De la Suprema Corte de Justicia depende la liberación de los compañeros de Atenco
Los proceso legales de nuestros compañeros, amañados y plagados de irregularidades, son una demostración más de que la justicia en este país no existe para los luchadores sociales y para los de abajo.
Los Brigadistas-UNAM | Rebelion.org
Inició la tercera etapa de la campaña Libertad y justicia para Atenco, y la meta en esta ocasión es liberar ya a los 12 compañeros presos. En la mayoría de los procesos legales que se les siguen a los compañeros, la defensa solicitó el amparo directo, que es el último recurso jurídico al que se puede apelar para lograr la libertad. Recientemente la primera sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) resolvió atraer la solicitud de este amparo en el caso de los tres detenidos que se encuentran en el penal de máxima seguridad El Altiplano: Ignacio del Valle, Felipe Álvarez y Héctor Galindo. Próximamente discutirá la atracción de los amparos de los demás presos.
De manera que, a casi 4 años de la brutal represión contra el Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra (FPDT) que dejó como saldo dos jóvenes asesinados, decenas de mujeres violadas y más de un centenar de detenidos, hoy está en juego la última posibilidad de lograr la libertad definitiva de los que aun permanecen en la cárcel, o bien, de que les dejen las inhumanas condenas actuales u otras condenas que tengan el mismo efecto: privarlos de su libertad hasta que su fuerza física se agote.
Por ello, se requiere el más amplio respaldo popular, el apoyo y la movilización de las organizaciones de trabajadores, de maestros, estudiantes, campesinos e indígenas, para ejercer una presión social capaz de lograr que el desenlace de este episodio sea la libertad absoluta de nuestros compañeros.
No olvidemos que hace un año, cuando la SCJN discutió lo ocurrido en los operativos del 3 y 4 de mayo de 2006 en Atenco y Texcoco, su resolución exculpó de toda responsabilidad a Peña Nieto, el niño Atlacomulco que gobierna el Estado de México, a Medina Mora, entonces secretario de seguridad pública y luego procurador general, y a Vicente Fox, a pesar de que ya no puede caber la menor duda de que aquella violenta represión fue organizada por los tres niveles de gobierno y planeada con anticipación.
No podemos tener ni generar ninguna confianza en la SCJN, que reiteradamente ha demostrado que actúa bajo consigna para salvaguardar los intereses de los de arriba. Los proceso legales de nuestros compañeros, completamente amañados y plagados de irregularidades, son una demostración más de que la justicia en este país no existe para los luchadores sociales y para los de abajo.
Peña Nieto volverá a mover todos sus hilos y sus contactos con los ministros de la corte para mantener la venganza política y cobrarse la afrenta de la derrota que años atrás sufrió el gobierno debido a la entereza de quienes defendieron sus tierras con dignidad.
Pero el movimiento popular también puede actuar para hacerle sentir a los magistrados de la SCJN que el costo político que tendrían que pagar por dejar a nuestros compañeros encerrados, será tan alto que más les vale liberarlos.
Tiene razón Trinidad Ramírez, esposa de Nacho, al señalar que es un momento histórico porque todo está por definirse en las próximas semanas. El FPDT requiere nuestro apoyo. Nosotros estamos a su lado, como siempre. ¡Todos a sumarnos con Atenco! ¡Libertad ya a los presos políticos!
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