VIOLENCIA
María Flor fue víctima de red de trata y violación múltiple
CIMACFoto | César Martínez López
Por: Patricia Chandomí, corresponsal
Cimacnoticias | Tuxtla Gutiérrez.- El feminicidio de la niña indígena María Flor Vázquez, de 10 años de edad, perpetrado en julio pasado, es un caso paradigmático de la violación histórica a los Derechos Humanos (DH) de las niñas indígenas y marginadas en el estado de Chiapas, dijeron organizaciones civiles.
El monolingüismo, el analfabetismo y la baja escolaridad se correlacionan con un gran desconocimiento de parte de las mujeres indígenas y rurales sobre sus Derechos Humanos, señalaron el Grupo de Mujeres de San Cristóbal de las Casas (Colem) y el Centro de Derechos de la Mujer de Chiapas (CDMCH).
“El Estado tolera y contribuye a la discriminación y la violencia de género al actuar sin la debida diligencia para prevenir, atender, responder y reparar las violaciones a los derechos de las mujeres causada por particulares o por agentes del mismo Estado.
“El hecho de que el Estado mexicano rara vez sanciona la violencia y la discriminación que se comete contra las mujeres, contribuye sin duda alguna a su perpetuación”, abundaron en un reporte ambas agrupaciones civiles.
Según las investigaciones del caso, María Flor fue entregada por su hermana a una tratante de personas de nombre María “N”, en la colonia Primero de Enero, una de las más pobres y marginadas de San Cristóbal de las Casas.
María Flor trabajó unos días como empleada doméstica en casa de María “N”, y a los pocos días se le dijo que sería llevada a otro centro de trabajo. La niña fue llevada en una camioneta por el chofer de María “N” a una cantina marginal en San Cristóbal de las Casas. Ahí aguardaban ocho hombres que la violaron y la dejaron agonizante.
Tras la violación múltiple, el chofer y una adolescente de 14 años, presuntamente ligada a los tratantes de personas, se percataron de que María Flor aún respiraba. Ante el temor de ser denunciados, ambos asfixiaron a la niña y le enterraron un arma punzocortante, para luego abandonarla en un callejón en el municipio de Huixtán.
La familia de María Flor interpuso una denuncia por secuestro, y posteriormente la Fiscalía Indígena detuvo a los presuntos homicidas. El resto de implicados en el delito siguen impunes.
“Se violó uno de los derechos más fundamentales de las mujeres, el derecho a la vida, a una vida libre de violencia, el derecho al pleno respeto de la integridad del cuerpo. Hago un llamado a las autoridades para que a la brevedad realicen investigaciones exhaustivas para no dejar impune este caso, porque los detenidos no son los únicos responsables del asesinato de María Flor.
“Sin duda, la pobreza extrema, la falta de información y de políticas públicas adecuadas e interés de las autoridades tienen mucha responsabilidad”, sostuvo la dirigente del Colem, Martha Figueroa.
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