Pedro Echeverría V.
1. Los golpes de Estado –como hoy el de Honduras- son medidas militares de fuerza que los gobiernos yanquis han dado centenares de veces en el mundo. Dado que siempre controlan a los grandes empresarios, a los medios de información y hasta el clero de casi todos los países, les ha bastado con levantar un dedo y dar una orden, para que todas las fuerzas del capital asociados a él lo obedezcan. EEUU no puede vivir, porque forma parte de su naturaleza como país imperialista, sin crear conflictos porque éstos ponen en actividad su enorme industria armamentista y, al mismo tiempo, estas manifestaciones armadas de fuerza le permiten saquear riquezas naturales de los países que invade y somete. Todo el enorme poderío yanqui, que fue levantado sobre la opresión de los pueblos del mundo, es producto de la belicosidad histórica de sus gobiernos.
2. Obama se ha anotado su primer golpe de Estado, muy parecido al que Bush organizó contra el gobierno de Hugo Chávez en Venezuela, de abril de 2002. Al parecer 12 horas antes se había llegado al acuerdo de la consulta para un cambio de la Constitución, pero fue solamente una trampa engañosa porque el golpe de Estado desde días antes estaba ya preparado y organizado. Esperamos que Zelaya sea reinstalado por su pueblo en unas cuantas horas o días, pero no sabemos si el pueblo hondureño esté al nivel ideológico de los venezolanos. Pero también hay que esperar que la opinión mundial, la ONU y demás organismos condenen el golpe militar para exigir el regreso de Zelaya –electo por su pueblo- a la Presidencia. Yo nunca he creído en legalidades porque quienes siempre la han definido son la fuerza del pueblo o de las opiniones en el mundo.
3. ¿Se puede olvidar acaso aquel golpe de Estado en Venezuela instrumentado el 12 de abril por Bush, por los grandes empresarios y los medios de información con el pretexto de que Hugo Chávez estaba llevando a su país al comunismo? El pueblo salió indignado e inmediatamente a las calles y en la madrugada del 14 de abril, Chávez retomó el gobierno y echó abajo a aquellos empresarios venezolanos (encabezados por Pedro Carmona de Fedecámaras) que en pocas horas habían lanzado decretos para favorecer a los inversionistas de los EEUU y de otros países. El pueblo rodeó a los medios de información y todas las instituciones empresariales aterrorizadas porque el pueblo estaba dispuesto a quemarlas. Los venezolanos dieron muestras de mucha conciencia, gran combatividad y mucho respeto, a pesar de las agresiones empresariales.
4. ¿Quién ha olvidado en terrible golpe militar, de Estado, contra el presidente chileno Allende aquel año de 1973, golpe brutal en el que el propio presidente fue asesinado dentro de Palacio? Las instrucciones del presidente yanqui Nixon fueron determinantes: acabar con el foco izquierdista que se estaba extendiendo en América. Lo bárbaro fue que en aquel golpe de Estado fueron encarcelados y asesinados decenas de miles de militantes de izquierda, obligó a otros tantos a exiliarse y, lo peor, que hasta estos días lo gobiernos civiles no han tenido el valor para castigar a los asesinos pinochetistas. Como en Argentina donde los militares asesinos que mediante un golpe de Estado en 1976 se hicieron cargo del gobierno, en Chile tampoco han sido sancionados.
5. Recuerdo que en aquellos años del sacrificio de Allende lo primero que recordamos los mexicanos que andábamos en mítines en escuelas y facultades de la UNAM, fue el golpe de Estado que sufrimos en México en 1913; éste se fraguó en la embajada yanqui por jefes del ejército y el mismo embajador contra el gobierno constitucional de Madero y que concluyó con el asesinato de éste y el vicepresidente Pino Suárez.. La respuesta a aquel golpe de Estado fue que el pueblo se levantó nuevamente en armas y llevó adelante la segunda parte de una revolución que el mismo Madero inició en 1910. Este tipo de asonadas no volvió a repetirse en México, aunque en los últimos meses estemos viviendo algo así como en un Estado de sitio con un ejército al servicio del presidente ilegítimo Calderón.
6. Las clases dominantes en Centro y Sur América sólo han estado al servicio de los diferentes gobiernos de los EEUU; pero a partir del presente siglo algunos gobiernos latinoamericanos han comenzado a sacudirse de los yugos y las dependencias con el objetivo de encontrar su propio camino; una senda en la que los pueblos construyan de manera autónoma y libre sus historias. Es la causa por la que gobiernos como el de Kennedy contra Cuba, Nixon contra Chile, Ford en Argentina, Bush (padre) en Panamá, Bush (babe) en Venezuela u Obama en Honduras, han dado golpes de Estado para cortar de raíz los avances de las luchas de los pueblos. Pero seguramente más pronto que tarde estos pueblos unificarán sus fuerzas para barrer la podredumbre que los oprime.
pedroe@cablered.net.mx
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