Ciudad Juárez, Chih., En nombre del Estado mexicano, la Secretaría de Gobernación pidió perdón en el paraje Campo Algodonero de Ciudad Juárez, Chihuahua –como solicitó la Corte Interamericana de Derechos Humanos–, a seis madres de familia cuyas hijas de seis a 20 años de edad desaparecieron y fueron asesinadas entre 1995 y 2003.
Encabezaron el acto el subsecretario de Derechos Humanos, Población y
Migración, Félix Arturo Medina, y Joel Hernández, subsecretario de
Asuntos Multilaterales de la cancillería, quienes además develaron en el
lugar una placa de bronce en memoria de las víctimas del caso 13.377 Silvia Elena Rivera Morales y otras
, relacionado con las desapariciones y homicidios de niñas y jóvenes perpetrados en Juárez.
En el evento protocolario, celebrado en el Memorial del Campo Algodonero, participó también el fiscal de Chihuahua, César Jáuregui.
En el lugar se reconocieron las fallas y omisiones del Estado mexicano en los casos de las víctimas Brenda Berenice Rodríguez Bermúdez, Olga Alicia Carrillo Pérez, María Sagrario González Flores, Cecilia Covarrubias Aguilar y su hija de 24 días de nacida, María Elena Chávez Caldera y Silvia Elena Rivera Morales.
Félix Medina admitió que durante décadas, las autoridades fallaron en
proteger a las niñas y mujeres, permitieron la impunidad y negaron
justicia a las víctimas. Como representante del Estado, reconozco
nuestra responsabilidad por los feminicidios y la desaparición de la
niña Ibarra Covarrubias
, expuso.
Señaló que el Estado mexicano falló en garantizar los derechos humanos, la libertad, la personalidad jurídica, la honra, la igualdad y la protección de las víctimas, además de que vulneró las garantías fundamentales de los familiares.
Jesús Estrada y Rubén Villalpando
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