3/30/2019

Violencia política de género a Maricarmen de Lara



Inaceptable que, cuando estamos cerrando el mes de las mujeres, ocurran casos graves de violencia política. Mientras en Ciudad de México arrancamos estrategias sustantivas en el ámbito de la violencia de género, como es la instalación de Abogadas de las Mujeres en las agencias del Ministerio Público para fortalecer el acceso a la justicia y terminar con la impunidad, en tanto se conforman Redes de Mujeres en zonas de alta marginalidad para recuperar la seguridad en el espacio público y promover el ejercicio de los derechos humanos, se agravie a una cineasta feminista en su calidad de funcionaria universitaria.
El 8 de marzo se inauguró el festival Tiempo de Mujeres que dio visibilidad a más de 700 creadoras de arte y conocimiento en 150 eventos en 26 recintos de la capital, en el Antiguo Palacio de Ayuntamiento. La jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, reconoció a 14 mujeres destacadas en la ciencia, la cultura y las artes a fin de reconocer a las mujeres que son y han sido ejemplo dentro del movimiento feminista. Una de las integrantes del Consejo Curatorial, Magali Lara, expuso que el evento es un trabajo de diversas generaciones para hacer un llamado a la sociedad a reflexionar sobre el respeto a la mujer y a la igualdad de condiciones mediante conferencias y actividades de danza, cine y teatro en plazas, periferias y estaciones del Metro.
Entre las mujeres homenajeadas están Hebe Rosell, Gabriela del Socorro Álvarez, Astrid Hadad, María Fernanda Campa, Angélica Viera, Bertha Hiriart, Maris Bustamante, Julieta Egurrola, Rudy, Lucero González, Martha Acevedo, Lourdes Grobet, Jimena Cuevas y María del Carmen de Lara Rangel, a quien dedico esta colaboración.
Porque el homenaje ocurre cuando Maricarmen de Lara, actual directora del Centro Estudios Cinematográficos de la UNAM (CUEC), ha tenido que enfrentar un conjunto de agresiones de parte de trabajadores académicos y administrativos quienes han intentado por todos los medios demeritar una labor académica realizada con un compromiso absoluto. En carta pública, sus colaboradores expresan su adhesión y respeto Desde que se desempeñó al frente de la institución, la directora del CUEC desarrolló un trabajo de fortalecimiento de la institución y trazó la compleja ruta para convertir al centro en lo que será la Escuela Nacional de Artes Cinematográficas de la UNAM, un proceso que está por culminar en estos días. Se denuncian las agresiones que sufrió como feminista, que se traducen en violencia política y calumnias que se hicieron con la intención de detener a quien se podría perfilar como la próxima directora de la escuela; sin embargo, su decisión de no contender por esa posición demuestra una vez más su coherencia universitaria. La carta la respaldan firmas de figuras destacadas del CUEC, tales como Jorge Ayala Blanco, Juan Mora Catlett, Mario Luna García, Reyes Núñez Bercini, Mitl Valdez, José Navarro, Aurora Ojeda, Enrique Grenier, Francisco Rivera y muchos más.
Durante casi 40 años, la mirada de la cineasta abarca temas vinculados a la situación laboral, la sexualidad y los derechos humanos de las mujeres, que le han permitido cuestionar la estructura de dominación y mantener una voz crítica frente a la corrupción y la violencia. Entre sus trabajos más conocidos están los mediometrajes No es por gusto, sobre las trabajadoras sexuales, el documental No les pedimos un viaje a la luna, testimonio multipremiado sobre la explotación y organización sindical de las costureras en el terremoto de septiembre de 1985, Nosotras también, que expresa situaciones de mujeres que viven con VIH; junto con Leopoldo Best, ella ganó en 2014 el Ikaro de Centro América por el documental histórico titulado Alaide Foppa, la sin ventura.
Su labor como docente le permitió formar generaciones de estudiantes que hoy son cineastas que están haciendo de su carrera una vía creativa de búsqueda de la justicia. Porque su trabajo la respaldará siempre, es lamentable que se recurra a agresiones que obedecen a turbios intereses de unos cuantos trabajadores que no cumplen con su trabajo ni valoran a una dirigente que exige responsabilidad y honestidad en una institución universitaria. Conozco a María del Carmen de Lara Rangel desde hace muchos años, admiro su capacidad creativa y su gran compromiso por la justicia y en contra de las desigualdades de género.

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