LIBERTAD DE EXPRESIÓN
Disertan periodistas en mesa Visión de las mujeres
Especial | Periodistas de a Pie
Por: Adriana Franco Rosales
Cimacnoticias | México, DF.- Cronistas mexicanas consideran que la visión individual es la que influye en la forma en la que interpretan y narran el mundo desde el lugar que les tocó observar, aunque reconocieron que las fuentes y los ángulos periodísticos que cubren aún son los temas sociales y no las estructuras de poder.
El ciclo “Crónicas de nuestros días: conversaciones con sus autores”, organizado por la red Periodistas de a Pie, concluyó ayer en el Museo Memoria y Tolerancia con la mesa “La visión de las mujeres”, donde participaron la periodista Thelma Gómez Durán, la cronista cultural Magali Tercero y la directora de Comunicación e Información de la Mujer (CIMAC), Lucía Lagunes Huerta.
La socióloga española Isabel Vericat Nuñez, moderó el panel e inició el debate al señalar que debido a que el plural es siempre masculino en el imaginario colectivo desaparecen las mujeres, como en el fenómeno de la migración, donde la prensa suele hablar de “los migrantes”, con lo que invisibiliza al sexo femenino pese a que representa por lo menos la mitad de esta población.
La directora general de CIMAC, Lucía Lagunes Huerta explicó durante su participación en el panel que no hay un gen que provoque tener una mirada femenina o masculina, sino que los seres humanos aprenden una serie de cosas desde el lugar que ocupan en el mundo y desde ahí lo interpretan.
Sin embargo, abundó, las mujeres tuvieron que conquistar el derecho a la escritura y la educación, que en un principio les fue negado, y es en ese hecho -más histórico que natural- donde radica la diferencia entre la escritura femenina y la masculina.
“Para entender a las generaciones que hoy hacemos periodismo es necesario recordar que hasta finales de los años setenta las mujeres no cubríamos la información general y estábamos destinadas a la sección de sociales, es decir a las crónicas de los bautizos y las bodas, como si tuviéramos un gen que nos limitara”, refirió la directora de CIMAC.
Narró que en una investigación sobre cómo llegaron las mujeres a la sección de información general, se relata la historia de una periodista que pedía que la llamaran reportero, vestía traje sastre al estilo masculino y a sus colegas de la redacción les aconsejaba que “evitaran que las trataran como a unas damas si querían tener un lugar en el mundo del periodismo”.
Y concluyó que esta situación explica la lucha que han vivido las mujeres por destacar en el periodismo, que a pesar de representar en la actualidad el 60 por ciento de las redacciones, apenas ascienden al 3 por ciento en los cargos directivos de los medios, en México y el mundo.
Además de que las mujeres, apuntó, todavía son mayoría en las fuentes sociales, y es porque los jefes –mujeres y hombres - consideran que son más sensibles para entender el sufrimiento humano, por lo que pueden retratar el dolor de una manera muy distinta a la de los hombres.
En sentido contrario, las cronistas Thelma Gómez Durán y Magali Tercero, citaron una frase de la escritora británica Virginia Woolf, quien sostiene que cuando “ escribe no es hombre o mujer y se dirige a esa amplia zona del alma que carece de sexo”, con lo que dijeron coincidir.
Thelma Gómez aseveró que la sensibilidad y la calidad periodística son independientes del género, ya que son parte de la visión individual que poseen las y los cronistas como seres humanos que miran el mundo desde un lugar determinado, sin importar si es hombre, mujer.
Cuestionó el sesgo de las jefaturas de información en las redacciones quienes creen que sólo las mujeres pueden cubrir temas de su género o de Derechos Humanos, ya que, en realidad, se trata de un tema de ética y calidad periodística.
“Un hombre puede escribir un reportaje sobre la leche materna aunque su naturaleza no le permita amamantar a un hijo, lo mismo que yo puedo narrar la historia de un asesinato sin tener que ser asesina”, señaló la periodista.
Y terminó su participación al asegurar que si las mujeres logran ser más empáticas con las víctimas no es por su genética sino porque las periodistas participan más en talleres de sensibilización y técnicas de investigación, pese a que estos espacios están abiertos también a sus pares varones.
Por su parte, Magali Tercero leyó fragmentos de crónicas sin revelar el sexo del autor, para que el público dedujera si era un hombre o una mujer quien lo había escrito.
La cronista sostuvo que no encuentra diferencias entre un texto femenino y uno masculino, pero reconoció que si todavía causa tanta polémica este tema -a nivel personal y colectivo- es porque aún no se define socialmente si la escritura tiene género o no.
Cabe destacar que el Manual “Hacia la Construcción de un periodismo no sexista” señala que los estudios sobre lingüística y género concluyen que la lengua está sexistamente estructurada y que debido al no paralelismo de los géneros gramaticales (lo que se llama asimetría lingüística) se le quita existencia y menosprecia a las mujeres en el lenguaje.
“No obstante este reconocimiento, señala el Manual, las feministas contemporáneas han llamado la atención respecto al verdadero problema que la ideología sexista impone por medio del lenguaje: la forma y el contexto en que se muestra la condición social de las mujeres. De ahí que la cuestión de fondo no sea, tan sólo el uso del género gramatical masculino o femenino y el ocultamiento de las mujeres en éste, sino que en este uso en apariencia inocente, se presenta una noticia y su contexto”.
Para finalizar dijo que así como hay más mujeres que escriben sobre temas que antes eran exclusivos de los hombres, como el erotismo, deberían ser más las periodistas que publiquen crónicas e investigaciones sobre el poder.
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