los “aguinaldos” que son las bolsas con dulces y que acá fueron sustiuidos por la controvertida colación, aunque actualmente ya se usan dulces comerciales.

¿Cómo se pide posada?

Ya quedó claro que las posadas navideñas en México representan el peregrinar de María y José. Es por eso que las personas en las posadas se dividen en dos grupos.

El primero representa a los peregrinos y salen de casa (tradicionalmente acompañados de figuras que representan a María y José) para pedir posada entonando el famoso “En el nombre del cielo, os pido posada”.

El segundo grupo se queda en el interior y son las personas de la casa que en un principio se niegan a dar refugio a los otros.

Tradicionalmente, todas las personas que participan llevan velas y cuadernillos con la letanía (o ya la vemos directo en el celular).

Ya una vez adentro empieza la convivencia con comida deliciosa y hasta el rompimiento de la piñata.

La famosa letanía para pedir posada

Para que no andes sufriendo buscándola o sacando el librito de tu abuela, aquí te dejamos la letra:

Peregrinos (afuera)
En nombre del cielo
os pido posada,
pues no puede andar
mi esposa amada.

Anfitriones (adentro)
Aquí no es mesón,
sigan adelante
yo no debo abrir
no sea algún tunante.

Peregrinos (afuera)
No seas inhumano,
tennos caridad,
el Dios de los cielos
te lo premiará.

Anfitriones (adentro)
Ya se pueden ir
y no molestar,
porque si me enfado
os voy a apalear.

Peregrinos (afuera)
Venimos rendidos
desde Nazareth
Yo soy carpintero
de nombre José.

Anfitriones (adentro)
No me importa el nombre,
déjenme dormir,
pues que yo les digo
que no hemos de abrir.

Peregrinos (afuera)
Posada te pide
amado casero,
por sólo una noche
la reina del cielo.

Anfitriones (adentro)
Pues si es una reina
quien lo solicita
¿cómo es que de noche
anda tan solita?

Peregrinos (afuera)
Mi esposa es María
es reina del cielo,
y madre va ser
del Divino Verbo.

Anfitriones (adentro)
¿Eres tú José?
¿Tu esposa es María?
Entren, peregrinos,
no los conocía.

Peregrinos (afuera)
Dios pague señores
vuestra caridad,
y que os colme el cielo
de felicidad.

Anfitriones (adentro)
¡Dichosa la casa
que alberga este día
a la virgen pura,
la hermosa María!

Cuando abren la puerta, todos cantan:
Entren santos peregrinos, peregrinos,
reciban este rincón
que aunque es pobre la morada, la morada,
os la doy de corazón.

Al final, los peregrinos agradecen diciendo
Mil gracias os damos
que en esta ocasión
posada nos disteis
con leal corazón.
Pedimos al cielo
que esta caridad
os premie colmándoos
de felicidad.

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