El texto de Azam Ahmed, corresponsal del rotativo, indica que dirigir
un medio de comunicación en México significa confiar en un cliente
único y poderoso que gasta sumas exorbitantes en publicidad con la
advertencia: “No te pago para criticarme”.
Con el gasto millonario en publicidad, destaca el texto, el gobierno
de Peña crea lo que muchos ejecutivos y periodistas llaman un “gigante
de la marca presidencial”.
Además, ello le permite al gobierno “suprimir artículos de
investigación, dirigir portadas e intimidar a las salas de redacción que
lo desafían”.
El reportaje señala que a pesar de que prometió regular la publicidad oficial, Peña Nieto es el presidente que más ha gastado en este rubro en la historia de México, casi dos mil millones en los últimos cinco años, según datos recopilados por Fundar.
Esa agrupación de transparencia, agrega NYT, descubrió que la actual
administración gastó más del doble del presupuesto de medios que lo que
le asignaron los legisladores mexicanos para 2016.
Los ejecutivos y editores involucrados en las negociaciones afirman
que algunos secretarios de prensa del gobierno exigen abiertamente una
cobertura positiva de las organizaciones de noticias antes de firmar un
contrato publicitario. También, que los gobernadores reparten cientos de
millones de dólares del presupuesto estatal en publicidad cada año,
dinero que distribuyen a los medios de comunicación favoritos, según
Fundar, indica la investigación del diario estadunidense.
El reportaje dice que “el resultado es un panorama mediático en
México en el que los funcionarios federales y estatales dictaminan las
noticias, dictando a los medios lo que deberían y no deberían informar”,
de acuerdo con docenas de entrevistas con ejecutivos, editores y
periodistas.
Entrevistado por el diario, el gobernador de Chihuahua, Javier
Corral, consideró que la relación entre los medios y el poder es uno de
los problemas más graves en México.
“Recoja un periódico, sintonice una estación de radio o encienda la
televisión en México y recibirá una avalancha de publicidad oficial. En
algunos periódicos, casi en cualquier página hay un anuncio que promueve
una agencia gubernamental u otra. A veces, tanto tiempo de aire está
dedicado a venerar el trabajo del Gobierno como a cubrir las noticias”,
precisa el reportaje.
El texto de The New York Times informa que el gobierno federal gastó
tanto en publicidad el año pasado, alrededor de 500 millones de dólares,
como lo hizo para apoyar a los estudiantes en su programa principal de
becas para universidades públicas.
El periódico apunta que el gasto extraordinario llega en un momento
en que el gobierno mexicano está recortando los presupuestos en general,
incluidos los de salud, educación y servicios sociales.
El pasado 15 de noviembre, la Suprema Corte de Justicia ordenó al
Congreso de la Unión regular para antes del 30 de abril próximo el uso
del dinero público destinado a la publicidad oficial.
La decisión fue tomada en una votación de cuatro votos a uno en la
Primera Sala de la SCJN ante la omisión del Congreso de legislar el
párrafo octavo del artículo 134 de la Constitución. Los ministros de la
Primera Sala resolvieron concederle el amparo a la organización no
gubernamental Artículo 19, que impugnó la omisión del Congreso en la
materia.
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