A 101 años de su nacimiento
Guadalupe Cruz Jaimes
México DF, 9 enero 09 (CIMAC).- A 101 años del nacimiento de Simone de Beauvoir, destacada novelista francesa considerada pieza fundamental del feminismo y una de las pensadoras progresistas más reconocidas del siglo veinte, su ideología sigue vigente y es directriz del movimiento por los derechos humanos de las mujeres.
“No se nace mujer, se llega a serlo”, afirmó Beauvoir en El segundo sexo, su cuarta obra, publicada en 1949, donde explica que ser mujer no depende de la biología sino de los procesos culturales y psicológicos que experimente cada una.
Esta obra suscitó descontento por parte del sector conservador de la sociedad francesa, su pensamiento revolucionario generó una avalancha de críticas hacia su persona aún por parte de hombres que Beauvoir consideraba demócratas.
Simone de Beauvoir, nacida el 9 de enero de 1908, desde su adolescencia se rebeló contra la moral cristiana en la que fue instruida, en el seno de una familia burguesa.
A finales de los años veinte, conoció en la Sorbona de París, al también estudiante de filosofía Jean Paul Sartre, quien fue su pareja durante más de 50 años, hasta la muerte de éste, registrada el 15 de abril de 1980.
Tras la publicación de El segundo sexo, que en la primera semana que salió al mercado vendió 20 mil copias, Simone de Beauvoir fue calificada de frígida, insatisfecha, reprimida y frustrada, incluso por personas que formaban parte de su círculo de amistades.
“Decían que yo me sentía humillada por ser mujer y a causa de ello quería ridiculizar a los hombres. La gente me miraba en los restaurantes burlándose y hasta dándose con el codo”, declaró la novelista.
“Fue en ese momento cuando descubrí el machismo de un cierto número de hombres a los cuales consideraba verdaderamente demócratas, tanto en relación al sexo como al conjunto de la sociedad. Albert Camus casi me aventó el libro a la cara; dijo que había ridiculizado al varón francés”, añadió Beauvoir.
Por ello, la filosofa feminista expresó: “Quedé muy decepcionada de los comunistas. Pensaba que la izquierda sentía cierto interés por este problema, pero la mujer no es nada más que lo que el hombre decide que sea”.
Para el hombre, según Beauvoir, la mujer es un ser “esencialmente” sexuado. “Para él, ella es sexo, y lo es de un modo absoluto”.
La mujer, dice la filosofa feminista “se determina y se diferencia en relación al hombre y no en relación a lo que ella misma es; ella es lo inesencial frente a lo esencial. Él es el sujeto, el absoluto: ella es ‘lo otro’”.
INDEPENDENCIA Y TRABAJO
Para Simone de Beauvoir, la forma en que las mujeres pueden hacer frente a dicha opresión es “ser independiente, trabajar”.
En El segundo sexo, traducido a decenas de idiomas, la novelista aborda la condición de las mujeres desde el punto de vista científico, histórico y literario. En la última, hace un recorrido por la mujer desde la infancia hasta la vejez.
Beauvoir, durante la década de los treinta, dio clases de filosofía en universidades de París y Marsella, pero dejó esta actividad para dedicarse a escribir de tiempo completo después del favorable recibimiento que lectores y críticos dieron a su primera obra La invitada, publicada en 1943.
Al año siguiente escribió La sangre de los otros, segunda de trece obras. Y su última obra, La ceremonia del adiós, fue publicada en 1981, cinco años antes de su muerte.
La obra de Beauvoir dio a conocer sus ideas existencialistas, doctrina filosófica que señala a las y los individuos como libres y en consecuencia responsables de sus actos.
Con ello, sentó las bases para El segundo sexo, aportación al conocimiento que la convirtió en el estandarte de la causa feminista, vigente 101 años después de su nacimiento.
09/GCJ/GG
Guadalupe Cruz Jaimes
México DF, 9 enero 09 (CIMAC).- A 101 años del nacimiento de Simone de Beauvoir, destacada novelista francesa considerada pieza fundamental del feminismo y una de las pensadoras progresistas más reconocidas del siglo veinte, su ideología sigue vigente y es directriz del movimiento por los derechos humanos de las mujeres.
“No se nace mujer, se llega a serlo”, afirmó Beauvoir en El segundo sexo, su cuarta obra, publicada en 1949, donde explica que ser mujer no depende de la biología sino de los procesos culturales y psicológicos que experimente cada una.
Esta obra suscitó descontento por parte del sector conservador de la sociedad francesa, su pensamiento revolucionario generó una avalancha de críticas hacia su persona aún por parte de hombres que Beauvoir consideraba demócratas.
Simone de Beauvoir, nacida el 9 de enero de 1908, desde su adolescencia se rebeló contra la moral cristiana en la que fue instruida, en el seno de una familia burguesa.
A finales de los años veinte, conoció en la Sorbona de París, al también estudiante de filosofía Jean Paul Sartre, quien fue su pareja durante más de 50 años, hasta la muerte de éste, registrada el 15 de abril de 1980.
Tras la publicación de El segundo sexo, que en la primera semana que salió al mercado vendió 20 mil copias, Simone de Beauvoir fue calificada de frígida, insatisfecha, reprimida y frustrada, incluso por personas que formaban parte de su círculo de amistades.
“Decían que yo me sentía humillada por ser mujer y a causa de ello quería ridiculizar a los hombres. La gente me miraba en los restaurantes burlándose y hasta dándose con el codo”, declaró la novelista.
“Fue en ese momento cuando descubrí el machismo de un cierto número de hombres a los cuales consideraba verdaderamente demócratas, tanto en relación al sexo como al conjunto de la sociedad. Albert Camus casi me aventó el libro a la cara; dijo que había ridiculizado al varón francés”, añadió Beauvoir.
Por ello, la filosofa feminista expresó: “Quedé muy decepcionada de los comunistas. Pensaba que la izquierda sentía cierto interés por este problema, pero la mujer no es nada más que lo que el hombre decide que sea”.
Para el hombre, según Beauvoir, la mujer es un ser “esencialmente” sexuado. “Para él, ella es sexo, y lo es de un modo absoluto”.
La mujer, dice la filosofa feminista “se determina y se diferencia en relación al hombre y no en relación a lo que ella misma es; ella es lo inesencial frente a lo esencial. Él es el sujeto, el absoluto: ella es ‘lo otro’”.
INDEPENDENCIA Y TRABAJO
Para Simone de Beauvoir, la forma en que las mujeres pueden hacer frente a dicha opresión es “ser independiente, trabajar”.
En El segundo sexo, traducido a decenas de idiomas, la novelista aborda la condición de las mujeres desde el punto de vista científico, histórico y literario. En la última, hace un recorrido por la mujer desde la infancia hasta la vejez.
Beauvoir, durante la década de los treinta, dio clases de filosofía en universidades de París y Marsella, pero dejó esta actividad para dedicarse a escribir de tiempo completo después del favorable recibimiento que lectores y críticos dieron a su primera obra La invitada, publicada en 1943.
Al año siguiente escribió La sangre de los otros, segunda de trece obras. Y su última obra, La ceremonia del adiós, fue publicada en 1981, cinco años antes de su muerte.
La obra de Beauvoir dio a conocer sus ideas existencialistas, doctrina filosófica que señala a las y los individuos como libres y en consecuencia responsables de sus actos.
Con ello, sentó las bases para El segundo sexo, aportación al conocimiento que la convirtió en el estandarte de la causa feminista, vigente 101 años después de su nacimiento.
09/GCJ/GG
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