Es la historia de ¿siempre?: serios, con aire medidamente trágico, los funcionarios hacen como que se preocupan y en seguida prometen investigaciones a fondo, caiga quien caiga, hasta las últimas consecuencias (en Hermosillo, alguno de esos vividores se lució hablando de que no habrá inalcanzables). Por lo pronto, el principal sospechoso y aspirante al paredón social es el cooler, el sistema de refrigeración de una bodega de la secretaría sonorense de Hacienda que se habría calentado de más, al grado de que chispazos habrían caído sobre inocentes documentos oficiales e iniciado un incendio que se extendió al local adjunto, en el que sobrellevaban el tiempo de espera de sus padres unos bebés hacinados, peor que en granjas Bachoco.
Menos dados a la benevolencia interpretativa, los sonorenses comenzaron a conocer ayer mismo las versiones de vecinos del lugar que aseguran que en esa bodega gubernamental se almacenaban expedientes relacionados con progresos patrimoniales de funcionarios de alcurnia, con pillerías fiscales detectadas y negocios hechos al amparo del poder, tesoros de fin de sexenio de los cuales acomedidas manos habrían pretendido deshacerse mediante un piadoso incendio intencional, que se habría salido de control y se habría extendido a la continuación de esa bodega que es la ahora tristemente célebre guardería ABC; también se habla de que en esos lugares cerrados se ordeñaban vehículos oficiales para suministrar combustible a los equipos de campaña del candidato priísta, Alfonso Padrés, y, por último, hay quienes aventuran que a sabiendas de esas condiciones de natural incriminación hacia el priísmo, genios electorales contrarios al tricolor gobernante en la entidad hubieran generado un incendio delator que se habría extendido por accidente a la antedicha guardería.
En todo caso, lo mejor sería confiar en los dichos del amigo que Felipe habilitó nomás por eso como director general del Seguro Social, Daniel Karam, quien aseguró en Hermosillo que el pasado 26 de mayo se habían revisado las instalaciones de la ABC y todo estaba en orden (ahora, Karam pretende culpar de esa revisión a la dirección de Protección Civil del municipio de la capital sonorense). Miembros del circulito íntimo que son colocados en el manejo de recursos y poder que jamás soñaron, fanáticos de las doctrinas excluyentes y clasistas en que son educados en la trágica escuela de cuadros del calderonismo que ha sido el ITAM. O panistas militantes que son premiados con el primer cargo a la mano, como la responsable de las guarderías del Seguro Social a escala nacional, la sonorense Carla Rochín Nieto.
Pero, volviendo a lo importante: pinche cooler (y los funcionarios cooleros), que tal vez acabe siendo el gran culpable y el único sancionado importante, porque, por lo pronto, la gran mayoría de los medios nacionales de comunicación han cuidado el apellido Gómez del Campo y apenas lo han rozado con el pétalo de referencias sin contexto ni ahondamiento de circunstancias, como si la relación familiar de una de las tres concesionarias de la guardería ABC con la esposa de Felipe Calderón fuese un simple dato accesorio, sin sentido ni implicaciones en el banquete de la riqueza nacional a la que se han sentado, por la fuerza del poder ilegítimo y de las negociaciones interpardistas, diversos miembros de las firmas Calderón, Hinojosa, Zavala y Gómez del Campo, decentísimos beneficiarios del grotesco remedo de democratización que por la vía de una insustancial alternancia partidista ha creado una clase política blanquiazul vorazmente volcada sobre los negocios, las concesiones y los privilegios, como los Fox, los Quesada, los Sahagún y los Bribiesca, pero no sólo ellos, sino también los grupos de elite del perredismo y no se diga del priísmo, con casos trágicos de sustitución de valores cívicos y compromisos ideológicos en el caso del sol azteca y de la izquierda electoral en general. Negocios, negocios, negocios, es la consigna de la decentísima derecha familiar, del priísmo empedernidamente corrupto y de la izquierda electoral que, por ejemplo, mantiene el poder en el Distrito Federal mediante mafiosos arreglos y corruptos manejos de recursos que producen diputados locales y jefes delegacionales grotescamente incultos, insensibles y rapaces. Anoche mismo, Margarita Zavala hubo de salir al paso de los señalamientos de emparentamiento con Marcia Gómez del Campo, aceptando una relación distante de cualquier concesión o tráfico de influencias: efectivamente, hay un parentesco (...) aunque yo no la conozco personalmente, tengo entendido que tenemos un bisabuelo en común. Por la mañana, el gobernador Bours había dicho a Carmen Aristegui: Marcia Gómez del Campo tiene un parentesco, entiendo, con la señora Zavala, efectivamente. Cuando ha venido aquí a Sonora la saluda. Hay una identificación familiar.
Menos dados a la benevolencia interpretativa, los sonorenses comenzaron a conocer ayer mismo las versiones de vecinos del lugar que aseguran que en esa bodega gubernamental se almacenaban expedientes relacionados con progresos patrimoniales de funcionarios de alcurnia, con pillerías fiscales detectadas y negocios hechos al amparo del poder, tesoros de fin de sexenio de los cuales acomedidas manos habrían pretendido deshacerse mediante un piadoso incendio intencional, que se habría salido de control y se habría extendido a la continuación de esa bodega que es la ahora tristemente célebre guardería ABC; también se habla de que en esos lugares cerrados se ordeñaban vehículos oficiales para suministrar combustible a los equipos de campaña del candidato priísta, Alfonso Padrés, y, por último, hay quienes aventuran que a sabiendas de esas condiciones de natural incriminación hacia el priísmo, genios electorales contrarios al tricolor gobernante en la entidad hubieran generado un incendio delator que se habría extendido por accidente a la antedicha guardería.
En todo caso, lo mejor sería confiar en los dichos del amigo que Felipe habilitó nomás por eso como director general del Seguro Social, Daniel Karam, quien aseguró en Hermosillo que el pasado 26 de mayo se habían revisado las instalaciones de la ABC y todo estaba en orden (ahora, Karam pretende culpar de esa revisión a la dirección de Protección Civil del municipio de la capital sonorense). Miembros del circulito íntimo que son colocados en el manejo de recursos y poder que jamás soñaron, fanáticos de las doctrinas excluyentes y clasistas en que son educados en la trágica escuela de cuadros del calderonismo que ha sido el ITAM. O panistas militantes que son premiados con el primer cargo a la mano, como la responsable de las guarderías del Seguro Social a escala nacional, la sonorense Carla Rochín Nieto.
Pero, volviendo a lo importante: pinche cooler (y los funcionarios cooleros), que tal vez acabe siendo el gran culpable y el único sancionado importante, porque, por lo pronto, la gran mayoría de los medios nacionales de comunicación han cuidado el apellido Gómez del Campo y apenas lo han rozado con el pétalo de referencias sin contexto ni ahondamiento de circunstancias, como si la relación familiar de una de las tres concesionarias de la guardería ABC con la esposa de Felipe Calderón fuese un simple dato accesorio, sin sentido ni implicaciones en el banquete de la riqueza nacional a la que se han sentado, por la fuerza del poder ilegítimo y de las negociaciones interpardistas, diversos miembros de las firmas Calderón, Hinojosa, Zavala y Gómez del Campo, decentísimos beneficiarios del grotesco remedo de democratización que por la vía de una insustancial alternancia partidista ha creado una clase política blanquiazul vorazmente volcada sobre los negocios, las concesiones y los privilegios, como los Fox, los Quesada, los Sahagún y los Bribiesca, pero no sólo ellos, sino también los grupos de elite del perredismo y no se diga del priísmo, con casos trágicos de sustitución de valores cívicos y compromisos ideológicos en el caso del sol azteca y de la izquierda electoral en general. Negocios, negocios, negocios, es la consigna de la decentísima derecha familiar, del priísmo empedernidamente corrupto y de la izquierda electoral que, por ejemplo, mantiene el poder en el Distrito Federal mediante mafiosos arreglos y corruptos manejos de recursos que producen diputados locales y jefes delegacionales grotescamente incultos, insensibles y rapaces. Anoche mismo, Margarita Zavala hubo de salir al paso de los señalamientos de emparentamiento con Marcia Gómez del Campo, aceptando una relación distante de cualquier concesión o tráfico de influencias: efectivamente, hay un parentesco (...) aunque yo no la conozco personalmente, tengo entendido que tenemos un bisabuelo en común. Por la mañana, el gobernador Bours había dicho a Carmen Aristegui: Marcia Gómez del Campo tiene un parentesco, entiendo, con la señora Zavala, efectivamente. Cuando ha venido aquí a Sonora la saluda. Hay una identificación familiar.
Tardíamente sus asesores advirtieron al director general del IMSS, Daniel Karam, que, en su desesperada prisa por cubrir las espaldas a los propietarios –picudos, influyentes– de la siniestrada guardería ABC de Hermosillo, cometió un grave error. Primero dijo que “la última evaluación que se hizo fue el 26 de mayo (hace dos semanas), y cumplió con todos los requisitos de seguridad. Remachó: Esto es (se verificó) que existieran los señalamientos, que existiera una ruta de evacuación, que existiera una salida de emergencia, que existieran extinguidores cargados, es decir, parte de la normatividad del Seguro Social es verificar con mucho cuidado estas disposiciones. Así liberaba de responsabilidades a los picudos y las asumía el IMSS. Sin embargo, su declaración podría dar base legal a demandas de las familias de los afectados y las finanzas del Seguro Social no están boyantes. Recientemente había revelado un déficit de 800 millones de pesos. Metió reversa y culpó al cuerpo de bomberos de la tragedia, porque es el responsable de verificar la seguridad, porque es la autoridad responsable de emitir el visto bueno, en el sentido de que se tengan las medidas de seguridad y un plan para casos de contingencias, que se tenga las salidas, puertas de emergencias. En fin, la operación tapadera está en marcha, se trata de salvar la responsabilidad de los dueños de la guardería y también del IMSS. Las madres han sido abandonadas a su suerte, a su dolor, algunas han tenido que pedir dinero prestado para dar sepultura a los cadáveres semicalcinados de los niños.
Negocios desde el poder
En los medios de comunicación se ha montado toda una estrategia para ocultar que una de las propietarias de la guardería es la señora Marcia Gómez del Campo Tonella, prima de Margarita Zavala Gómez del Campo, cónyuge de Felipe Calderón. La señora Marcia se ufana de ese parentesco y pertenece al círculo del poder sonorense. Es esposa de Antonio Salido Suárez, director general de Infraestructura del gobierno local, y también está emparentada con el gobernador Eduardo Bours. Su marido es primo hermano de Epifanio Pano Salido, actual aspirante priísta a la alcaldía de Hermosillo. Pertenece a la esfera familiar de la presidenta del PAN del Distrito Federal, Mariana Gómez del Campo, sobrina del empresario hermosillense Roberto Gómez del Campo Laborín, quien, a su vez, es tío de la señora Lourdes Laborín Gómez de Bours, esposa del gobernador de Sonora, Eduardo Bours. Como ven, se trata de una cepa pripánica.
Toda la red es de ellos
Los picudos hubieran deseado que el director del IMSS no cometiera tantas indiscreciones. Reveló que en Sonora hay 88 guarderías, 77 dentro del esquema de subrogación y sólo 11 operan bajo el régimen ordinario. La mayoría de las subrogadas las explotan los mismos influyentes, o sus familiares y amigos. Karam fue director de una entelequia del panismo, el Seguro Popular, creado en el sexenio de Fox. No tiene experiencia en materia de salud pública. O ya la tiene: no podrá borrar de su currículo la tragedia de la guardería de Hermosillo.
Negocios desde el poder
En los medios de comunicación se ha montado toda una estrategia para ocultar que una de las propietarias de la guardería es la señora Marcia Gómez del Campo Tonella, prima de Margarita Zavala Gómez del Campo, cónyuge de Felipe Calderón. La señora Marcia se ufana de ese parentesco y pertenece al círculo del poder sonorense. Es esposa de Antonio Salido Suárez, director general de Infraestructura del gobierno local, y también está emparentada con el gobernador Eduardo Bours. Su marido es primo hermano de Epifanio Pano Salido, actual aspirante priísta a la alcaldía de Hermosillo. Pertenece a la esfera familiar de la presidenta del PAN del Distrito Federal, Mariana Gómez del Campo, sobrina del empresario hermosillense Roberto Gómez del Campo Laborín, quien, a su vez, es tío de la señora Lourdes Laborín Gómez de Bours, esposa del gobernador de Sonora, Eduardo Bours. Como ven, se trata de una cepa pripánica.
Toda la red es de ellos
Los picudos hubieran deseado que el director del IMSS no cometiera tantas indiscreciones. Reveló que en Sonora hay 88 guarderías, 77 dentro del esquema de subrogación y sólo 11 operan bajo el régimen ordinario. La mayoría de las subrogadas las explotan los mismos influyentes, o sus familiares y amigos. Karam fue director de una entelequia del panismo, el Seguro Popular, creado en el sexenio de Fox. No tiene experiencia en materia de salud pública. O ya la tiene: no podrá borrar de su currículo la tragedia de la guardería de Hermosillo.
Casi dos décadas atrás, el inquilino en turno de Los Pinos decretó el fin del problema de la deuda pública externa; años después, por ahí de 2003, el ocupante de esa misma residencia reiteró lo dicho en su momento por Carlos Salinas de Gortari, y le agregó la parte pública interna a la solución del problema. De dudosa credibilidad ambas declaraciones, la Cámara de Diputados, con base en las cifras proporcionadas por la Secretaría de Hacienda, nos regala un ingrato paseo por este tema, con la información más reciente, que no la última.
El problema resuelto –externo e interno–, según Salinas y Fox, acumuló un saldo de tres billones 628 mil millones de pesos (algo así como 32.4 por ciento del producto interno bruto) al cierre del primer trimestre del fatídico año del catarrito. Precisa la Cámara de Diputados; la deuda neta del sector público incluye la deuda neta del gobierno federal, la de los organismos y empresas controladas y la de la banca de desarrollo, y el monto referido considera el reconocimiento como deuda pública directa de Petróleos Mexicanos los pasivos de los proyectos de infraestructura productivos de largo plazo (Pidiregas), equivalentes a 8.1 por ciento del PIB; es decir, superior en un billón 30 mil 231 millones de pesos. Por lo tanto, tal débito resultó superior en 11 por ciento respecto a lo observado al cierre de 2008.
Al cierre del primer trimestre de 2009, el saldo de la deuda interna neta del sector público federal se ubicó en 2 billones 424 mil 900.6 millones de pesos, monto es superior en 156 mil 402.2 millones al registrado al cierre de 2008, mientras que como proporción del PIB éste saldo representó 21.7 por ciento, tres puntos porcentuales mayor al registrado al cierre de 2008. Algunos de los factores más importantes que influyeron para la evolución de la deuda interna fueron: el incremento en el saldo de la deuda interna bruta por 175 mil 642.8 millones de pesos y la variación positiva de 19 mil 240.6 millones en los activos internos del referido sector.
Por lo que toca al saldo de la deuda externa neta, se ubicó en 83 mil 944.9 millones de dólares, monto superior en 59 mil 625.5 millones de billetes verdes al reportado al cierre de 2008. Como porcentaje del PIB este saldo representó 10.7 por ciento, mayor en 8 puntos porcentuales respecto a lo observado en diciembre del año pasado.
El problema resuelto –externo e interno–, según Salinas y Fox, acumuló un saldo de tres billones 628 mil millones de pesos (algo así como 32.4 por ciento del producto interno bruto) al cierre del primer trimestre del fatídico año del catarrito. Precisa la Cámara de Diputados; la deuda neta del sector público incluye la deuda neta del gobierno federal, la de los organismos y empresas controladas y la de la banca de desarrollo, y el monto referido considera el reconocimiento como deuda pública directa de Petróleos Mexicanos los pasivos de los proyectos de infraestructura productivos de largo plazo (Pidiregas), equivalentes a 8.1 por ciento del PIB; es decir, superior en un billón 30 mil 231 millones de pesos. Por lo tanto, tal débito resultó superior en 11 por ciento respecto a lo observado al cierre de 2008.
Al cierre del primer trimestre de 2009, el saldo de la deuda interna neta del sector público federal se ubicó en 2 billones 424 mil 900.6 millones de pesos, monto es superior en 156 mil 402.2 millones al registrado al cierre de 2008, mientras que como proporción del PIB éste saldo representó 21.7 por ciento, tres puntos porcentuales mayor al registrado al cierre de 2008. Algunos de los factores más importantes que influyeron para la evolución de la deuda interna fueron: el incremento en el saldo de la deuda interna bruta por 175 mil 642.8 millones de pesos y la variación positiva de 19 mil 240.6 millones en los activos internos del referido sector.
Por lo que toca al saldo de la deuda externa neta, se ubicó en 83 mil 944.9 millones de dólares, monto superior en 59 mil 625.5 millones de billetes verdes al reportado al cierre de 2008. Como porcentaje del PIB este saldo representó 10.7 por ciento, mayor en 8 puntos porcentuales respecto a lo observado en diciembre del año pasado.
Miguel Ángel Velázquez: Ciudad Perdida
Marco Buenrostro y Cristina Barros: Itacate
Carlos Bonfil: El Foro
Opinión
Caso ABC: esclarecimiento necesario
Acuatro días del incendio ocurrido en la guardería ABC –subrogada por el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS)– en Hermosillo, Sonora, que hasta el momento ha cobrado la vida de 44 niños, las autoridades se muestran incapaces de atender satisfactoriamente las demandas de esclarecimiento de las familias de los muertos y de la sociedad en su conjunto y exhiben, en cambio, una actitud errática e inaceptable.
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El Correo Ilustrado
El gobierno no debe eximir responsabilidad en Hermosillo, dice
¡Ya basta! A propósito de los niños de Hermosillo, cuando el Estado renuncia a su obligación y subroga, suple o suplanta en un particular sus tareas, no se puede eximir, disculpar o librar de su responsabilidad; por ello, es el directo autor, culpable o infractor. Todo lo que se diga en contrario no es otra cosa que palabrería o jerigonza –como el dislate de culpar a los bomberos– a la manera en que nos tiene acostumbrado este gobierno irresponsable.
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No pueden ser acciones responsables las que combaten delitos o dicen hacerlo, mediante procedimientos claramente violatorios de principios elementales de derecho y preceptos constitucionales expresos. Me refiero a las detenciones plurales y simultáneas de servidores públicos en ejercicio, verdaderas razias o redadas, a partir de sospechas, pruebas más bien vagas y supuestos testigos protegidos o denuncias anónimas.
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Terminaron nuestros márgenes de esperanza en torno a una salida pacífica y negociada frente a la movilización que mantienen los indígenas amazónicos en el norte de Perú, exigiendo la derogación de varios decretos que atentan contra los territorios que cuidan desde tiempo inmemorial, pues con ellos se busca incentivar la inversión privada en zonas ricas en recursos naturales, como petróleo y gas.
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La cultura política en México no cambia, o no lo hace en temas esenciales para la convivencia democrática y para la construcción del futuro de la nación. El ethos político de la sociedad es esencialmente priísta.
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El fantasma del voto nulo asusta a la clase política mexicana. Sin distingo de siglas o ideologías, los dirigentes de todos los partidos políticos, sus intelectuales orgánicos, la Iglesia católica y las instituciones electorales temen que este 5 de julio los ciudadanos no voten por alguna de las siglas estampadas en las boletas electorales.
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El Instituto Federal Electoral (IFE) debería tener un museo del voto. Mucho ayudaría a los consejeros de ese instituto, a los partidos, a militantes, a estudiosos e intelectuales conocer la historia del voto y saber que las formas de votar no han sido una sola, sino que han evolucionado y cambiado. El voto es relativo y ha sido un instrumento para cambiar no sólo de representantes, sino las formas mismas de elegir. Los poderes legislativos y los gobiernos han cambiado como ha cambiado también la forma del voto.
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La idea de convertir las prisiones en negocios particulares no la inventaron Felipe Calderón Hinojosa ni Genaro García Luna: se puso en práctica hace más de un siglo, en Estados Unidos, con resultados tan negativos que llevaron a su abolición.
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Uno de los problemas que enfrentan quienes sostienen que la epidemia de influenza ya está controlada o incluso que ya se terminó, es que tienen que explicar de manera satisfactoria los continuos brotes que aún hoy presenta el virus A/H1N1 en distintos puntos del territorio nacional. El discurso optimista de las autoridades puede explicarse por razones de tipo económico o político, pero no por criterios médicos y científicos, en los que el triunfalismo no tiene cabida tratándose de una enfermedad nueva cuyas características y evolución no conocemos a plenitud.
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Fuera de todo impulso fridomaniaco, las fotografías blanco y negro (nitrato de plata o platino) que se exhiben en la galería López Quiroga, representan para el espectador, sea conocedor o amateur, un testimonio estético inédito.
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Ricardo Rocha
Detrás de la Noticia
Tarjetas amarillas
Y sí… perdimos. Una vez más. Como ya se nos va haciendo costumbre. El Tri contribuyendo de modo deprimente al desánimo nacional. El país entero o buena parte de él en el deporte de la autodenigración. La derrota en San Salvador como onda expansiva por ciudades y pueblos; igual en las casas que en todos los lugares públicos. Eso nos pasa por panaderos, globeros, bicicleteros y futboleros.
Y es que el futbol, junto con la nación, se ha venido deteriorando en los últimos tiempos: ya no somos el gigante sino uno más de los enanos; en la economía también somos los peores de todo el continente; ya ni el consuelo de ganarle en algo a algunos de los otros; no hay equipo para hacer frente a la crisis; pa’ colmo nos cayó el chahuistle de la influenza y nos goleó la ignorancia.
Así que el Tri tiene ya tarjeta amarilla y está a punto de ser expulsado del Mundial de Sudáfrica. Un equipo de papel. Donde lo que importan son las cifras de las más recientes transferencias de sus jugadores. En el que el extranjerismo malinchista de sus directivos y técnico privilegia a los que entrenan en Europa aunque en sus equipos no los pongan ni siquiera en la banca. Muchos nombres y pocos hombres. Total, un fracaso en la cancha y también fuera de ella.
Porque se ve difícil que algo pueda aportar a la estrategia gubernamental de montarse en sus triunfos: ¿cuáles? Así que en lugar de cumplir con propósitos electoreros presidenciales y blanquiazules, sólo contribuirá a prolongar más la agonía de aquí a octubre cuando termine el suplicio de tener que verlos jugar, o más bien que jueguen con ellos. De aquí a entonces vamos a ver quién se deslinda primero: si la Presidencia de ellos o ellos de la Presidencia, por aquello del mal fario. Ya el público que es el gran árbitro les mostró tarjetas preventivas a unos y a otros.
Por lo pronto vamos a ver si no les sacan de una vez la roja este miércoles cuando enfrenten al modestísimo cuadro de Trinidad y Tobago. Igual van pocos al estadio y la mayoría opta por la abstención. El voto en blanco, pues.
Muy parecido a lo que ocurre con el hartazgo ciudadano de todos los partidos políticos. Un sentimiento que crece con la posibilidad de un abstencionismo histórico. Que junto con una cantidad inusitada de votos en blanco o invalidados represente a la vez un inédito rechazo a esa democracia interesada y mercantilista según la ven candidatos y partidos. Tarjeta roja de expulsión, por acumulación de amarillas. Es lo mismo que pasa en el futbol cuando los infractores no hacen caso.
Y sí… perdimos. Una vez más. Como ya se nos va haciendo costumbre. El Tri contribuyendo de modo deprimente al desánimo nacional. El país entero o buena parte de él en el deporte de la autodenigración. La derrota en San Salvador como onda expansiva por ciudades y pueblos; igual en las casas que en todos los lugares públicos. Eso nos pasa por panaderos, globeros, bicicleteros y futboleros.
Y es que el futbol, junto con la nación, se ha venido deteriorando en los últimos tiempos: ya no somos el gigante sino uno más de los enanos; en la economía también somos los peores de todo el continente; ya ni el consuelo de ganarle en algo a algunos de los otros; no hay equipo para hacer frente a la crisis; pa’ colmo nos cayó el chahuistle de la influenza y nos goleó la ignorancia.
Así que el Tri tiene ya tarjeta amarilla y está a punto de ser expulsado del Mundial de Sudáfrica. Un equipo de papel. Donde lo que importan son las cifras de las más recientes transferencias de sus jugadores. En el que el extranjerismo malinchista de sus directivos y técnico privilegia a los que entrenan en Europa aunque en sus equipos no los pongan ni siquiera en la banca. Muchos nombres y pocos hombres. Total, un fracaso en la cancha y también fuera de ella.
Porque se ve difícil que algo pueda aportar a la estrategia gubernamental de montarse en sus triunfos: ¿cuáles? Así que en lugar de cumplir con propósitos electoreros presidenciales y blanquiazules, sólo contribuirá a prolongar más la agonía de aquí a octubre cuando termine el suplicio de tener que verlos jugar, o más bien que jueguen con ellos. De aquí a entonces vamos a ver quién se deslinda primero: si la Presidencia de ellos o ellos de la Presidencia, por aquello del mal fario. Ya el público que es el gran árbitro les mostró tarjetas preventivas a unos y a otros.
Por lo pronto vamos a ver si no les sacan de una vez la roja este miércoles cuando enfrenten al modestísimo cuadro de Trinidad y Tobago. Igual van pocos al estadio y la mayoría opta por la abstención. El voto en blanco, pues.
Muy parecido a lo que ocurre con el hartazgo ciudadano de todos los partidos políticos. Un sentimiento que crece con la posibilidad de un abstencionismo histórico. Que junto con una cantidad inusitada de votos en blanco o invalidados represente a la vez un inédito rechazo a esa democracia interesada y mercantilista según la ven candidatos y partidos. Tarjeta roja de expulsión, por acumulación de amarillas. Es lo mismo que pasa en el futbol cuando los infractores no hacen caso.
Javier Corral Jurado
Frente al voto nulo
Acabo de regresar de Guadalajara, a donde fui para participar en el homenaje a Cristina Romo Gil con motivo de sus 40 años como profesora del ITESO. Emotivo acto de reconocimiento y gratitud para quien ha enseñado con rigor ético, lingüístico y académico a miles de estudiantes de Comunicación la materia de Radio, en la que es la mejor universidad de los jesuitas en México.
El de Cristina, como el de Beatriz Solís, Fátima Fernández Christlieb, entre otras, me parece un compromiso académico referencial en el cambio democrático de México, pues no agotan sus esfuerzos en el proceso enseñanza-aprendizaje, sino que trascienden de la investigación y la reflexión al campo de la lucha social y política.
Allá busqué a Efraín González Morfín, uno de los personajes que más me ha inspirado en mi militancia en el PAN. Ocasión obligada: cumplió el 5 de junio 80 años. Está bien de salud y con mente lúcida. Recordamos en nuestro encuentro, a propósito de la campaña para anular el voto como castigo a los partidos, la etapa en que se expresó en el PAN una corriente abstencionista denominada activa e impulsada por don Luis H. Álvarez.
Desde la fundación del PAN, Gómez Morín advirtió los dos caminos: “Intervenir en la vida política a través de la lucha electoral concreta, y abstenerse, concentrando el esfuerzo a la actividad de programa y de doctrina”.
La reiteración del fraude y “un ambiente inhospitalario para la democracia” hicieron que en los 60 y 70 destacados panistas consideraran que participar bajo esas condiciones era hacer el caldo gordo al sistema y avalar la defraudación del voto. Estaba en el centro de esa decisión el fraude que a Víctor Correa Rachó le había propiciado el régimen de Gustavo Díaz Ordaz en Yucatán.
Ese movimiento que llegó a tener amplia adhesión nunca logró la abstención a nivel nacional, pero instaló un debate recurrente en las convenciones del PAN sobre la participación o no en las elecciones. Varios estados renegaron de la participación y el panismo de Chihuahua no se presentó a elecciones en varios procesos. Aún en el que se postuló a Francisco Barrio como candidato a gobernador, en 1986, se puso a consideración de los delegados aprobar si estaban o no de acuerdo en ir a las urnas, y se aceptó.
El asunto era introducido en las convenciones; la comisión encargada de elaborar la plataforma presentaba antes un dictamen sobre participación electoral que analizaba la legislación, la composición de los órganos responsables y reiteraba el rechazo a aceptar “las prerrogativas del gobierno”. Desde que surgió el debate abstencionista, sus promotores defendieron que no se era un abandono ni una deserción del deber cívico y político, sino que se desplegaría una campaña de concienciación sobre lo injusto de las reglas y la farsa de las elecciones. Hubo argumentos demoledores.
Pero cierto el diagnóstico, el método demostró muy pronto la ineficacia práctica de la medida donde se aplicó, y fue en esas regiones donde se produjo letargo mayor en alcanzar objetivos democratizadores. La explicación se centró en una lógica de construcción de ciudadanía: no podíamos pasar del voto inexistente al voto respetado; había que cruzar el voto burlado, decepción pero también acicate de una conciencia ciudadana que lo hizo ostensible y lo pudo reclamar.
Entre los promotores de anular el voto hay hombres y mujeres rectos con y preocupaciones genuinas por el deterioro creciente de nuestro sistema de partidos. Concuerdo con algunos de los argumentos y con la esencia de llamamiento y reproche; pero estoy convencido de que el método que proponen, además de ineficaz, puede generar más un letargo que un despertar.
Es evidente que reforzará a las burocracias de los partidos y a sus sectores duros, que encuentran en las estructuras territoriales cómo sustituir la movilización por el compromiso programático; el mayor oxigenado será el PRI.
El planteamiento es reduccionista. Creer que emitir o anular el voto construye la democracia, o que con ese solo hecho se premia o castiga al sistema de partidos, es uno de los déficit mayores de la concepción ciudadana en América Latina sobre lo que significa construir la democracia.
Pasar del voto respetado al voto representativo no se consigue con anularlo y hacerlo visible. Es la organización social, la vertebración ciudadana, la observación, el seguimiento y la exigencia pública lo que producirá mejores resultados de la política y una representación de mucho mejor calidad e integridad en el Congreso. Pienso, en coincidencia con Efraín, que lo mejor es votar.
Profesor de la FCPyS de la UNAM
El de Cristina, como el de Beatriz Solís, Fátima Fernández Christlieb, entre otras, me parece un compromiso académico referencial en el cambio democrático de México, pues no agotan sus esfuerzos en el proceso enseñanza-aprendizaje, sino que trascienden de la investigación y la reflexión al campo de la lucha social y política.
Allá busqué a Efraín González Morfín, uno de los personajes que más me ha inspirado en mi militancia en el PAN. Ocasión obligada: cumplió el 5 de junio 80 años. Está bien de salud y con mente lúcida. Recordamos en nuestro encuentro, a propósito de la campaña para anular el voto como castigo a los partidos, la etapa en que se expresó en el PAN una corriente abstencionista denominada activa e impulsada por don Luis H. Álvarez.
Desde la fundación del PAN, Gómez Morín advirtió los dos caminos: “Intervenir en la vida política a través de la lucha electoral concreta, y abstenerse, concentrando el esfuerzo a la actividad de programa y de doctrina”.
La reiteración del fraude y “un ambiente inhospitalario para la democracia” hicieron que en los 60 y 70 destacados panistas consideraran que participar bajo esas condiciones era hacer el caldo gordo al sistema y avalar la defraudación del voto. Estaba en el centro de esa decisión el fraude que a Víctor Correa Rachó le había propiciado el régimen de Gustavo Díaz Ordaz en Yucatán.
Ese movimiento que llegó a tener amplia adhesión nunca logró la abstención a nivel nacional, pero instaló un debate recurrente en las convenciones del PAN sobre la participación o no en las elecciones. Varios estados renegaron de la participación y el panismo de Chihuahua no se presentó a elecciones en varios procesos. Aún en el que se postuló a Francisco Barrio como candidato a gobernador, en 1986, se puso a consideración de los delegados aprobar si estaban o no de acuerdo en ir a las urnas, y se aceptó.
El asunto era introducido en las convenciones; la comisión encargada de elaborar la plataforma presentaba antes un dictamen sobre participación electoral que analizaba la legislación, la composición de los órganos responsables y reiteraba el rechazo a aceptar “las prerrogativas del gobierno”. Desde que surgió el debate abstencionista, sus promotores defendieron que no se era un abandono ni una deserción del deber cívico y político, sino que se desplegaría una campaña de concienciación sobre lo injusto de las reglas y la farsa de las elecciones. Hubo argumentos demoledores.
Pero cierto el diagnóstico, el método demostró muy pronto la ineficacia práctica de la medida donde se aplicó, y fue en esas regiones donde se produjo letargo mayor en alcanzar objetivos democratizadores. La explicación se centró en una lógica de construcción de ciudadanía: no podíamos pasar del voto inexistente al voto respetado; había que cruzar el voto burlado, decepción pero también acicate de una conciencia ciudadana que lo hizo ostensible y lo pudo reclamar.
Entre los promotores de anular el voto hay hombres y mujeres rectos con y preocupaciones genuinas por el deterioro creciente de nuestro sistema de partidos. Concuerdo con algunos de los argumentos y con la esencia de llamamiento y reproche; pero estoy convencido de que el método que proponen, además de ineficaz, puede generar más un letargo que un despertar.
Es evidente que reforzará a las burocracias de los partidos y a sus sectores duros, que encuentran en las estructuras territoriales cómo sustituir la movilización por el compromiso programático; el mayor oxigenado será el PRI.
El planteamiento es reduccionista. Creer que emitir o anular el voto construye la democracia, o que con ese solo hecho se premia o castiga al sistema de partidos, es uno de los déficit mayores de la concepción ciudadana en América Latina sobre lo que significa construir la democracia.
Pasar del voto respetado al voto representativo no se consigue con anularlo y hacerlo visible. Es la organización social, la vertebración ciudadana, la observación, el seguimiento y la exigencia pública lo que producirá mejores resultados de la política y una representación de mucho mejor calidad e integridad en el Congreso. Pienso, en coincidencia con Efraín, que lo mejor es votar.
Profesor de la FCPyS de la UNAM
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