7/07/2015

Por qué no vino el Papa a México ?

Las razones por las que Francisco no le dio prioridad a México en sus visitas al continente no se conocen oficialmente, aunque hay toda clase de especulaciones

Serpientes y Escaleras
Salvador García Soto


En la segunda visita que realiza actualmente el papa Francisco al continente americano —la primera fue a Brasil en 2013—, México no está en la agenda papal, a pesar de ser el segundo país con más católicos en el mundo (8.9% del catolicismo mundial). Aunque existe la intención manifiesta del Vaticano, todavía no hay una fecha definida para que Francisco visite nuestro país. De hecho, el primer pontífice latinoamericano en la historia pisará primero Estados Unidos en septiembre cuando también visitará Cuba, además de la gira que actualmente realiza por Ecuador, Bolivia y Paraguay.

Las razones por las que Francisco no le dio prioridad a México en sus visitas al continente no se conocen oficialmente, aunque hay toda clase de especulaciones: desde que el Papa no está contento con la violencia que prevalece en algunas regiones del país como Michoacán y Guerrero, que ha afectado también a obispos y sacerdotes católicos, hasta que la reacción virulenta que tuvo el gobierno mexicano ante un comentario papal hace unos meses sobre el peligro de la “mexicanización” de Argentina, por el que el jefe católico tuvo que disculparse, hizo que se pospusiera una visita papal a territorio mexicano.
Lo cierto es que desde que el presidente Enrique Peña Nieto visitó El Vaticano en marzo de 2013 y lo invitó personalmente, el Papa expresó su interés de estar en México. Incluso la Cancillería llegó a confirmar la intención de que viniera primero a México que a Estados Unidos y a través de los buenos oficios del embajador mexicano en la Santa Sede, Mariano Palacios Alcocer, se ha intentado buscar una fecha para agendar la visita, incluso hay una excelente relación entre el canciller mexicano, José Antonio Meade, y el secretario del Estado Vaticano, Pietro Parolín; pero aún con esa buena relación en el ínter ocurrieron varios hechos que enfriaron la posible visita papal a México.
Una de esas cosas fue la violencia que se incrementó en algunas zonas como Michoacán y Guerrero, donde el número de homicidios y los reportes de violencia llegaron hasta el Vaticano por vía de los sacerdotes y obispos de la zona que denunciaron las difíciles condiciones que vivía la población de esas localidades, pero también las dificultades para realizar su labor pastoral en las parroquias de esas regiones. Fue de esos informes enviados desde las diócesis y arquídiocesis mexicanas a el Vaticano, que el Papa advirtió en aquella carta dirigida a una ONG del riesgo de la “mexicanización” de Argentina. El exabrupto de la Cancillería que exigió una rectificación hizo que el Vaticano emitiera una disculpa.
Otro factor externo por el que México fue desplazado temporalmente de la agenda papal es Cuba. La normalización de relaciones entre Estados Unidos y La Habana hizo que el Vaticano priorizara la visita a la isla en donde estará a finales de septiembre de este año, para ser parte de este proceso histórico en el que a la iglesia católica y el papa Francisco han jugado un papel clave.
Con todo, Francisco ha dicho que México requiere “una visita de por lo menos una semana”, y ha expresado su interés por visitar la Basílica de Guadalupe. De México no sólo le preocupa y le interesa el tema de la violencia, sino también el de la migración. De hecho se prevé que en su visita al Capitolio, en septiembre, pronuncie un discurso fuerte sobre el tema de la migración de los mexicanos y latinoamericanos a territorio estadounidense y la protección de sus derechos humanos, un tema que le preocupa especialmente.
Pero hasta ahora no hay fecha oficial para que Francisco visite México. En su reciente gira por Europa, en Bruselas, el presidente Peña Nieto hizo una declaración confirmando la visita del Papa a nuestro país, aún cuando en la agenda de la visita de Estado a Bélgica e Italia no había ninguna actividad relacionada con el Vaticano. “No tengo ninguna fecha confirmada. Tengo la aceptación del Papa de visitar nuestro país. Sin embargo, hasta ahora nos ha dicho que sí, mas todavía no nos ha definido cuándo”, dijo Peña. Se espera que esa visita ocurra hasta 2016 porque el Vaticano tiene otras prioridades antes que México.

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