CAMPAÑA DSyR DE LA JUVENTUD
Indígenas informan cómo reducir embarazos tempranos
Por: Guadalupe Cruz Jaimes
Cimacnoticias | México, DF.- Para Yoalli, otomí de 17 años de edad, conocer sus derechos sexuales y reproductivos le permitió aspirar a la construcción de un proyecto de vida, a diferencia de la mayoría de las adolescentes de su comunidad, quienes carecen de información y tienen como “destino” el embarazo temprano.
La originaria de la localidad de Capula, en el municipio de Ixmiquilpan, estado de Hidalgo, dijo a Cimacnoticias que “conocer más sobre mi cuerpo y saber qué quiero para el futuro es importante para tener una vida mejor”.
La integrante de la Red por los Derechos Sexuales y Reproductivos en México (Ddeser) indicó que ella recibió información a través de organizaciones civiles: “En la escuela no nos hablan de derechos sexuales, a lo mucho nos mencionan cuáles son los métodos anticonceptivos”.
Abundó que ahora conoce los riesgos que implica el inicio de la vida sexual sin protección. “Sé que como jóvenes tenemos derecho a disfrutar de nuestra sexualidad, pero con responsabilidad para evitar alguna infección de transmisión sexual (ITS) o un embarazo no deseado”.
En Hidalgo se registran 72.1 embarazos por cada mil mujeres de entre 15 y 19 años de edad, tasa que supera la media nacional que es de 69.5, según la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica (Enadid) 2009.
En el estado la necesidad insatisfecha de métodos anticonceptivos (NIA) se ubica en 12 por ciento, también por encima del promedio en el país, ubicada en 9.8 ciento.
La brecha se agudiza entre quienes hablan una lengua indígena, ya que la NIA en esta población es de 21.5 por ciento, mientras que en las no hablantes de ese tipo de lenguas es de 9 por ciento, refiere la Enadid.
MIEDO AL ESTIGMA
Para protegerse, Yoalli apuntó que es preciso exigir información e insumos en los centros de salud, aunque “muchas (jóvenes) no quieren ir por miedo a que te vea un vecino o un familiar y que sus papás se enteren”.
La promotora de Ddeser expuso que “es importante vencer la pena y pedir información con la que puedes prevenir un embarazo, es preferible a tener que cuidar un bebé”.
Sin embargo, para que las y los adolescentes “se animen” a pedir información “primero tienen que conocer que es su derecho”.
Yoalli Dañu consideró que la difusión de los derechos sexuales y reproductivos de la juventud es todavía un reto que deben asumir las autoridades educativas y del sector salud.
La otomí Rebeca Pérez, integrante de la Brigada Juvenil de la localidad de San Ambrosio en el municipio hidalguense de Huhuetla, comparte la experiencia de la promotora de Ddeser, pues dijo que tras el conocimiento de sus derechos sexuales y reproductivos tiene más herramientas para decidir sobre su vida.
La mujer de 21 años puso como ejemplo que ella, a diferencia de la mayoría de las jóvenes de su pueblo, aún no ejerce su maternidad.
Pertenecer a la Brigada Juvenil “me ha ayudado a complementar la información (sobre sus derechos sexuales y reproductivos) que ya tenía y a implementar esos conocimientos”, mencionó.
La activista, cuyo colectivo realiza actividades lúdicas dirigidas a adolescentes acerca de cómo prevenir ITS y embarazos no planeados, refirió que en su localidad persisten graves problemas como las gestaciones en “niñas de 12 y 13 años de edad”.
Por ello imparten talleres en el centro de salud para las y los alumnos de secundaria y adolescentes que no tienen la oportunidad de ingresar a una institución educativa.
Por último, Rebeca Pérez refirió que una limitante para que las y los adolescentes conozcan sus derechos es la religión, que “no permite que estemos informados”, así como el escaso acceso a la educación.
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