By Jorge Meléndez Preciado *
Pareciera
que el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, modera sus
agresivas promesas de campaña. Ya no deportará o expulsará a 11 millones
de latinos. No construirá el muro de 3 mil kilómetros de un jalón.
Revisará el TLCAN (Tratado de Libre Comercio de América del Norte) en
partes, aunque señala que en julio debe concluir todo. Incluso se
reunirá, una vez más, con Enrique Peña Nieto.
Esos y otros anuncios han traído como resultado que luego de las buenas vibras
que necesitamos, según Enrique, diga ahora que “las reformas
(mexicanas) y la estabilidad política del país (son) motivo para estar
optimistas” acerca de lo que viene. Que la encargada de las relaciones
exteriores (ji, ji de Videgaray), la señora Ruiz Massieu, afirme que
estamos preparados ante los cambios estadounidenses (sic desnorteado). Y
que el cónsul en Los Ángeles, Carlos García de Alba, espete: “Faltan 67
días…no sabemos lo que va a pasar” con la revolución ultraconservadora
de Trump (citado por Gil Gamés, Milenio 14 de noviembre).
Es decir, no obstante que muchos analistas e intelectuales nos llaman a prepararnos desde ahora para enfrentar el huracán Donald
(certera frase de Agustín Carstens, quien antes veía catarritos en
grave crisis), la administración federal sigue jugando a la matatena en
tanto en Estados Unidos ve que la cuestión está que arde.
Tanto
que siguen las protestas en muchos lugares, especialmente de los
estudiantes que han salido a las calles para decir que el señor naranja No es su presidente
y se opondrán al mismo de diversas maneras. Obviamente en estas
movilizaciones hay hombres y mujeres de diversas nacionalidades,
incluidos una buena cantidad de blancos que saben: la educación será
algo prohibitivo, ya que pronto acabarán con las becas. Incluso un grupo
radical pide ya la separación de California de EU, pues dicho estado es
la sexta economía mundial
Destaca entre los que alzan la voz, una
mexicana (Diana Delgado) que estudió en el colegio de la hija de Trump.
Diana se diplomó con honores y le reclama al empresario que seguramente
no le aplaudió en la ceremonia de fin de cursos. Pero se han dado casos
tan dramáticos que una madre afroamericana corrió a su pequeño hijo de
la casa, en Houston, Texas, ya que este chavo había votado en su
primaria a favor de Donald, en una simulación de la elección
presidencial. Dos casos aparentemente particulares pero que muestran el
clima de desesperación existente. Y en contraste vemos la
irresponsabilidad de los funcionarios mexicanos.
El equipo formado por el empresario es de cuidado. Rudolf Giuliani- quien dijo que los jóvenes que protestaban eran unos bebés llorones-
irá como secretario de Estado y ya sabemos su mano dura; Steve Bannon,
ligado al Tea Party, estará seguramente en comunicación; Reince Priebus,
un racista, tendrá otra cartera (Animal Político, 14 de noviembre).
En
la Agencia de Protección Ambiental (EPA por sus siglas en inglés), se
designó a Myron Ebell, impugnador del cambio climático, y en temas
energéticos tendremos a Harold Hamm, quien tiene como divisa la
explotación del carbón, el fracking y el mayor saqueo de petróleo;
también se incluirá a Kris Kobach, un represor de migrantes que en
Arizona ha hecho de las suyas.
Como se verá, no es únicamente
cuestión de percepciones, sino que habrá un cambio muy profundo en los
asuntos vitales para la humanidad, algo que al parecer no llama la
atención acá. Aunque, curiosamente, personajes como Francoise Hollande y
Ángela Merkel, mandatarios de Francia y Alemania, respectivamente, ya
han sonado las primeras alarmas.
Algunos personajes diversos han
dado la voz de cuidado. Lo mismo Miguel Alemán Velasco ha dicho que es
necesario actuar rápido ante Trump (La Jornada, 14 de noviembre), o Alejandro Hope (El Universal,
ídem), quien señaló que es necesario llamar a la resistencia ante lo
que viene. Alberto Aziz Nassif (ídem) recriminó que este gobierno
peñista no tiene soluciones para lo que vivimos. Y Jorge Castañeda
insiste en la tragedia que se acerca (El País, 14 de noviembre)
Pero
lejos de atender las dificultades, por ejemplo, el Fondo de Apoyo a
Migrantes no recibió un centavo, a pesar de que el año pasado se le
asignaron 300 millones de pesos (Animal Político, 14 de noviembre). Ello por culpa de los diputados, que siguen jugando a la política y a tener mayores prebendas.
¿Qué ocurrirá en los estados mexicanos donde existe mayor número de migrantes?
Guanajuato, Michoacán, Jalisco, Estado de México y Puebla están en la mira por lo que ocurrirá muy pronto.
Por
ejemplo, en Michoacán se reciben 2 mil 500 millones de dólares y hay 4
millones de compatriotas allá. Si el crimen organizado es la principal
industria de la entidad ¿qué hará el incapaz de Silvano Aureoles?
Mientras
estos problemas tenemos, la niña Andrea corrige al secretario de
Educación Pública, Aurelio Nuño, quien presume la reforma educativa. En
un acto, ella le dice que no se pronuncia ler, sino leer (sic que se hace anuncio de las librerías Gandhi). Muestra clara de quienes están en el poder.
Jorge Meléndez Preciado
@jamelendez44
No hay comentarios.:
Publicar un comentario