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En el entusiasmo del momento, Salinas (extrovertido, constantemente
deseoso de hacer bromas) mencionó que ocupar tal cargo en la Ciudad de
México es mejor que ser gobernador de Tlaxcala
. Hubo aplausos y
risas. El ex priísta, que un mes y medio después sería confirmado como
integrante del equipo de Clara Brugada, se escabulló: él lo dijo
, y pidió que el tema no fuera publicado.
El episodio muestra que la designación de Rubalcava estaba
determinada desde varias semanas atrás y era del conocimiento cuando
menos de ciertos personajes políticos y judiciales. Según se ha
identificado en los videos de la fiesta, asistieron los senadores
morenistas Emmanuel Reyes Carmona (suplente, en funciones, de Marcelo
Ebrard y miembro de La Luz del Mundo) y la hidalguense Sandra Simey
Olvera Bautista, además de la petista colimense Ana Karen Hernández y el
chiapaneco del Verde, Luis Armando Melgar, relacionado con el grupo
empresarial de Ricardo Salinas Pliego. También, un magistrado federal
electoral, el temporalmente cuatroteísta Felipe Fuentes Barrera, muy
utilizado en meses recientes para defender
posiciones de Morena, sobre todo en cuanto a la reforma judicial.
Además, el anfitrión es un ejemplo claro de la vinculación de los poderes político y económico. Salinas Gutiérrez fue accionista del tequila Don Ramón (que patrocinaba la sección de Las mangas del chaleco cuando Joaquín López Dóriga dirigía el noticiero nocturno de Televisa) y ahora mantiene una franquicia.
En 2023 dijo a la revista Valores, que lo puso en su portada: somos
productores de aguacate, desarrolladores de casas de interés social,
también departamentos de lujo, ahora estamos incursionando en la
gasolina y estuvimos también en temas de guarderías
(https://goo.su/UVZYsXY).
Sumamente dedicado a las relaciones públicas, recorre ciertos
territorios de las élites católicas y empresariales (también es dueño de
El Pollo Feliz, en Jalisco) y se aplica al ámbito de los políticos;
antes, los del priísmo, y ahora, del morenismo.
En septiembre de 2017, Salinas se casó con Iris Vianey Mendoza, entonces senadora perredista por Michoacán (en 2023 ya mencionó que era soltero). Padrinos de velación: Miguel Ángel Osorio Chong y su esposa, Laura Vargas; de lazo, Omar Fayad y su esposa, Victoria Ruffo, y de arras, el entonces titular de la Procuraduría General de la República, Raúl Cervantes Andrade, aunque este no asistió al acto religioso. Varios grupos y solistas estuvieron a cargo de la parte musical, entre ellos, Los Ángeles Azules, Pablo Montero, El Chapo de Sinaloa y Los Cadetes de Linares (https://goo.su/ZCYUzCJ).
Algunos medios de comunicación mencionaron que en 2014 la senadora perredista había sido señalada por presuntas cercanías con Los Caballeros Templarios, a partir de una fotografía en la que se le veía de fiesta con Melissa Plancarte, hija de Enrique, quien en aquella época era el segundo al mando del grupo criminal dirigido por Servando Gómez, La Tuta. La senadora Mendoza pidió licencia para que la investigara la PGR, que no encontró indicios.
Astillas
La presidenta Sheinbaum asumió parte del costo político de la designación de Rubalcava en el Metro al proponer, en su conferencia matutina de prensa, que se le diera una oportunidad y que se le valorara más adelante conforme a los resultados que, dijo, confía en que serán buenos… Y en el entorno de Clara Brugada había voces que aseguraban que la asignación del cargo no había sido por voluntad de la jefa del Gobierno capitalino… Y, mientras en El Vaticano continúa el proceso de votación para elegir al sucesor del papa Francisco, en un debate entre continuidad o freno, ¡Hasta mañana!
rescatecarretero //
No le gusta la obra pública// Ferrocarriles y mucho más
rescatebancario que ordenó el
nuevo prócer de la democracia(Krauze y Aguilar Camín dixit) para beneficiar a los barones del dinero y endosar la factura a todos los mexicanos, misma que, tres décadas después, no terminan de pagar, mientras los banqueros se hinchan de ganancias.
Pero el tema no acabó ahí, con todo y que el ex inquilino de Los
Pinos se pasea con la boca sangrante. En la mañanera de ayer la
mandataria comentó una de las grandes propuestas
de Zedillo: designar un auditor internacional independiente
para revisar contablemente las obras de la 4T
, como el Tren Maya y la refinería Olmeca. En todo caso, debió comenzar con sus ilegales rescates
y salvamentos
, que no fueron pocos, con recursos públicos.
Dijo Sheinbaum: lo que pasa es que a ellos (Zedillo y su pandilla)
no les gusta que haya regresado la obra pública en México, que estemos
construyendo tantas carreteras con recursos públicos; creen que todo
debería ser privado, que las carreteras deberían concesionarse todas;
bueno, a eso se dedicaron. Y luego, concesionaron todo y también él
rescató las carreteras, ¿con qué?, con recursos públicos. Eso, no están
de acuerdo que se haya construido un tren, que hayan regresado los
trenes de pasajeros. ¡Pues si él los privatizó y los desapareció!, y
después se fue a trabajar a una de las empresas
beneficiarias de la privatización.
Cierto: no sólo privatizó Ferrocarriles Nacionales, ni exclusivamente rescató
a los banqueros, sino que lo hizo con otros integrantes de la
oligarquía autóctona, decisión que, como en el caso del Fobaproa, ha
implicado el uso de multimillonarios recursos públicos, como en el caso
del rescate
carretero, ordenado por Zedillo en agosto de 1997, con un costo original de alrededor de 58 mil millones de pesos (indemnizaciones
incluidas), cuyos pasivos, al cierre de marzo de 2025, suman cerca de
170 mil millones, sin considerar el voluminoso cuan interminable pago de
intereses a lo largo de los últimos 28 años.
Y es la misma historia tétrica del régimen neoliberal: todo para el gran capital, comenzando por los recursos públicos. Por cierto, entre las frases célebres de Zedillo está aquella de “no tengo cash” cuando en una de sus giras una indigente se le acercó a pedirle dinero para comer, y esa fue su respuesta. Pero, ¿qué tal el permanente cuan multimillonario cash para la oligarquía que los mexicanos no terminan de pagar?
Salinas de Gortari concesionó a privados 52 carreteras de la red
federal (con una vigencia de 50 años); cinco años después y mediante un
decreto, Zedillo rescató
23 de ellas con recursos públicos y, ya saneadas
,
limpias de polvo y paja, Fox y Calderón las volvieron a concesionar y
agregaron otras, hasta sumar 45. En los primeros 10 años de ese rescate
,
de los bolsillos de los mexicanos salieron cerca de 100 mil millones de
pesos sólo para el pago de intereses. A pesar de ello, la deuda del rescate
se incrementó 178 por ciento (de cerca de 58 mil a 161 mil millones).
¿Beneficiarios del rescate
carretero? Entre otros, Grupo
Mexicano de Desarrollo (GMD, de la familia Ballesteros), Triturados
Basálticos (Tribasa, de David Peñaloza y la familia Hank), Ingenieros
Civiles Asociados (ICA, entonces con Bernardo Quintana a la cabeza),
Protexa (de la familia Lobo) y Gutsa (de la familia Gutiérrez Cortina,
el de la Autopista del Sol, pésimamente construida y eternamente reparada
… por el gobierno federal). Por cierto, todos ellos también fueron rescatados
por el Fobaproa.
Los neoliberales ni la burla perdonaban: en 2007, el entonces
secretario calderonista de Comunicaciones y Transportes, Luis Téllez,
anunció más concesiones carreteras, con lo que, decía, la deuda del rescate
zedillista terminará de pagarse en 2019
, es decir, cuando esa deuda sumó (aparte intereses) 248 mil millones de pesos, y la cuenta sigue.
Pero Zedillo privatizó no sólo los ferrocarriles: aeropuertos, puertos, electricidad, gas natural (con la trasnacional Repsol a la cabeza), satélites, minas y lo que se quede en el tintero.
Entonces, se entiende por qué no le gusta la obra pública.
Las rebanadas del pastel
En su campaña electoral, Ernesto Zedillo prometió a los mexicanos bienestar para la familia
,
pero no aclaró que únicamente sería para la familia oligárquica. Y le
cumplió con creces, a costillas de la nación… Va un enorme abrazo para
mi Chícharo amado por una velita más en su pastel. ¡Salud!
Nos conocimos en el Museo de Arte Abstracto Manuel Felguérez, hará unos 20 años, cuando el maestro replanteaba la propuesta del grupo Euterpe, transitando del rock progresivo al jazz. De esta manera logró grabar dos discos Euterpe (2007) y Euterpe Vol 2 (2019), donde se dio tiempo de grabar hasta un clásico de Eric Clapton: Reptile.
El pasado 30 de abril, en el contexto del Día Internacional del Jazz, la comunidad musical en pleno le rindió un emotivo homenaje en el teatro Fernando Calderón, con conferencias, testimonios, poesías y la música de Quetzel Rosales Trío. Buen viaje, Víctor.
Let’s Swing. Enclavada en pleno Valle del Yaqui, al sur de Sonora, se
encuentra Ciudad Obregón, cabecera municipal de Cajeme, bautizado así
en honor de José María Leyva, Cajeme, guerrero yaqui que luchó en contra de la federación y su proceso civilizatorio
.
Bueno, pues Andrés González (Tecomán Colima, 1949) llegó a Ciudad Obregón a los 11 años, con la orquesta de su papá, José Amador González. Durante varios años cantó y toco teclados, y hoy por hoy ha publicado el libro Let’s Swing, un impresionante testimonio de 90 páginas y de gran formato, con una breve y minuciosa historia de la música orquestal en aquella región.
Y dado que el país es muchos Méxicos, sus sonidos y sus músicas se multiplican en todas direcciones y niveles. Por fortuna, se empiezan a publicar testimonios de todo ello. Arturo Arrizon lo hace con Tijuana: 100 años de música, un libro de 820 páginas. Héctor Peña tiene listo el segundo volumen de su Itinerario del jazz en Michoacán. Jorge Flores y Emmanuel Canseco presentaron La historia del jazz en Tapachula. Ahora Andrés González nos entrega Let’s swing, un volumen plagado de fotografías, anécdotas y reflexiones, un testimonio de amor confeso por la música cajeme.
De amores y otras reflexiones, de 90 páginas, pero en pequeño formato, es un breve y muy profundo recorrido que emprende Montse Revah por todos los intersticios de su ser.
Montse, a quien todo mundo identifica (identificamos) como una de las más grandes percusionistas de estas tierras, con especial y confeso amor por el jazz, recurrió al apoyo anímico y al diseño de Iraida Noriega para poder aterrizar este par de viajes.
Uno de ellos, en el franco descenso donde uno se encuentra escarbando en la más profundas y sombrías realidades. Para después, como Pandora, descubrir que allá en el fondo estaba y sigue estando la esperanza. Y después la luz.
Con textos que coquetean entre la brevedad de un poema, la firmeza de la prosa poética y la íntima y llana reflexión, Montse Revah nos hace sentir bien al percutir sus pensamientos. Gracias.
Matías Carbajal Sinfónico. El 23 de mayo, a partir de las 20:30 horas, el músico y compositor celebrará su 30 aniversario con un magno concierto en El Cantoral (Puente Xoco s/n, Puerta A, Xoco), donde presentará buena parte de su obra sinfónica (recordemos que el maestro ha navegado también las rutas del pop rock, el jazz y la música de cámara).
El grueso de la obra de Carbajal será interpretada por la Orquesta Iberoamericana, bajo la dirección de Lizzi Ceniceros; además se contará con la presencia del Ensamble Mare Magnum y de algunos invitados sorpresa.
Los jueves 8 y 15 de mayo, Ticketmaster implementará la promoción de 2 por 1 en la venta de boletos.
Salud
profunda preocupaciónpor la escalada belicista entre India y Pakistán que comenzó el pasado 22 de abril, cuando 28 personas murieron y más de 20 resultaron heridas en un ataque perpetrado en Pahalgam, en la porción de Cachemira bajo control de Nueva Delhi, y que las autoridades indias atribuyeron a facciones islámicas alentadas por Pakistán; en respuesta, se expulsó a los representantes diplomáticos de ese país, retiró a los suyos de Islamabad, interrumpió la concesión de visas, cerró la frontera común; asimismo, suspendió la aplicación de los acuerdos bilaterales de manejo de aguas, lo que causó inundaciones y sequías en el lado paquistaní. En los días siguientes, los ejércitos de ambas naciones intercambiaron disparos en la línea fronteriza, y el martes pasado el gobierno indio lanzó ataques con misiles sobre localidades situadas en la Cachemira bajo control del país vecino. En respuesta, Pakistán bombardeó puntos situados al este y sur de la línea de control que separa a ambas potencias.
La escalada es, en efecto, alarmante, no sólo por lo intrínsecamente indeseable de cualquier confrontación armada, sino por dos circunstancias críticas: por un lado, una nueva guerra entre India y Pakistán vendría a sumarse a la que ya se desarrolla entre Ucrania y Rusia, al genocidio que el régimen de Tel Aviv perpetra contra la población palestina de Gaza, a los amagos entre Israel e Irán, al desorden provocado por el empeño de Donald Trump en redefinir el orden mundial, a los diversos conflictos que tienen lugar en África, a las tensiones en el mar de China entre la determinación de Pekín de reintegrar Taiwán a su soberanía y los afanes separatistas de esa isla autogobernada. En ese contexto planetario, una cuarta guerra entre las dos naciones asiáticas mencionadas acentuaría sobremanera la volatilidad y la inestabilidad por las que transita la comunidad internacional.
Pero el aspecto más preocupante del conflicto en ciernes es el hecho de que sus dos protagonistas poseen sendos arsenales nucleares, lo que coloca al mundo ante la perspectiva de una guerra que podría desembocar en un holocausto atómico, el primero de la historia desde que la fuerza aérea de Estados Unidos lanzó bombas nucleares contra las poblaciones de Hiroshima y Nagasaki, hace casi 80 años.
Para mayor consternación, Islamabad y Nueva Delhi no son los únicos participantes en el conflicto histórico por la región de Cachemira: debe considerarse que una parte de esa disputada zona está bajo control de Pekín –otra potencia nuclear–, que mantiene una vieja alianza con Pakistán y una rivalidad igualmente añeja con India.
En tales circunstancias, es imperativo que la comunidad internacional y sus organismos empeñen todos los esfuerzos posibles en la desactivación de la escalada en curso y presionen a ambos gobiernos a ponerle fin y a trazar un camino viable hacia una solución duradera. Finalmente, no debe omitirse que la enemistad entre los dos países asiáticos son una más de las herencias malditas del colonialismo –en este caso, del británico– que proliferan en el mundo.

las heridas de la humanidad, sería bueno que en esa actitud se integrara el reconocimiento de los grandes luchadores como Hidalgo, que son venerados y reconocidos por un pueblo de alto contenido católico.
Tere Gil
Dentro de esta gran hermandad obrera hay ejemplos que brillan con particular fuerza: las y los mineros de México, especialmente los de Lázaro Cárdenas, Michoacán, encarnan el honor, la solidaridad y la fuerza colectiva que debe resistir a lo largo y ancho del país. No es casualidad que en esa ciudad industrial se erija uno de los movimientos obreros más unidos y con mayor conciencia social. Allí, donde la historia del trabajo se escribe con sudor, con riesgo y con valentía, los mineros han sabido ser más que trabajadores: son también defensores de sus derechos, impulsores de la justicia laboral y protagonistas de la transformación.
En los muros de Lázaro Cárdenas se ve reflejado ese legado: una pancarta que dice Unidad, organización y lucha, que no es sólo una consigna, es una forma de vivir. Es la imagen viva de un México que no se rinde, que no se vende y que no olvida que la dignidad no se negocia. Pero no basta con resistir. Urge, con claridad y visión de futuro, una nueva política laboral, social, económica y esencialmente solidaria y comprometida que revalore el trabajo humano. Es tiempo de avanzar hacia una agenda transformadora que reconozca a las y los trabajadores como centro de la vida nacional.
En este contexto, la lucha por la reducción de la jornada laboral a 40 horas semanales es impostergable. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), trabajar más de 55 horas por semana aumenta significativamente el riesgo de enfermedades cardiovasculares y derrames cerebrales. México es uno de los países de la OCDE donde más se trabaja: en promedio 2 mil 226 horas al año, muy por encima de otros, como Alemania (mil 349), Francia (mil 505) o Canadá (mil 688). ¿Los resultados? Precariedad, estrés, desintegración familiar. Es hora de que el país avance hacia un modelo laboral más justo y humano.
También es urgente retomar el aumento del aguinaldo de 15 a 30 días, medida que permitiría a millones de familias mexicanas enfrentar con mayor dignidad y menos angustia los compromisos de fin de año, porque el trabajo no es sólo una fuente de ingresos: es un proyecto de vida, una plataforma para el bienestar familiar y comunitario. Y así hay un paquete acumulado de 10 iniciativas en la Cámara de Diputados que propuse para restaurar la deuda histórica con la clase trabajadora.
Las y los trabajadores no son únicamente un engranaje del aparato productivo, una estadística de empleo: son personas con historias, necesidades, sueños y derechos. Son quienes generan la riqueza de cualquier nación y deben ser reconocidos, valorados y honrados. Ya no podemos seguir hablando del desarrollo sin integrar plenamente a la clase trabajadora como sujeto y motor del cambio.
Este reconocimiento no puede seguir condicionado por los intereses de empresarios o políticos que prefieren mirar hacia otro lado. Un gobierno con ideología social, con visión democrática y con convicción histórica debe asumir, sin temor, un papel vanguardista y futurista. No se trata de antagonizar, sino de equilibrar, de distribuir con justicia, de construir desde abajo un país más sólido, más humano y más justo. Y en ese camino, darle a las y los trabajadores su apropiado lugar en la construcción de la nación, que no implica nada más un acto de justicia: es una estrategia inteligente de desarrollo sostenible.
Es necesario señalarlo: este 1º de mayo marcó un momento histórico en la vida política del país. Por primera vez, el nuevo gobierno de México se reunió con las y los líderes sindicales del país. Hasta ahora se habían realizado más de 40 reuniones con representantes empresariales; ésta fue la primera ocasión en que la clase trabajadora fue escuchada en ese mismo nivel de interlocución. No es un detalle menor: es quizás el inicio de una nueva relación entre el gobierno y el mundo del trabajo. Una relación que debe profundizarse, consolidarse y traducirse en políticas concretas. Hoy, más que nunca, el futuro de México se construye desde el trabajo: con unidad, organización y lucha; con dignidad, justicia y visión de país.
Ir y venir, preguntar, recibir amenazas e insultos, mantener vivo el dolor y la zozobra de la esperanza como dato por verificar, hace de los familiares de desaparecidos una legión sin más plan de vida que la búsqueda y encuentro de los seres queridos. Convertidos en expertos en descubrir fosas clandestinas por el aislamiento de unas piedras, el montículo sin yerba o la tierra dispareja y floja, los familiares caminan y no sucumben a la fatiga ni a la preocupación por el sostén de sus casas.
Había que señalar estos caminos que fluyen al encuentro de apoyo y solidaridad porque va quedando claro que los criminales se apoyan entre sí y no tienen límite. Las leyes no son la justicia, lo saben los facilitadores de la impunidad de los culpables a cambio de los castigos leves a los ejecutores de órdenes superiores sometidos al lema del poder político militar: las órdenes se cumplen, no se discuten.
De aquí las palabras buscar y encontrar vivos para significar el apoyo de los cuerpos de los familiares afectados, una colección de zapatos son soporte grabado de quienes necesitan dejar huellas de su paso para que todos sepan su desgracia, se conmuevan y contribuyan a la restitución de las vidas interrumpidas.
Huellas de la memoria es un conjunto de grabados en sentido
amplio para precisar constancia de los secuestros y acompañarla de un
mensaje amoroso. Sobre las suelas, las palabras grabadas con el trazo
tosco y firme alude a los cuerpos dolidos y clamantes de quienes tienen
nombre, rostro, historia y merecen ser y regresar. El llamado a la
atención pública de los familiares organizados es concretado por los
caminantes que entregan sus calzados. De estos nexos y articulaciones
crece la organización contestataria por la justicia. La elocuencia de
estas huellas remite no sólo al dolor de las víctimas, sino da sentido a
los insultos y campañas de mentiras oficiales y exculpadores del Estado
al confirmar la impunidad de funcionarios de arriba, abajo y de todos
lados. Fue el Estado
es la consigna que ha activado el
internacionalismo porque el clamor doloroso y furioso corresponde a la
globalización del crimen organizado con todo y gobiernos sicarios
incluidos y con los grandes negocios que significan las armas, las
drogas, los acarreos de pobres. Publicistas y traficantes de prestigios y
desprestigios contra los justos hacen fortunas, cuidan imágenes de los
criminales y les componen escenarios para sus farsas. De aquí el recurso
desde abajo y a la izquierda de dar a entender el dolor de las víctimas
con el soporte de su don principal en acción por la vida: su cuerpo,
los pies donde se apoya, las suelas de sus zapatos transformadas en
huellas para la memoria. Grabadores compañeros descubren los recursos
técnicos para escribir en las duras suelas o sobre linóleo pegado en las
gastadas superficies con la tierra de calles y plazas, fosas
clandestinas y basureros, arroyos, caminos pedregosos, restos de
campamentos improvisados y hasta de los finos tapetes de las oficinas de
los sicarios del Estado. En ellos camina una historia de penosa y
esforzada búsqueda que no cesa, que se hereda de padres a hijos que
siempre queda grabada como memoria del ausente urgida de la
actualización de su rostro, de su andar, de su voz y de confiar en que
un buen día aparezca.
Diez años cumple el proyecto colectivo con 350 pares grabados. En su ruta europea recogió zapatos de Argelia, Túnez y Sahara occidental que se suman a los de América Latina como denuncia de la desaparición forzada como práctica represiva en gran parte del mundo. En la exposición actual en el Palacio de Minería, abierta del 8 de mayo al 3 de agosto, se incluyen 302 pares.
Es tal el capitalismo por despojo que no logra vencer la memoria de las víctimas. La dialéctica de la historia responde. Una nación doliente constructora de justicia recibe las huellas de la memoria necesaria y construye la esperanza común con organización justiciera, autogestiva, desconfiada del poder del Estado. Huellas de la memoria denuncia, construye solidaridades, alerta de los crímenes del Estado y sus cómplices, prueba la urgencia de significación de la digna rabia como cimiento amoroso del lugar de los justos.
* Periodista
En su momento, la crítica vio en esta novela –que data de 2007– otra
historia basada en la crítica al orden patriarcal, ese espacio donde el
marido se siente a sus anchas
. Y en cierta manera, hay razones
para ello. Yeonghye vive en un monótono micromundo delineado por las
expectativas de su familia y la rutina definida por las demandas del
esposo. A su manera, un moderno sistema de encierro. Pero la densidad y
la inteligencia de la obra de Kang, la escritura residual de lo que
aparecen como desechos humanos, convierten a un tema convencional en un
problema de orden filosófico y existencial. La vegetariana
reúne a una mirada incisiva sobre las entrañas de una sociedad que anula
y corrompe todo deseo que amenaza con desestabilizar ese orden,
vindicando la permisividad de liberar casi cualquier deseo. No sólo se
trata del orden de las cosas en Corea del Sur, sino de una genealogía
radical de algo más general: la sociedad de control, según una antigua
definición de Gilles Deleuze.
La historia es narrada desde las disímiles perspectivas del esposo,
el cuñado y la hermana. No hay traza de la voz de Yeonghye; sólo de sus
sueños y de algunas expresiones mínimas y aisladas; como si fueran
ruidos apenas audibles. Uno podría afirmar que la novela recrea así la
distancia de vacío e indiferencia que rodean a lo que piensa y siente la
joven esposa. Sin embargo, este método contiene y procura un efecto más
radical. Una exégesis de la imagen que nace de sí misma tal y como
emana de la percepción que tienen los otros de ella. Es decir, la
frontera donde la sociedad
se hace presente con sus gustos y
aversiones: con sus anclajes donde no hay escapatoria, y con
definiciones que no sólo moldean la conducta, sino que la modulan, como
explica Salvador Gallardo en el libro La mudanza de los poderes.
Un buen día, Yeonghye empieza a experimentar pesadillas lúgubres y brutales. Las imágenes se repiten: hombres con cuchillos que degüellan animales; partes de los mismos cuchillos clavadas en espaldas humanas; su bello y mejor amigo de infancia, un gran perro blanco, es colgado de un árbol por su padre después de que intenta morderle la mano. Hasta que una noche, movida por una pulsión exenta de cualquier reflexión, se dirige al refrigerador para tirar a la basura todos los filetes almacenados en el congelador. Su esposo la observa atónita. Ella está a punto de devenir vegetariana.
Pronto comienza a cocinar para ello e impone en casa una estricta dieta exenta de carne. Él deja de sentirse a sus anchas
y la relación empieza a descontrolarse. No debido a sus nuevos hábitos
en la comida, ni porque renuncie a seguir buscándolo, sino porque le ha
puesto nombre a un deseo que inhabilita toda posibilidad de control.
Ella empieza a adelgazar y la familia teme por su salud. La rodean
constantemente de comida y de su boca sólo sale una frase: No quiero
. Incluso hay un momento en que su padre la golpea para que coma proteínas
.
Como Bartleby, el protagonista del cuento de Melville, que un día decide responder con un prefiero no
a toda iniciativa que se le encomienda, Yeonghye se ha despojado de su reacción natural
a reprimir su aversión al control, a evadir el silencio frente a la
exigencia de aumentar el silencio mismo. Aunque de por medio sólo se
encuentre su aislamiento completo. El auténtico novelista no tiene ojo
de profeta, sino de un crítico radical; aquél que figura ideas y
situaciones que devendrán conceptos. Kang es abundante al respecto.
Mientras el marido se va distanciando, porque sólo ama lo que pretende controlar y deja de amarlo cuando lo ha logrado
, el cuñado se obsesiona con ella hasta convertirla en el aire que respira
.
Es un artista que le pinta el cuerpo con flores y partes de bosques.
Ella cree que ha vuelto a recuperar el sentimiento de los sentidos. Y,
sin embargo, ya no hay marcha atrás.
A Yeonghye la ha invadido un duelo infinito, que retorna una y otra vez, por una sociedad incapaz de mostrar la mínima compasión frente a la transversalidad de sus violencias. Una sociedad que se ha acostumbrado a la masacre como método de cancelación. Y a sustituir el deseo por el otro con el consumo del otro. Porque de eso trata el delirio de la gula actual.
esclavitud modernapor su cooperación médica internacional, mientras practica, a plena luz del día y con aparente cobertura legal, formas brutales de trata institucionalizada contra migrantes latinoamericanos.
La paradoja no es menor: mientras médicos cubanos salvan vidas en las regiones más empobrecidas del planeta, el gobierno de Trump encadena a seres humanos de pies y manos, los embarca como ganado hacia terceros países y los entrega para que desaparezcan en las entrañas de centros de tortura.
A lo largo de décadas, Cuba ha sostenido un programa de colaboración
médica sin precedentes, con la presencia de más de 600 mil cooperantes
sanitarios en 165 naciones. Esos médicos han enfrentado pandemias,
huracanes, hambrunas y crisis humanitarias sobre la base de un principio
descrito por Fidel Castro a propósito de la colaboración cubana en
salud: En las relaciones internacionales practicamos nuestra solidaridad con hechos, no con bellas palabras
(https://acortar.link/usRGWt).
Pero Washington, desde Bush hasta Trump, no ha dejado de intentar desacreditar ese modelo, acusándolo de tráfico humano
y trabajo forzoso
,
cuando en realidad lo que molesta es que Cuba exporta dignidad, tal y
como la definió Kant: el filósofo alemán distinguía entre lo que tiene
precio y lo que tiene dignidad. Tienen precio aquellas cosas que pueden
ser sustituidas por algo equivalente, mientras que aquello que
trasciende todo precio y no admite nada equivalente, eso tiene dignidad.
Contrasta profundamente con lo que ocurre al norte del río Bravo. La
nueva administración Trump, decidida a implementar una política
migratoria de tolerancia cero
bajo parámetros supremacistas, ha
reactivado el mecanismo de deportaciones encadenadas y sin el debido
proceso de la ley. Los inmigrantes son deportados, sin juicio ni
oportunidad de responder a los alegatos contra ellos. Son expulsados con
grilletes en los tobillos y esposas en las muñecas, amontonados en
aviones que los llevan no necesariamente a su país de origen, sino al
país que Washington designe como tercero seguro
.
El caso de los venezolanos deportados a El Salvador es especialmente escandaloso. El país centroamericano, convertido por Bukele en una distopía vigilada con drones, ha ofrecido al gobierno estadunidense una infraestructura de represión sin rendición de cuentas: el Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot), la megacárcel donde el hacinamiento, la tortura, la desaparición y la negación del debido proceso y del vínculo con familiares son moneda corriente, según organizaciones de derechos humanos. Así, Washington externaliza su violencia migratoria con las lecciones bien aprendidas de la era Bush: si los detenidos están fuera del territorio nacional, no tienen derechos ante la justicia estadunidense. Esa fue la doctrina para Guantánamo. Hoy, Trump la recicla para deportar y reprimir sin costo judicial.
Mientras, la maquinaria propagandística del Departamento de Estado y sus satélites mediáticos en Miami repiten el mantra de que los médicos cubanos son esclavos
.
Pero ¿dónde está la esclavitud? ¿En el bisturí que opera gratis a un
niño en Haití? ¿En la vacuna que se administra en Angola? ¿O en las
manos encadenadas del migrante que huye de situaciones de violencia en
su país de origen y acaba en una celda salvadoreña sin nombre ni
abogado? ¿Qué diferencia esta situación de los desaparecidos en
Argentina, Uruguay, Guatemala o Chile, durante la guerra sucia de los años 70 y 80?
La hipocresía no es nueva, pero sí más descarada. Acusar a Cuba de lo que EU practica a escala industrial es una vieja estrategia: culpar a la víctima para ocultar los propios crímenes. Los grilletes con que deportan a los migrantes no pueden ocultar el verdadero rostro del imperio que se dice libre y democrático, mientras reproduce, con nueva tecnología, las cadenas de los barcos negreros que siguen navegando por la conciencia moderna de Occidente.
En Barco de esclavos (Capitán Swing, 2023), el historiador
estadunidense Markus Rediker analiza la trata a través del Atlántico
desde finales del siglo XV hasta casi terminar el XIX, durante 400 años.
Los compartimentos estaban tan atestados que casi no había espacio
para darse la vuelta. Las cadenas que llevaban para evitar cualquier
tentación de fuga les dejaban en carne viva muñecas, cuellos y tobillos
. Exactamente como ahora.
El trumpismo es la ausencia oficial de máscaras: hay barra libre de
fascismo y al que se pase no lo echan de la fiesta, sino que lo ponen a
organizar otra, como ésta de culpar a Cuba de esclavitud moderna
, mientras los aviones negreros
vuelan rasantes de norte a sur, por encima de nuestras cabezas.
El Plan México reconoce, con realismo, que el orden económico mundial atraviesa una transformación acelerada. El declive del multilateralismo, la guerra tecnológica entre China y EU y el regreso del nacionalismo económico, obligan a países como el nuestro a replantearse su estrategia de inserción internacional. Ya no basta con abrir las fronteras y esperar que la inversión extranjera produzca milagros. México necesita una política industrial activa, coordinada y sostenida.
Así, el plan expone objetivos deseables y necesarios: generar 1.5 millones de empleos en manufactura especializada, alcanzar un contenido nacional de 50 por ciento en sectores estratégicos, relocalizar cadenas de suministro, producir tecnología farmacéutica y electrónica de manera nacional, y consolidar polos de desarrollo regional. Pero lo que se promete en el discurso no siempre coincide con la lógica estructural que subyace a la política.
La pieza central del plan es la atracción de inversión extranjera
directa, sin condicionamientos de transferencia tecnológica ni contenido
nacional obligatorio. Empresas globales actúan como anclas
del
desarrollo, mientras las micro, pequeñas y medianas empresas mexicanas
quedan relegadas al papel de proveedoras periféricas. No hay un sistema
claro de escalamiento que las lleve a innovar, exportar o competir en
igualdad de condiciones. El modelo reproduce el viejo sueño de la
maquila, ahora con tecnología 4.0 y discursos de bienestar.
Los sectores estratégicos –semiconductores, electromovilidad, farmacéutica, agroindustria, petroquímica– están concebidos no como plataformas para la construcción de capacidades nacionales, sino como zonas francas donde se reduce la regulación, se aceleran los permisos y se homologa el marco normativo con EU. De hecho, el plan contempla la participación directa de agencias extranjeras como USAID y el Wilson Center en el diseño de prioridades tecnológicas, educativas y logísticas. Bajo el manto de la cooperación, se difumina la soberanía decisional.
Resulta revelador que, mientras se invoca la autosuficiencia tecnológica, el Estado no haya propuesto una estrategia nacional de innovación con base en universidades públicas, centros tecnológicos propios o propiedad intelectual mexicana. Tampoco se contempla la creación de un organismo rector de la política industrial, como lo han hecho Corea, Vietnam o incluso Brasil en el pasado. Se apuesta por el dinamismo del mercado, con el Estado en funciones de facilitador.
Más preocupante: el plan no coloca al capital mexicano –es decir, a
empresas de propiedad nacional– en el centro de la estrategia. Esta
aclaración no es menor. En el marco jurídico internacional, toda empresa
que opera legalmente en México recibe trato nacional
, aunque su capital sea extranjero. En otras palabras, una empresa puede ser considerada nacional
a efectos legales por estar constituida bajo leyes mexicanas, sin que
su propiedad, control o beneficios permanezcan en México. Esa es una
ficción jurídica que no debe confundirse con una política de
fortalecimiento del empresariado mexicano. Lo que el plan omite es una
apuesta decidida por formar, consolidar y escalar empresas mexicanas,
capaces de ser fuente originaria de innovación, generadoras de empleo de
calidad y promotoras de una acumulación autónoma de capacidades. Sin
ese capital productivo nacional, no hay innovación propia. Y sin
innovación propia, el país está condenado al estancamiento o, peor, a
una modernización subordinada.
Esta estructura deja al país expuesto a riesgos: que los polos industriales se conviertan en enclaves desconectados del resto de la economía; que el conocimiento generado sea capturado por filiales extranjeras; que los recursos públicos se destinen a subsidiar inversiones privadas sin garantía de retorno nacional, y que la relocalización, lejos de fortalecer a México, lo integre más profundamente como engranaje subordinado del aparato productivo estadunidense.
No se trata de rechazar la inversión extranjera ni de regresar a modelos cerrados. Se trata de establecer reglas del juego claras, con objetivos nacionales como condición. Si se otorgan incentivos, que sean a cambio de transferencia de tecnología, formación de talento local, incorporación de proveedores mexicanos y participación en propiedad intelectual. Si se relanzan las compras públicas, que sirvan para desarrollar empresas nacionales genuinas y no sólo para ensamblar insumos importados. México necesita un modelo de desarrollo que parta de sus capacidades, fortalezca su aparato científico, eleve su productividad endógena y defienda el interés público. No basta con tener productos hechos en México si la inteligencia, las ganancias y las decisiones vienen de fuera.
El Plan México puede ser una oportunidad histórica para construir un nuevo camino. Pero para lograrlo, debe ser corregido en su arquitectura, democratizado en su diseño y emancipado de la lógica de la dependencia maquillada. La soberanía no es un eslogan. Es una política. Y esa política debe pensarse, financiarse y controlarse desde aquí.
* Director del Cide
asesinato de la democracia,
del surgimiento de un régimen autocrático y tiránico, de la
necesidad de auditar los grandes proyectos de inversión del sexenio de AMLO, Zedillo quiso pasar rápidamente por el rescate bancario que se implementó en su gobierno y que, según él, fue auditado y se encontró que todo había sido hecho correctamente, por lo que ya no sería un problema.
No es así. Se trata de un asunto de enorme importancia y que marca al
gobierno de Zedillo. Como lo marcan también la crisis provocada por los errores de diciembre de 1994
,
que golpearon duramente a muchos hogares mexicanos. Más aún, la matanza
de Acteal y Aguas Blancas. Aunque fue un actor relevante en los
procesos electorales de 1997 y 2000 y en la consolidación del IFE como
órgano independiente y ciudadano, el mérito fundamental le corresponde a
la ciudadanía y a los partidos que abrieron las puertas para
convertirnos en una verdadera democracia constitucional.
El escandaloso rescate a los bancos a través de Fobaproa, luego fue convertido en deuda pública gracias al voto de las bancadas del PRI y el PAN en la Cámara de Diputados en diciembre de 1998. La gestión de la crisis bancaria, además de su arbitrariedad manifiesta, no fue cabalmente auditada porque, como lo informó puntualmente M. Mackey, los actores, es decir, el gobierno y los bancos rescatados, no entregaron la información necesaria para que pudieran hacerse los análisis obligados por una auditoría. De modo que Mackey entregó un informe, no una auditoría. Sin proponérselo, Zedillo y sus promotores regresaron a la discusión nacional el asunto del Fobaproa y su legitimidad.
El gobierno zedillista utilizó a esta entidad para ofrecer recursos a
los bancos privados que estaban en crisis de cartera vencida. Muchas
operaciones crediticias incumplieron con las sanas prácticas bancarias
:
hubo créditos relacionados, sin documentarse y sin garantías. Se trató
de créditos que nunca debieron considerarse para el salvamento bancario y
que se aceptaron porque el gobierno no supervisó los créditos que
fueron entregados al Fobaproa, de modo que esa entidad aceptó créditos
evidentemente incobrables.
Los grupos parlamentarios del PRI y el PAN en diciembre de 1998 conformaron una mayoría que aprobó sustituir los pagarés Fobaproa, por pagarés IPAB y establecer que este nuevo ente se haría cargo de pagar el capital e intereses por los créditos que el gobierno le compró a los bancos para restituirles liquidez y salvarlos de la quiebra. El monto total del pasivo fue de 687 mil 844 millones de pesos. El acuerdo de diciembre de 1998 cambió pasivos generados desde 1995, cuando iniciaron los intercambios de cartera por estos pagarés, que estaban pactados a una tasa de Cetes + 1 o Cetes + 3, dependiendo del banco involucrado.
A 30 años del inicio del rescate bancario se han pagado un poco más de 2 billones de pesos, a precios actualizados a marzo de este 2025. Se debían 688 mil millones y el gobierno ha pagado más de 2 billones de pesos y, de acuerdo con información de la Secretaría de Hacienda, todavía se adeudan un billón 127 mil 264 millones de pesos de pagarés y 32 mil 220.8 millones del programa de apoyo a deudores, en total un billón 159 mil 484.8 millones. Se trata de un pasivo cuyo fin está en el infinito.
La llegada del gobierno de Morena en 2018 y su continuación en 2024 ha seguido pagando esta deuda como si se tratara de algo ineluctable. El Congreso nunca debió aprobar este intercambio de pagarés Fobaproa por pagarés IPAB. Lo hizo y creó un pasivo del gobierno que 30 años después sigue vivo, pese a que se han pagado 2 billones de pesos, una cantidad exorbitante. Es momento de renegociar estos pagarés IPAB. El gobierno mexicano no está obligado a seguir honrando esa deuda. Lo ha hecho desde diciembre de 1998, durante 26 años.
Se ha pagado, aunque los bancos rescatados dejaron de existir hace años y los que retuvieron esos pagarés han recuperado más de lo que comprometieron con esos créditos. Los bancos privados que operan en México son extraordinariamente rentables y pueden seguir operando sin los ingresos que, en su caso, derivan del pago de los intereses de los pagarés IPAB. Las finanzas públicas, por su parte, están en una situación en la que hay muy poco margen de maniobra.
Consecuentemente, eliminar esa partida del ramo 34 Erogaciones para los programas de apoyo a ahorradores o deudores de la Banca, generaría un espacio fiscal que pudiera utilizarse para programas de contenido social. No hay que esperar mucho para proponerse esto. Si se resuelve, la cantaleta de Zedillo habrá servido para algo más relevante que llenar espacios de Letras Libres y Nexos.
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