6/09/2009

Entrevista a James Petras analizando la actualidad mundial de la última semana

J.L. Vázquez
CX36 Radio Centenario

Petras: Buen día Pepe, ¿cómo te va?

J.L. Vázquez: Muy bien, contento de estar conversando contigo y estábamos analizando qué cosas conversar y como primera medida tenemos las elecciones europeas y las elecciones en El Líbano.

Petras: Bueno, sí, son temas calientes en este momento. Una realidad muy compleja, muy contradictoria en algunos contextos.

J.L. Vázquez: Lo que vemos a primera vista en Europa es que la derecha es ganadora en forma rotunda y el abstencionismo.

Petras: Sí, hay un avance en la derecha, principalmente en los países donde el grupo centro izquierda social demócrata manda, porque ellos asumen la responsabilidad por la crisis, la quiebra económica.La respuesta a esta responsabilidad la pagan los laboristas, los socialdemócratas y los demás. Pero hay que entender una cosa: la tasa de abstención es casi del 55 por ciento y entre los abstencionistas la gran mayoría son la gente popular: la clase obrera, los desocupados, las mujeres mal pagadas, que no encuentran una respuesta en los gobiernos del centro izquierda.
Entonces no votan ni por la derecha ni por la centro izquierda , se quedan fuera del proceso y es un factor determinante porque el centro izquierda gobernante pierde. En otras circunstancias, las izquierdas en oposición como en Francia, Austria y otros países, no tenía ninguna respuesta contundente frente a la crisis.
Entonces los partidos de la ultra derecha aprovechan para culpar a los inmigrantes.Los acusan de tomar los puestos de trabajo y provocar la quiebra en relación con las finanzas gubernamentales culpándolos de la mala situación fiscal, en vez de poner el énfasis sobre los grandes banqueros.
La izquierda, por lo menos la socialdemocracia trata de acomodarse a los planes de la derecha y como sus bases sociales de la socialdemocracia son diferentes, el electorado popular de la socialdemocracia le dan una bofetada. La interpretación más importante aquí es que dentro y afuera de los gobiernos, los socialdemócratas pagan el precio de la acomodación con el capital financiero y sus implicaciones en la crisis económica.

Hay que anotar que el número de votos por la derecha no ha aumentado a pesar de que aumentó la representación de sus parlamentarios. Lo que sí es cierto es que el número de votos para la izquierda ha caído verticalmente. La izquierda nominal porque los laboristas con Tony Blair son un partido derechista en todo contexto pero con nombre Laboral. Lo mismo hemos visto en Italia, en Francia y en Portugal. Estos partidos que se llaman izquierda son cómplices o autores de la política que nos llevó a la quiebra. Es un error hablar de una derrota de la izquierda. Más que nada es un golpe fuerte de las clases populares contra la nueva versión del neoliberalismo.
Ahora, el problema desde la verdadera izquierda, digamos el partido anticapitalisa en Francia, la alternativas en Portugal, Italia e Inglaterra, no tenían una inserción, no tenían una presencia en las luchas y las condiciones de vida de los que sufren entonces cuando el pueblo se desencanta con la socialdemocracia la mayoría se queda en casa porque no ve como factible la pequeña izquierda o la izquierda simbólica. Y algunos sectores votaron por los otros partidos para castigar a los laboristas, es un voto castigo.
Y tercero, algunos sectores con mucha bronca y poca conciencia incluso votaron por la ultra derecha. Hay que entender que lo que la prensa llama como derrota de la izquierda es falso. Si uno identifica al neo-liberalismo a la ultranza de Blair y Brown que apoyan todas las guerras imperialistas en el mundo, que han apoyado al City de Londres con todas las medidas de liberalización financiera y después las subvenciones multimillonarias, eso no es una derrota de la izquierda.
No es en ningún sentido una izquierda, que se llama laboral pero que es capitalista y del peor capitalismo: financiero.

Ahora el gran dilema para la verdadera izquierda no es la derrota sino la incapacidad de aprovechar la gran crisis económica y no activar y reorientar el gran número de abstencionistas. Y donde tenían alguna presencia activa como en Francia hay que analizar en profundidad por qué este nuevo partido anticapitalista no puede atraer votos de la socialdemocracia y por qué Sarkozy a pesar de su desprestigio con la crisis económica, sigue recibiendo el voto. Lo mismo con Berlusconi. Hay izquierdas allá pero que no estaban en una posición de capitalizar con la descomposición de las ex comunistas y el centro y por qué ellos se quedan todavía marginados.

J.l. Vázquez: ¿Qué lectura haces sobre la suerte que corrió Iniciativa internacionalista de Alfonso Sastre que tenía el apoyo de la izquierda adversale?

Petras: Bueno, hay que analizar la organización y su inserción en la vida de las grandes masas de desocupados. El problema de la candidatura de Sastre es que las fuerzas políticas que apoyaron a Sastre aparentemente no podían influir en las masas desocupadas, no podían influir sobre gran número de trabajadores sin contrato. Yo creo que es una combinación de pautas de inserción cotidiana para influir el voto. No se puede simplemente lanzar una campaña con una gran personalidad e influir sobre una gran masa que no tiene experiencia anterior con este movimiento ni conoce en profundidad la política de Alfonso.

Alfonso es una gran persona, de grandes principios, es un gran amigo mío. Pero hay que decir que no se puede lanzar como un cohete brillante en el aire y esperar que después de sentirse desmoralizado por la crisis económica y desencantada con el PSOE que esta gente va a dar un voto decisivo.

J.L. Vázquez: Te voy a sacar de las elecciones europeas para llevarte a las elecciones que hubo en El Líbano. Todo el mundo pensaba o se decía que la coalición que integra Hezbollá podía llegar a ganar pero no fue así.

Petras: Bueno, en parte Hezbollá consigue una gran votación en sus bases principales en el sur entre los chií y los musulmanes pobres. Eso es cierto. Lo que fracasó es la táctica de unirse con el general Aun esperando que el pudiera conseguir un porcentaje significativo entre los grupos cristianos. En ese sentido el fracaso no era tanto de Hezbollá como de sus socios que aparentemente no tenían inserción e influencia sobre los cristianos para capturar parte significativa de ese voto.
La fuerza de los grupos sunies y cristianos era que reciben mil millones de dólares de Estados Unidos y de Europa y ese era el miedo de grandes sectores pequeño-burgueses que viven de estas subvenciones: que el voto por Hezbollá y los nacionalistas perjudicara el apoyo del imperialismo.
El tercer punto es que mucha gente apoya a Hezbollá, incluso cristianos, en la lucha contra Israel y contra las incursiones israelitas. Pero no es lo mismo en el momento de votar porque calculan los intereses económicos y principalmente el comercio con Europa, el turismo y la relación con los libaneses que viven afuera del país, pero que mantienen relaciones económicas con El Líbano. Estos factores influyen para que la gente divida sus lealtades entre Hezbollá contra Israel y la derecha para transacciones económicas.No hay que interpretar demasiado la victoria de la derecha como un repudio a Hezbollá en su política. Yo creo que es un voto conservador pero moderado por las consideraciones históricas.
Ahora hay que ver la formación del próximo gobierno porque los que ganan las elecciones no están en condiciones de empezar una purga ni mucho menos una política unilateral porque el hecho es que Hezbollá -la alianza- recibió más del 40 y tanto por ciento en votos y tiene muchos instrumentos institucionales para influir sobre la política del Líbano.

J.L. Vázquez: Ahora te traigo a nuestro continente para preguntarte sobre la masacre en la Amazonia peruana. Parece que cada vez que Alan García es presidente de Perú tiene que hacer alguna masacre

Petras: Exactamente. Yo estuve en Perú en los años 80 cuando mandó las tropas a las cárceles y masacraron más de 500 presos políticos a sangre fría. Y esta masacre ocurre durante una reunión internacional de la segunda internacional de los partidos social demócrata .Fue un enorme escándalo mundial y Alan García trata de culpar al ejército y el ejército decía que hay que asumir la responsabilidad: nosotros recibimos órdenes tuyas (de Alan García), y Alan García estaba temblando, mojando los pantalones literalmente y llamó a la embajada norteamericana para que le ofrezcan protección contra la bronca del ejército.
Alan García no sólo es un reaccionario sino que es un cobarde al esconderse atrás del ejército y tratando de pasar la culpa de estos actos a otros. Y ahora hace lo mismo tratando de implicar a Bolivia, Venezuela, Sendero. Sólo faltan las FARC para explicar la rebelión pacífica de los indígenas contra la expoliación de sus terrenos firmando contratos con compañías mineras extranjeras sin consultar al pueblo como está escrito en la Constitución de Perú, como está escrito en las leyes internacionales. ¿Cómo se puede pensar este arrogante gordo que puede dictar a los indígenas cómo deben utilizar sus propios terrenos, cómo se pueden contaminar los ríos, los terrenos y el aire sin consultarlos a los habitantes de ese territorio? La masacre es producto de una política económica que se ha repetido en todo Perú.
Es la intensificación de la explotación minera independientemente de consideraciones de los pueblos que viven allá que no son simplemente indígenas sino campesinos, trabajadores, artesanos... Y este señor Alan García, junto con Uribe y con Calderón forman el eje del mal imperial en América Latina. Alan García en los países andinos se queda sólo con Colombia porque los demás países han rechazado a Alan García en todas sus políticas y ahora le sumamos las masacres y violaciones a los derechos humanos. Lo que falta es que en las ciudades lo que queda de izquierda parlamentaria no interviene. No hay ninguna huelga general, no hay una gran movilización. Sólo tenemos pronunciamiento de Humala el nacionalista que ha denunciado el acto. Humala ha declarado que se debe formar una comisión de investigación. Pero la izquierda radical, marxista, es muy folclórica.
Es un momento en que se debe organizar algún acto, una huelga de hambre, una protesta en el Congreso, alguna denuncia. Creo que debemos esperar que algunas fuerzas externas exijan un juicio criminal y así como los israelitas que ahora enfrentan juicios internacionales por crímenes contra la humanidad, espero que en otros países, en España o algún lugar, lancen un juicio contra Alan García, el carnicero de la selva amazónica.

J.L. Vázquez: Bueno Petras, para terminar, tengo que decirte que renunció o renunciaron (hay diferencias allí) a la Ministra del Interior Daysi Tournée en este Uruguay que se parece mucho a esa social democracia capitalista de Europa

Petras: Sí, obviamente frente a las elecciones y la campaña electoral hay muchas luchas intestinas. La gran pregunta es ¿con qué consecuencias, qué son las diferencias que tienen consecuencias para el pueblo de estas luchas internas en el frente Amplio, en el gobierno, en los partidos que forman el Frente? ¿son luchas por el poder, son luchas para tomar ventajas electorales por los lemas o tienen algún resultado en relación con la política económica neoliberal de Tabaré Vázquez o Astori?

Hasta ahora no hemos visto si estos conflictos podrían resultar en alguna divergencia significativa en relación con la política de ingresos, de presupuesto para salud y educación, que podría dar otro camino hacia la política de igualdades. Que se pueda hablar de una nueva política hacia los pequeños agricultores, los jornaleros, la gente que vive sin casa o en casas improvisadas. Estos grandes conflictos son mucho bombo y pocas nueces.

J.L. Vázquez: Bien James, se nos terminó el tiempo. Te agradezco muchísimo por el tiempo que nos diste tú y te mando un abrazo a la distancia ys hasta el próximo lunes.
Petras: Sí, y seré curioso ¿qué pasa con Chury?

J.L. Vázquez: Chury estuvo hasta hace un ratito y ahora salió a hacer un mandado. Pero ya vuelve porque tiene que hacer el informativo. Petras: . Un gran abrazo a todos los amigos y amigas en casa y en el trabajo.

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