Estudio de la FAO 2009
Hogares encabezados por mujeres, los más afectados por carestía
De la Redacción
México DF, 13 ene 10 (CIMAC).- Los hogares a cargo de mujeres, la población rural sin tierras, y las personas pobres del medio urbano, fueron los habitantes más perjudicados en el mundo durante 2009, por el aumento de los precios de los alimentos.
En el documento “El estado de la inseguridad alimentaria en el mundo. Crisis económicas: repercusiones y enseñanzas extraídas”, hasta el año pasado había mil 20 millones de personas subnutridas en todo el mundo, la mayor cifra de habitantes sin seguridad alimentaria desde 1970.
El documento elaborado por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), sostiene que el aumento de la inseguridad alimentaria no es resultado de malas cosechas, sino de los elevados precios nacionales de los alimentos, los menores ingresos y un desempleo en aumento, que han reducido el acceso de las personas pobres a los alimentos.
Indica que las causas de raíz del hambre en el mundo, como la pobreza rural, el crecimiento de la población y la degradación ambiental, se exacerban con la desaceleración del crecimiento económico, la volatilidad de los precios de los alimentos y las repercusiones del cambio climático.
SEGURIDAD ALIMENTARIA Y GÉNERO
Las desigualdades de género en el control de los medios de vida limitan la producción alimentaria de las mujeres, a pesar de que ellas suelen ser las responsables del cultivo y la preparación de la mayor parte de los alimentos que se consumen en el hogar además de criar el ganado y controlar el presupuesto doméstico, afirma el organismo de Naciones Unidas.
Por ello durante la Cumbre Mundial sobre la Seguridad Alimentaria celebrada en Roma en noviembre de 2009, la FAO adoptó un nuevo marco estratégico en donde se indica que la equidad de género es uno de los objetivos fundamentales de la organización para los próximos diez años.
Se acordó lograr equidad de género en el acceso a los recursos, a los bienes y servicios, así como en la adopción de decisiones en las zonas rurales.
Para la organización Oxfam Internacional, pese a que la seguridad alimentaria del hogar depende de las mujeres, ellas mismas no gozan de seguridad, pues las barreras a que se enfrentan para acceder a los mismos bienes, servicios y sueldos que los hombres son, a menudo, insuperables.
Aunado a esto son las mujeres y las niñas pobres quienes sufren un índice de vulnerabilidad mayor ante los impactos negativos de precios más altos de los alimentos.
Otro de los retos que enfrentan las mujeres es que quienes son productoras tienen mayores dificultades en el acceso a la tierra., el derecho a la titularidad sobre la misma, la obtención de créditos, herramientas, formación y otros servicios agrarios, señala Oxfamn Internacional.
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