Pedro Echeverría V.
1. El oportunista PRD, que en alguna ocasión pudo ser de izquierda, parece que ahora marchará aliado con el derechista presidente Felipe Calderón ante el precandidato presidencial Peña Nieto y su asesor expresidente Carlos Salinas. PRD quizá piense convertirse en el partido "bisagra" que pudiera inclinar la balanza colocándose unas veces con el PAN y otras con el PRI, olvidando que estos dos últimos tienen plena identidad de clase. El perredista Navarrete, en entrevista con Aristegui, se burló satisfecho de aquellos que se han opuesto a las alianzas porque no entienden que "es la política más acertada". Platicando Navarrete con Calderón en una ceremonia –"frente a los periodistas y el auditorio"- pudo hablar, de manera puntual, de lo que estaba sucediendo entre PRI y PAN. ¿Es este el partido de la "izquierda moderna" que reclaman los amanuenses Krauze, Camín y Castañeda?
2. El concubinato de PAN y PRI, de manera abierta, comenzó a registrarse en 1989, desde aquella primera gubernatura de Ruffo Appel en Baja California a los pocos meses que Carlos Salinas negoció con el PAN su reconocimiento como presidente. El PAN dijo entonces que su batalla era contra el PRI de los 70 (el de Echeverría y Muñoz Ledo) y que ahora había un nuevo PRI que con Salinas estaba aplicando el viejo programa panista, tal como la nueva reforma agraria privatizadora, las nuevas relaciones con la iglesia, la devolución de los bancos a sus anteriores dueños y la venta indiscriminada de las empresas paraestatales a particulares. Fue tan estrecho el amasiato entre PRI salinista y el PAN de Álvarez, Cevallos y Castillo, que el mismo Salinas trató de desaparecer al PRI para sustituirlo con el Partido Solidaridad con una ideología populista de derecha. De partido de presión el PAN se convirtió en aparato.
3. Hoy es otra cosa: la realidad es que Calderón, Gómez Mont, Peña Nieto, Paredes y Nava, deberían ir a la cárcel por el sólo hecho de intercambiar votos por la reforma fiscal que lesionó los intereses del pueblo para no hacer alianzas partidarias. Imagínense: Votos pri-panistas para una reforma fiscal, de miles de millones de pesos, contra los intereses de la población en beneficio de la política del presidente Calderón a cambio de que PAN y PRD no se alíen en las elecciones para derrotar al PRI. A mí me vale un comino lo segundo porque ese tipo de política de alianzas se han aplicado a través de la historia. Pero hacer lo que hizo el secretario de Gobernación y el presidente del PAN por órdenes de Calderón y el que el PRI haya aceptado votar todo ese fraude al pueblo, -como dicen el populos- "no tiene madre", es decir, los políticos no parecen tener madre; hace mucho que la negociaron por votos.
4. Pero el pueblo está tan alienado buscando resolver sus problemas más inmediatos, tales como la comida del día de hoy, que le importa un bledo si el gobierno y los empresarios están aplicando una política hacendaria que lo lesiona de manera directa. Siempre me han parecido más graves los asesinatos masivos que ordenan los presidentes yanquis contra Vietnam, Afganistán, Irak, así como los "asesinatos" masivos contra la economía miserable de los pueblos que acuerdan los políticos, es peor que secuestrar o asesinar a una o dos personas, sobre todo si son explotadores. Desafortunamente los medios de información abren una gran alharaca noticiosa cuando hay un secuestro o un asesinato y silencian cuando las políticas de Estado y de gobierno asesinan a miles y cientos de miles de personas por bombardeos o políticas salariales, de aumentos de precios o por impuestos.
5. Los acuerdos tras bambalinas, en la oscuridad, del panista Calderón y sus vasallos ejecutores (Nava y Gómez Mont) con la Paredes y Peña Nieto para que con los votos del PAN y del PRI aprueben un aumento del IVA, aumentos a las gasolinas y otros energéticos, además de impuestos y un presupuesto que hace más miserable al pueblo, no son cualquier cosa. Por lo menos Calderón y Paredes –los principales responsables- deberían ir a la cárcel y los demás –sus vasallos- deberían renunciar. Pero por toda la historia de este país –de los más corruptos del universo- nada pasará. Al ratito el PAN y el PRI –siempre cariñosos entre ellos- harán las paces para luego llegar a una gran reconciliación, como ha sucedido durante siete décadas. Si estos acuerdos no se cumplieron al pie de la letra seguramente tendrán más cuidado al firmar los siguientes. Por ahora el PRD y el PAN sí cumplen sus acuerdos.
6. No encuentro coincidencia alguna entre los discursos de Navarrete, Ortega o Acosta –los jefes del PRD- con los de López Obrador o Fernández Noroña; me parecen extremadamente diferentes. Mientras los primeros han reconocido a Calderón, están haciendo alianzas con el PAN y muchas veces han hecho declaraciones contra las posiciones políticas de AMLO, éste mantiene más cercanía con el PT, su discurso es contra las alianzas con PRI y PAN, así como contra toda la política calderonista y, sin decir nombres, critica a la dirigencia del PRD. La distancia es cada vez mayor pero AMLO –sin dejar clara su estrategia- no está dispuesto a salirse del PRD ni los otros a sacarlo. Lo que queda muy claro es que el PRD ha escogido su camino (la línea histórica de la socialdemocracia) y no dará marcha atrás. Sus dirigentes han dado muestra de alegría al haberse alejado de los planteamientos de AMLO.
7. Mientras los obreros electricistas y los mineros han perdido sus empleos y están resistiendo una brutal política de desempleo y represión; en tanto la economía del país sigue agravándose para la población mayoritaria, los partidos (PAN, PRI, PRD) sólo hablan de alianzas electorales para agenciarse votos y más cargos de gobierno. Con la denuncia de los acuerdos clandestinos firmados por el PRI y el PAN para votar leyes de ingresos y presupuestos de egresos contra el pueblo queda claro para qué sirven las alianzas entre partidos. Los votos del electorado han servido y sirven como papel para el excusado, para tirar a la cloaca. Y luego los electores, que al parecer nunca se enteran que sólo sirven para legitimar los despilfarros de las campañas y luego los insultantes salarios de los gobernantes, siguen pensando que nadie manipula su voto y que son libres para escoger al político que lo va a someter.
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