En pleno festejo del centenario del natalicio de Mario Moreno “Cantinflas”, Canal 22 anunció la transmisión de un ciclo cinematográfico del icono más popular en la historia del cine mexicano. Sólo lograron transmitir Romeo y Julieta. Un extraño comunicado de la televisora de Conaculta justificó así la cancelación:
Se suspendió “en aras de los intereses de los titulares de los derechos de autor y de distribución de tales películas, quienes solicitaron en esta semana, cancelar la transmisión en tanto no se determine, por las instancias competentes, la situación jurídica de tales películas”.
En su edición de este jueves, el reportero Arturo Cruz Bárcenas, de La Jornada, entrevista a Mario Moreno Ivanova, hijo del actor, en pleito legal con su primo Eduardo Moreno Ivanova y revela que fue por presiones de Televisa a la distribuidora norteamericana Columbia Pictures que se decidió suspender el ciclo cinematográfico en Canal 22.
“-¿Qué papel tiene Televisa en este caso? –le preguntó el reportero.
“-Simplemente es la que contrató las películas con Columbia. Sí pagó los derechos y hay dos contratos, los cuales vencieron en este 2011. No deberían de haberlo hecho, porque las películas están en litigio. No fueron las 39 cintas; creo que sólo fueron 17, porque Columbia no les ofreció todas.
“Yo soy el dueño de las películas, pero Televisa no se ha acercado a negociar conmigo. De hecho ha negociado con Columbia.
“Soy el heredero universal de todos los derechos de Mario Moreno Reyes y de Mario Moreno Cantinflas”, abundó el hijo ante la dicotomía hereditaria de su propio padre.
“-¿Cómo fue lo de la presión de Televisa a Canal 22? –le insistió Cruz Bárcenas.
“-Televisa lo hizo por medio de Columbia, porque le pagó a ésta por los derechos para poder proyectar indebidamente, porque Columbia tampoco es la dueña, ni el señor Laparade. El único dueño soy yo y no se ha demostrado lo contrario”.
Paradójicamete, la Cineteca Nacional concluyó su ciclo de películas de Mario Moreno sin contratiempos. El problema estuvo en los derechos de transmisión para televisión. Y el canal cultural público simplemente tuvo que apechugar. Su boletín, un tanto cantinflesco, evadió lo que finalmente el hijo de Cantinflas dice sin tapujos: Televisa “compró” los derechos.
Ahí está el detalle.
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