De acuerdo con las tres encuestas realizadas por las tres principales encuestadoras; Consulta Mitofski, El Universal y Grupo de Economistas y Asociados, GEA, en el periodo permitido antes del proceso electoral del próximo domingo 5 de julio, el Partido Revolucionario Institucional, PRI, encabeza las preferencias electorales, no obstante la campaña dedesprestigio que implementó y llevó a cabo directamente el presidente del Partido Acción Nacional, PAN, Germán Martínez Cázares, aunque si le hizo bajar algunos puntos pero no los suficientes para arrebatarle el primer lugar.
Abordamos ahora el asunto, ante los intentos de leyes mordaza que pretende imponer el Instituto Federal Electoral, IFE, sin tener potestad legislativa, como su acuerdo absurdo de prohibir las referencias de los contenidos de las revistas en los noticiarios y programas periodísticos de la radio y la televisión, no vaya ser que también a los periodistas libres nos quiera imponer sus aberrantes criterios y hasta sancionarnos con una multa.
En la encuesta de El Universal, publicada en la primera plana de su edición de este miércoles 1, nos hace saber que el PRI encabeza las preferencias electorales con el 29.9 por ciento, seguido del “Partido de los Indecisos” con el 28.8 por ciento, el PAN con un significativa caída que le otorga apenas un 23.8 por ciento y en la lona el Partido de la Revolución Democrática, PRD, con apenas un 10.8 por ciento. El resto se lo reparte la chiquillería. De este estudio se desprende que lo indecisos determinarán la elección de mitad de sexenio.
En cambio el Grupo GEA, coloca en un empate técnico al PRI y al PAN, sin dejar de reconocer la superioridad del tricolor, el primero con el 34 por ciento y el blanquiazul con 32, al PRD le otorga su tradicional 18 por ciento.
Consulta Mitofski, en un estudio más completo, nos dice que el PRI logra en esta encuesta final el 34 por ciento de los sufragios de los probables votantes por 29 del PAN, y 13 del PRD. En caso de darse estos resultados, nos explica, el PRI se quedaría muy lejos de la mayoría absoluta; y habría un traslado de votos del PRD al Partido del Trabajo, PT, que pelearía a su vez por ser la cuarta fuerza contra el Partido Verde Ecologista de México, PVEM.
En esas condiciones, los partidos de izquierda, acumularían entre los cuatro 23 puntos porcentuales, y habría 3 partidos políticos en riesgo de desaparecer. Los ciudadanos que consideran que el rumbo del país es el correcto, colocan al PAN claramente como su partido favorito, en cambio, cuando se juzga equivocado el rumbo, el PAN se va hasta el tercer lugar. Los nuevos votantes, jóvenes en su mayoría, votarían en 7 de cada 10 casos, por un partido distinto a los 3 “grandes”.
Y concluye, al considerar que esta elección no es una contienda por votos sino por diputados, estima una posible conformación de la cámara, y en ella el PRI obtendría al menos el doble de los diputados que logró en 2006 pero en el rango de los que obtuvo en 2003 y muy lejos de la mayoría absoluta, 234 curules. El PAN perdería la primera posición pero está en situación por un lado de superar lo hecho por ese partido hace 6 años y por otro de alcanzar los 167 diputados y garantizar así el tercio de la Cámara. El PRD, de darse un escenario como el planteado, perdería diputados respecto a 2003 y 2006, al quedar con 92, seguiría siendo la tercera fuerza.
Así se vislumbran las cosas: el voto nulo, no obstante la gran campaña interesada, apenas si alcanzaría el 2 por ciento; los indecisos podría ser la fuerza que determine al final la competencia electoral, sin quitarle al Partido Revolucionario Institucional el primer lugar. Estos resultados desde luego que serán determinantes, de no ocurrir hechos que los alteren, para la contienda presidencial del 2012.
Abordamos ahora el asunto, ante los intentos de leyes mordaza que pretende imponer el Instituto Federal Electoral, IFE, sin tener potestad legislativa, como su acuerdo absurdo de prohibir las referencias de los contenidos de las revistas en los noticiarios y programas periodísticos de la radio y la televisión, no vaya ser que también a los periodistas libres nos quiera imponer sus aberrantes criterios y hasta sancionarnos con una multa.
En la encuesta de El Universal, publicada en la primera plana de su edición de este miércoles 1, nos hace saber que el PRI encabeza las preferencias electorales con el 29.9 por ciento, seguido del “Partido de los Indecisos” con el 28.8 por ciento, el PAN con un significativa caída que le otorga apenas un 23.8 por ciento y en la lona el Partido de la Revolución Democrática, PRD, con apenas un 10.8 por ciento. El resto se lo reparte la chiquillería. De este estudio se desprende que lo indecisos determinarán la elección de mitad de sexenio.
En cambio el Grupo GEA, coloca en un empate técnico al PRI y al PAN, sin dejar de reconocer la superioridad del tricolor, el primero con el 34 por ciento y el blanquiazul con 32, al PRD le otorga su tradicional 18 por ciento.
Consulta Mitofski, en un estudio más completo, nos dice que el PRI logra en esta encuesta final el 34 por ciento de los sufragios de los probables votantes por 29 del PAN, y 13 del PRD. En caso de darse estos resultados, nos explica, el PRI se quedaría muy lejos de la mayoría absoluta; y habría un traslado de votos del PRD al Partido del Trabajo, PT, que pelearía a su vez por ser la cuarta fuerza contra el Partido Verde Ecologista de México, PVEM.
En esas condiciones, los partidos de izquierda, acumularían entre los cuatro 23 puntos porcentuales, y habría 3 partidos políticos en riesgo de desaparecer. Los ciudadanos que consideran que el rumbo del país es el correcto, colocan al PAN claramente como su partido favorito, en cambio, cuando se juzga equivocado el rumbo, el PAN se va hasta el tercer lugar. Los nuevos votantes, jóvenes en su mayoría, votarían en 7 de cada 10 casos, por un partido distinto a los 3 “grandes”.
Y concluye, al considerar que esta elección no es una contienda por votos sino por diputados, estima una posible conformación de la cámara, y en ella el PRI obtendría al menos el doble de los diputados que logró en 2006 pero en el rango de los que obtuvo en 2003 y muy lejos de la mayoría absoluta, 234 curules. El PAN perdería la primera posición pero está en situación por un lado de superar lo hecho por ese partido hace 6 años y por otro de alcanzar los 167 diputados y garantizar así el tercio de la Cámara. El PRD, de darse un escenario como el planteado, perdería diputados respecto a 2003 y 2006, al quedar con 92, seguiría siendo la tercera fuerza.
Así se vislumbran las cosas: el voto nulo, no obstante la gran campaña interesada, apenas si alcanzaría el 2 por ciento; los indecisos podría ser la fuerza que determine al final la competencia electoral, sin quitarle al Partido Revolucionario Institucional el primer lugar. Estos resultados desde luego que serán determinantes, de no ocurrir hechos que los alteren, para la contienda presidencial del 2012.
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