7/07/2015

Agenda Telecom, los varios anuncios


Asegurar la cobertura social es un asunto no solamente del mercado sino también de ejercicio de derechos.


lasillarota.com

Cargada estuvo la semana pasada de anuncios en el sector de las telecomunicaciones y la radiodifusión, todos ellos de alta relevancia, que dependiendo de la manera en cómo se lleven a cabo podrían en algunos años reconfigurar el modelo de comunicación en nuestro país.

Después de la insolvencia del Grupo Radio Centro en la licitación de una de las cadenas de televisión digital abierta, finalmente el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) difundió que hará nuevamente la licitación de esos 123 canales, para hacer más apetecible la licitación despejará la banda del 600Mhz (ocupada ahora por algunas televisoras) para agregar más cobertura en zonas urbanas con más población.

Lo que aún no define el regulador es si todas las frecuencias serán sólo para cobertura nacional o bien podría fragmentarlas para que se hagan licitaciones regionales o locales, además anunció que para el caso de televisoras públicas y sociales las frecuencias se adjudicarán de manera directa sin pasar por ningún proceso de licitación. Será en este año que el IFT pondrá a consulta pública las prebases de licitación para después llevarla a cabo en el primer semestre del 2016.

Si la licitación se hace de manera diferenciada para coberturas nacionales, regionales o locales, será todo un reto regulatorio para el IFT determinar distintos precios para las frecuencias según las poblaciones a servir, además habrá que ver el diseño que haga para evitar mayor concentración del espectro en el caso de que los operadores actuales de la radiodifusión quieran participar en la licitación por venir, sería deseable que en esta ocasión sí se incluyan como criterios de calificación la propuesta programática de los competidores para dar condiciones reales al pluralismo y la diversidad de contenidos, pues en este caso no solamente es importante la competencia económica sino también la de contenidos para hacer viable lo establecido en el artículo 6º de la constitución.

En ese sentido sería un despropósito que la licitación tomara como principal criterio la subasta ascendente, pues sólo daría oportunidad a los que tienen más poder económico sin tomar otros criterios relevantes como el que le acabo de mencionar, además de que la Suprema Corte de Justicia ya ha determinado la inconstitucionalidad de ese criterio en cuanto a la adjudicación de frecuencias para la radiodifusión, cuando resolvió la acción de inconstitucionalidad de la llamada Ley Televisa.

Sin duda que el éxito de la nueva licitación dependerá de muchos factores, entre ellos está el cumplimiento para que en diciembre de este año culmine el apagón analógico, algo que se ve con muchas dudas, pues la  Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) se ha desempeñado con mucha opacidad al respecto, por lo que no hay claridad para determinar si eso será posible pues tendrían que entregar un millón de receptores digitales por mes, cuando actualmente la SCT sólo tiene capacidad para entregar 60 mil al día, de acuerdo a las declaraciones públicas de Javier Lizárraga, funcionario encargado del programa, además de que tiene un déficit de entre 10,000 y 12,000 millones de pesos para adquirir 4.4 millones de televisores y poder cumplir con el apagón analógico y aún están en negociaciones con la Secretaría de Hacienda para ver como cubrir ese déficit.

En radio también hay novedades, el IFT está ya en los estudios técnicos para reducir la salvaguarda entre frecuencias de la banda FM, eso permitirá pasar de los 800 Khz a los 400 Khz con lo cual se duplicaría el número de frecuencias. Como le he comentado en otras ocasiones, esta norma técnica ha funcionado más como una barrera técnica artificial que impide que nuevos actores entren a la radio, en casi todo el mundo esta reducción ya se ha hecho desde hace décadas, mientras que en México se ha mantenido indebidamente para proteger los intereses de los particulares que operan comercialmente la radio FM en México. Si ese cambio no se ha hecho ha sido por las presiones que han mantenido esos radiodifusores comerciales.

Sin embargo, esa resistencia ya está haciendo crisis, así lo demuestra la carta abierta de Carlos Quiñones, dueño de la estación 1290 de AM en la Ciudad de México, que planteó que actualmente la AM es inviable comercialmente, por lo que muchos radiodifusores están pidiendo la apertura de la banda FM para poder competir.

Las nuevas disposiciones sobre la separación en la banda de FM deberán estar antes de finales de septiembre, después de la consulta pública que emitirá el IFT para tal efecto, con lo cual tendrá que hacerse otro proceso de licitación.

Habrá que ver si el IFT también elabora criterios de adjudicación que permitan equilibrar las asimetrías en este segmento de la radiodifusión, pues más del 70% es comercial y hace falta reservar espectro para medios no lucrativos del sector social, especialmente en las grandes ciudades, pues es ahí donde más se les ha restringido su presencia, así como criterios para dar lugar al pluralismo y la diversidad y otras medidas positivas para que las emisoras sociales puedan utilizar la multiprogramación en radio.

En cuanto a las telecomunicaciones el IFT informó que dividirá la banda 2.5 Ghz en tres bloques  que se licitarán en 2016, con lo cual deberá de iniciar el despliegue de esta banda para los servicios de banda  ancha móvil, como usted recordará esta banda ha estado subutilizada por los litigios y políticas discrecionales de gobiernos anteriores.

Esto aunado a las licitaciones de la banda del 700 Mhz para la red compartida y la red troncal de fibra óptica, son parte de una política que debería de garantizar el acceso universal a la banda ancha e internet; sin embargo, hasta el momento no ha sido clara una política que garantice la cobertura social para las zonas rurales e indígenas, si esta parte se descuida seguramente tendremos competencia en los mercados de las grandes ciudades, pero se estará dejando fuera a millones de personas, aumentado con ello la brecha digital y por lo tanto la exclusión social.

Asegurar la cobertura social es un asunto no solamente del mercado sino también de ejercicio de derechos, por lo que el IFT deberá actuar en este sentido en correspondencia con una visión de competencia, pero también de medidas afirmativas para promover la igualdad y equidad para aquellos sectores de la población que el mercado es incapaz de atender.

Como puede verse la política en los sectores de radiodifusión y telecomunicaciones tienen que verse de manera integral, pues cada programa tiene una incidencia en otro como un efecto dominó que tiene consecuencias no solamente en el área económica, sino también en la posibilidad de generar condiciones para el ejercicio de derechos tales como la libertad de expresión, el derecho a la información, a la educación, al trabajo, entre otros. Mirar y asegurar esa integralidad de la política pública será el gran reto del IFT.

Veremos.

aleida.calleja@gmail.com
  



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