COLABORACIÓN ESPECIAL
Por: Sandra de los Santos*
Más de una semana se ha cumplido desde que el Sistema Nacional para
Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres declaró la Alerta
de Violencia de Género para siete municipios de Chiapas. Desde ese día
ni un pronunciamiento ha habido de parte de ninguno de los poderes de
gobierno, principalmente del Ejecutivo del estado a quien le compete
responder a la declaratoria.
El silencio del gobierno de Manuel Velasco Coello evidencia, por si
alguien aún lo dudaba, la violencia estructural que sufrimos las
chiapanecas, el estado en donde existen las peores condiciones de vida
para las mujeres en el país: sin acceso a la salud, educación y otros
servicios básicos.
A diferencia de otros estados en donde se ha dado la declaratoria, en
Chiapas no se dio la alerta por el número de casos de feminicidio –que
también son considerables- sino por la violencia estructural y
sistemática que existe en contra de las mujeres y que nos coloca en una
situación de riesgo.
Las condiciones de pobreza, la falta de oportunidades y de políticas
públicas claras y efectivas en materia de impartición de justicia; de
acceso a los servicios básicos y que las mujeres vivan libres de
violencia, fue lo que hizo que el Sistema aprobara la declaratoria.
La Secretaría de Desarrollo del Empoderamiento de las Mujeres (Sedem)
que juega en contra de las mujeres y a favor de una familia
Una de las recomendaciones de la declaratoria es fortalecer la
dependencia, que desde que inició este gobierno, se ha mantenido en
manos de una familia: León Villard.
La ahora diputada federal, Sasil de León Villard; Nancy López Ruíz,
esposa de Yumaltik León Villard; Itzel de León Villard, han estado al
frente de esta dependencia, que en teoría es de las que más recursos
económicos recibe, pero en la práctica eso no se traduce en políticas
públicas.
A la Sedem se le han destinado más fondos en los últimos 2 años, pero
eso se debe a que por medio de ella se bajan los recursos, que son
utilizados para el programa de apoyo a madres solteras jefas de familia,
que lejos de ser una política de empoderamiento para las mujeres se ha
convertido en una forma de coacción con fines partidistas.
Durante la administración de Manuel Velasco fueron disminuidos los
servicios de las unidades y centros de atención a las mujeres en
situación de violencia; las trabajadoras de estos centros han denunciado
violencia laboral y hasta ahora no hay un solo programa que tenga
seguimiento, que sea una política pública clara y efectiva a favor de
las mujeres.
La falta de compromiso del gobernador Manuel Velasco con el real
empoderamiento de las mujeres se ve, precisamente, en el sostener a la
familia León Villard en la Sedem. La dependencia se convirtió para el
gobernador en un espacio más para pagar un favor político.
Las personas que han dirigido la Sedem no tienen ni la formación, ni el compromiso con el tema para el que fueron elegidas.
En 2014 cuando era titular de la Sedem, Sasil de León, dijo que 156
muertes violentas de mujeres –que eran las que se tenían registradas en
ese entonces-no ponía en riesgo la paz social en Chiapas por lo que no
había necesidad de una declaratoria de Alerta de Violencia de Género en
la entidad.
Si la lectura que da el gobernador a la declaratoria en el apartado del
fortalecimiento a la Sedem se traduce en el empoderamiento de una
familia, la dependencia seguirá jugando en contra de las mujeres.
CIMACFoto: César Martínez López
Cimacnoticias/Chiapas Paralelo | Tuxtla Gutiérrez, Chis.-
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