PAIMEF Y PROABIM: ¿Cuáles eran sus funciones?
Programa de Apoyo a las Instancias de Mujeres en las Entidades Federativas (PAIMEF): Contribuyó a la generación de condiciones para el desarrollo humano, el ejercicio de derechos, el empoderamiento y la plena inclusión social de las mujeres en México. Lo anterior, mediante la prevención de las violencias contra las mujeres y la atención a las mujeres que se encuentran en situación de violencia por motivos de género y, en su caso, sus hijas e hijos, en el entendimiento de que la violencia es un factor que atenta contra el ejercicio de los derechos humanos de las mujeres, impide su acceso a la igualdad de oportunidades y restringe su incorporación a los procesos de desarrollo social.
Hace 19 años se creó el PAIMEF para el adelanto de las mujeres en los Estados; luego de casi de dos décadas de funcionalidad, el proyecto desapareció y la mayoría de sus trabajadoras, también.
El PAIMEF representó una de las políticas públicas pioneras en América Latina por su carácter focal en atender las violencias y ofertar refugio a las mujeres víctimas de violencia en zonas rurales de todo el país. Este proyecto fue operado desde el 2006 por el Indesol para promover los derechos humanos de las mujeres y garantizar su seguridad, a través de su protección, emancipación y autonomía.
PAIMEF nació como una iniciativa de la Comisión de Equidad de Género de la LIX Legislatura de la H. Cámara de Diputados como una respuesta ante la creciente violencia en razón de género, esto, en el marco de la Convención para la Eliminación de Todas las formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW), la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia Contra la Mujer (Convención de Belém do Pará, 1994) y la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing (1995). Pues en junio de ese 2006, México debía rendir cuentas sobre el cumplimiento de la CEDAW, siendo su mejor arma, la creación del PAIMEF.
Programa para el Adelanto, Bienestar e Igualdad de las Mujeres (PROABIM): Desde el 2018, se instrumentó una estrategia de empoderamiento para las mujeres, a través de la operación de los Centros para el Desarrollo de las Mujeres (CDM), con la coordinación entre los tres órdenes de gobierno, en los cuales se brinda atención y asesoría directa a mujeres interesadas en recibir información referente a sus derechos; en particular el derecho a los cuidados, educación, migración, a un medio ambiente sano para su desarrollo y bienestar, así como sus derechos económicos. Según documentó el Informe de Gestión Gubernamental 2020 – 2023 del Inmujeres, sólo en esos 3 años, el PROABIM logró atender un estimado de tres millones de personas, en su mayoría mujeres.
La llegada del PAIBIM: El cambio de estructura
Lo primero que hay que entender, dice Marta Ferreyra, es que cuando se decide que CONAVIM se una a la Secretaría de las Mujeres, inició todo un ajusto de la política pública. Algo que, refiere, no solamente se trató de «la suma de todas las partes», sino de un hecho que potenció la política pública «como debió ser siempre», repara Ferreyra.
«Esa fue una oportunidad de decir sí, bueno, ¿cómo lo estaba haciendo PAIMEF? Y entonces, PAIMEF estaba distribuyendo recurso en territorio y tenía una estrategia que nosotras nunca conocimos a fondo porque no la conocíamos; no la gestionábamos, sí era parecida (a su área de aquel momento, la PROABIM), pero no igual.»
¿Cuáles son las diferencias más elementales?, según explica Marta Ferreyra, la PAIMEF gozaba de una herramienta apodada «la tríada de atención» que consistía en una abogada, una trabajadora social y una psicológica. Ahora, con la PAIBIM, se decidió mantener esta estructura, pero resultaba evidente que sería insostenible atender todas las necesidades; ya no sólo era la PAIMEF, ahora se trataba de un proyecto mucho más extenso que exigía más.
Esencialmente, se identifican 3 diferencias «novedosas»:
- La divulgación de la Cartilla de las Mujeres
- Participación de las tejedoras de la patria
- Abogadas de las mujeres y con ello, un número más amplio de especialistas
- Centros Libres*: Que, si bien pueden gozar de ciertas diferencias, esta política pública no implica necesariamente algo novedoso, pues hay que recordar que estos espacios existen desde hace años nombrados anteriormente como Centros para el Desarrollo de las Mujeres.
En materia de recursos, para Marta Ferreyra se puede hablar de que es una política «más ordenada, estable y dirigida«.
«La diferencia es que está más integrado el recurso, está menos disponible para discrecional. O sea, antes las cada estado y cada titular del IMEF decidía un poco en qué gastar el dinero de PAIMEF, ahora está más etiquetado, más controlado y entonces quizás es la diferencia más grande, pero en términos de recurso aproximadamente es lo mismo»
Y a todas estas estructuras y planes, ¿la PAIBIM ya está en operaciones y se prepara para poner en marcha todas estas herramientas? Esto, a consideración de que el programa de Abogadas de las Mujeres fue lanzado hace un día y Tejedoras de la Patria el pasado 23 de abril. La respuesta es que no, si bien está en aras, el ambicioso PAIBIM aún no está en facultad de bajar los recursos a las entidades y según brindó información Marta Ferreyra el PAIBIM comenzó a dar sus primeros pasos el día de ayer -primero de mayo- y como ya se advertía en un principio del texto, el programa tomará «carrera» hasta dentro de un mes.
«Todavía no estamos en marcha, o sea, el primero de mayo mañana empieza a funcionar todo, poco a poco. Yo creo que nos va a llevar un mes ponernos en marcha con el nuevo modelo. Es un modelo que está más centrado ahora más dirigido a la atención y al servicio de las mujeres más directo. Aún entregamos recursos, en ese sentido de directo, pero sí llegamos más directo a las mujeres.Yo creo que la estrategia de las tejedoras de la patria va a ser fundamental. O sea, todas las mujeres que estén en las redes, que conozcan su territorio y que saben de estas problemáticas, seguramente van a traer los tema a sus redes. Es uan política pública muy pensada».
Algo esencial en lo que repara Ferreyra es que la PAIMEF fue un punto clave en la política pública, pero ahora, el PAIBIM implica una estructura mucho más sólida y etiquetada, «el PAIMEF tenía otra naturaleza, estaba más abierto, quizás, a algunas interpretaciones». Esto apuntando a que el PAIBIM presume un modelo más rígido bajo el ala de la Secretaría de las Mujeres.
Aun así, entre tanta estructura regulada, el único componente «libre» que han dejado es una serie de asambleas de mujeres que se darán por los territorios distintos del país; en estos espacios, adelantó Ferreyra, las mujeres podrán decidir qué tipo de capacitaciones y preparaciones desean recibir en sus instituciones. Podrán elegir entre yoga, tiempo libre, bordado, tejidos, cerámica, autocuidado o lo que sea que las mujeres demanden, pero mientras esto se gesta y la maquinaria de la PAIBIM apenas lleva un día empujando sus funciones, resulta inevitable cuestionar: ¿Cuánto tiempo tomará al PAIBIM desplegarse correctamente y alcanzar los objetivos que presume?
«Estamos haciendo lo necesario para poder radicar el recurso en los estados lo más rápido posible. Todo tiene trámite porque hay mucha transparencia y mucho control del recurso [algo] que es muy bueno. Yo creo que es una buena iniciativa que permite optimizar, a fondo, los recursos que son destinados a las mujeres en el territorio (…) Y, entonces, permitir que una mujer que tiene una situación de violencia contacte en su territorio, en su pequeño municipio. a la abogada que está ahí y que esa abogada llame a su colega de las Abogadas de las Mujeres porque ese caso tiene que ser litigado para que posteriormente se hable a la fiscalía y a los centros de justicia. es decir, está todo integrado, es una política bien pensada» (Marta Clara Ferreyra, directora general de la Política Nacional de Igualdad y Derechos de las Mujeres).

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